Lo prometido es deuda. Sigo con el G-20 que sí, que ha dado para bastante pese a que quienes quieren ver ya morder el polvo a EEUU y sus vasallos digan que no, que no ha ocurrido nada de nada. Una recomendación que deberían seguir es no dejarse cegar por lo que les gusta, sino por lo que pasa. Y lo que pasa es que inexorablemente la hegemonía de EEUU declina, la de sus vasallos también y ahora mismo ya hay de forma clara dos caminos para el mundo. Este es el principal logro de la reunión del G-20.
La ventaja de organizar cumbres como ésta es que el anfitrión hace y deshace. Tiene, además, el privilegio de realizar el discurso inaugural con el que se suele marcar el camino de lo que va a pasar. El presidente chino, Xi Jinping, fue muy claro cuando apostó de forma clara por el fin del sistema económico que hemos conocido hasta ahora, por la cooperación multilateral. Pero China dio un paso más: anunció que va a cambiar su modelo de crecimiento económico -es decir, se acabó el ser la fabrica de Occidente por bajos salarios (de hecho, los obreros chinos cada vez están más organizados y son más combativos)- y -¡atención!- se va convertir "en el país de la innovación y líder de la ciencia y de la tecnología".
Además, y como es lógico, volvió a insistir en la Nueva Ruta de la Seda y en la construcción de infraestructuras no sólo en China, sino en todo el continente asiático. Lo más importante es que anunció que el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras ya está financiando algunos de esos proyectos en diferentes países. Y dijo algo más, que se contrapone tanto con el FMI como con el BM: "todas las naciones, grandes o pequeñas, ricas o pobres, deben ser tratadas igual y, sobre todo, con respeto".
Obsesionados como estamos con nuestro ombligo, pensando que Occidente sigue siendo el centro del mundo, tal vez no hayáis caído en la cuenta que China tiene la mayor red mundial de trenes de alta velocidad, que tiene los puentes más largos en aguas abiertas, que sus submarinos y sumergibles para investigación oceánica son quienes han llegado más abajo en la fosa de las Marianas (ha llegado casi a los 9.000 metros, de los más de 11.000 que tiene) o que posee la computadora más rápida del mundo. Es decir, lo que os puede parecer una baladronada es una realidad desde hace ya mucho tiempo y su capacidad tecnológica no tiene nada que envidiar, si no es que supera ya de forma clara, a Occidente. Es más, la economía de China ya no depende de las fábricas destinadas a fabricar productos para la exportación.
Llegados a este punto, tengo que referirme a EEUU y sus vasallos. El discurso de Obama fue lo de siempre, excepcionalismo revestido de amenazas (paraguas de protección de misiles ante potenciales amenazas, etc.) que rápidamente fueron contrarrestadas por la prueba nuclear de Corea del Norte. EEUU no tiene ningún otro discurso y está dando bandazo tras bandazo en política internacional abrumado tanto por China como por Rusia. Por cierto, estos dos países están realizando, desde el día 9, maniobras navales conjuntas en el Mar del Sur de China, para que todo el mundo tome buena nota de qué tipo de alianza hay entre los dos.
Así que voy a recoger algo que he leído por ahí -en los medios chinos- que me parece muy relevante. Antes de la cumbre del G-20, China lanzó varias advertencias a EEUU para que retirase sus fuerzas navales del Mar del Sur de China. EEUU dijo que no, que las iba a mantener y acusó a China de "provocar una escalada" en la zona. Así que China hizo algo que demostró a EEUU que habla en serio: bloqueó los radares de esas fuerzas dejándolas absolutamente desprotegidas. El Pentágono al principio no consideró la posibilidad de una acción China -como hace un tiempo tampoco entendió que Irán tenia esa misma capacidad- en ese sentido. Durante dos días, las fuerzas navales de EEUU estuvieron "ciegas" y el Pentágono dio la orden de abandonar el Mar del Sur de China. Ya lo tuvo que hacer hace un año también en el Mar Negro cuando los rusos hicieron los mismo con la flota de la OTAN allá.
China dejaba claro a EEUU que su apuesta por liderar la
innovación en ciencia y tecnología es algo más que palabras, que son hechos. Y que hay que tomarla en serio, muy en serio.
Hay otras muestras de que el G-20 ha marcado los dos caminos
por los que el mundo tiene que optar: el chino o el estadounidense. La práctica
totalidad de Asia ya está marchando de forma decidida por el camino chino:
Filipinas (con el enfrentamiento entre su presidente y Obama), Indonesia (el
principal país musulmán del mundo), incluso la propia Turquía está dando sus primeros
pasitos en ese camino. Ni qué decir tiene de los otros países de la ASEAN.
Por eso EEUU hizo una gira por los países asiáticos tras la cumbre del G-20, con paradas especiales en Vietnam y Laos. El primero, está históricamente enfrentado a China; el segundo, no. Aquí Obama hizo algo que no suele hacer EEUU: se disculpó formalmente por la "guerra secreta" que mantuvo en Laos durante la guerra contra Vietnam y ofreció un caramelo al gobierno como el pago de 30 millones de dólares cada año, durante un máximo de tres, para el desminado de los millones de bombas de racimo y otras que siguen matando laosianos cincuenta años después.
Laos calcula que hay unos 80 millones de bombas sin explotar, de los 270 millones de bombas de racimo que se lanzaron para doblegar a un país que siempre mostró una absoluta solidaridad con el Frente de Liberación Nacional (Viet Cong) en su lucha contra el imperialismo estadounidense. Gran parte de Laos es así, como veis en la foto, y todos los años centenares de laosianos mueren al explotar alguna bomba cuando siembran o cuidan sus cultivos.
El gobierno de Laos ha aceptado la limosna de EEUU, pero dejando claro que no es más que una cantidad simbólica que no ayudará a la recuperación económica de Laos ni a su agricultura. Y Laos ha dicho a EEUU que está más cerca de China que de él por mucho que se disculpe ahora, cincuenta años después..
Por muchos esfuerzos que haga EEUU su pasado, y su presente, están manchados de sangre, de mucha sangre. Quienes aún transitan por su camino saben que chapotean en ella. Por el contrario, el camino que ha abierto China en este G-20 se distancia lo suficiente de los usos y modos del "país excepcional" (Obama), o del "país imprescindible" (Clinton) como para que sea cada vez más atractivo. Este es el principal logro del G-20, pese a su aparente vacío o escasos compromisos tal y como han dicho algunos.
El Lince
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