lunes, 30 de noviembre de 2020

Rottweiler, pitbull, ovejas

Que Francia es la vanguardia de la resistencia en Europa no es una sorpresa. Como no lo es la docilidad del resto de países, especialmente en el Estado canalla (más conocido como España), a todo lo que dicen los gobiernos y, especialmente, cuando lo que hay es lo "más progresista de la historia" (sic).

Francia está a la vanguardia en resistencia sindical, en resistencia civil (los "chalecos amarillos") y en resistencia contra el matonismo policial. Este fin de semana Francia ha vuelto a la calle y uno siente sana envidia, otra vez. Envidia por la decisión, envidia por la movilización, envidia por la resistencia, envidia porque no se dejan doblegar sin lucha. Al contrario que en la mayoría de Europa, en Francia hay resistencia a ser ovejas.

La penúltima movilización ha sido contra la brutalidad policial. Otra vez. Policías que saltan ojos, que arrancan manos y que acumulan muertos. Ahí está la historia de "los chalecos amarillos" para demostrarlo. Incluso la ONU se vio obligada a denunciar el comportamiento policial. Sin resultado.

La paliza de cuatro policías a un ciudadano ha sido el detonante. Y no hubiese pasado nada si una ciudadana valiente no hubiese grabado la paliza. Habríamos oído lo de siempre: "resistencia a la autoridad", "agresión" y fábulas semejantes. No en vano este ciudadano pasó dos días en una celda acusado de "intentar arrebatar el arma a los agentes". Supongo que os suena con lo del policía municipal de Barcelona disparando a un indigente porque, supuestamente, llevaba un cuchillo y los amenazaba. Y los jueces, esos del supuesto "poder independiente", habrían dado crédito a la versión policial y el ciudadano, apaleado, vapuleado y vilipendiado, habría terminado, además, en la cárcel. Pero gracias a esa ciudadana valiente que lo grabó se ha desatado el escándalo.

La movilizacion del fin de semana iba contra la pretensión del gobierno "democrático" francés de impedir imágenes como esas. Lo mismo que ha hecho el Estado canalla (más conocido como España) con la conocida como "ley mordaza" que "el gobierno más progresista de la historia" (sic) se comprometió a derogar y que sigue vigente y avalada por el Tribunal Constitucional.

En Francia no son, todavía, ovejas. Porque la reacción popular ha obligado a que los políticos se tienten la ropa. Un poco, al menos. Porque aunque ha habido golpes de pecho de casi todos por la paliza y se ha separado a los cuatro policías que la dieron ¿cuántos policías presenciaron impasibles la paliza? Según el vídeo hay al menos tres coches policiales. Ni uno solo de los policías que no la dieron (y en el vídeo se ven al menos 7 policías) abrió la boca para parar los golpes. Es como si el pitbull protegiese al rottweiler. No es una historia de policías degenerados, es una historia estructural. Es lo mismo en todas partes. Como es el mismo en todas partes el comportamiento de políticos y jueces que avalan y amparan. También es una historia estructural. Los macronistas ya han dicho que aunque están dispuestos a revisar la ley, "hay que acabar con el desorden ambiental" (sic). Fijaos en el lenguaje de esta gente.

Jean Ferrat (murió en 2010) lo explicó muy bien hace años con "El ruido de las botas", del que con solo una estrofa os podéis hacer una idea del total. Habla de la lucha antifranquista y del golpe militar en Chile haciendo una comparación con Francia:

"El ruido de las botas está por todas partes,
el orden caqui está por todas partes.
En España te engarrotan,
estás destripado en Chile.
Ya no debes decir que en Francia
puedes dormir en el refugio,
también hay aquí un potencial Pinochet
trabajando en kepi".

