Hay cosas que sólo pueden producirse en aquellos países que tuvieron un sistema político y económico diferente, que perdieron, y que con el paso de los años se valora todo aquello. Pero se valora no desde la nostalgia, sino desde el presente puesto que son las nuevas generaciones, las que estaban en la niñez entonces y ahora comienzan la madurez quienes se dan cuenta de lo que supuso echarse en brazos del capitalismo.
En China, los habitantes de Jiaocheng, en Shanxi, decidieron sufragar los costes de una estatua de uno de sus vecinos ilustres, Hua Guofeng, a quien Mao eligió como sucesor en 1976. Los vecinos erigieron la estatua y ahora el poder central de Beijing ha decidido derribarla. Pero los habitantes de Jiaocheng han salido a defender la estatua y el poder ha tenido que dar marcha atrás. Es un ejemplo, uno de los muchos de lo que está pasando en China y de cómo cada vez hay más apego a la historia y lo que supuso para este país.
En Rusia, el gobierno está planeando un ambicioso plan de privatizaciones para, dice, hacer frente a los efectos de las sanciones que viene sufriendo desde hace dos años. Es la eterna pelea entre los sectores más liberales del Kremlin y quienes consideran que lo que hay que hacer es aprovechar esas sanciones para incrementar la producción y la industria nacional, al estilo de lo que hizo Stalin. La pelea está ahí, entre las élites, pero el pueblo está en otra cosa.
No soy muy amigo de las encuestas, pero esta vez hay una que no me resisto a dejar pasar. Acaba de hacerse en todo el territorio ruso entre el 22 y el 25 de enero, al calor de las pretensiones privatizadoras del gobierno y los resultados son no sólo sorprendentes, sino esclarecedores.
El 37% de la población considera que el mejor sistema político y económico para el país es "el sistema soviético", el 23% dice que el actual y el 14% "la democracia occidental". El 8% dice que "otro", sin especificar, y el 19% no se pronuncia.
Los encuestadores, el Centro Levada, que es el más prestigioso en Rusia, piden algo más de concreción en las respuestas y lo que se responde es lo siguiente:
El 52% de la población considera que el sistema político y económico soviético es el mejor "porque se basa en la planificación y distribución del Estado", mientras que el 26% defiende "la propiedad privada y las reglas de la economía de mercado". El 22% no se pronuncia.
Y ya que estamos en éstas, la Cámara de Comercio Alemana y el Comité de Economía Alemana para Europa del Este acaba de presentar al gobierno alemán los resultados de un estudio sobre las sanciones a Rusia y cómo están afectando a la economía alemana. "Las consecuencias de las sanciones siguen siendo desfavorables para los negocios, hasta el extremo de que el 94% de los encuestados lo consideran negativo y el 88% de las empresas vinculadas [tanto a la Cámara de Comercio como al Comité de Economía Alemana] están a favor de la suspensión de las sanciones. El 60% de ellas abogan por el levantamiento inmediato de las mismas, el 28% quiere la eliminación gradual de las restricciones, el 10% optó por preservar el régimen de sanciones y sólo el 2% se mostró a favor de un mayor fortalecimiento".
Como consecuencia de las sanciones, el 38% de las empresas considera que 2015 ha sido "malo" y el 30% se ha visto obligado a despedir trabajadores.
La patronal alemana hace tiempo que lo tiene claro, y va en sintonía con lo que reconoce la propia Conferencia Europea de Seguridad: Europa no pinta nada en las relaciones internacionales, es un simple vasallo de EEUU, y eso está llevando a Europa no ya a la irrelevancia, sino a su destrucción. Visto lo visto en Rusia y China, bienvenida sea.
El Lince
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