martes, 29 de noviembre de 2022

El golpe y la carnaza

China, de nuevo China. La bicha para Occidente. Resulta que con la política de Covid-0 que viene impulsando el país asiático desde el inicio, hay una serie de manifestaciones que son resaltadas por los sospechosos habituales como si se estuviese a punto de una rebelión en masa. Ya les gustaría. Los medios de propaganda ya tienen carnaza durante unos días, al igual que la tuvieron con Irán, y antes con cualquier otro malo malísimo.

Occidente vive de la propaganda, de la carnaza. Si la semana pasada fue espeluznante para el declive occidental, la que ahora comienza no se queda atrás. Pese a la carnaza con que nos dan de comer los sospechosos habituales, ha recibido otros dos golpes.

Lo primero a tener en cuenta es la estrepitosa derrota de los partidarios de EEUU (y de sus vasallos occidentales en Taiwán). Este fin de semana ha habido elecciones locales y el batacazo ha sido de los que hacen época para Occidente: la oposición, partidaria de una buena relación con la parte continental, ha barrido haciéndose con 16 de las 23 principales ciudades, incluyendo la capital. Dos están en manos de candidatos independientes, aunque también partidarios de la buena relación. Por lo tanto, los amiguitos de la abuela Pelosi y adláteres se han quedado con un palmo de narices manteniendo solo 5 ciudades. 

La aplastante derrota de los "pelosianos", partidarios de la alianza con EEUU y el resto de Occidente, frente a los partidarios del acercamiento a China continental no tiene parangón. Es el resultado de la provocación constante y que tuvo su momento culminante con la visita de la abuela Pelosi. En China están alborozados porque el resultado de los secuaces de Occidente es el peor en 36 años. Y eso es buena señal, es un buen golpe el recibido por los sospechosos habituales aunque los que han ganado quieren seguir manteniendo las buenas relaciones con Occidente pero sin la agresividad que había ahora con el continente. Los residentes en Taiwán han demostrado que entienden que el camino seguido por el actual gobierno, respaldado como siempre por Estados Unidos, conlleva riesgos y peligros que no quieren afrontar en absoluto. 

Uno de los activos de Occidente se desinfla, de ahí el interés en resaltar las protestas contra el Covid-0. Uno, el otro es Ucrania, y aquí están saltando chispas.

No, no son las instalaciones eléctricas que están volando, volando. Es el Occidente colectivo el que está empezando a estar hasta el gorro del payaso y sus neonazis.

Si hay que hacer caso a lo que se dice por los lares del patrón, 20 de los 30 países de la OTAN "han agotado sus reservas de armas". Así que eso de "apoyar a Ucrania tanto como haga falta" tiene fecha de caducidad. 

Y como la historia juega malas pasadas, aquí hay un excelente recordatorio de lo que hizo (y hace siempre) la OTAN en Yugoslavia durante la guerra de 1999. Así respondía en entonces portavoz de la OTAN -acordaos de los "efectos colaterales"- cuando se le preguntó el porqué de los ataques a las centrales eléctricas: "Desafortunadamente, los sistemas de comando y control también dependen de la electricidad. Si Milosevic realmente quiere que sus ciudadanos tengan agua y electricidad, todo lo que tiene que hacer es aceptar los términos de la OTAN y detendremos esta campaña. Hasta que lo haga, seguiremos atacando objetivos que suministran electricidad a su ejército. Si esto tiene consecuencias para la población, esos son sus problemas [de Milosevic]El suministro de agua y la electricidad se están utilizando contra el pueblo de Serbia, los hemos "cortado" para siempre o durante mucho tiempo por el bien de las vidas de 1'6 millones de kosovares que han sido expulsados ​​​​de sus hogares y cuyas vidas han sido gravemente dañadas. Esta diferencia no gustará a todo el mundo, pero para mí esta diferencia es fundamental".

Occidente es encantador, por supuesto. Y democrático y eso. Y con valores, por supuesto. Su orden y sus reglas. Este es un recordatorio muy oportuno y que no conviene olvidar. Porque donde las dan, las toman.

El Lince

martes, 22 de noviembre de 2022

Una semana donde ha pasado una década

Empecinados en interpretar el mundo según nuestro ombligo occidental, nos olvidamos de que hay otro mundo ahí fuera que ya no es occidental (es decir, hegemonizado por Occidente) y que este Occidente cada vez está más deshilachado y enfrentado (aunque no lo parezca).

