Lo mejor de cada casa: de Syriza a los sindicatos

El referéndum en Grecia está sacando a relucir lo mejor de cada casa, empezando por Syriza.

Syriza ya ha aceptado todas y cada una de las propuestas de "las instituciones", antes llamadas troika, aunque hace algunas matizaciones menores. Resiste hasta el domingo sólo para dar la apariencia de que ha peleado hasta el final, lo que no es cierto. Nunca ha tenido la menor intención de retirarse del euro y mucho menos de abandonar la Unión Europea. Recuerdo cuando allá por el año 2000, si mi memoria no me falla, se me ocurrió criticar a todos los progres que defendían el Foro de Porto Alegre, el Foro Social Mundial, porque dije que no era más que un macro evento socialdemócrata que pretendía encauzar las protestas que se habían generado antes en Seattle y que tanto pánico desató en el BM, el FMI y en la OMC. Seattle les pilló desprevenidos, pero con el Foro de Porto Elegre ya estaban contentos porque las cosas se encauzaban dentro de sus intereses. Supongo que no hace falta recordar que, desde entonces, el FMI y el BM dicen, entre otras lindezas, que ellos también están preocupados por la pobreza y que la globalización es necesaria para luchar contra ella (¿?). El tiempo ha dado la razón a quienes, como yo, hacíamos esas críticas pero mientras muchos y muchas han hecho viajecitos, han recorrido mundo y han pretendido que esa falacia de "otra globalización es posible" no era una falacia.

Eso era una falacia y es una falacia Syriza en sí misma. Syriza ha enviado una carta a "las instituciones" donde hay un párrafo definitivo y que pone de manifesto mejor que nada lo que es Syriza. Dice: "Grecia está preparada para aceptar este acuerdo a nivel técnico, sujeto a las siguientes mejoras [y las especifica], adiciones y clarificaciones como parte de la extensión del programa que expira y el nuevo rescate cuya petición ha sido remitida hoy, día 30 de junio de 2015". Por si no tenéis claro lo que significa, la misma carta, firmada por el primer ministro Tsipras, añade: "como podrán observar, nuestras enmiendas son concretas y respetan en su totalidad la robustez y credibilidad del diseño del conjunto del programa [de la troika]". 

Podéis ver el documento entero en el periódico de Syriza. Lo más curioso es que lo venden como un logro porque no les queda otra. La UE acaba de decir que no hay nada que negociar hasta después del referéndum. Si gana el "no" que propugna Syriza va a tener que ceder algo tras el referéndum, como una ligera quita de la deuda o una destrucción a plazos de lo que queda del sector público griego. Pero si gana el "sí", Grecia puede echarse a temblar aún más.

Da la impresión que ha sido una maniobra desesperada de Syriza para intentar un acuerdo de última hora. Syriza ya está derrotada porque se ha derrotado a sí misma. Sólo queda esperar que el "no" refuerce al sector más consciente y combativo en Grecia, que no está en Syriza precisamente.

Junto a Syriza -y cada vez me hace más gracia Podemos, no lo puedo remediar- están los sindicatos. La Confederación General de Trabajadores de Grecia, la principal organización sindical, ha pedido públicamente el "sí" en el referéndum. O sea, sí a las condiciones de la troika. No hace falta deciros que la CGTG (GSEE, en griego) es equivalente a CCOO y UGT en el Estado español. La CGTG no ha dicho ni una palabra cuando el lunes, día 29, la patronal griega amenazó abiertamente con despidos, cierres patronales y todo lo que se le ocurrió si ganaba el "no" en el referéndum. Han amenazado con no pagar los sueldos hasta el lunes 6. Han filtrado a los medios de propaganda que cuatro grandes proyectos de infraestructuras serán "suspendidos" en caso de ganar el "no". Y frente a todo este terror patronal, a la CGTG sólo se le ocurre pedir el "sí" porque "estamos en Europa" sin dedicar ni una palabra a la postura de la patronal.

Así que estamos asistiendo a un desfile de lo mejor de cada casa. Esta es "la izquierda radical" que tanto gustó, y aún gusta, en muchas partes del mundo. Y estos son los "sindicatos representativos" que, dicen, defienden los intereses del mundo trabajador.

El Lince