sábado, 27 de marzo de 2021

Detrás de la exitosa respuesta pandémica de Cuba


Cuando se imprimió The Lancet Infectious Diseases , Cuba debía lanzar un ensayo de fase 3 de su vacuna conjugada de subunidades contra COVID-19. Soberana-2 es una de las cuatro vacunas COVID-19 candidatas en desarrollo en Cuba. Es producido por el Instituto Finlay de La Habana. Sobre la base de los resultados aún no publicados de los ensayos clínicos en etapa inicial, Vicente Verez-Bencomo, director general del Instituto Finlay, espera que la vacuna muestre una eficacia en la región del 80-95%. “Somos muy optimistas”, dijo. Si todo sale según lo planeado, Cuba podría iniciar un programa de vacunación masiva para sus 11,2 millones de ciudadanos en algún momento del verano.

Después de mantener a raya al SARS-CoV-2 durante la mayor parte de 2020, Cuba experimentó un aumento repentino de infecciones en 2021. Al 8 de marzo, el país había reportado 55 693 casos de COVID-19 y 348 muertes. Solo en febrero se produjeron 23 093 casos nuevos, casi el doble de los ocurridos en todo el 2020. Cuba todavía está mucho mejor que la mayoría de los demás países de la región, pero se necesita una vacuna con urgencia.


Se planea una segunda fase 3 de prueba de Soberana-2 para Irán, como parte de una asociación entre el Instituto Finlay y el Instituto Pasteur de Irán. Se ha programado un ensayo de fase 2/3 para Soberana-1, que también fue desarrollado por el Instituto Finlay. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (La Habana, Cuba) está detrás de las otras vacunas candidatas. Abdala y Mambisa, un aerosol nasal, entraron en ensayos de fase 1/2 a fines del año pasado.

Soberana significa soberano en español. Abdala es el título de un poema de un revolucionario cubano, y Mambisa lleva el nombre de las guerrillas que lucharon contra los colonialistas españoles en el siglo XIX. Todo lo cual indica que la campaña de vacunas es un motivo de orgullo nacional. El presidente Miguel Díaz-Canel ha visitado el Instituto Finlay en tres ocasiones durante el transcurso de la pandemia de COVID-19. En casa y en el exterior, la identidad cubana posrevolucionaria siempre ha estado ligada a la salud. En 1960, Cuba se unió al esfuerzo de socorro después del terremoto de Chile. En 1963, envió trabajadores de la salud para ayudar al estado recién independizado de Argelia.

La Brigada Henry Reeve de Cuba se estableció en 2005. Ha enviado cuadros de profesionales de la salud por todo el mundo para combatir desastres y epidemias. Los médicos cubanos estuvieron en la escena en Haití durante el brote de cólera que siguió al terremoto de 2010; llegaron a África occidental durante la crisis del ébola de 2013-16. Y cuando COVID-19 se extendió a Europa, dos equipos de Henry Reeve aterrizaron en Italia. A fines de abril de 2020, más de 1000 trabajadores de la salud cubanos estaban ayudando a países extranjeros a responder al COVID-19.

“El programa de salud internacional se trata de solidaridad; Cuba cree que las poblaciones saludables son la base de la sociedad global y quieren apoyar eso de cualquier manera que puedan ”, dijo Clare Wenham, profesora asistente de política de salud global en la London School of Economics and Political Science (Londres, Reino Unido). En Cuba se han erradicado la malaria, la poliomielitis, el tétanos y el sarampión. La respuesta exitosa de la isla al COVID-19 fue en gran parte el resultado de años de inversión en atención primaria y atención asidua a la salud de la población. El país cuenta con atención médica universal integral y una de las proporciones de médico por paciente más altas del mundo.

Los equipos de médicos y enfermeras están integrados en la comunidad local. “Todo el mundo tiene un chequeo de rutina anual, y si no va, el médico vendrá a buscarlo”, dijo Wenham a The Lancet Infectious Diseases . “Significa que los médicos identifican proactivamente los problemas; hay un énfasis real en la prevención ”. Los brotes de enfermedades se pueden detectar de forma más o menos inmediata. Bajo un modelo conocido como CARE, los pacientes se estratifican en cuatro categorías: aparentemente sanos, en riesgo de enfermedad, indispuestos y en rehabilitación o recuperación. Aquellos en riesgo de enfermedad incluyen personas con sobrepeso, diabetes o hipertensión. Cuando Cuba registró su primer caso de COVID-19 el 11 de marzo de 2020, ya conocía el paradero de sus ciudadanos más vulnerables.

