lunes, 31 de julio de 2023

Una intricada danza

No, esta vez no tiene nada que ver con la música. Es la intrincada danza de la diplomacia, el juego de poder estratégico y las alianzas en evolución en el mundo que se está configurando y en el que Occidente cada vez actúa de forma más caótica y agónica. Si hay que resumir en pocas palabras lo ocurrido en estos días en que he estado ausente, es esto, con algunos otros hechos relevantes como la finalización del "acuerdo de granos" y el que, por fin, Rusia sí ha dejado claro su puño de hierro, la sustitución del ministro de Exteriores chino por su antecesor, la enésima rebelión militar anticolonial en África, esta vez en Níger, y la cumbre Rusia-África con la presencia de 46 de los 54 estados africanos.

Y junto a ello, un hecho extraño pero se suma importancia: la visita del ministro de Defensa ruso a Corea del Norte. Extraño, porque es la primeva visita de este nivel en 30 años, pero que se puede encajar en lo anterior. En cómo un país considerado "paria" se convierte en un puesto avanzado de la configuración geopolítica en marcha. Cortejada más que nunca por China y Rusia, Corea del Norte entra de lleno en esta reconfiguración mundial y abre una enorme grieta en todo el entramado de las "sanciones" occidentales -ilegales, según el derecho internacional- e, incluso, en las sanciones "legales", las impuestas por la ONU. Porque supongo que nadie en su sano juicio desconoce el potencial de los norcoreanos en la fabricación y perfeccionamiento de armas y municiones.

Lo que ocurrió con la visita del ministro ruso es algo más que simple cortesía diplomática, es una declaración de amistad clara y rotunda como paso previo al fortalecimiento de lazos militares bilaterales y a la cooperación. No se conoce mucho de lo acordado, pero lo que se se conoce es determinante: "los dos países reafirman su colaboración y cooperación estratégica y táctica". Esta es la palabra clave, táctica. Un buen mensaje tanto a EEUU, por supuesto, como a Japón y Corea del Sur por sus veleidades con el país 404, antes conocido como Ucrania.

Porque la visita del ministro ruso coincidió con la del vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China. En política internacional no hay casualidades, y menos cuando Rusia y China se juntan en Corea del Norte. Es claramente la respuesta a la "alianza trilateral" de EEUU con Japón y Corea del Sur, y estos dos últimos países a buen seguro que están tentándose la ropa ahora mismo.

Además, tiene mucho que ver con la próxima cumbre de la "Nueva Ruta de la Seda" que va a celebrar China en octubre (y Occidente ya ha dicho que no acudirá, como si eso tuviese algún valor) y la reconfiguración del comercio marítimo con un Ártico que se deshace y que abre nuevas, y más baratas, oportunidades de comercio porque ya no será necesario pasar por el canal de Suez (eliminando así un riesgo añadido: el bloqueo occidental). Y aquí hay un puerto en Corea del Norte vital porque se sitúa a medio camino exactamente. Estamos en los albores de la integración de Corea del Norte en su contexto natural: Eurasia.

No hace falta decir que la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, es el catalizador de todo. Rusia es en estos momentos la columna vertebral de todo este movimiento porque está frenando de tal manera a Occidente (sobre todo mostrando la impotencia de la OTAN) que está imposibilitanto muchos de sus movimientos, lo poco que hacen va siempre a rebufo de rusos y chinos y en un momento en el que la gran mayoría de los países ya no les tienen miedo a los occidentales, generando un tímido sentimiento de culpa porque, de repente, Occidente se ha dado cuenta de que su neocolonialismo le está pasando factura y ahora se da golpes de pecho por ello y pronunciando palabras rimbombantes.

La reciente cumbre Rusia-África es prueba de ello. Es una evidencia innegable de los importantes avances de Rusia en África, lo que marca su creciente influencia en este continente históricamente subestimado, explotado y colonizado por Occidente, sobre todo, por Europa. La arrogante minoría occidental, acostumbrada durante mucho tiempo a dictar la narrativa del mundo, ahora se enfrenta a la incómoda verdad de su menguante influencia. La multipolaridad no está en el horizonte: está aquí, alterando las reglas del juego, dando forma a nuevas alianzas y redefiniendo las relaciones internacionales.