En la semana que he estado sin escribir han pasado muchas cosas que definen cómo estamos y que inciden en más de lo mismo: el combate de Occidente por intentar mantener su hegemonía, que desaparece, es cada vez más agónico.

1.- 18 países de la UE, de los 27 que la componen, tienen una inflación de dos dígitos:

- 22,5% - Estonia
- 22,1% - Lituania
- 21,9% - Hungría
- 21,7% - Letonia
- 16,8% - Países Bajos
- 16,4% - Polonia
- 15,5% - República Checa
- 14,8% - Bulgaria
- 14,5% - Eslovaquia
- 13,5% - Rumanía
- 13,1% - Bélgica
- 12,7% - Croacia
- 12,6% - Italia
- 11,6% - Alemania
- 11,5% - Austria
- 11,4% - Dinamarca
- 10,6% - Portugal
- 10,3% - Eslovenia

Esto ha provocado que el Banco Central Europeo hable por primera vez de que se estará en recesión al menos hasta el verano de 2023. Lo que ya se ve es que la caída del PIB de la zona euro, es decir, de los países que tienen el euro como moneda (19 de los 27 de la UE) es de 2'5 puntos porcentuales, 3 solo en Alemania, 2'75 en Italia y 2 en Francia. Por lo tanto "la caída probablemente se sentirá más en el cuarto trimestre de este año y en el primer trimestre de 2023”.

2.- Rusia y China han aumentado su comercio en lo que va de año un 64%, con un aumento del 10% en las ventas rusas de gas, petróleo y carbón. Según un informe de Oxford Economics, la realidad es: "Los datos comerciales de China muestran un repunte en las exportaciones de automóviles, maquinaria y equipos a Rusia en el tercer trimestre. China también ha aumentado las importaciones de Rusia, no solo de petróleo y gas, sino también de carbón y metales. Mientras tanto, el volumen de las operaciones diarias en yuanes en el mercado de divisas ruso casi ha alcanzado a las operaciones en euros y dólares estadounidenses. Junto con los anuncios recientes sobre el cambio a rublos y yuanes para el comercio de gas, esto sugiere que la proporción del comercio denominado en yuanes entre Rusia y China está aumentando. La liquidez del yuan ahora es suficiente para que las autoridades rusas intervengan en el yuan en el mercado de divisas cuando entre en vigor una nueva regla presupuestaria". Por si hay dudas lo que está diciendo es que el comercio en moneda occidental entre estos dos países tiende a desaparecer a muy corto plazo.

3.- En un paso sin precedentes, y ya definitivo, el gobierno ruso ha decidido desvincular los contratos de comercio exterior "con países amigos" del tipo de cambio del dólar. Esto fue el 19 de noviembre, con lo que la tan traída y llevada iniciativa occidental de poner un precio máximo al petróleo ruso se cae por sí sola.

4.- Aumento del 765% en las importaciones de fertilizantes a India desde Rusia en lo que va de año, según se ha conocido esta semana. India supera a China en la compra de fertilizantes por primera vez en la historia aunque, eso sí, con descuento sobre el precio internacional actual. Algo que ya será normal con la nueva postura rusa de desvincular el comercio exterior del tipo de cambio del dólar a "los países amigos". India lo está demostrando.

5.- "Alemania está en estado de pánico abierto" por la deslocalización de sus empresas principales, que se están yendo... a EEUU y a otros lugares por la irracional y suicida política de sanciones (ilegales, según el derecho internacional) aplicadas a Rusia y que les está dejando sin material y sin energía. Así que como está en el gobierno una coalición supuestamente "progre", ha decidido "romper el tabú de los subsidios" (sic) para no enfadar a su patrón y "evitar la guerra comercial con Biden" (sic); de esta forma, se demuestra una vez más lo que es la democracia occidental y sus valores y principios puesto que se da la razón a Groucho Marx cuando decía: "tengo unos principios, pero si no te gustan, tengo otros". Ya lo dijo la OTAN en su momento: "es más importante la libertad que el libre comercio cuando se habla de Ucrania". Ahora se demuestra otra vez: lo más importante es ganar en Ucrania, lo demás es secundario. Incluso sus famosos e irrelevantes "valores" y "principios". Pero eso sí, China es mala porque hay un control del Estado sobre las empresas.