En entrevista con MEDICC Review , la médica de familia Marta Gálvez destacó las ventajas del sistema cubano: “Lo primero que debe saber cualquier médico que se precie es la situación de salud de la población a la que atiende”, explicó. “El principal objetivo de un médico de atención primaria es la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, por eso hay que conocer a su comunidad para diseñar una estrategia que se adapte a sus necesidades. CARE es una herramienta vital: es por eso que sé que tengo 658 adultos mayores en una población total de 1093 personas, y 42 de los ancianos viven solos ”. Aproximadamente uno de cada cinco cubanos tiene más de 60 años.

“La red de salud pública es muy fuerte en Cuba, pero a costa de las libertades civiles”, dijo Wenham. “Cuba es un contexto muy específico; no muchos países van a aceptar ese tipo de vigilancia médica estrecha, y la mayoría de los gobiernos no tienen un control tan estricto sobre sus ciudadanos ”. Luego de que el SARS-CoV-2 ingresara a la isla, más de 28 mil estudiantes de medicina lideraron un programa de pesquiza activa que en pocas semanas llegó a 9 millones de cubanos. Cuba había comenzado a prepararse mucho antes de su primer caso de COVID-19. Rápidamente cerró sus fronteras y estableció centros de aislamiento y un sistema eficiente de prueba y rastreo. Pero poco después de que Cuba se abriera a fines del año pasado, los casos comenzaron a aumentar.

La pandemia ha sido extremadamente cara. El producto interno bruto se redujo un 11% en 2020. En lugar de los 4 millones de turistas habituales, Cuba acogió a solo 80 000. El bloqueo económico de larga data impuesto por Estados Unidos ha cobrado un gran precio. “Los centros de salud y las clínicas se enfrentan a desabastecimientos regulares de medicamentos básicos, como paracetamol, y otros equipos como vendajes”, señala Fiona Samuels, investigadora principal y profesora asociada honoraria de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (Londres, Reino Unido) . “El personal está muy bien capacitado, pero la infraestructura de salud está deteriorada y, a menudo, carecen de los elementos básicos que les permitan hacer su trabajo de manera eficaz”.

La industria de la biotecnología de Cuba surgió como respuesta al bloqueo de Estados Unidos. Está formado por más de 30 instituciones de investigación y fabricantes, bajo la égida del conglomerado estatal BioCubaFarma. A fines de la década de 1980, Cuba desarrolló la primera vacuna antimeningocócica B del mundo. Produce ocho de las diez vacunas que se utilizan habitualmente en el país y envía cientos de millones de dosis al exterior. Pero la obtención de materias primas es una lucha constante, especialmente tras el endurecimiento de las sanciones estadounidenses durante la presidencia de Donald Trump. “Hay situaciones en las que los proveedores de componentes importantes para nuestra industria durante varias décadas se han visto obligados a pararse repentinamente; hace que todo sea más caro y complicado, y es una preocupación real ”, dijo Verez-Bencomo.

El turismo trae un flujo de moneda muy necesaria, especialmente desde que se ha prohibido a los cubanoamericanos enviar remesas, pero con los turistas viene el virus. El Gobierno cubano reconoce que más del 70% de los casos actuales de COVID-19 están vinculados a recién llegados al país.

Si Soberana-2 tiene éxito, Cuba planea exportarlo a bajo costo una vez que hayan terminado los esfuerzos nacionales de vacunación. El sistema de atención de salud centralizado significa que es poco probable que el despliegue nacional sea problemático, aunque es difícil acceder a zonas de la isla.

Verez-Bencomo calcula que a finales del verano el país tendrá capacidad para producir 10 millones de dosis de vacuna al mes. Los cubanos están entusiasmados con el esfuerzo. “Cuando llamamos a voluntarios para ensayos clínicos, siempre tenemos dos o tres veces más personas de las que necesitamos”, dijo Verez-Bencomo. “En la calle, dondequiera que voy, todo el mundo pregunta por la vacuna”.