Eso no quiere decir que estemos en un camino de rosas. No, las rosas tienen también espinas y hay que observar los esfuerzos de Occidente por debilitar a los BRICS (y será crucial para el futuro la cumbre de mediados de agosto), esfuerzos que no tendrían ninguna posibilidad de éxito si no contasen con los miedosos y timoratos de siempre, comenzando por Brasil.

Intentaré hablar de ello los próximos días.

El Lince

lunes, 17 de julio de 2023

La mafia occidental no perdona

Es sabido que la mafia castiga con la muerte la salida del clan. África se ha rebelado contra Occidente, sobre todo con la apuesta por la desdolarización y la delegación de paz en el conflicto del país 404, antes conocido como Ucrania, y Occidente y sus "valores" han iniciado el castigo. Nadie se puede salir del redil, y mucho menos unas colonias que siempre han proporcionado los mejores esclavos. La mafia occidental no perdona.

A Sudáfrica se la ha amenazado ya abiertamente con sanciones económicas si accede a que Putin asista en persona a la cumbre de los BRICS de agosto, pese a que el gobierno sudafricano había otorgado inmunidad diplomática a los participantes en el mismo. Y aparecen los timoratos, como el vicepresidente del país, que le pide a Putin que no asista para no ser sancionados porque "no podemos correr riesgos financieros". Mal asunto para Sudáfrica, porque si queda bien con Occidente por miedo a las sanciones pierde todo su aura "antiimperialista" además de hacer un daño irreversible a los BRICS. Salvo que Putin a última hora decida echar una mano a Sudáfrica ausentándose, por aquello de "me debes una", la cosa está así en este momento.

La lucha de poder dentro del Congreso Nacional Africano está en su punto álgido entre el ala derecha y el ala izquierda. Tienen miedo y en vez de avanzar no tienen en cuenta que el vacío que pueda dejar Occidente es fácilmente reemplazable por los BRICS como tales y, sobre todo, por China y Rusia particularmente. Y ahí está la sexta columna, los pro-occidentales de siempre, calentando motores contra el gobierno.

Como en Kenia. Su presidente (que no lleva un año en el cargo) está siguiendo el camino de Gadafi con la desdolarización y una semana después de proponerlo comenzaron en el país las manifestaciones de la oposición pro-occidental, encabezada por el perdedor de las elecciones de hace menos de un año y quien dice ser "primo de Obama" (y parece que algo de esto hay, porque Obama le visitó una vez) y que se opone al "giro en política exterior" del gobierno. En las manifestaciones, supuestamente contra la corrupción y el aumento de impuestos, se grita "quien no salte es Ruto" (nombre del presidente del país). Hay que decir que Ruto ha heredado un país en ruinas y que está intentando salir del estrangulamiento diversificando las relaciones políticas y, sobre todo, impulsando la desdolarización y evitando el "encadenamiento al FMI" apostando por el Afreximbak.

También está Etiopía, que acaba de solicitar su membresía oficial a los BRICS (29 de junio). Una semana después, el 6 de julio, EEUU amenazó públicamente a Etiopía: "no nos quedaremos de brazos cruzados frente a los horrores en Tigré”. Después de un tiempo de silencio, EEUU revive el conflicto, y eso no es casualidad.

Tampoco falta lo esperpéntico, por supuesto. El Fondo Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha hecho un llamamiento "para salvar la naturaleza de África de la influencia destructiva de los mercenarios rusos" (?). Que Occidente (léase en este caso Francia de forma preferente) saquee y confisque los recursos de países como Burkina Faso, Malí o la República Centroafricana no es relevante para esta peña. Ya estoy viendo a Greenpeace o a Greta Thunberg sumándose a esta denuncia y protestando.

