El zombie de la UE sigue circulando por ahí, moviéndose como si el referéndum de Gran Bretaña no se hubiese realizado y mostrando su absoluto desprecio por la opinión de la ciudadanía cuando lo que hace es apostar por la vida porque dentro de la UE no la hay.
La UE no acepta un no. Las presiones para que se haga un nuevo referéndum en Gran Bretaña cada vez son más fuertes. Los grandes bancos dicen que se van a Irlanda para forzar un nuevo referéndum. Las entidades de Francfort dicen que competirán con la famosa city financiera de Londres para atraerse los bancos que operan allí. Incluso Madrid sueña con algo parecido.
En abril se realizó un referéndum en Holanda sobre la aceptación o no de un acuerdo comercial entre Ucrania y la UE. Gano el no. Pese a que la constitución de Holanda establece que hay que dar "inmediato cumplimiento" al resultado de un referéndum, el gobierno aún no ha movido un dedo al respecto y está negociando con la UE el cómo desconocer ese resultado. El gobierno de Holanda dice que "cambiar el resultado" sería muy difícil, pero que se podría conseguir a cambio de la promesa de que Ucrania no se convertirá en miembro de la UE.
Tanto Holanda como la UE están jugando con la integridad y la credibilidad de los sistemas legales y políticos que sustentan ese zombie que es la UE. Volvemos a la ficción de la democracia y al respeto a las normas. Los patanes ignorantes que se han atrevido a decir lo que piensan están causando muchos quebraderos de cabeza a las élites que tienen que gobernarles y que están acostumbradas a no hacerles el menor caso.
Lo penúltimo, porque con este zombie que es la UE nunca hay un último, es lo que acaba de decir el presidente del Consejo Europeo, Jean Claude Juncker, al afirmar que "personalmente, no me importa lo más mínimo" si los parlamentos nacionales aprueban o no el tratado comercial que se quiere firmar con Canadá. El apelar a la población siempre conlleva un riesgo y hay que evitarlo a toda costa. Basta con que lo decidan las élites puesto que las masas ignorantes no tienen los conocimientos necesarios, ni están capacitadas. No son más que eso, un hatajo de ignorantes.
Aparentemente este tratado de la UE con Canadá es menor, pero en realidad es un TTIP a pequeña escala porque lo que establece es un sistema de protección de las inversiones de las empresas frente a la intervención de los gobiernos europeos. El gran sueño de las multinacionales. Si pasa esta prueba, el camino hacia el TTIP está definitivamente allanado.
La UE es un zombie y sólo hay una forma de matar a los zombies: disparando a la cabeza. Esas apelaciones a "otra Europa es posible" que se están volviendo a oír tras el referéndum de Gran Bretaña, esas apelaciones al europeísmo, de una Europa unida y fuera de la OTAN no son creíbles con este zombie andando por ahí. No es una cuestión de vudú haitiano, que con una buena ceremonia dicen que se vuelve el zombie a su tumba o que tal vez reviva. Hay que matar al muerto viviente disparando a la cabeza y eso significa abandonar la UE. Sólo cuando la UE esté muerta realmente se podrá construir algo nuevo.
El referéndum en Gran Bretaña ha sido el principio, quien ha marcado el camino y por él hay que transitar sin miedo alguno.
El Lince
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