The Lancet

martes, 23 de marzo de 2021

Ya nadie tiembla

Solo los miedosos, por supuesto (aplíquese a los supuestos "progres"). Un par de semanas alejado del mundo mundial y cuando vuelvo está patas arriba, con alguna cosa interesante en América Latina y no es Lula, precisamente, porque parece que la cárcel le ha embotado aún más el cerebro de lo que ya lo tenía, sino Bolivia metiendo en cintura a algunos golpistas. Intentaré hablar de ello más adelante.

La historia va, cómo no, del matón de barrio y los matoncillos y sus sanciones, amenazas y comportamientos. Todo previsible, muy previsible antes, durante y después de las elecciones en EEUU como apuntó Biden en su discursito de 20 minutos apenas 20 días después de tomar posesión. Todo lo que dijo entonces se está llevando a la práctica ahora. Y en menos de tres días puesto que en ese lapso de tiempo amenazó a Alemania (Corriente del Norte 2), a India (misiles S-400), a China (uigures y otros varios) y a Rusia (asesino Putin) ¡A ver quién lo supera! (y Lula diciendo que este tipo es una esperanza para la democracia, en fin). No os quepa duda que echaremos de menos a Trump.

Sin embargo, ya nadie tiembla ante las estupideces occidentales (solo los miedosos, y aplíquese a los supuestos "progres"). Un poco después de las fanfarrias occidentales, de las respuestas rusa y china, llegó la que es la mejor definición de lo que ocurre: "cuanto más tumultuoso se vuelve el mundo, más China y Rusia están decididas a consolidar los lazos y promover la cooperación para contrarrestar las depredaciones del Occidente liderado por EEUU". Dos palabras claves: consolidar y contrarrestar. Fortalecimiento y enfrentamiento. Biden ha logrado ya, en tres meses, lo que no consiguieron Obama y Trump: la asociación estratégica de Rusia y China. Porque el párrafo anterior es del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, de su ministro titular que, además, es Consejero de Estado. O sea, una de las 14 personas que tienen todo el poder en China porque, en contra de lo que se nos suele decir en Occidente, la dirección china es colectiva.

Este hombre se llama Wang Yi y ha ido un poco más allá: "la unión de China y Rusia seguirá siendo un pilar de la paz  y estabilidad mundiales. Cuando más inestable es el mundo, mayor es la necesidad de llevar adelante la cooperación China-Rusia. China y Rusia deben ser el apoyo estratégico, la oportunidad de desarrollo y el socio global del otro. Esta es una experiencia adquirida a partir de la historia y un imperativo en las circunstancias actuales". Otras palabras clave: apoyo estratégico y socio global. Nunca, hasta ahora, un cargo tan alto chino se había expresado con tanta claridad. ¡Biden, tío, lo estás bordando (y Lula a por uvas, entre otros)!

A este paso dado, ya sin vuelta atrás después de lo hecho por el matón y sus matoncillos, solo le queda una última cosa: la alianza militar. Aún no se está aquí, pero a poco que sigan el matón y sus matoncillos con sus estupideces tendrá lugar. Rusia ya lo ha ofrecido: seguridad integral que cubriría no solo el área militar sino también la económica (energía y banca) y la informativa. Y los dos países tienen un camino intermedio: la Organización de Cooperación de Shanghai, donde algo de esto ya se está probando. China se resiste no solo porque confía en sí misma, sino porque no olvida el papel de un Yeltsin y su sumisión incondicional a Occidente. Pero eso no quiere decir que los dos países no colaboren militarmente, todo lo contrario.

Y aquí entra la visita que el ministro ruso de Exteriores (Lavrov) acaba de hacer a China y no un día cualquiera, sino despúes de que EEUU y China se enseñansen los dientes en Alaska y en el marco del 20 aniversario del Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa entre China y Rusia. O sea, no solo se ratifica sino que se le da un nuevo empuje. El matón y sus matoncillos deberían prestar mucha atención a la "asociación estratégica integral de coordinación" chino-rusa y lo que supone: comercio bilateral superior a los 100.000 millones de dólares y creciendo cada año, Rusia como principal suministrador de petróleo a China, China como mayor socio comercial de Rusia... y encima cooperación científico-tecnológica en el espacio y más allá. 

El consenso estratégico es casi total, el giro hacia el Este es total. 