Dado que voy a estar unos días fuera, voy a relajar un poco la cosa a la espera de ver cómo responde Rusia al enésimo traspaso de sus "líneas rojas" con el ataque al puente de Crimea. Las pruebas de la participación occidental son evidentes, como demuestra este gráfico del vuelo de aviones de la OTAN de un día antes. Y se produce, además, el mismo día en que expira el "acuerdo de granos" que no ha servido para que Rusia exporte ni una tonelada de fertilizante, algo que estaba en el acuerdo como reconoce la ONU en su intento para que se renueve. Lo más probable es que el ataque al puente se haya hecho utilizando como cobertura uno de esos barcos, aparentemente civiles, y que se haya hecho con los datos de estos vuelos.

Los rusos han prometido una y otra vez "ataques a los centros de decisiones", pero los han hecho con cuentagotas. Y veremos si cortan el acuerdo o vuelven a lo de siempre, a las "líneas rojas". Al final, el villano va a tener razón.

A lo que iba con lo de la relajación para estos días, si es que la cosa no escala más.

Comienzo con un funeral, que no es para festejar según la cultura occidental pero sí en otros países. Es el de Stella Chiweshe, pionera, feminista y luchadora de Zimbabue.


Causó un terremoto cuando se atrevió a tocar un instrumento que, hasta ella, solo tocaban los hombres, la mbira, un instrumento que tiene más de 1.300 años. Causo un terremoto cuando se enfrentó a la administración colonial británica porque reivindicaba "los sonidos ancestrales" y eso iba en contra de "los valores cristianos", por lo que Gran Bretaña, la potencia colonial, la persiguió y prohibió actuar. Pero lo hizo de noche, de forma clandestina por todo el país, y recuperó su cultura musical, su historia y añadió letras modernas a una música ancestral: hablaba de misterios, del patriarcado, del dominio colonial. No solo tuvo que pelear contra los colonizadores británicos (que pusieron al país el nombre de Rodesia), sino que más de una vez fue rechazada por las propias mujeres de Zimbabue por "romper los valores tradicionales" y por "equipararse a los hombres" al tocar la mbira.

Uno de sus temas, "Chachimurenga" ("Es la hora de la revolución") rompió fronteras de todo tipo: políticas, sociales, culturales. Porque, sobre todo, es una llamada a las armas para derrotar al colonialismo. 

Entró en un ámbito exclusivo de los hombres y terminó siendo su referente con canciones como esta. Su música se convirtió en "la sangre" de todos los luchadores de Zimbabue, Sudáfrica y Namibia. Lástima que gente como el tipo de Sudáfrica del que hablo antes esté olvidando sus raíces y su cultura tan arduamente labradas por personas como Stella Chiweshe. Seguro que la considera, en el mejor de los casos, una vieja pasada de moda en vez de una ambuya, una abuela firme y audaz que se sirvió de la música para difundir cuestiones relacionadas con la tradición, las mujeres y los problemas sociopolíticos y económicos del África negra.

Junto a ella, y de sur a norte de África, dos argelinas por aquello de que Argelia ha pedido tanto el ingreso en los BRICS como en la OCS y, por ahora, no está siendo amenazada por la mafia occidental porque Argelia tiene algo que es muy necesario: gas. 

Una reivindicado su país cuando se está fuera y, sobre todo, a su ciudad. Es Mona Boutchebak y su "Fi qalbi Sekna" ("Argelia en mi corazón todavía").

Otra hablando de amores y desamores, pero con alegría (esta es una canción de desamor) y dando una clase magistral de cómo se toca el darbuka, el tambor emblema del Poniente (Magreb) y del Levante (Mashrek). Es Souad Massi y su "Tallit al bir" ("Miro el pozo").

Occidente nunca entenderá cosas como estas, aunque asista a conciertos de quienes aquí aparecen. Para los occidentales no deja de ser una curiosidad exótica más.

A disfrutar.

