miércoles, 5 de marzo de 2025

El agua, moja; el fuego, quema

Y los psicópatas son perturbados con afán de destruir todo lo que suene a colectivo, léase público. Estas cosas son inmutables y esto es una realidad tan fácil de ver como que hay día y que hay noche. Pero si en las dirigencias europeos hay zombis, los borregos somos ciegos. Hace 500 años lo adelantó Pieter Bruegel el Viejo. Ya recurrí a este pintor hace tres años para hablar de casi lo mismo. Empieza a ser aburrido.

 

A la espera del consejo extraordinario de mañana, que no podré cubrir hasta dentro de unos días, hay que preparar el terreno y hablar de los 800.000 millones de euros que el zombi europeo quiere destinar a la guerra. Y los borregos (nosotros), ni siquiera balan.

El zombi europeo es cualquier cosa menos "democrático". Eso, si es que alguna vez lo ha sido, ya es historia. Ya no esconde su miedo, ya no esconde sus filias neonazis, como tampoco esconde su deriva belicista ni la protege con lo de los "valores democráticos" y todas esas mandangas tan habituales hace dos días. El plan que ha presentado la condesa de la UE, esos 800.000 millones de euros, indica que la ciudadanía europea, nosotros, los borregos, vamos a ser sacrificados en aras de la guerra y del lucro de unos pocos. Si tenéis estómago, un resumen lo tenéis aquí

Lo primero que quieren hacer es derogar el Plan de Estabilidad y Crecimiento, aprobado inicialmente en 1997 y cuya última modificación es de 2023, nunca implementado en su totalidad. Eso significa, lisa y claramente, la derogación oficial de la llamada "Europa social". Porque en el plan de la condesa se prevé que 650.000 millones de esos 800.000 reclamados para armas salgan de ahí. 

Durante años el zombi europeo, los plutócratas de Bruselas, han impuesto políticas de austeridad draconianas, recortado servicios públicos, atención sanitaria, educación y bienestar, todo en nombre del sagrado equilibrio presupuestario. Destruyeron países como Grecia en ello (y la supuesta izquierda se dejó degollar en aras del altar de sacrificios europeo). Y ahora todas las restricciones, esas políticas de austeridad no se van a aplicar para las armas pero se mantienen para todo lo demás, es decir, no habrá ninguna mejora en la vida de los pueblos europeos. Y nos lo merecemos.

Los datos sobre el declive inexorable del zombi europeo se multiplican, pero no hay reacción. Lo penúltimo es que la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acaba de publicar un estudio afirmando que "las sanciones contra Rusia provocarán un fuerte aumento del déficit de pescado en la UE por el aumento de precios y la grave escasez de productos pesqueros populares". Algo de esto también os comenté en agosto del año pasado con Alemania, que prohibió la importación de abadejo (una especie de bacalao) de Rusia. Al hilo de esto, la multinacional alemana Bosh se suma al desastre industrial de este país anunciando el despido de 11.500 trabajadores.

Y más, cortesía de mis amigos de la Alianza Sahra Wagenknecht: las pérdidas económicas de Alemania juntando la pandemia y el conflicto en el país 404, antes conocido como Ucrania, son de 735.000 millones de euros, según el Instituto Alemán de Economía. De esta cantidad, 445.000 millones de euros se deben exclusivamente a la postura alemana de apoyo a los neonazis del país 404. Este tipo de informes salen, convenientemente, apenas dos semanas después de las elecciones, unas elecciones en las que la gente ha votado por los belicistas, de forma especial en el oeste. Así que ahora, a llorar.


Es sangrante que mientras la ciudadanía europea se enfrenta a una crisis económica sin precedentes -de la que Alemania es el exponente más claro-, con una inflación galopante y un poder adquisitivo en caída libre, el zombi europeo hable tan alegremente de miles de millones para armas. Para armas, no para mantequilla. Y los llamados "socialdemócratas" europeos lo apoyan reforzando tal aberración con un llamamiento "Por una Europa libre y fuerte", mientras en el Estado español la gente de Sumar dice que cuestionar todo esto (el armamentismo, la OTAN y demás) es "un eslogan del siglo pasado".

