La Declaración número 1
Voy a ampliar un poco más el territorio donde se mueve El
Lince y me voy a Líbano, donde existe un movimiento político-militar digno de
admiración: Hizbulá. La lucha de esta organización consiguió que el régimen fascista
de Israel, que ocupaba el sur de Líbano desde 1982, se retirase en el año
2000. En el verano de 2006 volvió a derrotar al régimen fascista de Israel. Es
la primera vez que una organización árabe, un movimiento político-militar y no
un Estado logra derrotar a Israel. Desde entonces, no son pocas las veces que
los sionistas han atacado a dirigentes de Hizbulá o a simples militantes. La última
vez, el pasado 18 de enero al atacar un convoy en los Altos del Golán, en
Siria.
La respuesta de Hizbulá fue contundente: el 28 de enero un
comando de la organización devolvió el golpe atacando a un convoy sionista en
las Granjas de la Shebaa, territorio libanés ocupado por Israel. Supongo que habréis visto la foto.
Fue una operación a plena luz del día y Hizbulá hizo entonces algo que no es habitual: dio a conocer
la “Declaración número 1”, escueta, informando de quién y cómo se había
realizado la acción.
Muchos han estado haciendo conjeturas sobre por qué el número
y por qué la declaración. La respuesta es bien sencilla: a partir de ahora
Hizbulá va a responder a Israel después de cada ataque.
Esta simple y escueta declaración pone a Israel en una
situación hasta ahora desconocida. Es una amenaza implícita porque Hizbulá ni
habla ni actúa en vano. Se ha abierto un nuevo capítulo para el régimen
fascista de Israel, acostumbrado a actuar como le plazca sin que nadie le
responda. Ya hay alguien que lo hace y que no le teme. Nunca le ha temido. El régimen fascista tiene ahora que hacer frente a lo que algunos, en los medios de propaganda sionistas, llaman "equilibrio del terror": si hay un nuevo ataque, habrá una nueva represalia.
Hisbulá ha dejado claro que su capacidad de respuesta es más rápida que lo que esperaba el régimen fascista israelí. Puede golpear donde quiera y elegir el momento. Así que en cualquier momento puede haber una nueva declaración, la número 2.
Esto en el frente militar, pero también hay una cuestión política: Hizbulá ha respondido en período electoral, con lo que pone a Netanhayu contra las cuerdas. Si no hay un nuevo ataque israelí, Netanhayu verá debilitada su posición en esas elecciones puesto que siempre habrá quien diga que es un blando. Si lo hay, que se atenga a las consecuencias.
Hisbulá ha dejado claro que su capacidad de respuesta es más rápida que lo que esperaba el régimen fascista israelí. Puede golpear donde quiera y elegir el momento. Así que en cualquier momento puede haber una nueva declaración, la número 2.
Esto en el frente militar, pero también hay una cuestión política: Hizbulá ha respondido en período electoral, con lo que pone a Netanhayu contra las cuerdas. Si no hay un nuevo ataque israelí, Netanhayu verá debilitada su posición en esas elecciones puesto que siempre habrá quien diga que es un blando. Si lo hay, que se atenga a las consecuencias.
El Lince
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