 


 *****

Donde tampoco están dispuestos a ser ovejas sin pelear es en la India. El jueves pasado hubo una huelga general contra la política gubernamental de nuevas leyes laborales que reemplazan las leyes de protección de los trabajadores. Dichas normas permiten a empleadores y gobiernos aumentar la carga de trabajo, dificultar la obtención de salarios justos, despedir fácilmente a los trabajadores, reducir la cobertura del seguro médico y dificultan la formación de sindicatos. Ello junto a una mayor flexibilización en la regulación de las leyes relacionadas con la seguridad y la salud en los lugares de trabajo y el sector agrícola, así como privatizaciones del sector público. Es lo mismo en todas partes. Lo que no es igual es la resistencia de los pueblos.




El Lince

lunes, 23 de noviembre de 2020

Los cien días de Juanita Calamidad

En la historia del mundo ha habido una Juanita Calamidad (Calamity Jane) que a finales del siglo XIX hizo de todo en EEUU: desde asesinar sioux lakota y cheyennes para el Ejército a trabajar de lavandera, prostituirse o figurar en el espectáculo circense de Búfalo Bill. A fin de cuentas, hay que comer. 

Un siglo y medio después, tenemos tanto otro Juanito como otra Juanita. Estamos a punto de llegar al segundo aniversario del intento de golpe de Juanito (Guaidó) Calamidad en Venezuela y ahora se acaban de cumplir los cien días del intento de golpe de Juanita (Tijanovskaya) Calamidad en Bielorrusia. Los dos trabajan para el ejército de EEUU (y los de la UE), los dos se han prostituido vendiendo a sus países, pero ninguno de los dos ha encallecido sus manos lavando sus miserias y lo suyo es espectáculo de circo sin la menor duda.

Una constante de los llamados medios alternativos es que siguen sistemáticamente la estela de los medios de propaganda de la burguesía. En cuanto un tema desaparece de los medios de propaganda de la burguesía, desaparece de los llamados medios alternativos. Y si hay excepciones, estas confirman la regla. Pocas veces se analiza por qué les interesa a los medios de la burguesía determinados temas y no otros.

Uno de los temas que ha desaparecido como por encanto -porque Occidente ha perdido, básicamente- es Bielorrusia, y se acaban de cumplir cien días desde el intento de derrocamiento de Lukashenko. En este tiempo nuestra Juanita Calamidad (Tijanosvskaya) ha seguido la estela de su predecesor, Juanito Calamidad (Guaidó), y con los mismos resultados: ninguno. Que si huelga general -¿sabéis que para el 26 de octubre se había convocado una que no tuvo lugar?-, que si boicot al consumo, que si sanciones internacionales, que si... Nada de nada. Sanciones de sus proxenetas sí, pero nada más.

Hace un par de semanas en Bielorrusia ocurrió algo inédito: el surgimiento de la "oposición constructiva". Dije que Lukashenko era un mago y que cuando a un mago se le ven los trucos deja de ser mago. Me equivoqué. Aún le quedaba alguno oculto: crear esa "oposición constructiva" es uno de ellos. Y no me queda ninguna duda que lo ha hecho siguiendo las sugerencias de Rusia.

Ya entonces, cuando lo escribí, Lukashenko había anunciado reformas constitucionales -algo que llevaba en su campaña electoral- y de distribución de poderes sin especificar. Algo se ha comenzado a mover en ese sentido. El 10 de octubre fue liberado uno de los candidatos contra Lukashenko, el empresario Yuri Voskresensky, alguien bien visto en Rusia, por cierto, y desde entonces es un firme partidario del "diálogo constructivo" incluso desde la televisión. Se está convirtiendo en la antítesis de Juanita Calamidad.

Así, se acaba de crear la Mesa Redonda de Fuerzas Democráticas que se antepone al Consejo de Coordinación de la Oposición que encabeza Juanita Calamidad y que está reconocido por el Parlamento Europeo como "representación interina legítima de Bielorrusia". Los ataques de ésta no se han hecho esperar y ahora Lukashenko ocupa un lugar muy secundario en toda la trama "opositora". Es entre ellos donde se está librando la batalla.

