El quejido y el aullido
Este es el resumen de lo acontecido en Cuba ayer: nada. Solo el quejido de los contras de dentro por la "represión" y el aullido de los contras de fuera por el fracaso.
No hace falta decir que muchos días antes de la fallida movida promovida por la contra centenares de medios de propaganda y redes sociales estaban bombardeando activamente por lo que iba a ser "el inicio de la liberación de Cuba". No pierdo el tiempo con Twitter y Facebook, pero doy por hecho que quienes leéis esto sí y que sabéis que tengo razón porque ahí era casi monotema. Y como todo ha fracasado, ahora el monotena es "la fuerte presencia policial" que lo hizo imposible. Pero fotos, lo que se dice fotos, ni una. Y mira que he perdido el tiempo viendo propaganda de Miami e, incluso, del Estado canalla (más conocido como España).
De un titular como "El comunismo cubano entra en pánico mientras la isla se prepara para alzar su voz" el día previo a la cita, se ha pasado a esto con lo que abría El Nuevo Herald su portada hoy. Muy poco de dentro (casi nada), mucho de fuera. Que el titular que abre este engendro sea este dice mucho. De hecho, todo lo que hay y había detrás. Los títeres no existieron y los titiriteros se preocupan ante el fracaso.
Todo Occidente estaba preparado para hablar de los horrores del comunismo y de la represión brutal. Se han tenido que comer sus discursos. Solo desde el 11 de julio diferentes integrantes del gobierno de EEUU (desde el Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental al Asesor de Seguridad Nacional o al asistente de Biden, por mencionar solo unos pocos) han realizado 29 declaraciones de apoyo a la contra.
Cuba esta vez no ha sido pillada por sorpresa y la reacción antes, durante y después ha sido ejemplar. Nada que ver con la "represión" tan vociferada ni con lo que suele hacer Occidente.
Es obvio que EEUU ha intentado comprobar si era posible agilizar el proceso contrarrevolucionario en un país azotado por las sanciones y el bloqueo, y ha comprobado que no. Por lo tanto, se volverá a lo de siempre aunque ahora en una situación un poco mejor para Cuba tras haber levantado el cierre del país que estuvo vigente 20 meses como consecuencia de la pandemia. Que las protestas del 11 de julio se produjesen en este contexto no es casual, como tampoco el intento de ayer justo el día que se reabría de nuevo la isla al turismo.
Si algo nos deja claro el día de ayer es que la restauración del neocolonialismo no se producirá en Cuba.
El Lince
Las raíces de la Revolución Cubana son tan profundas que ni el huracán más potente podrá arrancarlas.Esa profundidad está radicada en su Democracia Participativa - antagónica de las democracias burguesas representativas, que "invitan" a votar cada cuatro años -, la cual empieza en sus barrios.
ResponderEliminarCuba trabaja sin parar por la Justicia Social, traducida en su incomparable Sanidad y Educación, y todos los Derechos universales que hacen dignas a las personas.
Una isla que rebosa Humanidad y Solidaridad.Los imperialistas no pueden tolerarlo.
Saludos Lucha y Resisiencia.
La ofensiva gusanera ha sido como quien dice "un pedo en la niebla" de la propaganda, si me permitís la expresión. Juas.
ResponderEliminarNo permito la expresión.
EliminarPues vaya, pues seré más fino y llamaré a la fracasada intentona de golpe-revolución de colorines en Cuba "el parto de los montes" que parieron un ratón. Que resulta más fina la expresión supongo.Ja ja ja.
ResponderEliminarGuasas aparte, el fracaso del golpe "suave" en Cuba, además de revelar la fortaleza del sistema cubano y sus dirigentes; indica la debilidad de EE.UU. a la hora de promover incluso revoluciones/golpes de estado a cuenta de la CIA y la gusanera de Miami.
ResponderEliminarA rabiar, "disidentes"...