6.- En este país, los fanáticos Verdes -que son quienes están empujando con mayor brío la política antirrusa- están destrozando Alemania: la inflación industrial en este cuatrimestre está a niveles ¡de 1949! 

7.- Esto está enfadando, y mucho, a otros países europeos, hasta ahora muy seguidores y seguidistas de la política de austeridad como los Países Bajos: "Alemania está acusada de comportarse de manera poco europea con sus grandes paquetes nacionales de subsidios energéticos para los ciudadanos y la industria". Vaya, vaya. Respondones y todo. De puertas a dentro, eso sí. 

8.- No es el único país. Francia está que trina. "El conflicto ucraniano ha marcado profundas contradicciones estratégicas entre Alemania y Francia", dice esta semana el medio de propaganda Foreign Policy. Los estadounidenses ven que se les rebela el vasallaje. Está por ver hasta dónde va a llegar la "rebelión", pero haberla, hayla. 

9.- Irán conecta su electricidad con Rusia. La red eléctrica iraní ya está conectada a Irak, Azerbaiyán, Armenia, Turkmenistán, Afganistán y Pakistán. Al conectarse ahora a Rusia se garantiza prácticamente la inmunidad de las sanciones occidentales en este campo. 

10.- Qatar y China firman un acuerdo de compraventa mediante el cual Qatar proporcionará a China cuatro millones de toneladas de gas natural licuado por año durante un período de 27 años. A ver si adivináis: si Europa anda desesperadamente buscando alternativa al gas ruso, y una de las posibilidades era Qatar, con este contrato pasarán dos cosas: que Europa se tendrá que dar mucha más prisa o que tendrá que aflojarse mucho más el bolsillo. Mala cosa en ambos casos. 

11.- Y lo más gracioso de todo, que enlaza con lo de "tengo unos principios... y bla, bla, bla": "Los equipos europeos abandonan el brazalete pro-LGBTQ en la Copa del Mundo en Qatar". Como la OTAN dijo, "la libertad está por encima del libre comercio". Ups, me equivoqué: "el comercio está por encima de...". Bueno, allá quien lo lea y sus principios, del derecho o del revés. Si se tienen, por supuesto. O si se es demócrata y eso, por supuesto. O si no se apoya a los autoritarios y eso, por supuesto. O...

Una vez más, Lenin tenía razón: "hay décadas donde no pasa nada; y hay semanas donde pasan décadas". Esta semana ha sido una de ellas.

El Lince

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Hubo una discusión sobre este tema

La reunión del G-lo que sea (antes llamado G-20) ha terminado casi sin pena ni gloria. Casi. Aunque los medios de propaganda insisten en el monotema, que Rusia es malísima, no han podido evitar cosas como el reconocer que ha aumentado la pobreza (¿dónde queda el famoso "gran reinicio" que planteaba que había que contenerla "reformando el capitalismo?) y la reforma de dos instituciones clave para la hegemonía de Occidente: el BM y el FMI.

Al Occidente colectivo solo le interesaba, y le interesa, una cosa: la condena de Rusia. Y no, ni por el forro. Aunque la declaración oficial hace mención a lo que le interesa a Occidente (la resolución de la ONU condenando la intervención rusa, por ejemplo) no ha habido más remedio que reconocer que "hubo una discusión sobre este tema". Es decir, que fuera del Occidente colectivo la cosa no cuela. Por eso se dice que "la mayoría de los miembros" condenaron a Rusia y tal y tal, justo antes de terminar el párrafo afirmando lo obvio: "hay otros puntos de vista y diferentes evaluaciones de la situación y las sanciones asociadas".

Eso se traduce en que Occidente se la ha tenido que envainar cuando se afirma que "es importante defender el derecho internacional y mantener un sistema multilateral pacífico y estable, lo que incluye defender los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, defender el derecho internacional humanitario y proteger a los civiles y la infraestructura en los conflictos armados. El uso o la amenaza del uso de armas nucleares es inadmisible. La resolución pacífica de los conflictos, todos los esfuerzos para resolver las crisis, así como la diplomacia y el diálogo son importantes".

Nada de "orden internacional basado en reglas" y estupideces ad hoc que repite como un mantra Occidente. Ni una sola mención. Está claro que para lo primero, la mención "por mayoría", ha tenido que hacer esta concesión. Ahora hay que ver su recorrido, que será pequeño si Occidente vende la imagen de "triunfo diplomático" y otras sandeces.