Calamity Jane era, además, una mentirosa compulsiva: entre otras mentiras, hizo correr la especie de que había formado parte de las fuerzas del general Custer, el que fue derrotado por una coalición de pueblos mandada por el sioux oglala Caballo Loco en Little Big Horn (Pequeño Gran Cuerno), cuando nunca fue así. Lo mismo que nuestros Juanito y Juanita, que son dos vendedores de nada y fabuladores natos. Nuestra Juanita está reconocida por Europa ("representación interina legítima"), como el Juanito ("presidente interino" para unos, "presidente encargado" para otros"), y ahora se está desgañitando para que la Europa no reconozca a Voskresensky. No vaya a ser que el dinero que le llega sea menos o no le llegue si es que Europa, sobre todo EEUU y Polonia, deciden que hay que repartir los fondos para la "sociedad civil".

 La cosa se ha puesto tan difícil para las fuerzas de Juanita Calamidad que acaba de anunciar que se ha formado un Consejo Coordinador de la Oposición "dentro del país" para combatir contra la Mesa Redonda de las Fuerzas Democráticas y que estará en la clandestinidad. Juanita Calamidad, acompañada en esta ocasión por Svetlana Aleksievich para dar algo de fuerza a su historia, dice que "Occidente no comprende lo que está pasando en Bielorrusia".

La cosa no sería reseñable si no fuese porque desde Bielorrusia se ha acusado a Juanita Calamidad de todo porque lo poco que queda del llamenos "anterior" Consejo Coordinador de la Oposición dice no tener noticias del nuevo y que ellos siguen funcionando. O sea, que ahora hay dos Consejos. O tres, con los de la "oposición constructiva".

Hasta ahora la apuesta de Occidente por Juanita Calamidad no ha dado sus frutos, como tampoco las décadas de "sanciones selectivas" contra Bielorrusia. La imagen de los embajadores europeos depositando flores donde murió un manifestante (¿habéis visto algo similar en Bolivia tras el golpe de Estado, en Chile o en Perú?) está ya muy lejos. Ahora en Occidente se está comenzando a hablar de cómo Juanita Calamidad está comenzando estar desfasada porque no es posible "impedir la influencia económica china en Europa" que tiene en Bielorrusia uno de sus centros, secundario, pero importante y "el abrazo ruso".

Por si todo ello fuese poco, Lukashenko acaba de sacar otro truco de su chistera de mago: acaba de anunciar que "antes de fin de año se tiene que resolver la cuestión de la creación de organizaciones sindicales en todas las empresas privadas" y que aquellas que no lo hagan "serán liquidadas". Lo poco que ha habido de protestas y huelgas siguiendo el llamado de Juanita Calamidad, la última este pasado 26 de octubre, han sido cierres patronales y no huelgas obreras propiamente dichas. Lukashenko ha tomado nota. Dado que mal o bien los trabajadores no están siguiendo los llamamientos de la "representación interina legítima", el tener sindicatos dentro de estas empresas privadas le va a garantizar a Lukashenko un control sobre estas empresas dado que es desde arriba desde donde se impulsan estos sindicatos. Es bastante obvio que el Estado considera que esto fortalece su control sobre el sector privado. Y que tiene toda la sartén por el mango. Juanita Calamidad tendrá que seguir con sus apariciones circenses por Europa para ganarse (bien) la vida.

