¡Gracias!

El fascismo está en ascenso en Europa. El aumento de las actividades de grupos fascistas, la cultura de la ideología fascista por parte de muchos dirigentes de ciertos Estados y los intentos de revisar los resultados y causas de la II Guerra Mundial son incuestionables. Ucrania, con el beneplácito y apoyo del Occidente “democrático”, es el más claro ejemplo.

Es el intento de construir un nuevo orden mundial en el que el nuevo fascismo cumple el papel de argamasa. Es movilizar a la opinión pública a través de mentiras y tergiversaciones. La idea de una gran Europa ya no existe. Murió al aceptar la guerra impuesta por EEUU, a través de la OTAN, contra Yugoslavia en 1990. Desde entonces Europa no es más que un vasallo de la política exterior de EEUU. El caso del Tratado de Libre Comercio que se negocia en secreto es buena muestra de ello. También el seguidismo con las sanciones contra Rusia, el visto bueno a las matanzas israelíes o la campaña reiterada contra Venezuela.

Europa calla ante la glorificación del fascismo en Ucrania, da alas a sus propias organizaciones fascistas y reniega del imprescindible papel del Ejército Rojo en la derrota del fascismo. Tergiversa la historia cuando no se reconoce que la lucha soviética derrotó al 75-80% de todo el ejército nazi. Y el no acudir a las celebraciones del 70 aniversario del triunfo sobre el fascismo en Moscú son un ejemplo de ello. 

Por eso sólo queda decir un enorme ¡gracias! a los millones de hombres y mujeres soviéticos que lo dieron todo para que fuese posible derrotar al fascismo. Y que, muy humildemente, intentamos seguir su ejemplo que perdurará para siempre en la Historia pese a los intentos del “democrático” Occidente por reescribirla.

El Lince