lunes, 30 de agosto de 2021

Inversión de roles

Que Occidente decae y que Oriente sube, a estas alturas de la historia, es una obviedad. Por si hay, que hay, sobre todo por pereza mental, alguien que todavía sigue insistiendo en eso de "imperio" -refiriéndose a EEUU- no estaría de más que leyese lo que dice el propio "imperio". Pero la pereza...

Por ejemplo, en una evidente inversión de roles que indica a las claras cómo está el mundo, es EEUU quien pide ayuda... a China. Y China, claro está, se ríe. Se arremete contra China, se intenta bloquear a China, se putea a China, se sataniza a China y ahora se recurre a China. 

Los días 16 y 29 de agosto el Secretario de Estado de EEUU llamó a su homólogo chino para pedirle, por favor, que le ayudase. Dos llamadas en menos de 15 días. Una llamada por semana. Evidentemente, la situación de EEUU tras la derrota de Afganistán es desesperada aunque lance un misil por ahí y otro por allá intentando aparentar algo. EEUU ya no es nadie en Afganistán. Quienes son algo son China, Rusia e Irán, por ejemplo. Y lo son cada día que pasa en una proporción que crece en la misma medida que decrece Occidente. 

Si hay que atenerse a lo poco que dice ese "imperio" que ya no es imperio, pareciera que a EEUU solo le preocupa Afganistán. Y pudiera ser porque la imagen de EEUU está por los suelos. Pero desde luego, los chinos están en otra cosa y contestaron como es habitual en ellos. ¿Queréis que os ayudemos tras todas las trapacerías que nos estáis haciendo? Pues poneos las pilas en la relacion bilateral y no solo en el aspecto afgano que os hace daño. Comparad la información del "imperio"" que no es imperio y la de China sobre el tema. Lo he dicho innumerables veces: el día que seamos capaces de prescindir de lo que dicen los medios de propaganda occidentales, ese día habremos avanzado un poquito en nuestra propìa emancipación. Y si eso es mucho trabajo, al menos id a lo que dicen los otros. Suele ser mucho más interesante.

Que EEUU necesita desesperadamente ayuda es evidente. Que está en una situación débil, también. Que los chinos tienen sus propias condiciones para la ayuda es evidente. Que esas condiciones son previas, también. Inversión de roles total. 

EEUU ha venido trasladando, durante años, a combatientes del llamado Estado Islámico desde Siria a Afganistán. Incluso sus infames vasallos de los kurdos lo han tenido que reconocer. Que han sido trasladados allí porque se intuía el triunfo talibán es hoy poco cuestionable. Que el llamado Estado Islámico es la baza que juega EEUU -y sus vasallos europeos- para desestabilizar a los talibanes y, de rebote, la influencia de China, Rusia e Irán en Afganistán es tan claro como que hay noche y que hay día. Y que todo eso lo saben chinos, rusos, iraníes y talibanes, también. 

Por eso China se ríe de EEUU y le lee la cartilla porque si hay un pueblo inculto, ese es EEUU. "Los hechos han demostrado una vez más que copiar mecánicamente un modelo extranjero importado no se puede adaptar fácilmente al uso en un país con una historia, cultura y condiciones nacionales completamente diferentes y, en última instancia, es poco probable que se establezca", se lee en la nota china. Una gran verdad.

Por el contrario, China siempre ha actuado de otra manera. Es lo que se conoce como "Consenso de Beijing", un concepto de política exterior que se viene manteniendo inalterable desde que se elaboró, hace ya 20 años, y que, en síntesis, es no injerencia, diplomacia y multipolaridad. O sea, la antítesis del comportamiento de EEUU y sus vasallos.

¿Qué quiere decir eso? Pues que China va a ser de los primeros en reconocer al gobierno talibán a poco que este cumpla sus compromisos. Y os recuerdo lo que China, Rusia e Irán ya han negociado con los talibanes. A China no le importa el sistema de gobierno siempre que cumpla. Y dice algo que rechina en los oídos occidentales: haced lo mismo, no seais injerencistas y ayudad a la reconstrucción.  

Y repite: "la parte estadounidense no puede, por un lado, contener y reprimir deliberadamente a China y socavar los derechos e intereses legítimos de China, y por otro lado, esperar el apoyo y la cooperación de China, porque esa lógica nunca existe en los intercambios internacionales". O sea, lloricas estadounidenses, vuestra hipocresía es tan conocida que se os debería caer la cara de vergüenza. Claro que para eso, hay que tener vergüenza.

Y, ahora, la bomba. Si os fijáis, la respuesta china hace referencia a la conversación del 16, pero la de la semana después es mucho más dura. Partiendo de Afganistán, vuelve a leer la cartilla al "imperio" (menudo chiste): "respetar la soberanía e independencia de Afganistán, tomar acciones concretas para ayudar a Afganistán a combatir el terrorismo y la violencia, en lugar de practicar un doble rasero o combatir el terrorismo de manera selectiva (...) La parte estadounidense conoce claramente las causas de la actual situación caótica en Afganistán, cualquier acción que tome el CSNU debería contribuir a aliviar las tensiones en lugar de intensificarlas, y contribuir a una transición sin problemas de la situación en Afganistán". Un aviso a navegantes sobre lo que China hará en la ONU (y es de suponer que también Rusia).

