miércoles, 26 de febrero de 2020

Una nueva guerra popular

China está aprendiendo mucho del coronavirus. El racismo occidental, por ejemplo. Los nada escondidos deseos de Occidente de que China sucumba a la epidemia y deje de amenazar su hegemonía. Por eso no es solo el Partido Comunista quien se ha movilizado en bloque, sobre todo aportando personal sanitario que ha ido de forma voluntaria a la provincia de Hubei (con su capital, Wuhan, como epicentro), sino que es ya prácticamente todo el país quien acude a la llamada de combate al virus. Alguien lo ha denominado "una nueva guerra popular". Y es cierto.

Domingo 23 de febrero, 8'00 horas. El distrito de Wuchang, de la ciudad de Wuhan, hace un llamamiento a sus habitantes para ayudar a los residentes que permanecen en sus casas como parte de los métodos de prevención y control epidémicos en la compra de alimentos, que ya empiezan a escasear en las viviendas. Doce horas más tarde son ya 10.179 las personas que se han ofrecido.





Un par de escenas humanas de un hospital cualquiera.


 Y un gráfico oficial de la OMS y rebotado por el Instituto John Hopkins sobre lo que os decía el lunes de que China está controlando la enfermedad, aunque se extienda al resto del mundo (pinchad en el gráfico para ver la evolución por días).


Y otro vídeo de la nueva guerra popular china: los habitantes de Wuhan dándose ánimos, utilizando la misma frase que en el vídeo del lunes: "Wuhan, Jiayou" (Wuhan, sigue así, aguanta).


El Lince

lunes, 24 de febrero de 2020

Algo de racionalidad, por fin

La epidemia de coronavirus se extiende fuera de China mientras empieza a controlarse dentro de China. En estos dos meses China ha dado tiempo al mundo, pero el mundo se ha limitado a mirar y a no comprender. Ni se ha preparado ni ha apoyado, especialmente Occidente, esperando el derrumbe de su gran competidor. Fuera de la provincia de Hubei ya apenas hay casos en China, por lo que no está de más que veais, por ejemplo, este vídeo de apoyo y aliento a Wuhan.


"The Lancet", la principal revista médica general del mundo, publicó el 19 de este mes una declaración en apoyo a los científicos y profesionales de la salud pública de China que luchan contra el coronavirus. "En solidaridad con todos los científicos y profesionales de la salud en China que continúan salvando vidas y protegiendo la salud global durante el desafío del brote de COVID-19. Todos estamos juntos en esto, con nuestros homologos chinos a la vanguardia, contra esta nueva amenaza viral", dice.

Una excepción a la norma racista que está convirtiendo al COVID-19 en el "peligro amarillo".

El Lince

lunes, 17 de febrero de 2020

Y seremos libres

Guerra es paz, no es sí. No, no es Orwell, es la letra de una canción.

En mi juventud había una serie de dibujos animados, "Vickie, el vikingo", donde un personaje siempre decía "estoy entusiasmaado" cuando el protagonista tenía una idea que salvaba la situación. Y ahora veo a personajes y personajillos "progres" entusiasmaados con Bernie Sanders, con Alejandra Acasio Cortez y similares. Entusiasmaados como si el Partido Demócrata en EEUU fuese algo diferente del Republicano. Entusiasmaados porque Sanders se dice a sí mismo "socialista"  pero que no pasa de ser una mala copia de la socialdemocracia más rancia europea (si es que a lo que hay aquí se le puede llamar socialdemocracia). Y no. Ni por el forro.

Puede que para algunos estándares estadounidenses esta peña parezca muy avanzada (que si quieren legalizar la marihuana, que si quieren hacer resurgir el seguro médico -miserable en sí- que lanzó Obama y que truncó Trump, que si...) pero visto desde fuera son tan peligrosos, o más, que los republicanos en política exterior. Lo de dentro a nosotros no los afecta, aunque pensemos que peor es nada y que menos da una piedra (en la línea de Unidas Podemos), pero lo de fuera sí. Y por ello hay que criticar. Sin perdón. Porque si esta es la esperanza del progresismo, apañados vamos. Y esta peña nos está vendiendo, y estamos comprando, que la guerra es la paz y que no es sí, y que todos somos libres.

Se dice que el socialismo está de moda en EEUU, que se ha vuelto popular entre la juventud y que eso se debe a Sanders. Pudiera ser (si vives de ilusiones). Dicen, también, que las propuestas de Sanders han obligado a todo el resto de candidaturas del Partido Demócrata a posicionarse sobre ellas, desde la salud a la educación, desde la ecología (el contrato verde, lo llaman) al salario mínimo. Algo de esto hay. Dicen, además, que las propuestas económicas de Sanders "serían una ruina para la economía estadounidense" por lo que es un peligro. Y esto es cierto, como lo fue la inicial (que no la de ahora) reacción de la patronal española con la entrada de Unidas Podemos en el gobierno. Sin embargo...