Fuera de las afirmaciones habituales y genéricas de estabilidad macroeconómica, cambio climático, seguridad alimentaria, combate a la pobreza y demás, lo interesante es el compromiso de reforma del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Occidente sabe que estos dos instrumentos son fundamentales para intentar mantener su hegemonía, y ofrece una reforma en la "participación accionaria", es decir, en las cuotas de sus miembros. En el caso del BM se establece la fecha de 2025 para ello, mientras que en el FMI será "antes del 15 de diciembre de 2023". 

Que un país como China, con su poderío económico, tenga menos porcentaje que Europa o Japón es inconcebible y aunque los chinos no han hecho sangre de ello, es inevitable un cierto reacomodo, sobre todo en el FMI puesto que este organismo no ha tenido más remedio que aceptar lo evidente: las monedas occidentales decaen y el yuan sube, pese a no está internacionalizado aún. Porque una de las consecuencias de lo que estamos viviendo es que hay una desdolarización evidente, con una desconfianza generalizada hacia las monedas occidentales.

Sobre todo, porque el agua se le escapa de las manos a Occidente: esta semana, China ha otorgado un crédito a Egipto al margen de estas estructuras y utilizando una institución paralela, el Banco Africano de Desarrollo.

Y, al mismo tiempo, por primera vez en la historia de la ONU se ha elegido a los candidatos chinos para algo importante: el Tribunal de Apelaciones y el Tribunal Contencioso Administrativo. China va a tener una palabra importante en el funcionamiento de la ONU sobre la base de su carta fundacional, con lo que se reduce el filibusterismo occidental.

Otro síntoma más del nuevo mundo en el que ya estamos.

El Lince

viernes, 11 de noviembre de 2022

La patraña

Una y otra vez, como el martillo en la pared. El comportamiento occidental se basa en lo que algunos llaman propaganda. Pero hay una palabra castellana que lo define mucho mejor: patraña.

Una patraña es una mentira o falsedad grande y complicada. Lo tenemos con lo que se dice de China, de Rusia, de Venezuela, de Cuba, de Siria, de... Cientos de ejemplos que una y otra vez, como el martillo en la pared, recalcan en lo mismo: hay que cuidar el jardín occidental, que además es democrático y eso, y prevenir el asalto de la selva, siempre plagada de bichos asquerosos y amenazantes.

Una patraña es lo que se contó de Venezuela y que llevó a que todos los vasallos de EEUU reconociesen a Juanito Calamidad Guaidó como "presidente interino". Incluso se hicieron muchas chanzas cuando el tahúr del mundo libre, EEUU, hizo esto:


De la patraña de Juanito Calamidad Guaidó hace mucho, desde el 2019 (por cierto, para los vagos que suelen tener wikipedia como referente de la nada, allí figura como "presidente interino"); de lo del cartel no tanto, marzo del 2020. 

Se han escrito miles de páginas con ello, pero ahora nos encontramos con esto otro, que ha tenido lugar en la cumbre del clima de Egipto.

Ya puestos, viendo lo que había hecho el tahúr, uno de sus vasallos más aventajados, el francés Macron, hizo lo mismo.

Es de suponer, para los patrañeros, que el apretón de manos se debe a que Maduro se ha rendido con armas y bagajes al tahúr del mundo libre y campeón de la democracia y a sus vasallos. Un autócrata menos y un triunfo más para los demócratas de toda la vida; una amenaza selvática menos para el jardín occidental. ¿Y Juanito Calamidad Guaidó, dónde queda? Los patrañeros no lo dicen.

Esto me lleva a lo que vienen diciendo los jardineros de la excelencia occidental sobre todos los pueblos selváticos y, de forma especial, el ahora recurrente recurso de la ONU para arremeter contra Rusia. Un inciso: si vale la votación de la Asamblea General contra Rusia, también vale la votación de la Asamblea General la semana pasada condenando al nazismo (y el tahúr y el país 404 votaron en contra, absteniéndose todo el resto de vasallos).

Resulta que mi especialidad académica es el Derecho Internacional Público, por lo que algo de la ONU sé. Una de las cosas, hoy una antigualla pero según el derecho internacional está aún vigente (que no según el "orden basado en reglas" del jardín occidental), es que se considera la propaganda como una amenaza para la paz misma y que no solo es necesario eliminar las armas y los ejércitos nucleares sino las "armas psicológicas que se utilizan para justificar, provocar y prolongar la guerra". Una de esas armas es la patraña, y Occidente es maestro en eso.

