lunes, 8 de agosto de 2022

Acortando el camino

La provocación de la abuela Pelosi con Taiwán ha generado el movimiento final. No, no son las maniobras militares con las que China está demostrando que puede cerrar el acceso a la isla cuando y como quiera. Olvidaos de la invasión. Esa es la última baza, y aún queda para ella. Por el momento, vale con lo que está haciendo y así lo está percibiendo todo el mundo. Porque, además, los chinos están explicando el por qué de las zonas donde se están desarrollando esas maniobras y dejando claro que esto no va a ser Ucrania, es decir, nadie, ni EEUU ni nadie va a poder surtir de armas a Taiwán si decide ir más allá militarmente. Esa es la ventaja de China, que Taiwán es una isla. Y la desventaja de EEUU, que es una isla. Aquí no hay ninguna Polonia que sirva de almacén de distribución. 

Primer efecto: el tan nombrado portaaviones que EEUU envió a la zona cuando el viaje de la abuela sigue por ahí, sí, pero a 600 km de distancia. No está mal, estamos pero no estamos porque nos retiramos lo suficiente. Todos contentos. Su presencia anuncia una nueva provocación bajo el lema de "libertad de navegación" en las aguas donde China está realizando ahora sus maniobras, curiosamente una "libertad de navegación" esgrimida por uno de de los escasos países del mundo que no han suscrito la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Segundo efecto: China está dejando claro que su proyección de fuerza ha roto la primera cadena de islas que había diseñado EEUU desde Japón hasta Borneo, pasando por Filipinas y el propio Taiwán para "contener la expansión china". Y ahí es donde entra EEUU, porque solo con su intervención directa puede intentar que China no reintegre Taiwán por las malas, aunque eso aún está lejos.

En cualquier caso, lo relevante es lo que ocurrió el día 5 en la cumbre de los países de la ASEAN y el encuentro entre los ministros de Exteriores ruso y chino. El comunicado chino de esta reunión no puede ser más claro: "China y Rusia no solo deben fortalecer su cooperación, sino también resistir juntos la hegemonía del mundo occidental". Un paso más en la relación, sin duda, un paso obligado para China, más que para Rusia. Pero el meollo de todo está en esta frase: "China y Rusia deberían liderar el proceso regional para garantizar una seguridad genuina". Aparentemente, es anodina, pero lo que encierra es definitivo: China está pidiendo ayuda militar a Rusia. Todas esas tonterías de que Rusia está empantanada en Ucrania, que no tiene material, que necesita la ayuda de Irán, de China o del que pasa por ahí, como Corea del Norte, no solo no tiene sentido sino que es la típica tontería occidental que solo ellos se creen. Hoy por hoy, el ejército ruso es muy superior a cualquier otro. Y no digamos su armamento. Y eso es lo que está reclamando China, su armamento. Mejor dicho, su tecnología militar.

Pese a sus innegables avances militares, como la construcción de su tercer portaaviones y sus armas hipersónicas, tecnológicamente está por detrás de Rusia y de EEUU en varios aspectos. Eso es lo que se va a subsanar a partir de ahora. La colaboración militar entre los dos países está asegurada a partir de ahora, y se hace, además, a un mes escaso de una nueva cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai. 

La provocación de EEUU ha obligado a China a dar un paso que era bastante reacia a dar, pero hay que esperar a ver los pasos prácticos que dan unos y otros en esta alianza estratégica que mantienen ya en todos los aspectos. es un quid pro quo, un dar y tomar: si China es inferior en tecnología militar, no lo es en tecnología civil, de la que Rusia necesita y mucha. Por eso en el comunicado chino se habla de "aumentar la escala de cooperación con Moscú en las áreas de atención médica, comunicaciones y economía digital"