Sumad a eso el llamamiento oficial de Lavrov a que Rusia y China dejen de utilizar sistemas de pago controlados por Occidente en dólares (algo que ya está en marcha y no solo desde estos dos países) o el que China está acelerando la internacionalización del yuan probando ya su moneda digital en países como Thailandia, Emiratos Árabes Unidos y reguladores financieros globales radicados en Hong Kong. Incluso Indonesia y Singapur están haciendo sus pequeñas incursiones en esta internacionalización del yuan.

Y tampoco hay que perder de vista otros aspectos: "Todos los países deben salvaguardar firmemente el sistema internacional con las Naciones Unidas en el centro y el orden internacional con el derecho internacional como base" (comunicado final). Esto se contrapone y se enfrenta al "orden internacional basado en reglas" que reclaman EEUU y la UE como nueva definición del orden internacional y los valores universales para intentar mantener su hegemonía y con los que amedrentan ("depredaciones") a otros países. Multilateralismo frente a "comunidad internacional". 

El comunicado final es una declaración conjunta. Es la primera vez que China y Rusia ponen en común sus ideas sobre derechos humanos, democracia, derecho internacional y esas cosas. Ya os dije que no hay una concepción única respecto a esto a escala planetaria, es decir, adaptada a todas las naciones y pueblos, por toda la comunidad jurídica internacional, y que quien diga lo contrario, miente. Pues aquí está una prueba. Y de calado. Lo que siempre se ha pretendido desde Occidente ha sido control geopolítico, pero ahora hay quien le para los pies. Porque ya nadie tiembla ante Occidente.

El Lince



jueves, 4 de marzo de 2021

Las orejas del lobo

Mientras Occidente sigue actuando como si no pasara nada, como si siguiese siendo el ombligo del mundo (las sanciones contra Rusia por el bufón Navalny -recordad a Assange como contrapunto-) la realidad es la que es y ayuda un poco a interpretar qué es lo que está pasando. Y lo que está pasando es que Occidente se cae a pedazos y que EEUU cada vez tiene más grietas, internas y externas, que ya no se pueden ni ocultar ni reparar.

El penultimo ejemplo es el reconocimiento de la deuda, interna y externa, de EEUU: la friolera de 28 billones de dólares.

 

Todavía Occidente sigue su viejo y gastado discurso de que EEUU es la principal economía del mundo. No es así, como ya os he comentado aquí y aquí, por ejemplo, pero dejémosle tranquilito con su discurso. 

En toda esta historia hay un hecho cierto: EEUU nunca ha dejado de pagar su deuda. La explicación no es que EEUU sea un excelente país que cumple sus compromisos, sino que lo hace porque no tiene nada que perder dado que es el dólar la moneda que ocupa el lugar central en el sistema de cambios internacional. Pagar en dólares significa retroalimentarse a sí mismo.

Pero eso ha ido perdiendo poder de año en año, casi de mes en mes. Y eso es lo que pone de los pelos a EEUU y ayuda a entender el por qué no hay, ni habrá, ninguna diferencia entre la presidencia de Trump y la de Biden. A nivel interno, Biden ya se ha desdicho de una de sus promesas estrella, subir el salario mínimo a 15 dólares la hora, por dar un dato (supongo que el "izquierdista" Bernie Sanders estará comiéndose sus manoplas). A nivel externo, ya lo dejó claro en su discurso de 20 minutos y lo está cimentando con el bombardeo a las fuerzas iraquíes (denominadas pro-iraníes) en la frontera sirio-iraquí, en volver a reconocer al Juanito Calamidad venezolano y acusar a Venezuela de "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad de EEUU" y en las sanciones contra Rusia a lo que se acaba de sumar el llamamiento "imperativo" a que China "cumpla los acuerdos económicos firmados con Trump y denominados Fase 1" con los que se firmó la tregua en la guerra de aranceles (comenzada por EEUU, no hay que olvidarlo).