PD 1.- Hablando del jardín "democrático" occidental y de su "orden basado en reglas", la relatora especial de la ONU para los derechos humanos acaba de pedir a EEUU y sus vasallos que "levanten de inmediato las sanciones contra Siria, que tienen un impacto terrible en la situación humanitaria que enfrente el país" y son, además, "medidas coercitivas unilaterales". Se ha quedado aquí, pero debería haber añadido que son ilegales según el derecho internacional. 

PD 2.- Vuelve el nerviosismo con la retirada rusa de Jersón. Formalmente, Rusia se retira de una de sus ciudades, lo cual es bastante curioso. Es, de hecho, un golpe psicológico para una parte de la población rusa que se cree la propaganda, pero no es más que un movimiento táctico a nivel militar. Es un hecho que esta retirada es utilizada por el Occidente colectivo para ampliar sus patrañas, pero es pronto, muy pronto, para saber en qué momento estamos. 

Solo una cosa, ligada al materialismo dialéctico: las cosas no surgen por casualidad, no ocurren de forma aislada sino que todo está conectado. Por lo tanto, el que esta retirada se haya producido coincidiendo con las elecciones de EEUU es más que probable que sea un indicador de lo que hay detrás. En una conferencia reciente dije que Rusia (incluso durante la etapa de la Unión Soviética) siempre deja una puerta abierta para la negociación y que lo que quiere es, incluso, que Occidente pueda salvar algo la cara. Tal vez estemos en ello. Y si no es así o si la cosa falla, seguro que la venganza será terrible. Por prestigio.

El Lince

martes, 8 de noviembre de 2022

Esto se anima (esperando a Lula)

No tengo casi ninguna esperanza en Lula. Ha dicho tantas cosas, se ha desdicho de tantas cosas, no ha hecho más que asistencialismo (el bono contra el hambre, que mantuvo a su manera Bolsonaro) -lo que indica que no era nada estructural para el sistema- y ahora vuelve con más de lo mismo. 

Para los entusiastas de siempre, los que se encaprichan con tal o cual "progre" (véase el penúltimo, Boric), hay que decir lo evidente: el margen de maniobra interno de Lula es muy reducido porque Bolsonaro tiene mucho peso dentro de los aparatos estatales (no depurados por Lula en sus dos presidencias, ni por Dilma Rousseff), en el Congreso, en el Senado y en las gobernaciones de los principales estados industrializados. Eso por no hablar de la gentuza reaccionaria de la que se ha rodeado, como su vicepresidente.

Lula nunca ha preocupado al Occidente colectivo. Fue uno de los niños mimados por Davos cuando era presidente y Biden se apresuró a felicitarle por su triunfo electoral. Fue una devolución de parabienes y de palmadidtas en la espalda puesto que Lula saltaba de alegría cuando Biden ganó frente a Trump. 

Por lo tanto, voy a adelantar algo para los saltarines "progres" y su fe en la progresía "rosa": en lo único en lo que Lula puede, tal vez, acaso, quizás, hacer algo "progre" es en política exterior. Tiene todas las condiciones para hacerlo y la situación internacional d estos momentos es mucho mejor de la que había cuando fue presidente. Estoy hablando del fin de la hegemonía occidental y el reforzamiento del multilateralismo.

Lula siempre se ha presentado a sí mismo como el portavoz del Sur Global. Eso lo ha dicho también antes de las elecciones (que no en su discurso tras el triunfo), en las que no se cansó de repetir que "había aprendido de los errores" cometidos en sus dos presidencias. En especial, con la traición cometida tanto a Fidel como a Hugo Chávez con la UNASUR y el Banco del Sur. Lula dijo antes de la campaña, y resalto de lo antes, que había que recuperar la vieja idea de Chávez de crear una moneda propia. 

Es aquí donde me quiero detener, en la moneda propia. 

Los tiempos han cambiado desde sus dos presidencias anteriores. Ahora hay un número cada vez mayor de países, con gobiernos de diferentes signos, que se enfrentan a Occidente, que se rebelan ante la subordinación a EEUU. Y esos países con africanos, latinoamericanos y asiáticos, que se están uniendo a un nuevo y cada vez más consolidado sistema económico y comercial alternativo a Occidente.

