El matón de barrio está llorando. Se ha encontrado con la horma de su zapato y él y sus seguidores, aunque se hagan los machitos, están llorando. De forma abierta y por las esquinas, aunque sus correveidiles habituales, los propagandistas de todo, continúen con la monserga habitual como si nada.
Marzo de 2018 pasará a la historia, y no sólo por las manifestaciones feministas. Pasará a la historia, sobre todo, por la declaración de Putin sobre los nuevos complejos estratégicos de armas que tiene Rusia.
El matón de barrio y sus seguidores han entendido perfectamente el mensaje. No tienen ninguna estrategia coherente, no saben cómo responder al avance cualitativo que el anuncio de Putin supone en lo referente a las armas modernas y de alta tecnología. ¿No se suponía que Rusia está noqueada por las sanciones? ¿No se suponía que la superioridad tecnológica era de Occidente? Pues no. No es así.
Nos encontramos con que mientras los militares (antes que los políticos) han entendido a la perfección lo que ese anuncio supone, los propagandistas habituales tienen la misión de intentar comer el coco a la población, ya de por sí bastante adormecida, sobre que todo ello es un farol. Vemos, por una parte, que los primeros hablan de "intenciones agresivas de Moscú", de "la necesidad de intensificar los esfuerzos de occidente para responder a los nuevos desafíos de Rusia". Y vemos, por otra, que se tranquiliza, como se tranquiliza a un paquidermo, con sedantes, diciendo a la gente que "todo es mentira y que Rusia no tiene el tipo de armas que dice tener".
Para entenderlo todo mejor, hay que poner en su contexto geopolítico el anuncio de Putin, que fue hecho el 1 de marzo.
Los días 16-18 de febrero se había celebrado en Múnich, como es habitual, la 54 Conferencia de Seguridad de Europa. El tema principal, y casi único, fueron las relaciones de la UE con Rusia y EEUU. Y la cosa comenzó no con Europa, sino con el Asistente de Seguridad Nacional de EEUU, el general Herbert McMaster, diciendo que "la conferencia se lleva a cabo en un momento crítico para toda la humanidad". Algo se barruntaba el matón. Y sus matoncillos siguieron por la misma senda: Alemania dijo que la situación estaba en su punto más bajo "desde el colapso de la URSS". Y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que "por primera vez desde la guerra fría estamos amenazados por un conflicto nuclear".
Matón y matoncillos tenían claro quién es el culpable de todo: Rusia. Mejor, Putin. El medio de propaganda alemán conocido como "Stern" publicó un artículo sobre el aviador ruso que decidió inmolarse con una granada antes de caer prisionero de la "contra siria" financiara, apoyada y amparada política, económica y militarmente por Occidente bajo el siguiente titular que da fe de la miseria personal de todo este hatajo de propagandistas habituales: "Los soldados rusos se sacrifican por la gloria del gobernante del Kremlin". Estos miserables, además de serlo, son unos ignorantes puesto que desconocen qué hicieron los soviéticos y las soviéticas sobre todo durante la II Guerra Mundial y la victoria sobre el fascismo, los innumerables gestos de heroísmo parecidos que realizaron. Tal vez sería bueno recordar que el personaje de todos los tiempos más querido en la Rusia de hoy, y es así desde hace 17 años, es Stalin. Porque bajo la dirección de Stalin se derrotó al fascismo, un fascismo que provocó 31 millones de muertos en la Unión Soviética, de los 64 que hubo en total en la II Guerra Mundial, y que Occidente siempre hace todo por ningunear. Pero Rusia no olvida.
Y este humo, ignorante y fascistoide, no oculta la realidad: que tras el anuncio de Putin el matón y los matoncillos (EEUU y sus vasallos de la UE) están asustados y llorando cada vez más fuerte. La Conferencia de Seguridad había quedado vieja en quince días.
Paul Nakasone, jede del Comando Cibernético del Ejército de EEUU reconoció lo obvio: "los rusos no nos tienen miedo, piensan que incluso si atacan en este momento no les pasará nada; y esto no es bueno".
