Algunos rayos de sol
1.- África tiene 54 países. De ellos, en 43 se han detectado casos de coronavirus. El número de casos conocidos es pequeño, 700 en total, pero pese a ello, y a iniciativa de la Unión Africana, 24 de estos países con afectados se han dirigido a China para saber cómo tienen que afrontar la pandemia. La presencia China en África es grande, pero ahora lo será mucho más. Occidente pierde un terreno más (los países que no han recurrido a China son todos ex colonias europeas, francesas sobre todo).
El pasado día 18, una video conferencia, centralizada por Kenia, dio incio a la colaboración científico-técnica en sistemas de diagnóstico, monitoreo y reporte. Como consecuencia de esta iniciativa, la Unión Africana (una especie de Unión Europea para el continente africano) solicitó a China dos cosas: la primera, el envío masivo de kits de prueba y suministros médicos urgentes, además de mascarillas y respiradores; la segunda, que construya en Nairobi (Kenia) la sede del Centro de Diagnóstico de Epidemias del continente.
Ayer llegó a Addis Abeba (Etiopía) el primer cargamento: 5'4 millones de mascarillas, 1'1 millón de juegos de kits de prueba del COVID-19 y 40.000 juegos de ropa protectora.
2.- Revuelta obrera en Italia. La clase obrera italiana se está levantando. El gobierno, como todos los europeos, decide en función de los intereses empresariales y no de la ciudadanía a pesar de la palabrería. Que la economía no sufra, dicen. Y se mantienen abiertas las empresas no esenciales. La semana pasada huelgas espontáneas de trabajadores se produjeron en tres regiones italianas. Ahora ya son generales en todo el país. Ya no son espontáneas, están alentadas por un pequeño sindicato, la Unión Sindical de Base. Pero ya están afectando a las grandes empresas: Leonardo, Ge Avia, Fatas Logistic System, LGS, Vitrociset...
Ante el éxito, la USB ha lanzado la proclama de huelga general para el día 25 en todos los sectores no esenciales y paros simbólicos en los esenciales. Y eso preocupa tanto al poder que mañana se va a reunir con las centrales sindicales mayoritarias. Espera tanto que no se sumen a la huelga como que avalen las medidas del gobierno, pactadas con la patronal.
"Doce días despúes de la primera medida de emergencia lanzada por el Ejecutivo, millones de personas se ven obligadas diariamente a amontonarse en medios de transporte y permanecer en contacto en el trabajo, mientras la pandemia se vuelve loca, especialmente en aquellas áreas donde los lugares de producción son más grandes y donde, como era de esperar, todavía registran las tasas más altas de contagio y víctimas. Es decir, nos adaptamos al deseo del propietario, como si la palabra "beneficio" se hubiera convertido en la vacuna milagrosa capaz de erradicar la pandemia de COVID-19", dice la USB en su llamamiento a la huelga general.
¿Y aquí? pues igual que en Italia: gobierno y sindicatos comiendo de la mano de la patronal.
El Lince
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