martes, 3 de febrero de 2015


Hizbulá, Líbano y otras dos canciones que lo dicen todo

Una vez abierto el nuevo campo donde puede moverse El Lince, vamos a ofrecer algo de su cultura. Al igual que hice con Turquía y Kurdistán, antes de empezar a hablar de Kobani –ya liberado totalmente-, ahora voy con Líbano, país que conozco bastante bien porque lo he recorrido de arriba abajo en varias ocasiones.

Recorrer Biblos, Saida, Baalbek, Trípoli, Beirut, los campos de refugiados palestinos de Chatila, Burj el Barajne, Ain el Hilwe, Narh el Bared, Badawi…. Comer un kibbe aderezado con una ensalada de tabulé y cerrado con un postre de baclava es un goce para los sentidos. Pasear por la calle Hamra, sentir su bullicio, incluso ir a sus discotecas es sentir la vida. En esta calle hay un bar donde me paro siempre, es emblemático: en él un militante del Partido Comunista Libanés realizó el primer atentado contra los mandos israelíes cuando éstos, ufanos, llegaron hasta Beirut en la invasión de 1982. Eran dos militantes, uno conducía la moto y el otro bajó y ametralló a los oficiales sionistas. Una placa recuerda este acto heroico. Fue el comienzo de la lucha contra los ocupantes sionistas, lucha que terminó el año 2000 con la retirada vergonzante de los soldados del régimen fascista israelí empujados por la resistencia patriótica de organizaciones como el Partido Comunista, Amal y Hizbulá, del lado libanés, y de las diferentes facciones de la resistencia palestina.

Hizbulá siempre ha respetado a los resistentes, y los resistentes del movimiento nacionalista y patriótico libanés siempre han respetado a Hizbulá. Una de las cosas poco conocidas de la guerra del verano de 2006 entre Hizbulá y el régimen fascista de Israel fue que el movimiento político-militar tuvo un momento difícil en esos 33 días de combates. Entonces se ofrecieron a combatir junto a Hizbulá dos organizaciones: el Frente Popular de Liberación de Palestina y el Partido Comunista Libanés. Hizbulá recomendó a los palestinos que se mantuviesen al margen para no dar bazas a los sionistas y que los palestinos no sufriesen más represalias, pero sí aceptó la colaboración del PCL. Varios miembros del brazo militar del PCL murieron combatiendo junto a los milicianos de Hizbulá.

No es una cuestión que se pueda ver en los libros, ni en las páginas de internet. Es algo que se palpa. Cuando el régimen fascista de Israel arrasó el barrio del Dahiye, en el sur de Beirut, los cristianos maronitas de los barrios cercanos abrieron sus casas para acoger a los shííes (chiítas) que huían de los bombardeos. En el barrio cristiano maronita de de Ain Al-Rumaneh apenas hubo una casa donde no hubiese alojada alguna familia shíi. Lo mismo se podría decir de otras zonas de Beirut. Ved el estado en que quedó el barrio del Dahiye y supongo que la falsificación histórica de Israel sobre que Hizbulá, o los palestinos, atacan desde ciudades, desde las azoteas de las casas os quedará mucho más clara. Arriba, así era al Dahiye antes de los ataques; abajo, cómo quedó después.



Hoy el Dahiye está totalmente reconstruido. Por eso cuando recorres los barrios cristianos de esta parte de Beirut (hay otros donde predomina la oligarquía más rancia, prooccidental y proisraelí), aunque solo sea para tomar una cerveza, notas el cariño hacia la gente de Hizbulá. ¿Que no lo creéis? Bien, una imagen vale más que mil palabras, así que aquí está la imagen. Es la cantante libanesa Julia Boutros, cristiana maronita, que tiene varios temas elogiando a Hizbulá. Uno de los más populares en todo Líbano es "Ahibaii" (Queridos míos), una adaptación musicalizada de una carta que el secretario general de Hizbulá, Hassán Nasralá, escribió a los combatientes de la resistencia durante la guerra del verano de 2006 contra el régimen fascista israelí. Observad el lugar, el ambiente, la asistencia y la reacción del público. 




He tenido la suerte de acudir a un concierto de Julia, aunque no fue éste, y es espectacular. Creo, sin temor a equivocarme, que junto con la legendaria Fairuz son las dos cantantes por excelencia de Líbano. Y dado que en las tres últimas semanas entra a ver estas reflexiones mucha gente de Francia y Canadá (imagino que de la parte de Québec), supongo que por el trato que he dado a la reacción al ataque a la revista Charlie Hebdo, aquí os dejo otro tema de Julia Boutros, subtitulado en francés, criticando a los valedores occidentales de Israel. Por cierto, en este concierto sí estuve.


El Lince 



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