domingo, 30 de octubre de 2016

Reconocer lo obvio

Mira tú por dónde resulta que los otanistas reconocen lo obvio: las cosas no son como las pintan ellos, sino que lo que hacen es tergiversar hasta retorcer la realidad para así adecuarla a sus intereses.

¿De qué estóy hablando? Pues de Rusia. He aquí que el Consejo Atlántico, el centro de análisis que suministra ideología a la OTAN en el campo de las relaciones internacionales, tiene un proyecto sobre Siria en el que no sólo sigue la situación sobre el terreno, sino el papel que está jugando Rusia y lo que supone para este país y para EEUU.

Resulta que ahora el Consejo Atlántico reconoce que unas de las razones por las que Rusia se ha implicado en la guerra no sólo es "para proteger a su aliado", sino para "destruir a los islamistas" y "poner fin a la campaña occidental para el cambio de régimen en Europa [por Ucrania] y Oriente Medio".

Mucho se está escribiendo sobre lo que ha logrado Rusia o ha dejado de lograr en el año que lleva involucrada en la guerra de Siria -hay que recordar que a petición del gobierno sirio, lo que hace que esa participación sea legítima según el derecho internacional, lo que no ocurre con la famosa "coalición internacional" que lidera EEUU-, pero quien lo dice con toda claridad es el Consejo Atlántico: "Rusia ocupa ahora una posición fuerte y se ha puesto a los rebeldes en una posición extremadamente difícil. Al mismo tiempo, la intervención rusa ha permitido alcanzar otros fines, incluido el de aumentar su grado de influencia en la región y convencer a la comunidad internacional que la intervención directa en el conflicto sirio va a provocar una guerra con Rusia".

Por si os parece poco, el Consejo Atlántico va mucho más allá reconociendo lo obvio: "Rusia ha utilizado su campaña de Siria para obligar a EEUU a tratarla como un miembro igual y respetado de la comunidad internacional. Esto explica el comportamiento de Rusia en la ONU y en otros foros internacionales". Pero, de inmediato, pasa a hacer una dura crítica de ese comportamiento con la consabida acusación de matanzas de civiles, bombardeos indiscriminados, vetos de resoluciones en el Conesjo de Seguridad de la ONU -sin mencionar los occidentales a las iniciativas rusas-, no aceptación de las peticiones de acuerdo que le ha hecho EEUU (?), etc. A ello se añade otra que hasta ahora no había visto: la "limpieza étnica", diciendo, por ejemplo, que con la reconquista de zonas del país como Palmira, en la que Rusia jugó un importante papel, "sólo se ha favorecido el retorno de la población chíita, a quienes se entrega las casas que antes eran de los sunitas" -en Siria no hay formalmente shíies, sino alauíes que son una rama de el shíísmo- y que "lo mismo está ocurriendo en Homs y otros lugares" que, por supuesto, no identifica.

Con todo, lo más importante del informe denominado Syria Proyect, es el reconocimiento de que "la intervención de Rusia ha cambiado el equilibrio de fuerzas en la región, puesto que en el último año el número de reuniones bilaterales entre Rusia y los estados de la región se ha incrementado sustancialmente". Y se menciona, no sin un cierto pesar, a tres países en concreto: Jordania, Turquía y Egipto como los que han iniciado el giro señalado, poniendo especial atención en Turquía y alertando de forma clara sobre Egipto.

Esto está provocando un verdadero terremoto en EEUU, y es algo a lo que tendrá que hacer frente "con prioridad" quien asuma la presidencia de EEUU tras las elecciones que están al caer, según el Consejo Atlántico. Porque, pasmaos, "las acciones de Rusia son un poderoso elemento de disuasión psicológica a la campaña militar de EEUU". Eso significa que hay que pensar muy seriamente los pasos que hay que dar dado que Rusia "sigue siendo una potencia nuclear" y "debe haber una reflexión profunda porque cualquier acción no meditada podría llevar a la guerra con Rusia".

La situación ha llegado a tal extremo que "cualquiera que sean las ventajas de la participación de EEUU en el conflicto sirio, Rusia tiene ventaja y complica el desarrollo de esa política [la de EEUU]". Por todo ello, "el próximo presidente de EEUU debe entender que las opiniones e intereses de Rusia y EEUU son muy diferentes" y que "lo que los líderes estadounidenses no pueden hacer es ignorar los cinco años de pruebas concluyentes [se refiere a la pérdida de poder de EEUU en los países árabes después de las revueltas de 2011 que algunos llamaron "primaveras"] y continuar pretender que la conducta de Rusia en Siria y sus repercusiones en la región y el mundo no cambiarán los pasos de los EEUU".

¿Por qué es importante este informe? Pues porque llega a todos los países que forman parte de la OTAN, pone de manifiesto que la beligerancia de la OTAN contra Rusia no se sustenta en amenazas reales sino supuestas y que el belicismo viene sólo de una parte, de la propia OTAN, y con un único objetivo: mantener la supremacía mundial que Occidente ve amenazada en términos políticos, económicos y militares no sólo por Rusia, sino por China y alianzas multilaterales como los BRICS, la Unión Económica Euroasíatica, la Organización de Cooperación de Sanghai o el más reciente Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras.

El Consejo Atlántico asesora a la OTAN, pero hay otras instituciones de este tipo que hacen lo mismo con otros temas económicos o sociales. Estas instituciones son financiadas por los gobiernos en una alta proporción, por lo que sus informes, proyectos y programas se vinculan directamente a los intereses de esos países. De ahí el relieve del informe. Porque el Consejo Atlántico se suma a la postura adoptada no hace mucho tiempo por el Instituto de Asuntos Internacionales y de Seguridad de Alemania -que asesora al gobierno alemán- en la que se alertaba del peligro de guerra nuclear que vive hoy el mundo por la postura tanto de EEUU como de la OTAN respecto a  Rusia.

Para daros una idea del calado que tiene este informe, hagan caso de él o no los países de la OTAN, en 2009 el entonces secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que el Consejo Atlántico era "un grupo de reflexión eminente" y de gran relevancia para las acciones de la OTAN. Bien es cierto que han pasado siete años desde entonces, y a lo que parece la OTAN ahora no hace el mismo caso de este tipo de análisis que entonces y que no hace otra cosa que reconocer lo obvio, por más que se oculte y se tergiverse.

El Lince

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