El Lince

martes, 17 de noviembre de 2020

El ala izquierda del cóndor

La toma de posesión del nuevo gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Bolivia en las elecciones organizadas por los golpistas ha sido muy sintomática: los dos discursos, del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca, han insistido en que va a ser de unidad y en "buscar soluciones entre la derecha y la izquierda". Una imagen del discurso de Choquehuanca me llamó poderosamente la atención: "Nuestra verdad es muy simple: el cóndor solo despega cuando su ala derecha está en perfecto equilibrio con su ala izquierda"

Aunque revestido de simbología indígena, ayni, minka, tama, tumpa, colka, ayllu... todo el discurso es una especie de "pelillos a la mar" dirigido a los golpistas. Y eso cuando la Defensoría del Pueblo acaba de denunciar que ni la policía ni el ejército cooperan para esclarecer las matanzas habidas durante el golpe de estado. Las palabras textuales son: "la investigación para esclarecer las masacres en Bolivia está en fase preliminar por la falta de cooperación de algunos sectores militares que, de hecho, obstaculizan las indagaciones al no entregar la información requerida para aclarar los hechos ocurridos en 2019".

Como dije, el movimiento se demuestra andando y hay que ver hacia dónde se encaminará Bolivia aunque los primeros pasos del MAS no sean muy alentadores.

Bolivia es un país andino y por eso habla de la gran ave andina, el cóndor. Brasil no es andino, pero esos términos muy bien hubiesen sido asumidos por el Partido del Trabajo.

Este domingo se han celebrado elecciones municipales en Brasil y los resultados son muy significativos. Porque el Partido del Trabajo, el que gobernó con Lula y Rousseff, ha perdido la hegemonía de la izquierda. Conserva algún porcentaje de poder, siendo aún mayoría en 13 de las principales ciudades del país, pero nada comparado con lo que tuvo. Es el precio de la claudicación, de la corrupción y del nepotismo. Por eso saltaron de alegría (Lula el primero) cuando las elecciones de EEUU y la aparente victoria de Biden. Porque no tienen más referentes. Exactamente lo mismo que aquí en el Estado canalla, más conocido como España, hicieron quienes van de "progres", vicepresidente del gobierno el primero.

Como en Bolivia, Brasil es otro país donde hay segunda vuelta en las elecciones, por lo que los resultados de ahora, con ser significativos, no son definitivos. Pueden cambiar. Pero las perspectivas son buenas, pase lo que pase; buenas para el reforzamiento del ala izquierda del cóndor. 

Para visibilizarlo hay dos ciudades emblemáticas: Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, y Belém. En las dos ciudades será el Partido del Socialismo y la Libertad (PSOL) quien se dispute la alcaldía con la derecha. Surgido en 2004 por expulsados del PT, a quienes se acusaba de "izquierdistas" por oponerse al aumento de la edad de jubilación y a la reforma neoliberal de las pensiones que impulsó el PT desde el gobierno, hoy es el partido que está encabezando las esperanzas de una buena parte de la población progresista brasileña. Y el PT sigue con su estúpida pretensión de vivir como si nada hubiese pasado ni con Lula ni con Rousseff, ni de lo que hicieron en el gobierno ni de cómo fueron los tontos útiles del capitalismo. Su prepotencia llega hasta el extremo de que el candidato del PT en Sao Paulo, que ha quedado en cuarto lugar, llegó a poner en duda la "legimitad" del PSOL cuando este partido sugirió una coalición con el PT que podía ganar de calle en la primera vuelta. El PT pretendía seguir siendo hegemónico cuando ahora no es más que un segundón.

Si a ello se suma que en Porto Alegre, la cuna del llamado "altermundismo" cuando allá por el año 2001 y bajo la influencia del PT se puso en marcha el famoso Foro Social Mundial, quien irá a la segunda vuelta es el Partido Comunista do Brasil (aunque en alianza con el PT) se tiene una foto bastante fideligna de por dónde van las cosas. 

Estas elecciones han supuesto una evidente derrota del neofascismo de Bolsonaro, un auge de la izquierda "radical" -como ya la denominan los medios de propaganda- que, en porcentajes, ha subido un 50% en todas partes y un significativo retroceso del PT casi en esa misma proporción. Por eso es importante esta segunda vuelta, porque habrá un reposicionamiento de derecha e izquierda, con los neofascistas apoyando a los canditados pretendidamente "centristas" y con el antifascismo apoyando a los candidatos mejor situados. Mientras el PSOL, el PCdB y otros ya han dicho que votarán a los canditados del PT, este aún no ha tomado una decisión.

