El chantaje de los responsables

El alboroto de los "Papeles de Panamá" no lo es tanto. Veamos, un par de preguntas de las mías: ¿alguien se ha preocupado por saber quién es el famoso Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que lo ha filtrado? Otra: ¿alguien se acuerda de Wikileaks?

Porque resulta que el director de esa organización que dice haber destapado las cuentan opacas en Panamá, que se llama Gerard Ryle, dice en esta entrevista dos cosas jugosas:

1.- No hay intención de publicar los datos conseguidos al completo porque supondría publicar información sensible de particulares inocentes junto a las figuras públicas.

2.- No son Wikileaks (sic) porque ellos hacen periodismo responsable (sic).

Esto mismo ha dicho uno de los integrantes del CIPI, el británico The Guardian, que la mayoría de la información que poseen no será publicada.

Vaya, vaya. Dice un adagio latino que excusatio non petita, acusatio manifesta. O lo que es lo mismo, excusa no pedida, acusación manifiesta. Luego aquí hay algo que no huele bien. Primero, colocándose del lado del poder que arremetió contra Wikileaks cuando publicó sus documentos, en los que ponía de relieve, negro sobre blanco, cómo EEUU y el resto de sus países vasallos, como la UE, hacen "política exterior", es decir, presionando a los gobiernos que no les son agradables o dóciles y fomentando las revueltas internas -esa neolengua de las "revoluciones de colores"-. Como digo, todo Occidente, sin excepción, arremetió contra Wikileaks y buscó y consiguió encarcelar a su principal responsable, Julián Assange, que aún está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres pese a que la ONU ha dicho que su situación es absolutamente ilegal y que Gran Bretaña tendría que dejarle salir. Pero la muy democrática Gran Bretaña se niega. Y ahí sigue. Por irresponsable. Por no casarse con nadie (aprended, chicos y chicas del CIPI). Por no cribar lo que vale y lo que no.

Así que el consorcio ese de periodistas no es Wikileaks, luego ya tenemos una pista de por dónde andan. También Wikileaks pretendió utilizar a los grandes medios de propaganda del mundo para difundir sus papeles, y se difundieron, pero lo que ellos quisieron puesto que Wikileaks puso a su disposición todos y no unos cuantos elegidos. Los medios de propaganda hicieron lo de siempre: publicar algunos, reinterpretar otros y mentir en el resto. Pero aquí no tenemos eso. Aquí ya se han seleccionado por los periodistas responsables. Luego hay que hacerse otra pregunta ¿en un mundo tan podrido por qué hay tan pocos políticos de la UE y de EEUU? ¿De verdad hay que creerse que sólo uno en activo, el islandés, es un pájaro de cuidado?

Lo que yo veo en todo esto son dos cosas: la primera, que entra dentro de la agenda occidental porque el CIPI está financiado por el Centro para la Integridad Pública, de EEUU, y por Graeme Wood, de Australia. No tengo datos de cuánto ofrece el primero, pero el segundo dice que trabaja por las 4c: conservación, cultura, comunidad y comercio. Bonito, ¿verdad? Pues acaba de financiar con 15 millones de dólares a una universidad australiana para que trabaje en ello. O sea, para formar gente que le deberá eterna gratitud y que elaborará cualquier análisis que se le pida en esa dirección.

Pero sí tengo datos de quién está detrás del Centro para la Integridad Pública que veo que son, ni más ni menos, que:
- La Fundación Ford
- La Fundación Carnegie
- La familia Rockefeller
- La fundación de los cereales Kellogg
- y lo más importante, la Fundación para una Sociedad Abierta (del multimillonario y especulador George Soros).

La otra cosa que veo es que si esta "fuga de datos" es seleccionada como lo está siendo, por una organización financiada por todo este cúmulo de gente que se ha hecho rica trabajando, como es lógico, y no explotando a los demás, como también es lógico, con connotados antecedentes de injerencia en todo el mundo el camino de llegada es uno: ensuciar a los enemigos de Occidente y chantajear a los que en Occidente tienen alguna veleidad de comenzar a caminar fuera del camino marcado por EEUU.

No sé si habéis oído hablar de la guerra híbrida, la combinación de guerra clásica con sanciones, intoxicaciones y revueltas. Os hablaré de ello en otra ocasión. Pues lo que yo veo es que es una estrategia dentro de todo ello, de la guerra híbrida con la que Occidente, EEUU en particular, quiere intentar impedir que el mundo se le vaya de las manos, como el agua cuando intentas cogerla.

El Lince