Sanders se está perfilando como el claro favorito a la denominación presidencial del PD y por eso le están dando leña, dentro y fuera de su partido. Dicen que con un tipo como él el PD será poco menos que irrelevante, perdiendo su mayoría actual en el Congreso y retrocediendo en el Senado. Dicen que, de seguir así, "le está haciendo la campaña a Trump". Sin embargo...

Sanders acaba de decir unas cuantas cosas que ponen a cada cual en su lugar. Y a él y a quienes le jalean les sale un retrato peor que el de Dorian Gray. Os voy a sintetizar esas cosas para ahorraros más lectura:
1.- Aprueba la fuerza militar contra Corea del Norte e Irán.
2.- Aprueba la fuerza militar para una "intervención humanitaria".
3.- Aprueba el asesinato de Soleimani.
4.- Aprueba considerar a Rusia como enemigo.
5.- Considera que Rusia interfirió en las elecciones estadounidenses.
6.- Considera injusto el acuerdo comercial con China.
7.- Condena la "brutal represión" de los manifestantes en Hong Kong.
8.- Mantiene la embajada de EEUU en Jerusalén.

Aunque añade algunos pequeñísimos matices a algunas de estas cuestiones, mantiene esos ocho puntos en toda su esencia. El famoso "complejo militar-industrial" se frota las manos. Dinero para lo de siempre fuera para sostener, dicen, algo "progre" dentro. Control de recursos fuera para la economía dentro. ¿De verdad este tipo y quienes le apoyan y jalean son "progres"? ¿Véis alguna diferencia en politica exterior con Trump? No la hay, en cualquier caso es simplemente táctica, no estratégica, y quien diga otra cosa no solo es ciego. Pero eso sí, los "progres" nos convencerán que la guerra es paz y que no es sí. Y que gracias a ellos seremos libres.




PD.- El sábado, de nuevo, la Organización Mundial de la Salud volvió a hablar: "hacemos un llamamiento a los líderes mundiales para detener el estigma y el odio en medio del brote del virus". Y es que la campaña occidental (especialmente en EEUU) contra China es nauseabunda, además de racista.

El Lince

viernes, 14 de febrero de 2020

La antítesis está en el Caribe

¿Recordáis el nuevo cuento para niños que se nos relató en Davos? Un cuento pintado de verde para hacerlo más tragable. Los capitalistas sin alma decidieron que había que tenerla y pintarla de verde, y decidieron que había que demostrar que se vuelven buena gente llevando a otras buenas gentes y permitiénendolas hablar, como a esa buena chica llamada Greta Thunberg convertida en el icono de quienes dicen que se preocupan por el planeta. Y todos tan contentos. ¿Os dije que detrás de la Agenda del Cambio Climático está la Junta de Asesores Asociados de Davos en la que está Cristina Lagarde, directora del Banco Central Europeo y ex jefa del FMI; David Rubinstein, fundador de Carlyle Group (principal firma de inversión global); Feike Sybesma, preboste de Unilever (multinacional de alimentos) y encargado del Banco Mundial para el carbono; Larry Fink, preboste de BlackRock (fondo de inversiones que está detrás de la reforma laboral y de pensiones en Francia), que...? ¿No lo dije? Se me olvidaría. Un error imperdonable que tal vez habréis subsanado leyendo los muy democráticos medios de propaganda habituales. Mientras tanto...

Érase una vez un país pequeño, pobre, maltratado, vilipendiado y despreciado casi por todas las buenas gentes que acudieron a Davos a pintarse de verde que resulta que ¡es verde! Sin recurrir al capitalismo, sin recurrir al FMI, sin recurrir al BM, sin recurrir a Davos. Sin recurrir a Greta alguna que llene páginas y horas con sus trenzas hablando de lo bonito que es el color verde. Sin estridencias, trabajando día a día y convirtiendo en norma lo que para el capitalismo verde es la excepción: la agroecología.

Este país pequeño, pobre, maltratado, vilipendiado y despreciado por casi todas las buenas gentes que acudieron a Davos a pintarse de verde resulta que tiene los ríos más limpios del mundo, con niveles más bajos de contaminación del mundo por fertilizantes. En consecuencia, este país es el puntero del mundo en agua dulce. Un país que está rodeado de agua salada por todas partes. Este país es una isla. Se llama Cuba.