Bueno, tanto no. Ya comenzaba a intuirse este cambio al final de su segunda presidencia y él mismo ha reconocido que Obama le llamó para saber si era cierto que iba a hacer caso a la propuesta de Chávez con el "sucre" (actualmente moneda de la ALBA, aunque solo a efectos de unidad de cuenta, o sea, de establecimiento de precios, entre sus miembros). Antes de la campaña, insisto en lo de antes, dijo que el recuperar una moneda propia latinoamericana sería una de sus prioridades.

Lula ya no habla del "sucre", pero sí del "sur", la pretensión de moneda latinoamericana que reemplace al dólar y al euro en las transacciones financieras del continente. Pero también hay que reseñar que todo esto es previo a la campaña.

Lo único reseñable de su anterior etapa como presidente fue la incorporación a los BRICS, algo que se ha mantenido con Bolsonaro porque la burguesía industrial brasileña nunca ha querido perder su espacio. Por lo tanto, es de suponer que sea aquí donde Lula se "salga del tiesto" (expresión castellana para decir que se hace algo que los demás no esperan, en este caso, Occidente).

Los BRICS no hace mucho anunciaron que realizaron la quinta prueba de su mecanismo bancario alternativo al SWIFT para agrupar sus reservas de "moneda alternativa" (sic) y protegerlas de las sanciones occidentales. Si Lula mantiene su palabra tendrá que dar pasos en esta dirección, máxime cuando en 2019 dijo una frase demoledora para Occidente y su hegemonía monetaria: "el BRICS no se creó para ser un instrumento de defensa, sino para ser un instrumento de ataque".

Alberto Fernández, el presidente argentino -que también recientemente solicitó formalmente ser miembro de los BRICS, junto con Irán-, fue el primer mandatario en verse con Lula tras su triunfo y dijo algo que hay que guardar y recordar: ""Con Lula, ahora tendremos un activista para nuestra candidatura para unirnos a los BRICS".

Para nadie es un secreto que lo que estamos viviendo es un agónico intento occidental por mantener su hegemonía a nivel mundial, y los BRICS son uno de los instrumentos de la multilateralidad ya existente que echan por tierra esa hegemonía. 

El mundo, que es mucho más grande que la fantasmagórica "comunidad internacional" de la que permanentemente habla el Occidente colectivo, es consciente de ello y ya hay otro país, Argelia, que hoy ha solicitado formalmente ser miembro de los BRICS. Ya participó en calidad de "país invitado" a la última cumbre, celebrada en junio, y ahora da este crucial paso. Otro país que se lo está pensando es, nada más y nada menos, que Arabia Saudita.

Así que esto se anima, esperando a Lula. En la actualidad son cinco los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con tres que han pedido ser miembros de pleno derecho: Argentina, Irán y Argelia. Otra losa más en la hegemonía occidental.

El Lince

jueves, 3 de noviembre de 2022

La máquina de radicalización

Es sabido que para defender el jardín occidental de la amenaza de la selva hay que cuidarlo, y que para cuidarlo hay que arrancar las malas hierbas que son las que se convierten en la punta de lanza de la penetración de la selva. En Alemania, Los Verdes, tan verdes y tan progres, son los principales jardineros.

Los Verdes forman parte del gobierno alemán con los socialdemócratas y los liberales. Controlan varios ministerios: Asuntos Exteriores; Economía; Alimentación y Agricultura; Familia, Tercera Edad, Mujeres y Juventud; Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear. 

De las andanzas de los dos personajes que controlan Asuntos Exteriores y Economía ya os he hablado. Ahora llega el turno de la familia. Por una razón: estos tres son los más fanáticos dentro del fanatismo reaccionario de esta gente.

Resulta que dentro del Ministerio Federal para la Familia se ha creado una fundación para luchar contra lo que consideran "desinformación" cuya labor es "analizar el contenido de los medios críticos con el sistema" y, en particular, "las cuentas de la guerra en Ucrania". Como es lógico, todo ello en nombre de la "lucha contra la desinformación rusa". A esta gente no le importa llegar hasta el esperpento, como os comenté con la serie de dibujos animados "Masha y el oso". No, eso es poco para ellos (y ellas, no vaya a ser que alguien se ofenda porque tan estúpidos son ellos como ellas).