La abuela Pelosi no sabe lo que ha hecho, ni la Administración Biden dejando hacer o alentando, que es lo mismo. El nivel relaciones entre los dos países era ya muy alto, como se recoje en el documento conjunto firmado el 4 de febrero donde se establecía una "alianza sin límites". Ahora ya no los hay realmente. China venía jugando al papel de poli bueno y poli malo con Rusia, o sea, aunque las relaciones bilaterales eran muy amplias e intensas existía el temor a las sanciones secundarias por parte de EEUU y se mostraban reacios a desarrollar relaciones económicas en algunas áreas como, por ejemplo, los chips electrónicos. Eso va a quedar atrás definitivamente, aunque hay que esperar y ver. Un ejemplo: ahora que todo el mundo publica que el comercio entre China y Rusia ha aumentado de forma espectacular, y que se quiere llegar a una cifra equivalente a los 200.000 millones de dólares (el comercio entre los dos países ya se hace mayoritariamente en sus respectivas monedas), hay que recordar que este objetivo se tenía que haber conseguido en 2020. Formalmente se achacó su retraso a la pandemia, vamos a ver si ahora se llega a él o no. 

No es culpa de China solo, también de Rusia. En este país, donde con motivo de la crisis de Ucrania los euroatlánticos han sido barridos, dentro de los euroasiáticos hay dos sectores: quienes apuestan por reforzar los vínculos con China y quienes ven a este país como un competidor para el desarrollo y fortalecimiento de la Unión Económica Euroasiática que hegemoniza Rusia (aunque China tiene firmado un acuerdo de cooperación económica y comercial con ella). Esto explica que Rusia sea, sorprendentemente, uno de los países más atrasados en el desarrollo de la iniciativa "Franja y Ruta", la Nueva Ruta de la Seda china.

En cualquier caso, los dos países se están moviendo con rapidez intentando acortar el camino hacia esa "alianza estratégica" definitiva en todos los aspectos. Las compras de petróleo ruso por parte de China son históricas y será muy difícil que sin el acuerdo chino Occidente imponga su pretensión de limitar el precio del petróleo ruso, por ejemplo. Y por primera vez en la historia de la post URSS, los vehículos occidentales (y de aliados de Occidente, como Japón y Corea del Sur) no lideran las ventas en Rusia, son los chinos. Estos son indicadores importantes, pero solo indicadores que aún no implican un cambio total.

La iniciativa china es más que interesante. La respuesta de Rusia debería estar al mismo nivel.

El Lince

8 comentarios:

  1. "el tan nombrado portaaviones que EEUU envió a la zona cuando el viaje de la abuela sigue por ahí, sí, pero a 600 km de distancia. No está mal, estamos pero no estamos porque nos retiramos lo suficiente. Todos contentos. Su presencia anuncia una nueva provocación bajo el lema de "libertad de navegación""
    Provocación y mieditis, porque está a un tiro de piedra digo de misil, de las fuerzas chinas. ¿Amenaza o es amenazada la chatarra USA?(O ambas cosas).

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  2. No veo nada malo en admitir que Rusia ha tenido grandes descalabros en Ucrania. A mí me hace admirarlos aún más. Están resistiendo contra las armas de la poderosa OTAN y eso no es poca cosa.

    Así que merecen toda la ayuda que Irán y Corea del Norte les puedan ofrecer.

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  3. Decir OTAN es decir EE.UU. más los risibles ejércitos europeos (salvo quizás GB y Francia, excepciones que confirman la regla).

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    1. 𝙸𝚐𝚞𝚊𝚕 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚜𝚞𝚖𝚊. 𝚂𝚒 𝚗𝚘 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚊𝚗 𝚝𝚘𝚍𝚊𝚟í𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝚖á𝚜 𝚙𝚘𝚍𝚎𝚛𝚘𝚜𝚘𝚜, 𝚎𝚗𝚝𝚘𝚗𝚌𝚎𝚜 𝚁𝚞𝚜𝚒𝚊 𝚢𝚊 𝚑𝚞𝚋𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚋𝚊𝚛𝚛𝚒𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜.

      𝚈 𝚜𝚒𝚗 𝚎𝚖𝚋𝚜𝚛𝚐𝚘, 𝚟𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚌ó𝚖𝚘 𝚜𝚎 𝚑𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚗𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚄𝚌𝚛𝚊𝚗𝚒𝚊.

