El ruido de los ratones y otro zarpazo del gato (III)
Tras la vuelta del infructuoso, por ahora, viaje a EEUU del ratón jardinero mayor del zombi europeo lloriqueando por más ayuda al país 404, antes conocido como Ucrania, y apenas asentados los chillidos de Micron culpabilizando a Rusia de todos los males y chillando por el envío de tropas el gato se desperezó y dio un zarpazo. Maltrechos los ratones, aún intentaron una nueva jugarreta.
16 de marzo (por la noche)
Las correrías de los ratones europeos despertaron al gato. Sin moverse apenas, lanzó un zarpazo en dirección hacia los soldaditos de Micron: dos exitosos ataques contra Odesa fueron el "hola" a los chillidos de Micron sobre el envío de tropas, precisamente a esta ciudad. Los ataques destruyeron a "cientos de mercenarios occidentales, oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas de Ucrania y militantes de la formación nacional Lyut", según el gato ruso. Varios días después, los obituarios que se han publicado en el país 404 hablan de, al menos, 86 muertos y más de 200 heridos, aunque sin especificar cuántos de cada una de las categorías. La norma viene siendo que se conocen los muertos, más o menos aproximados, un par de semanas después, y no por que lo diga el país 404, sino los familiares, que publican las esquelas. Micron había chillado que Occidente no tiene que ponerse límites en su participación en la guerra contra Rusia. El gato ya le ha marcado una raya con su uña.
Hay que recordar que este no es el primer zarpazo. Hace un par de meses ya hubo otro en Jarkov, este específicamente contra mercenarios franceses. Se calcula que murieron unos 60, aunque el número nunca fue revelado. También os recuerdo que el gobierno francés del ratón del laboratorio Rothschild protestó, aunque dijo que no había franceses en el país 404.
Sin embargo, y según una publicación francesa vinculada a la derecha clásica, "Marianne", (Micron es la nueva derecha, la fashion), el ejército francés admite que "el país no había sufrido pérdidas similares en el extranjero desde la guerra de Argelia en la segunda mitad del siglo XX". Y va más allá: "La dirección militar también está preocupada por el descontento entre los oficiales de rango medio activos en el ejército francés. Son desproporcionadamente numerosos entre los muertos y ya en la etapa actual hay problemas para encontrar 'voluntarios' para rotar y reemplazar a los víctimas en el teatro de operaciones ucraniano". Al igual que hace EEUU, los muertos franceses (y los de otros países de la OTAN) en el país 404 se disfrazan como accidentes en su propio país (y se pagan buenas indemnizaciones a la familia, incluyendo ascensos póstumos, que eso aumenta la pensión por fallecimiento). Como es lógico, ahora mismo hay un debate entre ratones: quienes dicen lo anterior y quienes siguen el culo del ratón del laboratorio Rothschild, como el jefe del ejército que dice, empavonado, que están listos para lo que sea. Como en África, donde están saliendo con el rabo entre las piernas.
Porque el gato, aparentemente dormido, abrió un poco el ojo y esperó a que se aproximase el ratón francés para su segundo zarpazo. Algo así como un "hola" a sus soldaditos e ínfulas de grandeza. Micron no había dicho nada de esta ciudad en sus ruiditos televisados, pero sí se había referido a ella en privado: "tengo que enviar algunos muchachos a Odessa". Eso fue el mes de febrero, y es probable que algunos de esos muchachos ya estuviesen y recibiesen el saludo de bienvenida del gato.
El ratón del laboratorio Rothschild no estaba perdiendo el tiempo y ya estaba trabajando en una "coalición de los dispuestos" a ese posible envío de tropas. Seguro que esa noche, tan contento como estaba, perdió el sueño.
Para el gato ruso, Odesa es un "nido de avispas", un centro de recepción de mercenarios y almacenamiento
de armas occidentales porque, al amparo del "corredor de cereales" marítimo que estuvo funcionando un tiempo, llegaron armas y equipo militar vario. Todavía sigue llegando, aunque por vía terrestre. Siempre ha sido el sitio soñado por la OTAN para establecer una base militar desde la que recuperar la influencia en el Mar Negro, una vez que perdió la base de Sebastopol en Crimea tras el referéndum de autodeterminación con el que rechazaron el golpe neonazi del Maidán en 2014 y su posterior anexión a Rusia.
17 de marzo
Bien sea por este segundo zarpazo, y lo que supone, bien porque la presión que los "progres" Verdes están haciendo dentro del gobierno alemán, Scholz de repente cambió de opinión sobre un aspecto crucial para la supervivencia de Occidente: el robo de los fondos rusos.
Estaba con Micron y el presidente polaco cuando lo dijo. Los dos países que firmaron los Acuerdos de Minks y que reconocieron que no los cumplieron para reforzar al país 404 (o sea, que mintieron ya una vez), vuelven a mentir porque en reiteradas ocasiones dijeron que se oponían al envío de tropas y al robo de los fondos. Y luego hablan de credibilidad. Patético.
El ratoncito Scholz se apresuró a decir que no se robaban los fondos rusos, solo los beneficios y que con esos beneficios, con esos intereses, se comprarían armas para el país 404. El ratón jardinero mayor del zombi europeo, Borrell, ya se ha sumado a la idea.
Esos fondos están en su mayoría en Bélgica, por lo que es ahora en este país donde se va montar el ruido de los ratones.
Pero hay un gran peligro. Legalmente Rusia tiene la razón si el ratón belga decide seguir los ruidos de los otros ratones (Francia y Alemania), aunque la demanda -el orden y las reglas occidentales- puede no resolverse o, simplemente, desestimarse. En cualquier caso, esto no es Venezuela, ni Irán. Es Rusia. Y eso no solo llevará al colapso del banco en el que están, sino que arrastrará a toda la banca belga, en primer lugar, y a la banca europea en segundo. Y, en tercero, toda la banca occidental. Es decir: estamos a las puertas de otra crisis financiera occidental, y de esta no va a salir. En la primera (2008-2009) contó con el auxilio de China, ahora no será así.