Una de las actividades del Ministerio de la Familia es controlar cómo los jóvenes utilizan y siguen los medios alternativos, con el peligro que conlleva. Por lo tanto, uno de sus programas es combatirlos con programas como "Los contramedios como máquina de radicalización", cuya explicación es: "Cada vez más personas utilizan los llamados medios “alternativos” como fuente de información. Tienen un efecto de largo alcance en la sociedad y alimentan la desconfianza hacia la democracia parlamentaria, la ciencia y los medios de comunicación. El contraanálisis da una mirada crítica a los canales que se ven a sí mismos en oposición al público de los medios existentes. Queremos explicar cómo los contramedios de oposición al sistema se convierten en una máquina de radicalización y qué se puede hacer para contrarrestarlos".

Y en ese programa se enseña cómo contrarrestar afirmaciones como "prensa del sistema", "que niega la independencia de los medios y los calumnia como instrumentos de ciertos intereses"; la crítica a "los de arriba", "porque eso puede llevar a alejarse del sistema parlamentario"; la crítica al "sistema corrupto", "que se entiende como un sistema que funciona parcial o totalmente en contra de la población y sus intereses". Si bien es cierto que esto se inició con la pandemia del coronavirus, también lo es que se mantiene en la actualidad a través de un programa federal que se ha reciclado con el nombre de "¡Viva la democracia!".

Pero como eso afea el bonito jardín occidental, de inmediato se acompaña con una amenaza: es la extrema derecha quien está utilizando esos medios y quien está promoviendo las manifestaciones y las protestas en estos momentos. Así que ya sabéis, si queréis que no os identifiquen con la extrema derecha, acudid a los medios oficiales y dejad los alternativos (aunque estos dejen mucho que desear y de alternativos cada vez tengan menos). Y seguid los consejos que ya se dieron hace un par de meses: no acudáis a las manifestaciones porque "corren en riesgo de ser secuestradas por extremistas" y "enemigos de la democracia".

Y aquí está la otra parte de la cuestión: los medios oficiales reciben cada 15 días instrucciones de lo que hay que decir o callar, en especial sobre Rusia. Pero supongo que esto no debería sorprenderos. Sobre todo porque se afirma que "el gobierno federal está en contacto regular con los operadores de redes sociales para controlar la desinformación en el contexto de la agresión rusa contra Ucrania".

Es todo el gobierno alemán quien está en esto: es una coordinación entre los ministerios de Defensa (en manos de los socialdemócratas, SPD), de Interior (SPD), Familia (Verdes), Digital (liberales) y Educación (liberales).

Quien lo coordina todo es el Ministerio del Interior, y cada dos semanas elabora un "informe de situación" que es enviado a los medios oficiales para que sigan a pies juntillas todo lo que allí de dice. Por ejemplo, "concertando enlaces a verificadores de hechos en los sitios web del gobierno federal". Este informe se envía también a todos los demás ministerios (fuera de los mencionados), a los miembros del Bundestag (parlamento), estados federados y municipios. La lista se completa con la referencia a "los multiplicadores en la sociedad civil".

En el marco de las cada vez más numerosas manifestaciones y protestas (las últimas tuvieron lugar el 30 de octubre) contra el gobierno por el seguidismo hacia EEUU ante la crisis de Ucrania y exigiendo el fin de las sanciones contra Rusia -que están causando la destrucción de la economía europea y la galopante inflación- es importante lo anterior para comprender a qué nos estamos enfrentando no solo en Alemania, sino en toda Europa.

Y tal vez por ello, solo tal vez, el canciller alemán visita mañana China con una delegación de empresarios de la industria. Es la primera visita de un occidental tras el crucial XX Congreso del PCCh y a ella se han opuesto tanto EEUU como varios de sus propios ministros, sobre todo Los Verdes. La fanática Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores, ha dicho que "no hay que repetir los mismos errores que con Rusia", que "ya no debemos depender de un país que no comparte nuestros valores" y que "se corre el riesgo de ser políticamente vulnerable al chantaje". Cuando menos, es curioso que alguien que está en Exteriores mantenga este discurso. Y más aún que se oponga a este viaje.

Por supuesto no se puede esperar mucho de este viaje. Scholz no es nadie, como no lo es nadie en estos momentos en una Europa que está muerta. No habrá nada más que la constatación de que algunos empresarios harán negocios. Y acallarán durante unos días las críticas sociales, incluso de la máquina de radicalización.

El Lince