El movimiento se demuestra andando (o el 155 boliviano)
En contra de lo que pensaba, en Bolivia ganó la candidatura del Movimiento Al Socialismo. Dudo que dé los pasos necesarios para considerarla un buen triunfo, pero no obstante ha abierto una grieta en la estrategia de EEUU en América Latina... siempre y cuando se hagan tres cosas de inmediato: el reingreso de Evo Morales en el gobierno, en cualquier puesto; el procesamiento judicial de los golpistas (civiles, militares y comunicacionales), y el impulso a la nacionalización total del litio que si bien ya existía con Morales, está en una situación de limbo puesto que por la presión social Evo se vio obligado a romper un acuerdo de asociación con una empresa alemana para explotarlo. O cuatro: también la salida de la OEA.
Todavía no hay datos oficiales de la magnitud del triunfo, si por mucho o por menos, pero lo que sí hay ya son declaraciones de los ganadores que indican que si bien los golpistas han sido derrotados formalmente, el golpe ha triunfado.
Me explico con un símil español. Hace tres años en Catalunya se realizó un referéndum de autodeterminación al que se opuso el Estado español con uñas y dientes. Un paso anterior al de enviar al ejército a Catalunya (o sea, dar un golpe) era la aplicación del artículo 155 de la Constitución que suspende el gobierno autonómico y pasa a manos del Estado. Cuando casi un año después formalmente dejó de aplicarse ese artículo 155 los dirigentes catalanes siguieron actuando como si existiese, cuidando muy mucho mover ni un solo dedo que se saliese de los márgenes incluidos en el 155, es decir, sin molestar al Estado. Pues eso es lo que ya está haciendo el MAS, moviéndose en los márgenes impuestos por los golpistas y sin molestarles.
Al igual que los catalanes se tragaron la imposición española de que Puigdemont no fuese presidente de la Generalitat tras la aplicación del 155, el MAS ya ha dicho que Evo Morales no tendrá ningún papel dentro del gobierno, ni siquiera como ministro sin cartera. Ese siempre ha sido uno de los objetivos de los golpistas. Y al igual que los catalanes siguieron utilizando a su policía para reprimir a su propia población, que les recriminaba su pusilanimidad y abandono de las tesis independentistas, sin que se haya ni juzgado ni sancionado a uno solo siquiera, en Bolivia se está mareando la perdiz con los golpistas y sus instrumentos. Porque a pesar de que hay declaraciones del MAS de abrir un proceso judicial contra varios de los golpistas, se añade de inmediato que tiene que haber previamente un informe de una comisión mixta de la Asamblea Legislativa Plurinacional (que tendría que haberse presentado ayer, pero no he visto nada al respecto) y en función del mismo "ver si es posible o no ese proceso" (sic). Recuerdo que al menos fueron 37 los muertos y que al menos 27 fueron asesinados por militares y policías.
Un ejemplo, a modo de recordatorio, de lo fácil que lo tienen para limpiar y purgar a los golpistas, civiles y militares. Con nombres y apellidos.
Sé que es pronto para emitir un juicio tan duro porque el MAS aún no ha tomado posesión ni del gobierno ni de la Asamblea ni el Senado (puesto que ha ganado en todos los sitios; un dato, menos en España y EEUU, donde los inmigrantes han votado a la oligarquía), que será el 5 de noviembre, pero el movimiento se demuestra andando. Y los primeros pasos son determinantes.
Siguiendo con el símil español, cuando el franquista Adolfo Suárez impulsó la llamada "transición democrática" lo hizo manteniendo la práctica totalidad de instrumentos franquistas, pero tuvo como válvula de escape la política exterior, con dos grandes actos muy resonantes que tapaban lo que estaba haciendo (o no haciendo) a nivel interno: recibir a Yasser Arafat e inscribir a España como miembro observador del Movimiento de Países No Alineados. Entonces, como ahora en Bolivia, se habló de "victoria de los pueblos" y cosas así. Eso mismo está haciendo el MAS: dice que reanudará las relaciones diplomáticas con Cuba, Nicaragua, Venezuela, Rusia e Irán, rotas por los golpistas.
Esto parece un desafío abierto a EEUU, pero queda por ver si al mismo tiempo restablece relaciones con EEUU, rotas por Evo Morales ante la constante injerencia y agresividad de EEUU. Las declaraciones del MAS van por ahí, a la espera de un movimiento de EEUU (y aquí hay que incluir cómo se ha abordado desde EEUU este triunfo, aparentemente sin agresividad y con felicitación expresa de Pompeo) en una especie de quid pro quo.
Y luego está la OEA. Se ha acreditado que no hubo fraude alguno, que la OEA violó sus propios estatutos realizando una injerencia clara en un país concreto y que todo lo que ha hecho ha sido avalar y sancionar el golpe de estado. El que Bolivia siga dentro de esta organización y no tenga la valentía de Venezuela, que tardó en salirse, pero finalmente lo hizo, pone de manifiesto hasta dónde está dispuesto a llegar el MAS. No basta con decir, como hizo Arce tras el triunfo, "allá ellos". Ahora Bolivia está fuerte, acaba de derrotar a la OEA y abandonar ese engendro daría un golpe muy importante no solo a todos los reaccionarios latinoamericanos sino a su gran patrón, EEUU.
P.D.- Sobre el petro venezolano y cómo con él sortea el país las sanciones, ya que una amiga lo ha pedido: hay muchas páginas sobre las criptomonedas, pero os dejo una en inglés y otra en castellano. Buscad por ahí.
El Lince
55.1% parece ser el conteo final.
ResponderEliminarY si, no van a salirse de los carriles marcados por los golpistas, ni van a desmantelar las organizaciones fascistas que pululan por allí