Los kurdos sirios han despertado bruscamente de su sueño. Su soberbia, su absoluta falta de visión geoestratégica, su sumisión a los intereses de EEUU han provocado el fin de los sueños: no será posible un país independiente, no será posible la unificación de los cantones. Rojava quedará como una experiencia bonita, pero ineficaz y limitada. Cada vez me recuerdan más a los zapatistas mexicanos.
La obsesión kurda con Hasaka, como dije, tiene un gran objetivo: es una zona muy rica tanto en petróleo y gas como en cereales y algodón. Para entendernos, es casi considerada como el granero de Siria. Y tiene algo más que en Oriente Próximo vale más que el oro y el petróleo: agua. Pese a ser un territorio que no es de los más numerosos en población kurda, el PYD se obsesionó con él precisamente por su riqueza y para hacer del mismo el corazón del futuro Estado independiente puesto que Hasaka ayudaría a que la experiencia de Rojava fuese una realidad de mucho mayor alcance.
De ahí los constantes enfrentamientos con el gobierno sirio y de ahí la razón de la última batalla que ganaron pero, como aventuré, a un altísimo coste político. Pues ya lo tienen. Su victoria sobre el gobierno sirio -las condiciones de alto el fuego, aunque permiten al gobierno sirio el control de algunas zonas y garantizan el paso de sus fuerzas militares y la presencia, casi simbólica, de las instituciones gubernamentales sirias, implican de hecho el control absoluto de la ciudad y, por consiguiente de la provincia, para los kurdos- ha sido interpretada por Turquía como la gota que ha colmado el vaso. Si el estado sirio desaparece, que es lo que casi ha ocurrido en Hasaka (que aportaba antes de la guerra el 30% de todos los recursos del Estado), el sueño del estado kurdo daba un importante paso hacia la realidad y eso es lo que se ha abortado de raíz ayer con el ataque a Jarablús (por cierto, la organización llamada Estado Islámico se ha retirado sin disparar un solo tiro).
Turquía y EEUU se han coordinado, sin duda. Turquía y Rusia lo han hablado, sin duda. El malestar ruso con los kurdos era evidente por su absoluta dependencia de EEUU, reconocida sin tapujos. Los kurdos han venido actuando según los intereses de EEUU, aunque en apariencia coincidiesen con los suyos, pero a la hora de la verdad EEUU ha decidido hacer valer sus preferencias y los kurdos no están entre sus preferidos. Lo son en tanto en cuanto que debilitan al gobierno sirio, pero nada más. Las declaraciones del vicepresidente de EEUU sobre hasta dónde pueden llegar, cómo tienen que actuar y cuándo se tienen que retirar son absolutamente claras del nivel de autonomía que tienen. Se tuvieron que dar cuenta de ello tras la toma de Manbij, cuando por decisión de EEUU entregaron el gobierno de la ciudad a un consejo local. Se tuvieron que dar cuenda de ello cuando en pleno combate por Hasaka el considerado primer ministro del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) iraquí, Masoud Barzani, visitó Ankara. No es un secreto para nadie que Turquía tiene un consulado en Erbil y que las relaciones políticas y económicas entre Turquía y el GRK son muy estrechas. Y no debería ser un secreto para nadie que el GRK siempre ha visto la experiencia de Rojava como una amenaza y al PYD y al PKK más como enemigos que como amigos. Cuando Turquía atacó con bombardeos al PKK en sus bases en el Kurdistán iraquí, el GRK "recomendó" al PKK que abandonara el territorio "para evitar vidas civiles".
Incluso me atrevería a ir más allá y diría que Turquía también se lo ha comunicado a Irán, donde las acciones guerrilleras kurdas han subido en los últimos meses tras el "despertar" de los partidarios del GRK después de casi 20 años sin actividad militar. Hasta estos momentos sólo el Partido Vida Libre del Kurdistán (PJAK), con vínculos históricos con el PKK, era quien mantenía la resistencia.
Salvo que no me haya enterado, lo que es posible, sólo Siria y los propios kurdos han protestado con dureza por la invasión. Rusia sólo el día de después ha emitido un muy comedido comunicado expresando su "preocupación" e Irán se mantiene en silencio. Y pensando mal, por qué no considerar que algo se habló cuando el segundo de la inteligencia turca visitó Damasco esta semana y la crítica del gobierno sirio forma parte del guión. A fin de cuentas, tiene que protestar porque su territorio ha sido invadido por fuerzas extranjeras aunque con ellas vaya una parte de la "contra", que deja muy claro qué tipo de organización es.