Pero China no se queda ahí en su reprimenda: "Si la parte estadounidense también espera que las relaciones bilaterales vuelvan al camino correcto, debería dejar de difamar y atacar ciegamente a China, y dejar de socavar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China". 

Parece mentira, pero muy lejos quedan ya los 20 minutos del discurso de Biden al tomar posesión como presidente y lo que en ellos dijo. De forma especial, en lo referente a China. Todo eso de "hablar desde una posición de fuerza " se lo están tragando a marchas forzadas. Los chinos lo tienen claro, y más ahora que se invierten los roles.

Y, por cierto, otro movimiento de los talibanes en la buena dirección. Si hace un par de semanas fue la circular sobre "no interferir en los asuntos de los hermanos chiítas", ahora llega otro movimiento de gran calado: los talibanes han reanudado el suministro de agua a Irán abriendo las esclusas del río Helmand para permitir que el agua fluya hacia la provincia iraní de Sistán, muy afectada por la sequía y que habían sido cerradas desde hace dos años por el gobierno pro-occidental (sí, ese de los refugiados tan guays y televisivos) cumpliendo obediente las órdenes estadounidenses sobre las sanciones a Irán (que no hará falta recordar que son ilegales según el derecho internacional).

El Lince

martes, 24 de agosto de 2021

Los derechos de sus minorías

Por fin Occidente está haciendo algo interesante: proteger a las minorías. No me refiero a los dirigentes sociales de Colombia, exterminados sin que Occidente monte espectáculos para sacarlos del país antes de que los maten (a estos sí que los matan). No me refiero a los pueblos originarios que ven sus territorios amenazados por Estados y oligopolios y que no serán sacados del país antes de que los intereses económicos, democráticos y desarrollistas, exterminen su cultura y su pueblo. No me estoy refiriendo, ni siquiera, a los hazaras afganos que fueron masacrados por los talibanes antes y por el gobierno pro-occidental después. Me estoy refiriendo a esa exquisita minoría que ha venido colaborando con Occidente durante 20 años. Su minoría.

Es esta gente la que ha gozado de "derechos" mientras ha durado la ocupación. "Derechos" al mismo tiempo que privilegios. Es lo que tiene el estar bien apegados al poder, que cuando este termina, termina todo lo demás. 

Nada da más asco que la narrativa occidental sobre una "democracia" que nunca existió y sobre un oscurantismo medieval que regresa de la mano de los talibanes. 

Que a estas alturas de la historia haya quien se trage tanta sandez, aunque vaya revestida de "liberación de la mujer" (por cierto, algo que proclamó la CIA en 2001 como forma de "contrarrestar la oposición a la invasión de 2001) , y similares causa pasmo. Los mismos que adornaron la masacre de Irak en 1991 con la historia de la "masacre" de niños kuwaitíes a quienes se habían sacado de las incubadoras ahora montan otro espectáculo. Los mismos que impulsaron la invasión y ocupación neocolonial de Irak en 2003 con las "armas de destrucción masiva", montan ahora otro espectáculo. Los mismos que montaron la historia del "interino" y los alimentos a Venezuela -con concierto incluido- montan ahora otro espectáculo.

Un espectáculo de la burguesía afgana, de las mujeres (pocas) que estudiaron, de los escritores que escribían para ellos y los occidentales, de los activistas que han tenido 20 años para construir algo que no dependiese de sus patronos occidentales, de... todos aquellos (pocos) que son una selecta minoría afgana porque el 87% de la población del país siguió como estaba antes de la invasión de 2001. Lo único que no ha sido una minoría ha sido el cultivo del opio, muy reducido durante los talibanes y muy acrecentado durante la ocupación.

No ha habido ni un logro colectivo en Afganistán de la mano de los ocupantes occidentales, no ha habido ningún movimiento real emancipatorio, nada. Quien diga lo contrario vuelve a la ficción occidental.

Lo (poquísimo) que ha habido no tenía otra base material que la avalancha de dólares de los ocupantes. No ha habido, por no haber, ni una revolución burguesa que se preocupase por cambiar las estructuras de la sociedad, esa "retrógrada y medieval" que ahora parece que les preocupa porque les ha quitado su chiringuito, por imponer nuevos valores y nuevas relaciones sociales. Esta gente nunca ha tenido el menor interés por el resto de compatriotas, por eso el rápido avance talibán y el desmoronamiento del ejército, de la policía y de todo este engranaje de cartón piedra.

Todo ha sido ficción, circunscrita a Kabul y muy pocos otros lugares. Sitios donde todos los colaboracionistas no han sido otra cosa que figurantes de la gran película occidental. Y, como buenos extras, cobraban por ello. Y bien, para los parámetros afganos.

Occidente se preocupa mucho por los venezolanos, se ha dicho que han "abandonado el país en masa". O por los sirios. ¿Y por los afganos? Al menos 3 millones viven en Irán (mira tú, Irán, ese malo malísimo) y Pakistán. Otros 3 millones son desplazados internos. ¿Occidente montó algún espectáculo con ello? ¿Envió aviones?