No busquéis los datos entre los ecologistas occidentales -y tampoco en los otros-, no lo busquéis entre los capitalistas vestidos de verde. Ambos son como la mafia, comportándose como la mafia: la "omertá", la ley del silencio es su norma. Sólo hablan de la nueva ley escrita en Davos. Todo lo que no se escribió ahí no existe. Y más si quien está a la vanguardia pasa de Davos (y sus añadidos de colores) como de comer mierda.

Cuba es un país pequeño, pobre, maltratado, vilipendiado y despreciado por todas estas buenas gentes pintadas de verde. A pesar de tener una historia de agricultura intensiva (la caña de azúcar) tras la desaparición de la URSS y del "campo socialista" Cuba convirtió a la necesidad en virtud y en lugar de recurrir a los caminos trillados que tan bien conocemos (mirad a vuestro alrededor) decidió centrarse en la agroecología, en reconvertir su agricultura a prácticas agrícolas de menor escala y más sostenibles. Era el año 1990, el inicio del "período especial". Y hoy, 30 años después, es el país más desarrollado del mundo en esta área.

Este país pequeño, pobre, maltratado, vilipendiado y despreciado por todas estas buenas gentes pintadas de verde también está sometido a bloqueo, desde hace 60 años, por el patrón de todos ellos: EEUU. Pero pese a todo, está por encima de todos y cada uno de los países de estas buenas gentes pintadas de verde.

Perdón, casi me olvido también de deciros que no son estos pérfidos comunistoides cubanos quienes lo dicen para darse bombo, sino la Geological Society of America (30 de enero de 2020) que no puede evitar rendir homenaje a quien así se comporta y finaliza su estudio diciendo: "esto sugiere los beneficios del cambio de Cuba a la agricultura de conservación después de 1990 y proporciona un modelo para una agricultura más sostenible en todo el mundo".

Bueno claro, en Davos no se habló de agricultura sostenible sino de cambio climático. La agricultura quedó en las manos de siempre, en las multinacionales y con los conservacionistas más o menos "progres" desplegando la alfombra roja para ellas. Pronto veremos la comida sintética sin necesidad de agricultura y ganadería en nombre del planeta. O carne falsa para las clases bajas (y dirán que así se combate al hambre), si es que lo pueden pagar aunque ya hay algo similar en los Burger King o McDonalds.

El Lince

lunes, 10 de febrero de 2020

11.291 y la humanidad con sus máscaras

Es el número de trabajadores sanitarios, voluntarios en su inmensa mayoría, integrantes del Partido Comunista en su inmensa mayoría, los que se encuentran ya en la provincia de Hubei combatiendo el coronavirus y ayudando a los afectados. Y, mientras, la humanidad con sus máscaras.










El número de muertos crece, el de afectados, también. Y todo el mundo lleva máscaras. Unos, para protegerse de la transmisión de la enfermedad. Otros, para ocultar su satisfacción ante un inesperado tropiezo de la superpotencia mundial que está poniendo en jaque la hegemonía occidental. La campaña contra China es tremenda, incluyendo la ideología. Y la OMS insistiendo que "hay que estar agradecidos por los esfuerzos del personal de salud en China, especialmente en Hubei, para descubrir cómo atender mejor a los pacientes infectados y evitar la propagación del nuevo coronavirus".

De nuevo es su director general, y lo dijo ayer; de nuevo alguien a cara descubierta quitando las máscaras occidentales: "Estoy asombrado por los miles de trabajadores de la salud en China, especialmente en Hubei, que están cuidando a los pacientes y recabando datos sobre el nuevo coronavirus 2019 para su análisis científico, mientras se encuentran bajo una presión inmensa[En la imagen de más arriba podéis ver cómo queda la cara tras llevar la máscara y las gafas protectoras 12 horas seguidas; esta es la gente que está luchando, también, por nosotros] (...) "A partir de la rápida compartición de China de los datos de la secuencia del genoma a nuestro trabajo en la OMS para refutar mitos, estamos recabando, analizando y compartiendo rápidamente información para mantener seguro al mundo".

La carrera para buscar un antídoto está en marcha, pero antes hay que encontrar la causa. Y mientras los chinos no digan otra cosa, y lo refrende la OMS, lo demás son teorías conspirativas. Encontrar la fuente del virus es la mejor manera de hacer un tratamiento ya que permite la identificación de ADN completo y el inicio de experimentos de laboratorio en un intento de eliminar el virus hasta crear una vacuna para él.