      𝙳𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚐𝚊𝚗𝚎 𝚁𝚞𝚜𝚒𝚊, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚗𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚎𝚌𝚑𝚘𝚜 (𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚑𝚊𝚌𝚎 𝙴𝚕 𝙻𝚒𝚗𝚌𝚎 𝚎𝚗 é𝚜𝚝𝚎 𝚌𝚊𝚜𝚘) 𝚗𝚘 𝚊𝚢𝚞𝚍𝚊.

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    2. Teniendo en cuenta que los ejércitos occidentales no han ganado una guerra en 22 años, muy poderosos no me parecen. Caros sí, pero no poderosos. Y la guerra no está estancada, ha pasado a la fase en la que Rusia obliga a los ucranianos a salir de las ciudades intentando “contraatacar” para pulverizarlos en campo abierto y laminar sus fuerzas. La guerra es mucho más que un mapa. La batalla de Stalingrado se desarrolló durante meses en una ciudad soviética, con periodos durante los cuales las líneas del frente apenas variaban. Pues bien, supuso la aniquilación del Sexto Ejército alemán y la pérdida de 800.000 hombres para El Eje. Una de las batallas más grandes de la Historia fue… un “estancamiento”. Pues vaya.
      A los "poderosos" les queda ganar guerras, eso sí, en las pelis de Los Vengadores. Aunque lamentablemente, son sólo efectos especiales.
      Saludos

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    3. 𝚂𝚊𝚕𝚞𝚍𝚘𝚜.

      𝙽𝚘 𝚖𝚎 𝚌𝚊𝚋𝚎 𝚍𝚞𝚍𝚊 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚁𝚞𝚜𝚒𝚊 𝚐𝚊𝚗𝚊𝚛á 𝚒𝚗𝚌𝚕𝚞𝚜𝚘 𝚜𝚒𝚗 𝚊𝚢𝚞𝚍𝚊. 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚖𝚎 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚊𝚛í𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚜𝚎𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚘𝚜𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚞𝚏𝚛𝚒𝚛 𝚘𝚝𝚛𝚘 𝚂𝚝𝚊𝚕𝚒𝚗𝚐𝚛𝚊𝚍𝚘. 𝚀𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚊 𝚛𝚎𝚜𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚖á𝚜 𝚛á𝚙𝚒𝚍𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚎𝚕 𝚎𝚗𝚏𝚛𝚎𝚗𝚝𝚊𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚘𝚜 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚘𝚜 𝚗𝚊𝚣𝚒𝚜.

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  4. Volviendo a Taiwán, si ahora EE.UU. ha puesto toda la carne en el asador del régimen ukronazi de su potencia militar industrial (la parte europea es poca cosa realmente), ya veríamos cómo ayuda a la ISLA de Taiwán si China se decidiese a recuperar esa parte de su territorio histórico...Podría haber sorpresas y no agradables para los occidentalistas. Lo cual por supuesto y por ahora es política ficción pero podría suceder un año de estos.

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    1. 𝙿𝚞𝚎𝚜 𝚢𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝚐𝚛𝚒𝚗𝚐𝚘𝚜 𝚊𝚗𝚞𝚗𝚌𝚒𝚊𝚛𝚘𝚗 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚕𝚊𝚗𝚎𝚊𝚗 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚒𝚛 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞𝚜 𝚙𝚊𝚜𝚎𝚘𝚜 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚊 𝚣𝚘𝚗𝚊 𝚎𝚗 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚛ó𝚡𝚒𝚖𝚘𝚜 𝚍í𝚊𝚜, 𝚒𝚗𝚌𝚕𝚞𝚢𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚎𝚕 𝚎𝚜𝚝𝚛𝚎𝚌𝚑𝚘 𝚍𝚎 𝚃𝚊𝚒𝚠á𝚗. 𝙰 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚜 𝚊𝚕𝚝𝚞𝚛𝚊𝚜 𝚢𝚘 𝚌𝚛𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝙲𝚑𝚒𝚗𝚊 𝚜í 𝚕𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚓𝚊𝚛á 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚛, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚜ó𝚕𝚘 𝚌𝚞𝚒𝚍𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚝𝚎𝚗𝚐𝚊𝚗 𝚎𝚗 𝚜𝚞 𝚌𝚊𝚖𝚒𝚗𝚘.

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