¿Se preocupaba toda esta peña que ahora tiene tanto miedo por desarrollar un país que ahora dicen que nada en la abundancia de minerales y riquezas? ¿Para qué, si tenían la sopa boba? Porque si hoy el Afganistán de los talibanes es tan rico, también lo era ayer, digo yo. Todo estos, pongamos que "progresistas", que corren aterrorizados ¿mostraron algún tipo de preocupación o se preocuparon solo por incrementar sus dineros y recursos en el exterior, como el presidente que huyó con el dinero del país? 

Porque hay hechos incontestables: en 20 años el gobierno pro-occidental hizo muy poco por el desarrolo del país, por construir escuelas y hospitales, por construir carreteras. Las escuelas, los hopitales en su gran mayoría fueron construidos por las ONG y se mantuvieron y mantienen con las limosnas (alguien dirá que solidaridad) occidental. Esa era la "democracia" afgana y eso es lo que defiende toda esta peña a la que Occidente quiere salvar. 

La "democracia" que defendía esta peña no es otra cosa que salario seguro y beneficios para quienes colaboraban con la ocupación. Puede que los talibanes, que están aprendiendo muy rápido, lo hagan también y se comporten como los ocupantes, es decir, favoreciendo a los suyos. Que algunos, muchos, hayan estado en cárceles occidentales como Guantánamo, es una excelente escuela para comprobar cómo funciona una "democracia" occidental.

Y como dicen las leyes humanitarias, o al menos las que vemos en el cine, cuando un barco se hunde hay que salvar primero a las mujeres y los niños. Pero aquí no, aquí lo primero son los occidentales y si hay un huequito, los colaboradores afganos. Eso sí, también las mujeres y los niños, que dan buenas fotos. Y aquí, ya me gustaría saber si entre las mujeres y los niños están, pongamos por caso, las limpiadoras de los hoteles donde se alojaron los occidentales.

Y me divierte ver cómo quienes han estado machacando a los afganos durante 20 años, bombardeando a diestro y siniestro, con drones y sin drones, sin importarles los "efectos secundarios o daños colaterales " (como impúdicamente dijo la OTAN al bombardear Yugoslavia en 1999 y que ya se ha convertido en norma) apelan ahora a los talibanes a que se comporten con moderación y permitan la salida de todos ellos y sus colaboradores.

Llegará el 31, habrá algún disparo talibán, morirá alguien y entonces las fotos (preferiblemente una mujer o un niño, o ambos) inundarán el mundo, borrando la memoria (poca) colectiva y engrandeciendo la ocupación y maldiciendo el oscurantismo. Y se borrará la infamia de Occidente, del muy democrático Occidente, el gran defensor de sus minorías.

El Lince

martes, 17 de agosto de 2021

Bueno y bonito (y la primera gran medida)

Conferencia de los talibanes. Han hablado maravillosamente, han prometido de todo y (casi) para todos pero, de tapadillo, ya han hecho el primer gran movimiento geopolítico, y esto es lo importante: un acuerdo con "los hermanos chiítas". Es decir, tranquilidad para Irán y un movimiento que tiene mucho que ver con el reciente anuncio de que Irán será admitido en breve en la Organización de Cooperación de Shanghai como miembro de pleno derecho. Los talibanes han tomado nota y responden para no enturbiar sus buenas relaciones con China y Rusia.

Esta circular que véis es significativa porque se pide a los "muyahidines del Emirato Islámico de Afganistán" no interferir en los asuntos de "los hermanos chiítas" como, por ejemplo, las peregrinaciones de estos a Takayas, Husseiniyas, mezquitas, santuarios y otros lugares sagrados.

Los chiítas de Afganistán son los hazaras, la tercera minoría afgana (casi un cuarta parte de la población) y de habla persa, hazara y pastún que ha sido sistemáticamente despreciada y perseguida por Al Qaeda, los talibanes y el llamado Estado Islámico (ISIS, para diferenciarlo del Emirato Islámico talibán). 

Hace un mes, cuando os hablaba de los movimientos geopolíticos de Rusia, China e Irán con los talibanes ya os contaba que la principal condición de Irán era el respeto a la comunidad shií (chiíta). Los talibanes ya están cumpliendo. Buena señal, muy buena. No obstante, os recuerdo lo que también decía: "los talibanes no son un movimiento monolítico nada más que en la cuestión religiosa. Fuera de eso, hay varias corrientes en su seno y dependerá de cuál de ellas prevalezca una vez que la guerra haya terminado en que se avance en la línea que os apunto de normalización de relaciones con los vecinos". Pero, por ahora, ya comienzan bien.

Lo de la conferencia va en la línea de bueno y bonito, como para no asustar:

1.- El Emirato Islámico no amenaza a nadie y no se enemistará con nadie.

2.- Tenemos muy buenas relaciones con Pakistán, Rusia y China, pero no tenemos aliados ni formamos parte de ningún bloque político-militar.