En el PT hay marejada interna. Algunos de sus dirigentes han hecho un llamamiento a que se vote a esos partidos en la segunda vuelta del día 29. Qué haga ahora y a quién apoyará será el termómetro que marque, de manera definitiva, qué es este partido por mucho Lula que valga.

El Lince

viernes, 13 de noviembre de 2020

Otro codazo al gran entrometido


Otro fin de semana casi histórico, otra piedra más en el camino hacia un nuevo orden multipolar donde Occidente se repliega (a la fuerza), otra muestra más de cómo el mundo gira hacia donde sale el sol: el este.

Desde ayer y hasta el domingo se están reuniendo en Vietnam catorce países que van a dar origen a lo que será el acuerdo de comercio más grande del mundo, con países que engloban el 31% de la población mundial, que representan casi la misma proporción del PIB mundial y un poco menos de ese porcentaje del comercio mundial. Estoy hablando de la Asociación Económica Integral Regional de la que no habéis oído hablar (¡ah, esos maravillosos y simpáticos medios de propaganda occidentales!) y que está compuesta por Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania, Campoya, China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. 

El único país asiático que se queda fuera es India (además de Corea del Norte) y lo hace tras la deriva hacia EEUU en esa luna de miel entre Modi y Trump iniciada hace un par de años. No obstante, si Trump deja la presidencia es basante probable que India reconsidere su posición para no quedarse fuera de tan lucrativo mercado. Sobre todo porque lo que propugna este nuevo acuerdo económico es la eliminación de las barreras arancelarias y no arancelarias entre los países integrantes y eso, por sí solo, ya se estima que aumentará el PIB de todos los países en un mínimo del 2% anual. Es un acuerdo en el que todos los países asiáticos ganan (y en el que Occidente pierde).

El gran impulsor del acuerdo y el gran beneficiario es China. Porque pese a la presencia de vasallos tradicionales de EEUU como Japón, Corea del sur, Australia y Nueva Zelanda, son los chinos quienes, en la práctica, han redactado las reglas del acuerdo y del comercio en la zona. China venía persiguiendo este acuerdo desde 2012 insistiendo en que no tendrá un comportamiento dominador sino cooperador. De hecho, con toda probabilidad será Vietnam quien presida esta nueva asociación.

China poco a poco ha ido ganando para su causa a todos los países asiáticos, pero ha sido el coronavirus lo que ha decantado finalmente la balanza y ha decidido a todos estos países a dar el paso final. Porque el coronavirus ha dejado desnudo a Occidente, ha puesto de relieve su fragilidad y vulnerabilidad y ha mostrado la fortaleza económica y política de China. El dato que se acaba de conocer relativo a que los países de la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN, que son todos los que están incluidos en la nueva Asociación Económica Integral Regional) se hayan convertido en el primer socio comercial de China en este año de la pandemia, superando a una cada vez más moribunda Unión Europea, ha sido el factor determinante.

Es otro codazo al "gran entrometido", como se califica normalmente a EEUU en Asia-Pacífico, aunque es obvio que no todo es un camino de rosas. Aún quedan cuestiones pendientes de resolver como las disputas entre China-Filipinas-Vietnam por el Mar Meridional de China y que también se van a abordar en la cumbre de este fin de semana junto a otros temas como cooperación en infraestructura digital o promover la aplicación de 5G.

Aquí se ve otra cuestión: los países asiáticos, sin excepción, han sabido combatir mucho mejor la pandemia que los occidentales y han salido de ella no solo más rápidamente, sino con mayor fortaleza. Y que optan de forma abierta por la cooperación entre ellos haciendo secundario otro tipo de alianzas. Porque se empieza por la cuestión económica y se termina en otro tipo de alianzas.