¿Una Europa fuerte sin sanidad, sin educación, sin pensiones... sin europeos? Bueno, está bien. La pobreza, el desempleo, la crisis energética provocada por el abandono de las muy baratas fuentes energéticas rusas han surgido como las setas, o mejor, como pasa la luz por el cristal: sin tocarlo ni mancharlo. No es su culpa, sino nuestra, que les dejamos hacer. Una y otra vez.

Durante estos tres años nos hemos desayunado, comido y cenado con que se nos decía que Putin se moría, que los soldados rusos robaban las lavadoras en el Donbás para recuperar los chips, que peleaban con palas y caballos, que tenían los calcetines agujereados, que se quedaban sin tanques y sin misiles y muchas cosas por el estilo y, pese a todo eso, son un peligro que nos amenaza por lo que hay que responder con 800.000 millones de euros en armas y evitar ese peligro. 

Hace un tiempo la "progresía" hablaba de que otra Europa es posible. No, no lo es. Hay un mundo nuevo ahí fuera, multipolar, donde algunos países del zombi europeo tienen cabida. Nunca como ahora ha sido tan evidente. Tan evidente como que el agua, moja y el fuego, quema.

El Lince

2 comentarios:

  1. Los socios de gobierno del PSOE (en especial IU y Sumar, sin contar con Podemos) se ven incapaces de consensuar un acuerdo mínimamente viable acerca de cuánto debe aumentarse el gasto en defensa y ya se reconoce que elevarlo al 2% no será posible en el corto plazo. La recesión en Alemania no da muestras de amainar y el proceso de desindustrialización emprendido parece irreversible (la producción industrial germana disminuyó un 20% sólo en el periodo 2020-2024). Francia va perdiendo influencia a cada día que pasa, mientras se ve expulsada de África y sueña con unirse a Gran Bretaña para ocupar el papel en Europa que hasta ahora ocupaba Estados Unidos. Y es solo eso, un sueño, porque la Pérfida Albión no levanta cabeza desde lo del Brexit y su ejército, además de ser pequeño en número de efectivos, está en un estado nada envidiable. Entretanto ni Hungría ni Eslovaquia quieren saber nada de la deriva belicista de la UE y en Rumanía hay un buen follón montado (con protestas callejeras incluidas) con eso de excluir de la repetición electoral al candidato (antiOTAN y favorable a restaurar las relaciones normales con Rusia) más votado en la anterior consulta. Por último tenemos a los locos bálticos, polacos y escandinavos, que parecen empeñados en convertir el Mar Báltico en una zona de guerra, delirando con eso de que podrán arrastrar a Estados Unidos a semejante disparate.
    ¿Alguien puede creer que de semejante despropósito, de esta Desunión Europea, puede salir un plan medianamente viable? A cada día que pasa la UE va pareciéndose más a un engendro patético ¿Podrán reunir los anunciados 800.000 millones para su cruzada antirrusa? No veo cómo sin sumir a los implicados en un caos todavía mayor y, aunque consiguieran hacer efectivo ese gasto para aumentar su poder militar conjunto, tampoco serviría de mucho ¿Cuánto más resistirá Ucrania?, por muchos ataques terroristas desesperados que lance usando cientos de drones contra territorio ruso. Más allá de mantenerse en sus privilegiados puestos de poder todo el tiempo que sea posible, la oligarquía de la UE no tiene ningún plan de futuro que merezca ser definido como tal.
    El tiempo de Europa como "centro del mundo" se acabó, debemos hacernos a la idea y empezar a adaptarnos a esa nueva situación. No tenemos recursos propios ni energía para sostener nuestro modo de vida al ritmo actual y el tiempo de expoliarlos a la fuerza de otras partes del globo también a pasado. Además, nos guste o no, Rusia seguirá siendo nuestro vecino durante muchísimo tiempo y de Estados Unidos nos separa un océano que, antes o después, terminará siendo demasiado extenso (no porque aumente de tamaño , sino porque será mucho más costoso atravesarlo). Y del envejecimiento de la población mejor ni hablamos. Alguien tendrá que ser sincero un día de estos y reconocer que el futuro de Europa será por fuerza más gris y humilde de lo que imaginamos.

    Un saludo

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  2. "Alguien tendrá que ser sincero un día de estos y reconocer que el futuro de Europa será por fuerza más gris y humilde de lo que imaginamos". La verdad, casi me parece un diagnóstico optimista, visto lo visto

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