3.- No permitiremos que Afganistán se convierta en refugio seguro para los terroristas internacionales. [otro objetivo de Rusia, China e Irán que, incluso, puede gustar a EEUU y sus vasallos]

4.- La seguridad de las embajadas extranjeras y las organizaciones internacionales es una prioridad. No se atacará a los ciudadanos estadounidenses o de otros países.

5.- Queremos el reconocimiento internacional, no somos una amenaza para otros países y estamos dispuestos a discutir todos los problemas posibles en las relaciones en el marco de negociaciones bilaterales o multilaterales.

6.- Nos enorgullecemos de ser la fuerza que ha podido liberar Afganistán de la ocupación extranjera después de 20 años de lucha.

7.- Hemos ordenado un indulto general, poniendo fin a la enemistad con todos los que se opusieron a nosotros.

8.- Garantizamos la seguridad de la población de Kabul, evitando robos, saqueos, hurtos y otros delitos.

9.- Las mujeres podrán recibir educación hasta el nivel universitario, tendrán derecho a trabajar, no se exigirá burka pero sí velo, sus derechos están garantizados dentro de los límites de la ley islámica, son una parte clave de la sociedad, pero deben respetar las normas del islam.

10.- Se formará un gobierno islámico fuerte e inclusivo.

Hay más cosas, pero estas son las importantes. Si lo cumplen, serán mucho más moderados que Arabia Saudita, por ejemplo. Pero estamos en la etapa de declaraciones que se tienen que ver refrendadas por los hechos. Y un hecho notable es la circular sobre "los hermanos chiítas".

Y un recuerdo para quienes se rasgan las vestiduras sobre las mujeres, lo que pierden y cómo echan de menos la ocupación que convirtió el tema de la mujer en uno de sus lemas. 

Hubo una época en que la mujer afgana no tenía que preocuparse por la solidaridad occidental porque estaba tan, o más, liberada que ella. Era la época de 1970-1990, cuando Afganistán era una república socialista y se comenzaba el asedio occidental contra ella. Otro de los miserables habituales, Varoufakis, decía el otro día "resistid, hermanas", y recordaba que habían perdido sus derechos, entre otras cosas, por la intervención soviética que había dado pie a los talibanes "financiados por la CIA". Una de cal y otra de arena, como es habitual en este tipo de personajillos. 

Pero su ignorancia es proverbial porque la República Socialista de Afganistán no contó al principio con el apoyo de la URSS, iba más allá de la propia URSS. Es lo que se conoce como Revolución de Saur (mes de abril en el calendario persa). Quienes se opusieron a ella fueron los comerciantes del opio (por cierto, en auge gracias a EEUU y sus vasallos de la OTAN), los primeros financiadores de los talibanes. Y luego llegó la CIA y el gobierno afgano pidió ayuda a la URSS. Y ya es historia conocida.

No así lo que supuso la Revolución de Saur para la mujer y que, al menos por decencia intelectual, deberían conocer quienes hablan de la situación de la mujer ahora. Investigad por ahí. Pero quedan algunas cosas como estas, como recuerdo incómodo para quien tenga algo de decencia intelectual.

 







El Lince

domingo, 15 de agosto de 2021

Dificultad para respirar, cada vez más

Y todavía hay que ver por ahí a gente que habla de un "imperio" como si todavía fuese imperio aunque hace mucho que ya no es imperio. Siempre tengo dudas de a quién le interesa más que el (ya no) imperio siga siendo imperio, si a quienes habitan en el (ya no) imperio o a quienes supuestamente combaten a ese (ya no) imperio. Si no se es capaz de romper estos (fáciles) hábitos mentales, ¿cómo se va a ser capaz de romper otro tipo de cuestiones? Como la de la emancipación, por ejemplo.

Lo de Afganistán estaba cantado. Hace un mes hablé de ello cuando aún los medios de propaganda de la burguesía no lo hacían y, por lo tanto, nuestra mirada estaba donde le interesaba a la burguesía. Como siempre.

Decía, textualmente: "La derrota de EEUU y sus vasallos de la OTAN es evidente e incontestable, al igual que el colapso del poder estatal y militar del gobierno impuesto por ellos. Y eso, a pesar de los intentos de EEUU de vincular su retirada a la creación de un gobierno de coalición donde intentar mantener algo de poder, directo o indirecto. Desde luego, los talibanes no se sienten obligados a nada más que a respetar la retirada de los occidentales. Es lo único que están cumpliendo porque su avance es rápido, muy rápido".

Y hablaba de los movimientos geopolíticos que ya se estaban haciendo por parte de Rusia, China e Irán ante la indudable victoria talibán.

Eso, ahora, también adquiere mucha, pero que mucha importancia aunque la foto del ministro de Asuntos Exteriores chino con el representante talibán (28 de julio), poco después de ese escrito, lo dice todo: Occidente cae, Oriente sube. Es irreversible. La hegemonía occidental se deshace con la velocidad que lo hace el azúcar en una taza de café. En este caso, las vueltas al café para disolver el azúcar las están dando los talibanes.