Está claro que EEUU, con o sin Trump, no va a variar su política anti-china y que el "gran entrometido" va a seguir enredando (impulsando la fenecida Asociación Transpacífica que se cargó Trump), pero será difícil que revierta la situación. Porque con este acuerdo, China y Japón firman su primer gran pacto comercial y será la piedra de toque para una mayor confianza mutua. Y es una muestra evidente del enfado de Japón con la actitud de EEUU de retirarse de la Asociación Transpacífica que, por mucho que insistiese Biden en revitalizarla, llegaría ya tarde y en peores condiciones que el nuevo AEIR.

 El Lince

martes, 10 de noviembre de 2020

El resultado de la arrogancia

Fin a la guerra de Nagorno-Karabaj. Triunfo incontestable de Azerbaiyán. Derrota humillante de Armenia. Rusia de nuevo como garante y hacedor de acuerdos. Occidente de nuevo desaparece.

Este es el resumen de mes y medio de guerra en la que hay alguna que otra cosa de la que hablar, como el papel de Turquía, y una cosa que resaltar: la arrogancia, en parejo a la ignorancia, y la prepotencia de quienes son incapaces de entender que la hegemonía occidental ya no existe, que Occidente no es un referente para nadie.

Hace dos años hubo una revuelta en Armenia que se pareció mucho a esas famosas "revoluciones de color" que tanto gustan a los mediocres. Tanto antes de eso, como entonces de eso, y ahora tras eso quienes forman parte de las élites armenias son un hatajo de corruptos mafiosos hasta decir basta. Pero los pro-occidentales se hicieron con el cotarro y plantearon que había que irse separando de "la influencia rusa" e irse acercando a "los parámetros de Occidente". Lo mismo que en Ucrania, o que en Bielorrusia, o que en cualquier otra parte. Lo mismo que los kurdos. 

Tienen una visión totalmente antigua y unos conocimientos (?) irreales de la geopolítica y de la situación mundial. Pero como caen bien en Occidente, se habla de ellos y se les arropa. Y ellos se lo creen. Y así les va.

Ahora Armenia tiene que pagar un precio muy amargo. Aquí hay una pequeña historia que debería, es un decir, servir para quienes van de pro-occidentales.

En 2011 hubo un intento de arreglo amistoso, patrocinado por Rusia, que no cuajó por la intransigencia armenia, aunque sí se logró un memorando de entendimiento entre Azerbaiyán y Armenia para continuar las negociaciones en búsqueda de una solución sobre Nagorno-Karabaj que satisfaciese a las dos partes. En 2018, unas de las primeras iniciativas en política exterior que tomaron los pro-occidentales fue desconocer del todo ese acuerdo de 2011, pese a su levedad. 

Dos años despúes Armenia ha perdido casi todo, Azerbaiyán ha logrado sus objetivos declarados (retomar el control del territorio que según el derecho internacional se reconoce como suyo) aunque no el otro, expreso, de "tomar todo Karabaj". Si se compara el acuerdo no nato de 2011 con lo de ahora, las condiciones para Armenia son significativamente peores. Es el precio de la arrogancia (y los kurdos deberían tomar buena nota, aunque lo dudo: son otros arrogantes).

Rusia ha vuelto a ganar, aunque no del todo. Queda claro su papel como garante y hacedor de acuerdos, y la presencia de sus tropas como "fuerzas de paz" permite que siga existiendo la República de Artsaj, nombre con que se conoce el gobierno de Nagorno-Karabaj, aunque con mucho menos territorio. Al mismo tiempo, fortalece su posición dentro de Armenia porque es visto ya como el único sostén que tiene el país ante la inacción y debilidad de Occidente. Eso elimina de raíz los intentos de los pro-occidentales armenios de desvincular al país tanto de la Unión Económica Euroasiática como de la Organización del Tratado de Cooperación y Seguridad Colectiva.