Aquí hay que recordar, también, que nada más derrotar los kurdos a la organización llamada Estado Islámico en Kobani, los rusos les propusieron atacar Jarablús, a lo que se negaron. Por el contrario, aceptaron que los partidarios del GRK (y, por lo tanto, de EEUU y de Turquía), es decir el Consejo Nacional Kurdo, muy minoritarios hasta entonces, entrasen a formar parte del Consejo Supremo Kurdo en paridad con el PYD en Rojava. Los kurdos del PYD, obsesionados con el brillo de los espejos que los estadounidenses les estaban ofreciendo (como los indígenas o pueblos originarios latinoamericanos con los españoles), no vieron lo que se les venía encima y ahora están pagando las consecuencias: el fin de sus sueños.
Los kurdos apostaron por hacer a sus nuevos amigos aliados permanentes mientras dejaban para mejor ocasión sus intereses. Cuando han dado el paso para recordar sus intereses permantes (el ataque en Hasaka) sus amigos han dejado claro que son fugaces y que lo que prima son sus intereses geoestratégicos y no los de los kurdos. Una dolorosa lección para los kurdos y para otros pueblos, que tienen que mirar muy bien quiénes son sus amigos de verdad.
Es una primera explicación de lo que está pasando, tanto mía como de mis amigos kurdos y turcos. Puede ser acertada o no, pero lo que hay son especulaciones por todos los lados. Luego puestos a especular, yo también lo hago. Alguien podrá decir que Turquía ha engañado a Rusia, que Turquía ha engañado a Irán, que Turquía siempre ha optado por EEUU y que lo que estamos viendo es una jugada maestra de EEUU para "retomar" una zona en la que estaba muy debilitado. Yo no lo veo. Lo que veo es una operación maquiavélica, casi coordinada entre varios -con diferente fuerza cada uno- cuyo único fin es evitar la creación de ese Kurdistán independiente tan reclamado (unos lo llaman "el nuevo Israel", otros "la partición de Siria", otros "una entidad terrorista"), que es lo que casi todo el mundo intuía tras los combates en Hasaka. Para eso quien tiene que sufrir es el más débil, que son los kurdos. Y en ello ha tenido mucho que ver su arrogancia y falta de visión geopolítica.
Su única tabla de salvación es ahora romper las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias, creadas a instancias de EEUU, o enfrentarse a la "contra" que ha ido de la mano de Turquía y EEUU a Jarablús.
Para ello, la "contra" ha tenido que moverse desde Turquía, con el beneplácito de Turquía, con la infraestructura de Turquía. Y eso le ha venido bien al ejército sirio y a Rusia, que han visto cómo se ha aligerado considerablemente el número de "contras" en Alepo, lo que facilita su contraofensiva y la recuperación de territorio. De hecho, ya se habla de que la "contra" sólo retiene un kilómetro escaso de territorio y que se está muy cerca de volver a restablecer el cerco a los barrios que controla en Alepo.
Los kurdos están ante un dilema muy curioso visto desde fuera y muy preocupante para ellos. Pero me temo que seguirán primando a sus amigos antes que sus intereses (el estado propio) y se conformen con el status quo. De hecho, ya hay noticias sobre que los kurdos están aceptando las órdenes de EEUU y se están retirando a la otra orilla del Eúfrates. Dicen que es para preparar la ofensiva contra Raqqa, la llamada capital del llamado EI. Si es así, otro servicio a EEUU para nada.
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Me hubiese gustado dedicar algo de tiempo al acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, pero lo que está ocurriendo en esa zona de Oriente Próximo tiene mucho mayor relieve para el planeta. Entiendo la euforia, pero también hay que alertar sobre lo que ocurre en Colombia, con un poder cada vez mayor del neofascismo, donde el poderoso empresariado multinacional defiende sus intereses sin importar cómo, donde el discurso de los medios de propaganda (cuyos propietarios son los anteriores) repiten que el proceso es fruto del triunfo militar del estado sobre la guerrilla.
Aunque formalmente se haya discutido sobre las raíces del conflicto, sobre tierra, sobre democracia o sobre lo que sea la impresión desde fuera es que el gobierno en ningún momento ha cedido en cuestiones del modelo económico o político; que la guerrilla ha aceptado equiparar el grado de responsabilidad de los combatientes "de los dos lados", con lo que elude o da cobertura a los crímenes del Estado que son infinitamente mayores que los de la propia guerrilla; que no se haya cambiado ni siquiera el equilibrio relativo en cuanto que si la guerrilla se desmoviliza, también el ejército tendría que reducir sus efectivos puesto que el ejército se queda como está.
En fin, es a los guerrilleros a quienes compete criticar, si hay que criticar. Y esperar que sean capaces de no repetir y no aceptar errores de sus predecesores en otros acuerdos de paz en la década de 1990.
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Otro apunte: el modelo que han seguido el gobierno de Colombia y las FARC para llegar al acuerdo de paz está siendo copiado por el gobierno de Filipinas y el Nuevo Ejército del Pueblo, la guerrilla comunista de ese país.
El Lince
Como sucedió en El Salvador, "acuerdos de paz" es una forma bonita de llamar a la claudicación de las FARC.
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