EEUU, ese "imperio" que algunos siguen considerando un imperio aunque ya no es imperio, huye con el rabo entre las piernas. Y, con él, sus vasallos, especialmente la OTAN. Os voy a contar una historia. En 2012, ese "imperio" que ya no es imperio aunque alguien sigue empeñado en considerarlo todavía imperio, firmó con Afganistán un acuerdo para convertir a ese país en "importante aliado no perteneciente a la OTAN" de EEUU por el que, por supuesto, iba a lograr importantes beneficios. Recuerdo esto porque hace poco se ha vuelto a decir lo mismo de Brasil si renunciaba al 5G de Huawei y que así casi casi formaría parte de la OTAN. Hacer caso a un "imperio" que ya no es imperio aunque algunos sigan empeñados en seguir considerándolo así es suicida. Aunque sea Bolsonaro.

Desde entonces se han dado cientos de miles de millones al ejército afgano, ese que se está deshaciendo como la nieve con el calor cuando siente cerca a los talibanes. Entrenado por "expertos occidentales", ha sido incapaz de disparar un tiro y lo único que se ve de ese maravilloso ejército entrenado por Occidente es el polvo que levanta en su huida.

Hoy los talibanes han entrado ya en partes de Kabul sin que los bombardeos de EEUU lo hayan impedido. Las escenas de Saigón en 1975 están ahí, se repiten. Igual. Para EEUU, y sus vasallos, es la derrota más candente desde el final de la guerra de Vietnam. Pero hay diferencias: entonces era la derrota del capitalismo imperialista y ahora es la certificación empírica de que los "valores democráticos del mundo libre" -y su acompañamiento de drones, bombardeos, especialistas, ejércitos, cooperantes y demás- no son más que una fórmula verbal que sigue encandilando a quienes siguen empeñados en decir que hay un imperio aunque ese imperio ya no sea imperio.


 

Así hay que interpretar lo que está pasando: la caída de Afganistán y la huida del Occidente neoliberal es más gráfica que mil palabras. 

Occidente no es invencible, ni siquiera con su superioridad técnica ni tecnológica (que tampoco la tiene), ni sus bases de datos, ni sus sistemas de control, cada vez más sofisticados. Ese imperio que ya no es imperio aunque todavía hay quien lo sigue considerando imperio, tiene cada vez más dificultades para respirar. Es, sin duda, capaz de cualquier locura, pero no tiene futuro alguno.

Es obvio que cuanto antes nos demos cuenta, en vez de hacerle la respiración artificial hay que contribuir a ahogarlo del todo. Entonces estaremos muy cerca de liberarnos nosotros también.

Y os recuerdo esta portada que también os puse una semana antes del otro artículo. Para que cuando veáis o leáis algo proveniente de ese imperio que ya no es imperio os lo replanteéis.

Pero os decía más arriba que los movimientos geopolíticos de Rusia, China e Irán ante la derrota sin paliativos de EEUU y sus vasallos en Afganistán adquieren mucha importancia. Determinantes para el futuro. 

El miércoles 11 se ha dado un paso crucial: Rusia ha comunicado a Irán que la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) ha llegado a un consenso sobre la admisión de Irán como miembro de pleno derecho de la agrupación

Una semana después de la toma de posesión del nuevo presidente iraní se comunica el hecho. Significativo, aunque Occidente no se dé por enterado. Porque eso significa que la OCS separa la membresía de Irán de las conversaciones nucleares y las sanciones. ¿Irán aislado? No me hagáis reír. Es evidente que Rusia no da el paso si no tiene el visto bueno de China. Y es evidente que Rusia se asegura la cooperación de Irán en sitios, como Siria, donde ya viene produciéndose y en el que puede haber habido algún roce.

En cualquier caso, si los talibanes no cumpliesen los acuerdos que están alcanzando con Rusia, China e Irán se van a enfrentar a un enemigo infinitamente superior al occidental. El ingreso de Irán en la OCS lo certifica.

Y, por cierto, cuando se produzca esta incorporación a la OCS se acabaron para siempre todas esas bravuconadas de Israel de atacar a Irán (y de EEUU).

¿Imperio? ¿de verdad?

El Lince

lunes, 9 de agosto de 2021

Abordar las tres grandes montañas

O cuatro, si tenemos en cuenta los prejuicios "progres" con casi todo, especialmente con China y sus políticas, a las que interpretamos con ojos occidentales y nunca, nunca intentando siquiera acercarnos un poco a su idiosincrasia, a su historia y a su comportamiento. En pocas palabras: China, un país milenario, sigue siendo casi desconocido para Occidente, carcas y "progres" incluidos.