La cuestión es que ahora la deuda externa de EEUU se considera uno de los mayores riesgos mundiales por la caída del dólar como moneda de reserva mundial. Os lo repito: en 2020 el dólar suponía el 61'63% de todas las reservas monetarias internacionales, en 2021 ha comenzado siendo solo del 60'5%, y descendiendo

Aunque hay quien dice que eso no es un problema real porque EEUU solo tiene que incrementar la impresión de dólares para pagar (una ventaja nada despreciable porque otros países lo tienen que hacer en su propia moneda y luego pagar en dólares, con lo que al final pagan más), Biden está preso de sus promesas de reformas internas (que tampoco hará) y eso generaría una mayor inflación y, consiguientemente, una pérdida de confianza entre sus votantes que reforzaría no solo a los republicanos sino a Trump, que ya ha dicho que va a volver.

Aunque el 65% de esa deuda es interna, el resto es el problema. Es decir, unos 10 billones. Uno de los temores de EEUU es que China, que es el principal acreedor (con casi el 12% de los bonos del tesoro de EEUU en su poder), se deshaga de ellos con lo que automáticamente el dólar se desplomaría por debajo del 50% como moneda de reserva mundial. El otro gran acreedor es Japón, con casi otro 12% y muy por detrás están Gran Bretaña y Brasil con apenas el 3% cada uno. 

Está claro que esta es la gran baza china, pero que no usará mientras no se sienta obligada a ello y menos en una situación como la de ahora en la que su prestigio y capacidad de recuperación económica se ha disparado tras vencer la pandemia mientras que Occidenrte sigue sumido en el pozo (y no digamos EEUU).

Aunque Japón, Gran Bretaña y Brasil son vasallos de EEUU y no se van a atrever a darle la espalda, la otra parte del problema es que los países se vayan retirando del mercado financiero estadounidense porque hay otras alternativas al dólar. Y esa es la situación ahora y el por qué de la importancia de los datos sobre el déficit de EEUU. 

Es conocido que China va a poner en marcha el renmimbi digital el año que viene y que el Sistema de Pagos Interbancarios de China, la alternativa al SWIFT occidental, estaba siendo utilizado por bancos iraníes y rusos, además de chinos, para eludir y mitigar el impacto de las sanciones occidentales. Es conocido, también, que Venezuela o Siria habían manifestado su interés en la alternativa china para luchar contra las sanciones. En definitiva, que estos países ya están renunciando al dólar.

En pocas palabras: Occidente, y EEUU en particular, está viendo las orejas al lobo. Por lo tanto, no han tenido más remedio que aplicar el viejo dicho de que si no puedes vencer a tu enemigo te tienes que unir a él. Es lo que acaba de hacer EEUU por la puerta de atrás al aceptar que el SWIFT, el sistema de pagos transfronterizos internacionales controlado por el dólar, haya establecido una empresa conjunta con China. Es decir, se asume la internacionalización del yuan en detrimento del dólar, se reduce la exposición de este país a las sanciones de EEUU (y, de rebote, las de Rusia e Irán, abriendo la puerta a otros países que se pueden acoger a la moneda china de forma oficial en sus transacciones financieras internacionales), y supone una amenaza abierta en el medio plazo al euro y al yen, las otras grandes monedas de reserva internacional. Esto es, en la práctica, lo que ha ocurrido aunque EEUU también se asegura que durante un tiempo el dólar va a seguir siendo predominante en el mercado financiero mundial.

¿Por qué todo esto? Pues porque si el yuan o renmimbi había comenzado este 2021 habiendo subido al 2'13% como moneda de reserva global (el 1'97% en 2020), dos meses más tarde se sitúa ya en el 2'42%. Todo va rápido, muy rápido, y es el efecto más visible de la pandemia y de cómo la ve el mundo.

Es evidente que aún la moneda china, que no se ha internacionalizado formalmente, no olvidéis esto, sigue teniendo una participación pequeña en las reservas mundiales, pero cada vez más países la están viendo como un refugio seguro frente al dólar y al euro. Y ese incremento en solo dos meses ha vuelto a poner de manifiesto que no se puede parar una historia que ya no es occidental. 

Es evidente, también, que el paso dado por EEUU es táctico, para lograr una tregua que permita reforzar posiciones, aunque también lo hará China y en mayor medida. Pero es un indicativo muy claro de por dónde van las cosas.

Y por si todo ello no estuviese claro aún, el presidente chino, Xi Jinping, acaba de tener una intervención crucial en un seminario especial de la Quinta Sesión Plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista en el que el título lo dice todo: "Oriente está aumentando y Occidente está disminuyendo". Pues eso, una gran verdad.

El Lince