martes, 9 de agosto de 2016

Unos cuantos codazos (alguno doloroso)

9 de agosto, encuentro entre Putin y Erdogan. Primeras, y apresuradas, conclusiones:

1.- Primer viaje al exterior de Erdogan tras el golpe fallido. Un bofetón a la OTAN por su participación, por acción o por omisión, en el mismo. Leyendo los medios de propaganda europeos se percibe la ira y el miedo, a la vez, por lo que salga de esta reunión. Tal vez no vaya mucho más allá de una mera declaración, pero Erdogan ha dicho que Turquía "tiene la intención de promover la cooperación con Rusia en el ámbito de la industria de defensa y producción para la defensa". Eso, dicho por el presidente de un país de la OTAN, es una advertencia clara a la OTAN por su participación en el fallido golpe. 

Aunque no hay ninguna posibilidad de que Turquía abandone la OTAN, el movimiento en sí es muy importante y paralizante para las intenciones de la OTAN no sólo en Turquía, sino también en la zona. Cobra sentido en toda su expresión lo que se fue diciendo tras el fallido golpe, que fue Rusia quien informó del mismo a Erdogan y le proporcionó unas valiosísimas horas para moverse y poder abortar el mismo.

2.- El primer anuncio de calado ya se ha conocido: reanudar los proyectos de construcción de una central nuclear en Akköy y volver a retomar el gasoducto "Corriente Turca o de Turquía" (Turk Stream). Los dos países han utilizado el calificativo de "inversión estratégica" para referirse al mismo, por lo que ya va a ser muy poco probable que se vuelva a parar. Turquía da un codazo doloroso tanto a EEUU, en tanto que deja de tener la baza ucraniana para intentar estrangular el gas ruso, y a la UE, en tanto que Turquía se hace indispensable como intermediario del gas ruso que se consume en la UE.

3.- Con estas dos iniciativas la narrativa estadounidense y europea de "aislamiento ruso" queda bastante en entredicho. Turquía, al mismo tiempo, demuestra que hoy por hoy está mirando más hacia Eurasia que hacia la UE.

4.- El gasoducto une a dos enemigos tradicionales, Turquía y Grecia, y da aire tanto al gobierno turco como al griego de Syriza, poniendo en su mano una formidable palanca de presión sobre la UE que si la sabe jugar y no se achanta (como viene haciendo Syriza desde hace año y medio) le va a ayudar a salir del marasmo europeo.


5.- Nada más conocerse el anuncio de la reanudación del oleoducto, Bulgaria ha anunciado que discutirá con la UE la decisión sobre el gasoducto "Corriente del Sur" (South Stream) que paralizó por las presiones de EEUU y de la UE tras la crisis de Ucrania a primeros de 2014. Es la primera señal seria de la quiebra de la unanimidad de las sanciones europeas contra Rusia, que se renovaron en julio por otros seis meses. Bulgaria ha perdido mucho con esa decisión y ahora ve cómo se le evapora cualquier posibilidad de retomarlo, por lo que es un intento a la desesperada.

Antes de la reunión, Putin estuvo con el Consejo de Seguridad Nacional. Está claro que lo que se abordó fue Siria. Es evidente que aquí está el principal escollo para normalizar definitivamente las relaciones entre los dos países, pero también es evidente que Turquía ha iniciado un muy lento cambio de rumbo y su apoyo a la "contra" siria ya no es tan incondicional. Os dije que tras el golpe fallido, Turquía había retirado a sus militares de la "sala de operaciones" existente en Jordania y desde la que se coordinan y diseñan las operaciones de la "contra". Sin embargo, sí les ha mantenido en otra que está en Turquía, en Antikiya (Antioquía), para ser exactos. En ambas hay militares de EEUU, de la UE y de los países del Golfo Pérsico, tanto Qatar como Arabia Saudita. Ha sido una de cal y otra de arena, pero ese movimiento en estos momentos también es relevante. Podéis leer algo de la "ayuda externa" a la "contra" publicado por el medio de propaganda llamado Financial Times.

El abandono de la "contra" por parte de Turquía tampoco se va a producir puesto que el riesgo de que se traslade la guerra yihadista a Turquía es demasiado alto y también un gran riesgo político para el AKP, cada vez más islamizado. Sin embargo, Rusia va a presionar sobre este punto y no va a tardar mucho tiempo en que la sala de operaciones que diseña las ofensivas de la "contra" en Antikiya sea cerrada. Lo más probable es que se haga coincidir con el colapso de la "contra" en Alepo.

La "contra", a pesar del aparente éxito tras lograr romper el cerco de los barrios de Alepo que controla, está muy débil y la contraofensiva del ejército sirio y sus aliados va a ser brutal. Desde el fallido golpe ya no entran militantes desde Turquía, por lo que no es fácil que pueda reponer en breve tiempo las numerosas pérdidas que ha sufrido. Es por eso que EEUU y la UE, a lo que se ha sumado la ONU, han vuelto a pedir una tregua en Alepo, la que no solicitaron en los seis días de combates anteriores cuando quien atacaba era la "contra". Es otro intento de dar oxígeno a unos patrocinados exhaustos.

Turquía va a necesitar un apoyo para cerrar esa sala de operaciones, y ese apoyo lo acaba de facilitar Rusia con la iniciativa de que la ONU "actualice la lista de organizaciones terroristas en Siria dado el cambio de nombre de alguna de ellas". Turquía aceptará este hecho una vez se produzca como excusa para el cierre.

Hay otro tema pendiente, la relación con los kurdos. Rusia no está muy contenta con los kurdos sirios, aunque hay que especificar que con una parte de ellos, con los de la parte este -no con los del cantón de Efrin- que cada vez se entregan con más armas y bagajes a EEUU. El que se haya producido la práctica toma de Manbij (queda un pequeño reducto sin tomar) justo al mismo tiempo que la "contra" haya logrado romper el cerco de los barrios de Alepo que controla no es casualidad. EEUU necesitaba que el foco propagandístico se centrase únicamente en Alepo y no podía continuar mareando la perdiz con Manbij. Los kurdos han entrado, una vez más, al trapo de forma muy ingenua. 

Que el acercamiento entre Turquía y Rusia está en marcha y avanza deprisa es evidente, que hay buena voluntad entre los dos países, también. Pero Erdogan es impredecible y que salgan del terreno aún blando por el que se desarrollan esas relaciones y pasen a un terreno más firme sólo depende de cómo evolucionen los acontecimientos en Siria.

Aquí, y como también os dije porque era de cajón, el ejército sirio está logrando avances significativos en todo el país dado que la "contra" trasladó el grueso de sus efectivos hacia Alepo para la ofensiva, dejando desprotegidos otros flancos. En solo una semana, que es lo que se lleva desde que la "contra" desencadenó su ofensiva en Alepo, el ejército sirio ha recuperado el control de 35 pueblos, entre ellos 10 en Latakia y uno especialmente relevante llamado Kinsaba. Aquí veis en la zona punteada lo recuperado por el ejército sirio en estos días en Latakia.


La frontera turca (zona morada en el mapa) queda ahora a menos de 20 km para el ejército sirio y puede partir en dos a la "contra" en esa zona. Curiosamente, la ofensiva del ejército sirio no se ha dirigido contra los pueblos que controlan las organizaciones turcomanas de la "contra". Es una clara señal hacia Turquía.

El Lince

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