Hace unos días un amigo me envió un artículo de Attac hablando de la "desigualdad invisible" en China, afirmando que era algo que no se abordaba en el XIV Plan Quinquenal, recientemente aprobado, y para ello se remitía al inefable Piketty. Mi problema con este tipo de gente es que, simplemente, no los soporto. Sin más. Me pasa con Piketty como con otro "gurú" de la "progresía", Zizek. Los bandazos de esta gente son tan espectaculares (supongo que no hará falta retrotraerse a lo que dijo Zizek sobre Syriza para recordarlo) que su único mérito es que son bien vistos por la burguesía como referentes "de izquierda". Y mal asunto si la "izquierda" tiene este tipo de referentes. O Agamben, ahora tan de moda y que en diciembre de 2020 arremetió contra China diciendo, textualmente, que "el comunismo capitalista se ha convertido en el principio dominante en la fase actual del capitalismo globalizado" instituyendo "un nuevo régimen que se ha hecho realidad en China" y que "parece salir victorioso". Está claro que se refería a cómo Occidente estaba afrontando la pandemia del COVID-19 y cómo lo había hecho China, pero de una manera totalmente incorrecta porque no afronta para nada las medidas de Occidente que, a la vista está, son totalmente ineficaces para contener la pandemia. Con o sin vacunas. Pero eso no se puede reconocer así como así, hay que darlo la vuelta y retorcerlo. Y si lo hace un "progre", mejor. La burguesía aplaude con las orejas.

Mira tú, voy a hablar de tres montañas y hablo de cuando la montaña parió tres ratones. Este es el problema de la pobreza intelectual en la que nos movemos y, como digo habitualmente en mis conferencias, siempre, pero que siempre, hay que partir de una premisa a la hora de oír, leer o lo que sea: si se es un intelectual honesto hay que tener presente que hasta quien se considere el más objetivo especialista está prisionero de sus experiencias, de los valores dominantes de su sociedad, de las tradiciones, de los estereotipos de su entorno (como somos europeos tendemos a aportar a todo una visión eurocéntrica, casi me atrevería a decir etnocéntrica). Cualquier teórico y/o académico que se aproxima a las relaciones internacionales lo hace desde la perspectiva de su ámbito cultural, nacional o ideológico y establece una elaboración teórica según esos valores. Por lo tanto, nadie es independiente; el teórico y/o académico se puede aproximar más o menos a la objetividad, pero nunca a la independencia.

Pero la honestidad no está de moda, y mucho menos cuando en Occidente se está asistiendo a un cierre de filas -incluyendo a los "progres"- contra la pérdida de hegemonía mundial que representa China, especialmente, y otros países. 

Este es nuestro problema, que ante el desierto intelectual en el que nos movemos aparecen tres ratones, escriben alguna cosa y se convierte en un manual y se les ensalza. Ya tenemos en qué basarnos para nuestros análisis, aunque muchas veces no tengan nada que ver con la realidad. Se les puede aplicar el viejo dicho de que no hay que dejar que la realidad estropee un buen análisis.

Por ejemplo, Piketty. El artículo en cuestión, que podéis leer sin problemas en el enlace de más arriba, es de primeros de mes pero tremendamente antiguo. Siendo benévolo, diré que se circunscribe, en el miejor de los casos, a marzo (cuando el XIV Plan Quinquenal se aprobó en la Asamblea Nacional Popular, aunque puede que lo echase un vistazo en octubre del año pasado -lo más probable-, cuando se aprobó). Porque lo que se está produciendo en China va, precisamente, en la línea de combatir la desigualdad y, para ello, solo hay una forma: combatir el capitalismo. Eso no quiere decir que China esté abandonando el capitalismo, pero sí que lo está frenando o, si se quiere, acelerando la aprobación de medidas anticapitalistas, o circunscribiéndolo, o el calificativo que queráis poner.

Que lo diga yo tiene un pase, pero si lo dicen los propios capitalistas es que alguien ¿Piketty? está equivocado. Y, por supuesto, quienes le siguen. 

Resulta que las medidas anticapitalistas o de freno del capitalismo que se están adoptando en China están molestando, y mucho, en los grandes centros del capitalismo mundial que, quiérase o no, no están en China. Por ejemplo, Mongan Stanley se acaba de marcar un análisis muy claro de lo que está pasando que empieza de manera demoledora: "Se está produciendo un profundo cambio de política en China. Para lograr los objetivos de garantizar la estabilidad social y hacer que el crecimiento económico sea más sostenible, los responsables de la formulación de políticas han iniciado un ciclo de endurecimiento regulatorio de gran alcance y amplio alcance. Este nuevo curso dará forma a la evolución de la economía y los mercados de capitales de China en los próximos años"

Esto, guste o no a los seguidores de Piketty, supone afrontar la desigualdad que tanto les preocupa y de la que dicen no hay preocupación en China. 

Sigo con Morgan Stanley: "Si bien este cambio de política no debería sorprendernos, dado que la desigualdad de ingresos es un problema mundial, la velocidad, la escala y la intensidad de las medidas que estamos viendo en China hoy son inesperadas".

¿Algo que decir, seguidores de Piketty?

Porque lo que dice el XIV Plan Quinquenal, que no han leído en profundidad ni Piketty ni mucho menos sus seguidores pese a que dicen haberlo hecho, es que cuando China habla de "prosperidad común" y "país moderadamente próspero" es lo que está haciendo con la "circulación dual o doble circulación": reequilibrar la economía de China hacia el consumo. Es decir, se acabó eso de ser la fábrica del mundo. En otras palabras: menos capitalismo.