Puede ser comprensible el estado de confusión y miedo, incluyendo la cuestión económica y cómo va a afectar al mundo. Pero lo que no es de recibo es la campaña contra China porque está dando ejemplo de muchas cosas. Cuando aisla ciudades enteras, limpia sus calles por todos los medios disponibles y hace lo posible y casi lo imposible, otros -sobre todo Occidente- miran desde la distancia y ocultan su sonrisa tras la máscara. 



El Lince

miércoles, 5 de febrero de 2020

Las sardinas ya son tiburones

En menos de dos meses los "progres" de Unidas Podemos han dejado muy claro lo que son. Están el el gobierno y han asumido todo lo que cuestionaron y criticaron con una rapidez pasmosa: la monarquía, los torturadores, las mentiras, el engaño... Prometieron lealtad a la burguesía y lo están cumpliendo. Su servilismo es de tal calibre que sonroja a quienes tengan algo de vergüenza.

Ya pasó en Grecia con Syriza; sí, esa "izquierda radical" que se plegó a la plutocracia de Bruselas sin hacer caso a la votación -¡votación!- del pueblo griego que mayoritariamente dijo "no" en un referéndum que convocó la propia Syriza. Entonces personajes y personajillos de Unidas Podemos corrían a fotografiarse con personajes y personajillos de Syriza. Han demostrado ser buenos discípulos (y discípulas).

Pasó en Francia, cuando "la Francia Insumisa" llamó a que se votase a Macron para que no ganase Le Pen, con los resultados que se ven ahora con los "chalecos amarillos" y la destrucción de las conquistas sociales.

Está pasando en Italia con las famosas "sardinas", el movimiento supuestamente espontáneo y muy parecido al 15-M que dió origen a Podemos. Al igual que lo primero que hizo Podemos fue reunirse con el FMI y los empresarios para demostrarles que no eran ogros, ni radicales, ni nada de nada, las "sardinas" italianas se están reuniendo ya con grandes empresarios, como Benetton, por ejemplo. Buenos chicos, buenas chicas. Desaliñados, sí, pero respetuosos con el orden.

Quienes dicen luchar por la justicia social y por una nueva forma de hacer política olvidan con gran rapidez los gritos del silencio (o intentan comprarlo aumentando el salario mínimo 50 euros al mes, igual que Macron intentó comprar a los "chalecos amarillos" con una cantidad parecida). Desde luego, ya no queda nada de "libertad, igualdad y justicia social" que reclamaban en calles y plazas hace cinco o seis años. Las sardinas españolas, catalanas, griegas, francesas, italianas... se han convertido en tiburones, pequeños aún, pero tiburones.

Y el sistema les cuida, y les alienta en las encuestas. Todo va bien, ya son de los suyos. La decepción de las plazas, la integridad de quienes dieron los primeros pasos se desvanecen como la credibilidad de quienes fueron movimiento. ¿Limpiar la política? eso es una ingenuidad. Todo, absolutamente todo lo que hacen y dicen no son otra cosa que bofetadas para quienes fueron con/tras ellos en las plazas creyendo sus mensajes. Incluso puede que aún vayan con/tras ellos y acepten las bofetadas, al igual que no era el esclavista quien daba latigazos a los esclavos sino el capataz o el caporal, también esclavo pero de confianza del esclavista. Incluso, a veces, se disculpaba tras los latigazos (como UP con el aval a los torturadores que hizo ayer mismo).

¿Deseo de escapar? ¿hacia dónde? Lo poco que quedaba por ahí era la CUP catalana, también en un proceso preocupante aunque sin llegar, ni de lejos, a todo lo relatado. Tal vez en las próximas elecciones catalanas de dentro de un par de meses vuelva a sus orígenes. Tal vez.

El Lince


martes, 4 de febrero de 2020

¡Ánimo, China!

Son ya 8.310 los sanitarios, en su inmensa mayoría voluntarios, los que se han desplazado a Wuhan (en realidad a toda la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan) para ayudar a los afectados y combatir la expansión del virus. "¡Ánimo, China!", se está convirtiendo en el grito de guerra en este combate. Hoy no hay palabras, ya está casi todo dicho. Pero sí imágenes del personal voluntario.

 Zhang Jixian, directora del Departamento de Medicina Respiratoria y de Cuidados Críticos del Hospital Provincial de Hubei, quien descubrió el brote de coronavirus.




Os comenté en la primera entrega sobre el combate de China contra el coronavirus la actitud de las enfermeras voluntarias cortándose el pelo y atendiendo a las explicaciones sobre las medidas de protección.













Propaganda, pero también realidad: las mujeres son mayoría dentro de las 8.310 personas sanitarias voluntarias en Wuhan.

El Lince