Dos movimientos, un mismo aviso
Empecinados en Soros, en oros o en copas, lo que hay es otra cosa que nuestro eurocentrismo (o sea, el mirarse el ombligo una y otra vez) nos impide ver: Occidente declina cada segundo que pasa. Eso no quiere decir que decline el capitalismo, pero sí el capitalismo que conocemos. Hay otro en marcha, con un diseño que aún está por perfilar pero del que China ya dio una pista no hace mucho.
Recordad lo que os dije que ocurrió el día 1 con la apertura del oleoducto entre Rusia y China. Este anuncio ha puesto a temblar a todo ese zombie que es la Unión Europea. ¿Por qué? Pues porque se manifiesta la nueva tendencia rusa de centrar, o fortalecer, su suministro de petróleo a China en vez de a la UE. En una palabra: menos petróleo para Europa (que ahora recibe un promedio de 3'7 millones de barriles diarios de Rusia) y este continente va a tener que buscar de forma precipitada nuevo suministrador. Así hay que interpretar la postura de Francia, por ejemplo, con Irán, alejándose de la postura de EEUU y diciendo en la ONU que las protestas son "un asunto interno" y negándose a que se discutiese en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La UE ha renovado por otros seis meses las sanciones a Rusia por la anexión de Crimea y el apoyo al Donbás. Y Rusia está respondiendo de una forma cada vez más dolorosa para la UE. Sobre todo, porque está ofreciendo a China unos precios que están dos dólares por debajo de lo que cobra a la UE (es para entendernos puesto que el comercio entre Rusia y China ya es en sus respectivas monedas, en una proporción que se acerca al 9% y con la intención de que este año 2018 sea ya del 11%). Encontrar un suministrador alternativo no es tan fácil como parece y en estos momentos el 70% de todo el comercio petrolífero de la UE es con Rusia.
Si Rusia se centra en China, como parece, al petróleo le va a seguir el gas y este sí es el talón de Aquiles europeo. Está previsto que para el 2019 entre en funcionamiento un gasoducto, Poder Siberiano, que bombeará, de golpe, un 19% más de gas hacia China de lo que se hace en la actualidad. Según el contrato, por una duración de 30 años, todo el norte de China estará cubierto con este suministro. Si se tiene en cuenta que toda esta zona tiene frecuentes restricciones, el futuro es más que halagüeño pues el suministro será de 7'25 millones de metros cúbicos diarios en una primera fase.
Eso hace irrelevante el chantaje habitual de Ucrania, por el que pasa la práctica totalidad del gas ruso hacia Europa y eso supone que otro de los grandes, Alemania, tiene que apostar por acelerar la construcción del gasoducto Corriente del Norte 2, que llevará gas directamente desde Rusia a Alemania sin tocar tierra puesto que se está construyendo a través del mar Báltico y al que se oponen todo el resto de países europeos.
Rusia y China se van deshaciendo progresivamente de Occidente y Europa, de forma muy tímida, casi imperceptible, está empezando a moverse sin EEUU -sobre todo Francia y Alemania- y hacia esos dos países, sobre todo a China. Aún sigue la UE la estela de EEUU, y la señal de si esos mínimos movimientos van a más o son solo espasmos de agónicos, será dentro de seis meses, cuando se renueven o no las sanciones contra Rusia.
Y lo mismo ocurre con otros países, como Pakistán del que ya os conté que prescinde del dólar en su comercio con China en beneficio del yuan. Pues ahora pone en otro aprieto a EEUU: acaba de dar un plazo de 30 días para que el millón y medio de refugiados afganos que hay en su territorio vuelvan a Afganistán. Otro movimiento contra EEUU, puesto que Trump tuiteó que Pakistán daba refugio a los terroristas y entonces han dicho, pues te los devuelvo. EEUU siempre ha considerado a estos refugiados como "una amenaza potencial para la seguridad" al considerarlos muy próximos a los talibanes.
Estos refugiados llevan en Pakistán, con altibajos, desde 1979 aunque de forma masiva desde la invasión de Afganistán por EEUU en 2001. No hace falta ser muy hábil para saber que Afganistán no tiene la menor capacidad de integrar a estos refugiados, por lo que en su inmensa mayoría van a pasar a engrosar las filas de los talibanes, que ya controlan de facto el 50% de Afganistán.
Estos dos movimientos dan el mismo aviso: la hegemonía Occidental es equiparable a cuando se intenta retener el agua con las manos, parece que sí pero el agua, inevitablemente, se escurre entre los dedos. Y un dato que tal vez ayude a comprender mejor a Corea del Norte: Pakistán se atreve a hacer estos movimientos anti EEUU porque tiene armas atómicas, lo que limita, y mucho, el margen de maniobra estadounidense. Id tomando nota.
El Lince
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