Morgan Stanley dice que esto es "un paso atrás". Vamos a ver, mi muy poco queridos y queridas "progres", si un baluarte del capitalismo dice que las medidas que está adoptando China son "un paso atrás desde la perspectiva macroeconómica" ¿a qué creéis que se está refiriendo? Si eso no fuese así  ¿por qué China ha logrado acabar con la pobreza absoluta y se está centrando en terminar con la pobreza, a secas? Ni energética, ni habitacional ni esas chorradas que se leen en Occidente porque si hay ese tipo de pobreza es porque hay pobreza. Punto. Sin calificativos.

China ha logrado la meta prevista y, a partir de ahora, tiene otra: abordar la desigualdad y terminar con ella. De eso va el XIV Plan. Si se quiere reequilibrar la economía hacia el consumo, como se dice, se tiene que aumentar el nivel salarial. En eso se está. En plena pandemia, el incremento del salario mínimo ha sido del 46'7%. Y China es el único país que sigue creciendo mientras el resto está en déficit por la pandemia como ha tenido que reconocer el FMI. Buscad otro país que haya hecho lo mismo. Aquí, sin ir más lejos, "el gobierno más progresista de la historia" (sic) si bien es verdad que lo subió el 5'5% en febrero de 2020 ahora se resiste a hacer otro propio este año achacándolo a los efectos ecónomicos que está sufriendo el país con la pandemia (y a imposiciones del capitalismo de Bruselas).

Y para ello, el enfoque del XIV Plan es claro: "abordar las tres grandes montañas", o sea, la sanidad, la educación y la vivienda. Contra la educación privada ya se ha actuado hace poco, faltan las otras dos. No os quepa duda que pronto oiremos hablar de ello, además de la jubilación.

Piketty y sus seguidores deberían mirar qué se hace en estos rubros en sus respectivos países. Y explicar, si es que pueden, que solo un aumento de salarios ayuda a los hogares, cierto, pero también afecta a los empresarios porque ganan menos. Es la eterna lucha entre capital y trabajo y, en China, ahora está ganando el trabajo. Buscad y comparad por ahí.

De nuevo Morgan Stanley: "El resultado es que, a corto plazo, los efectos del ciclo de endurecimiento regulatorio deberían frenar el sentimiento empresarial general, reducir la inversión privada y afectar el crecimiento a futuro. También puede disuadir a los inversores globales de profundizar su participación en los mercados de capital de China".

Evidentemente, aquí se puede, y se debe, poner el cartelito de "continuará".

El Lince

jueves, 5 de agosto de 2021

Cuando el río suena, agua lleva

Aquí está pasando algo. China ha vuelto a pisar el acelerador anticapitalista. Dicho así suena muy fuerte, pero es lo que está pasando.

Primero, en noviembre de 2020, impidiendo la oferta pública de adquisición de acciones del Grupo Ant, propiedad del multimillonario Jack Ma. Segundo, en julio de 2021, aprobando una ley que restringe bastante los privilegios de que gozaba la enseñanza privada.  Os hice un resumen de lo primero y expliqué lo segundo el otro día.

Y ahora, en agosto, arremetiendo contra la industria de los videojuegos y su impacto en los menores. 

La historia no la habría tenido en cuenta si no hubiese visto un titular sorprendente: "China está dispuesta a volverse comunista". No es un titular chino, sino de un periódico que se editaba en papel en Tailandia, dejó de hacerlo como consecuencia de la crisis asiática de finales del siglo XX y comienzos del XXI, se edita ahora solo por internet y comparte sede en Tailandia y Hong Kong. Porque el subtítulo es aún más expresivo: "La represión tecnológica de Xi señala el fin de una era capitalista". Así que visto lo visto, he ido a donde hay que ir, o sea, a los medios chinos.

Y sí, algo de eso hay.

La historia comienza el domingo cuando el "Diario de Información Económica", vinculado a la agencia Xinhua, publicó una investigación en la que calificaba a los juegos en línea como "el opio espiritual", como "la droga electrónica" de los jóvenes y decía que su impacto en la salud de los adolescentes no debe subestimarse.

La consecuencia inmediata fue que la principal empresa de videojuegos de China perdió en bolsa más del 6% al día siguiente, aunque hubo otras que perdieron hasta el 12%.  Eso son miles de millones. Hay quien dice que el equivalente a 55.000 millones de euros.

El revuelo fue mayúsculo, y algo debió pasar porque el artículo en cuestión y que véis más arriba fue suavizado con otro en el que desaparecía la expresión "opio espiritual" aunque se mantenía todo lo demás. Por ejemplo, que la adicción a los juegos en línea tiene "un impacto negativo en la fisiologia y en la psicología de los adolescentes", que "afecta al rendimiento académico" y que "conduce a trastornos de personalidad".

Por una parte, el hecho de que se "suavizasen" algunas expresiones o desaparecieran, pero se mantuviese el grueso del artículo, indica una lucha evidente entre quienes apuestan por el negocio y quienes lo hacen por la población. El sector, como en todas partes, es muy lucrativo y genera cientos de miles de millones. Y ha habido una especie de "explicación" porque hay otro artículo posterior, el lunes, en el que se dice que es "inmoral culpar a las compañías de videojuegos" porque "los padres y la comunidad en general son responsables de abordar el juego excesivo" y que "las escuelas, los desarrolladores de juegos, los padres y otras partes deben trabajar juntos".