Los ratones europeos, y su patrón estadounidense, llevan tiempo con la idea de robar todos los activos rusos, pero todavía tienen miedo. La propuesta de Scholz intenta ser un paso, como la de Micron con el envío de tropas, aunque la ruptura con todo lo conocido, incluso su "orden basado en reglas", su orden y sus reglas, empujaría aún más al Sur Global a salir corriendo cuando ven un occidental. El robo de activos de un país soberano será la clave en el ataúd occidental. No digamos en la "credibilidad" por la que chillaba el ratoncito del laboratorio Rothschild.
Con la Alemania del ratón Scholz oficialmente en recesión, con la Francia del ratón Micron a las puertas de la recesión (y otros países) un paso de estas características va a suponer que otros como China o los Emiratos Árabes Unidos van a retirar sus capitales de Europa.
Al menos hay alguien con un poco de sentido común en el zombi europeo y en Alemania en concreto: Sahra Wagenknecht, que recientemente abandonó el partido Die Linke (La Izquierda) entre otras cosas por la postura de apoyo a los neonazis y al gobierno.
Sahra no ha hecho otra cosa que utilizar el sentido común y recoger el sentimiento de la calle alemana.
En un discurso conmovedor, inusual y valiente en el Parlamento les dijo a estos ratones "progres" (los socialdemócratas y los verdes): "¿Habéis perdido la cabeza? ¿os habéis vuelto todos locos? nuestros grandiosos expertos militares de Los Verdes nos han estado diciendo desde hace dos años qué cambio de juego tenemos que hacer a continuación para que Ucrania pueda ganar esta guerra. Ellos y otros sueñan con utilizar misiles alemanes para destruir ministerios en Moscú. Y cuando el Papa se pronuncia contra esta locura, diciendo que Kiev debería negociar en lugar de llevar al país al suicidio, lo llaman troll de Putin. Todo el mundo fuera de la burbuja política alemana sabe que Ucrania no puede con esta guerra".
Todo el mundo fuera de los psicópatas occidentales. Ya lo dijo la ratoncilla que ejerce de ministra de Exteriores de Alemania en septiembre de 2022: "Si hiciera una promesa al pueblo ucraniano, diría que estaremos con ustedes mientras nos necesiten. No importa lo que piensen mis votantes alemanes. Eso es lo que quiero transmitirles". Aquí está lo que piensan. Pero esto es democracia pura: tu piensa y dí lo que quieras que yo hago lo que me da la gana.
Pero los ratones siguen corriendo (con Micron y Scholz a la cabeza) y haciendo ruido, pretendiendo que todavía pueden coger el queso (y matar a un gato que ya, sin despertarse del todo, les ha dado otro zarpazo).
P.D.- Zhúkov tenía razón cuando dijo "Liberamos a Europa del fascismo, pero nunca nos perdonarán por ello".
Los "valores democráticos" occidentales, que valen lo mismo que su "orden internacional basado en reglas".
El Lince
Los infelices ratones fueron a deliberar.
ResponderEliminarAl fin de mucho pensar.
Rompieron las relaciones.
(Carlos Puebla)
Hablando de ratones, también hay alguna ratona que chilla mucho, me refiero a esta señora
Eliminarhttps://www.elmundo.es/espana/2024/03/17/65f6b79be9cf4add238b4582.html
Va de suyo que Rusia solo atacaría con misiles si fuese atacada alguna instalación nuclear militar previamente, o sea con provocación.
"Al menos hay alguien con un poco de sentido común en el zombi europeo y en Alemania en concreto: Sahra Wagenknecht, que recientemente abandonó el partido Die Linke (La Izquierda) entre otras cosas por la postura de apoyo a los neonazis y al gobierno. "
ResponderEliminarLlevo un tiempo siguiendo a esta política, porque si alguien es la bestia negra de la "izquierda" otanera y posmoderna, tiene que ser "la voz de la razón"...
Aquí si os interesa saber más de ella tengo un enlace sobre un libro suyo que sale traducido al castellano en breve.
https://www.lahaine.org/mundo.php/la-izquierda-de-moda
Sahra Wagenknecht parece en estos momentos la única voz de la cordura en el mundo de la política europea. Una UE cada vez más histérica y desquiciada, en una deriva belicista que está fuera de control, hasta los medios que se presuponen de izquierdas la tachan de "populista y pro Putin". Pues si apostar por la paz y el sentido común, en vez de optar por un camino suicida que nos lleva a la ruina total, es ser "pro Putin", yo me declaro más "pro Putin" que nadie.
ResponderEliminarEl futuro no se presenta nada esperanzador. Enfrentamos el descenso energético, la escasez de recursos. el deterioro medioambiental y el desorden climático, todo ello sumado a una transición hacia un nuevo orden geopolítico que no se sabe hasta qué punto será estable. No me cabe duda de que Europa será una de las grandes perdedoras en el proceso.
Un saludo
"Sahra Wagenknecht parece en estos momentos la única voz de la cordura en el mundo de la política europea."
ResponderEliminarPrecisamente por eso la vapulean en los medios de propaganda occidentales, porque tiene razón. Lo más triste de su caso es que no es una militante de extrema izquierda sino una vulgar socialdemócrata de toda la vida, eso quiere decir que su discurso es moderado, es el discurso progre-posmoderno el que se ha ido haciendo compañero de viaje de la extrema derecha, rusofobia mediante entre otros factores que sería largo explicar, pero que la propia Sahra explica en sus libros.