Al mismo tiempo, permite recuperar un poco la cara al Kremlin ante la realidad de que Turquía ha penetrado en la "habitual esfera de influencia" rusa en el Cáucaso. Y aquí hay que culpabilizar, otra vez, a los pro-occidentales armenios que en su obsesión contra Rusia no vieron venir (o dejaron hacer) el callado acercamiento entre Turquía y Azerbaiyán que ahora les ha derrotado. Y eso que Turquía es un enemigo histórico de Armenia, pero la rusofobia les pudo más, mucho más.

El Lince

viernes, 6 de noviembre de 2020

El aviso, la coincidencia, o lo que sea

Entretenidos como estamos con las elecciones en EEUU hay un dato en apariencia irrelevante pero que desata las alarmas en una guerra, aún no cruenta, pero devastadora entre EEUU y China. Puede que sea un aviso, puede que sea una coincidencia, puede que sea cualquier cosa. Pero ahí está.

Resulta que Apple está en problemas por "escasez de chips de energía" para su último modelo de iPhone. Resulta que esto va a generar serios "desajustes" en la política de la compañía y en las ventas previstas para estas navidades puesto que se estima que "las interrupciones de suministro persistan durante los próximos dos trimestres". 

Bueno, a cualquier empresa le pueden pasar esas cosas de vez en cuando ¿no? ¿Por qué alarmarse entonces?

Aquí entra el apartado de especulaciones, si eso es un aviso de algo que ocurrió no hace mucho o una simple coincidencia. 

Dado que Apple no ha especificado el por qué de esa escasez de suministro ni el origen de los componentes que lo generan puede, tal vez, acaso, quizás sea un primer aviso de China de lo que puede ocurrir si aplica a rajatabla la ley aprobada el 13 de octubre sobre control de exportaciones y autorización al gobierno a "tomar contramedidas" contra cualquier país que "abuse de las medidas de control de exportaciones" y represente una amenaza para la seguridad nacional y los intereses de China. Es decir, se prohíbe la exportación de sustancias estratégicas (especialmente las tierras raras) y tecnología a empresas extranjeras que podrían representar una amenaza para su seguridad nacional.

Como os dije, y para que en EEUU se entienda mejor simplificando el mensaje, es algo así como "sin tierras raras no hay chips". Pues no hay chips. Y eso afecta a una compañía que está en competencia feroz con Huawei por la hegemonía en tecnología 5G y que, como consecuencia de la prohibición a que se enfrenta Huawei, está viendo cómo se la boicotea en China.

Lo que me ha llamado la atención no es el hecho en sí, sino la referencia a que "se espera que las interrupciones persistan durante los próximos dos trimestres". O sea, el tiempo que dio China para ver qué hace el nuevo, o no, presidente de EEUU. Como os dije, si gana Biden China le va a dar unos meses para ver si es capaz de revertir la política de enfrentamiento y si gana Trump no habrá tiempo alguno y que, en cualquier caso, será en la primera sesión de la Asamblea Popular Nacional donde se dará luz verde al cumplimiento completo de esa ley. Y esa reunión será en marzo de 2021. Dos trimestres, efectivamente.

Puede, sin más, que haya sido una simple coincidencia. 

Lo que no es coincidencia es lo que se está viendo del gran líder de la democracia, del faro del mundo libre y todas esas simplezas en unas elecciones que son de chiste y el desarrollo, más.

Lo que se ve es que Trump ha ganado porque no ha perdido. Siga o no, su legado sí va a continuar y por mucho tiempo porque tiene una importante base social. Si es Biden el presidente poco va a cambiar si es que cambia algo. Porque hay algunas consideraciones que se pueden hacer ya, con independencia del resultado final.

La primera, que el Partido Republicano cuenta con un significativo apoyo de la llamada "clase trabajadora". La segunda, que las minorías de todo tipo no han seguido masivamente al Partido Demócrata pese a toda la fanfarria de los medios de propaganda y a las protestas. La tercera, que el manejo desastroso de la pandemia le importa un higo a la gente.

El Lince