Pero el toque de atención ha sido advertido por las empresas. La principal, Tencent, que controla la mitad del mercado chino, ya ha dicho -el martes, un día después de las pérdidas- que va a introducir "salvaguardias tecnológicas para limitar el tiempo de juego a los menores de 12 años". Dice que impondrá un sistema por el que solo se podrá jugar una hora diaria en los días escolares y dos horas en los fines de semana y fiestas, pudiendo jugar sólo hasta las 10 de la noche y nunca antes de las 8 de la mañana. Dice también que inspeccionará a cualquier usuario que siendo menor de edad finja ser un adulto.

No tengo ni idea de cómo se puede hacer eso, pero seguro que se puede.

En cualquier caso, lo interesante es el artículo. Decía que diversas encuestas han demostrado que casi el 12% de los alumnos juegan todos los días, que más del 26% lo hace cada dos o tres días y que deben implementarse medidas que complementen a las que ya se han puesto en marcha dirigidas a la enseñanza privada, sobre todo a las tutorías, para salvaguardar el bienestar social y construir un entorno cibernético saludable, porque, así, se apunta al desarrollo económico y social a largo plazo. Y decía algo más: "no se puede permitir que ninguna industria se desarrolle de una manera que destruya a una generación".

Ni qué decir tiene que lo más bonito que se ha dicho de esto en Occidente es "represión". Como es lógico, se habla de las pérdidas económicas (no solo de las compañías chinas, sino de las occidentales) y se estima que supondrán un billón de dólares. Y se preguntan si "la represión de Xi contra las empresas de tecnología y tutoría [enseñanza privada] se detendrá ahí". Fijaos bien: Rusia es "la Rusia de Putin", China es "la China de Xi". Nadie dice "los EEUU de Biden", "la Gran Bretaña de Johnson"  o "la Francia de Macron". Putin y Xi personalizan toda la maldad del mundo y tiene que quedar claro siempre.

Pero claro, arremeter contra las medidas chinas no es políticamente correcto porque es algo que se produce también en Occidente, aunque no se actúa como en China. Por eso se dice que "hay temor de que vaya demasiado lejos", que "dañe al sector" y que eso supondrá "dañar el crecimiento a corto plazo y la innovación a largo plazo". O sea, que se puede vigilar (un poquito) a los monopolios de los videojuegos pero, eso sí, sin asustar porque "eso produce una reducción del crecimiento del Producto Interior Bruto".

En cualquier caso, "China [la de Xi, algo que se repite ya de forma machacona] está restringiendo la economía privada" y eso supone que "los consumidores también están sufriendo".

Y de manera muy gráfica para alguien como yo, pero críptica para alguien como ellos, añaden: "los líderes del Partido Comunista parecen cada vez más cómodos aceptando un daño económico considerable para lograr objetivos no económicos". Observad el lenguaje.

En medios chinos izquierdistas, que los hay (claramente maoístas), se habla muy bien de las medidas del gobierno "contra las tendencias antisociales" que "frenan los excesos del desarrollo capitalista" y "reafirman la primacía del socialismo". No he visto este discurso en las páginas gubernamentales, pero -insisto- algo de eso hay. Porque cuando el río suena, agua lleva.

Tanto que, ahora sí, ya son muchos los medios de propaganda occidentales que se hacen eco de la "nueva represión". Se leen cosas como ésta: "Alibaba [la empresa de Ma] y Tencent, dos de las empresas más grandes de China y entre las más visibles para los inversores internacionales, han recibido grandes golpes". O esta: "Muchos inversores estadounidenses están tratando de anticipar posibles objetivos para la próxima represión de China". O esta: "Muchos analistas han recurrido a leer viejos discursos del presidente Xi y analizarlos en busca de pistas sobre otras empresas y negocios que podrían ser blanco de ataques".

Y Bloomberg, que controla más de un tercio de toda la industria financiera del capitalismo, es quien da la pista definitiva: "Xi ha denunciado el contenido en línea "obsceno", la desigualdad educativa y la especulación del precio de la vivienda en los distritos escolares populares". Y recalca: "en este punto deberíamos saber que Xi generalmente cumple con lo que dice".

Como seguidor de lo que pasa en China, que es, sin duda, el país al que hay que mirar y no otro, os voy a dar una pista de por donde van a ir ahora las cosas: los bienes raíces (edificios, terrenos, o sea vivienda), disponibilidad y asequibilidad de la atención médica (la experiencia de la COVID-19 es determinante) y la jubilación (protegerla y asegurarla en condiciones). No olvidéis que China tiene 1.400 millones de habitantes. Habrá más sectores, sin duda, pero el camino está claro.

Y ya que he vuelto con el símil del agua, os recuerdo que este agua aún corre profunda.

Por cierto, algo más que una anécdota: dos medallistas chinas acudieron a la ceremonia del podio con insignias de Mao. 

El Lince