Joseph Vautel, jefe del Comando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU hizo lo mismo: "Rusia impide que EEUU domine en Oriente Medio. Rusia usa el conflicto en Siria para probar y aplicar sus nuevas armas y tácticas de acción. El creciente número de sistemas rusos de misiles antiárereos impide nuestro acceso a la región y amenaza nuestra capacidad de ganar superioridad en el espacio aéreo".
Klaus Frederiksen, ministro de Defensa de Dinamarca, también entró al trapo siguiendo a su gran matón: "la actividad de Rusia en el ciberespacio está alcanzando un nivel sin precedentes, mientras que su objetivo principal es crear desconfianza hacia las instituciones democráticas y socavar la democracia en los países occidentales".
Gavin Willianson, ministro de Defensa de Gran Bretaña, dijo en el parlamento que "Putin está desarrollando una doctrina cada vez más hostil y agresiva en relación con Gran Bretaña, EEUU y nuestros aliados. Debemos levantarnos para enfrentar la amenaza planteada por Putin y su arsenal de armas nucleares".
Esto ocurrió en la semana posterior al anuncio de Putin. Pero no termina aquí la cosa. John Rood, viceministro de Defensa de EEUU, ha tenido que reconocer que "el Pentágono está decepcionado de que el presidente ruso haya introducido nuevos tipos de armas rusas exactamente como las presentó. El sistema de defensa de misiles de los EEUU, en la forma en que fue desarrollado y desplegado hasta el momento presente, no tiene la capacidad de anular el arsenal estratégico de Rusia".
Y el general Robert Ashley, director del departamento de inteligencia de Defensa de EEUU, añadió en el Senado: "la estrategia de Moscú es forzar a EEUU y sus aliados a reconocer sus intereses de seguridad y reconocer su importancia como un actor global cuyos intereses no pueden ignorarse sin consecuencias".
O sea, un gran pecado de Rusia el pretender esto.
¿Solución? No la hay, más allá de la ficción y de aparentar que la hay. Los matones, el matón grande y los matoncillos, siguen llorando pero aparentando, al mismo tiempo, que no lloran y que tienen la sartén por el mango. Robert Neller, comandante del cuerpo de marines de EEUU, anunció con orgullo que frente a la "amenaza rusa", la OTAN realizará en otoño "los ejercicios más grandes, con barcos y aviones, desde el final de la Guerra Fría" en las costas de Noruega.
La respuesta rusa ha sido tan contundente y sibilina como la anterior: ha publicado un vídeo, real y no simulado como hizo Putin cuando anunció las nuevas armas, de una de ellas: el misil hipersónico. El primero es la recreación con que Putin reforzó su anuncio. El segundo es la respuesta a todas las declaraciones anteriores y, sobre todo, a la segunda. Fijaos la fecha en que lo publicó el Ministerio de Defensa de Rusia: el 10 de marzo.
Hala, a seguir llorando.
Dado que este fin de semana son las elecciones en Rusia, estos días publicaré una serie de análisis tanto completando este de hoy como añadiendo otras cuestiones, como si Putin es tan popular como se dice o no y las posibilidades que tiene el Partido Comunista de la Federación Rusa de hacerle algo de sombra.
El Lince
Estados Unidos no entiende que ya le llego su hora.
ResponderEliminarRussia ha tomado el estandarte de la gente decente contra las provocaciones de los EUA y su horda de demonios. Asi de simple.
Stalin es el personaje mas querido de Russia?. De ser cierto es no es por que haya sido un dictador. Es por la sencilla razon que Stalin convirtio a Rusia de un pais sumamente atrasado en una potencia economica, militar y social en casi cinco años si la memnoria no me falla. Sin Stalin dificilmente habrian logrado lo que han logrado.
Es bueno que Russia se arme y le plante cara a los USA para que el mundo verdaderamente libre tenga esperanzas de que el "sistema viejo" colapse y se cree algo que verdaderamente valga la pena.
Putin, ha devuelto la dignidad y el orgullo al pueblo Ruso y a todos los pueblos amantes de la paz. Gracias a la URSS, a Stalin y ahora a Putin.
ResponderEliminarEs un progresivo traspaso de poder, de Occidente a Oriente.
ResponderEliminar¿Será mejor lo que vendrá?
No sé... pero dudo que pueda ser peor.