El Lince

jueves, 13 de julio de 2023

Al final de este viaje

Terminó la reunión de autistas, más conocida como "cumbre de la OTAN". Y ha terminado con una banda sonora que demuestra en qué lugar estamos: han dado la vuelta a una canción de John Lennon, y han cantado al unisono"Dale una oportunidad a la guerra". No solo las bombas de racimo de EEUU, sino los misiles de largo alcance de Francia, que se suman a los ya entregados por Gran Bretaña. Y pronto veremos a los de EEUU. Es una muestra del pánico total en que está la OTAN, aunque se disfrace de una medida fuera de la OTAN y dentro del fantasmagórico G-7 como "acuerdos bilaterales".

Con la pretendida "izquierda" siendo una firme partidaria de la OTAN -un movimiento que comenzó con la guerra contra Yugoslavia, una guerra que destrozó a la UE como factor geopolítico, ademas de ser violatoria del derecho internacional, como las de Irak o Afganistán- y el auge del fascismo no queda mucho espacio para la esperanza, entendida como cordura, en el Occidente colectivo.

Tenemos una OTAN "decidida a defender los derechos de las mujeres" (enero de 2018) y ahí están las primeras ministras y ministras de algunos países europeos siendo más papistas que el papa, con la fanática Annalena Baerbock en cabeza. "Mujeres fuertes como complemento perfecto para los hombres fuertes autoritarios" (sic). Tonterías de estas se leen sin rubor en las publicaciones de la OTAN. Lo vuelven a decir (punto 70 de la declaración final).

Tenemos una OTAN "defensora de la vida cívica" (marzo de 2020) y "preocupada por el entretenimiento y la educación" que, aprovechando la pandemia, lanzó su primer concurso de "novela gráfica para jóvenes artistas" y su primera "cumbre de influencers" (por videoconferencia, claro, aunque en 2022 estuvieron presentes por primera vez en la cumbre de Madrid).

Y tenemos la OTAN "diversa e inclusiva" (marzo 2021) con gran contento LGTBQ. Se ha publicado con toda fanfarria que son 50.000 el número de "combatientes LGTBQ" en el país 404.

La progresía está fascinada por completo con el espectáculo. Y siguiendo a sus maestros verdes alemanes, ha abandonado la neutralidad y la oposición a la guerra. Ya se sabe, Putin es maligno y Rusia peor aún. Y la OTAN es guay. Ahí estamos.

Pero la cosa no va bien, nada bien para la OTAN y sus panegiristas. El triunfalismo de la cumbre del año pasado en Madrid se ha convertido en consciencia de su debilidad militar en la cumbre de estos días de Vilna, por mucho que se lo encubra de ambición y agresividad. Discursos y documentos vacíos que no ocultan la gran preocupación por lo que ocurre y la progresiva pérdida de credibilidad, e influencia, occidental.

Y, además, está esto.

Es algo más que gracioso: es patético. Fijaos en el segundo subtítulo: "Los líderes pasaron el miércoles limpiando..." la pataleta del bufón. Cómo tuvo que ser la cosa para que alguien en los medios de propaganda rompa el mundo idílico de que la cumbre fue un éxito, que todo va bien, muy bien, que la OTAN está más unida que nunca y demás estupideces.

El debilitamiento de la OTAN es notorio: sus armas no son buenas, se han quedado sin munición, no han mejorado la adquisición de material militar "para su seguridad" y todo lo que han dado y dan al país 404, antes conocido como Ucrania, arde y arde como hierba seca. La OTAN dice que el gasto del 2% del PIB para defensa "es lo mínimo" que tienen que hacer los países. Vamos a ver si la gente lo aguanta o no, porque eso irá en detrimento de lo de siempre: sanidad y educación. Aunque visto el enamoramiento de la progresía con la OTAN, por aquello de los colorines y del me gusta, es probable que la gente trague. 

Como traga toda esta sarta de tonterías que acaban de aprobar: se promete avanzar en el proceso de "adhesión" del pais 404, eliminar los obstáculos para que se una a la OTAN y "reducir el proceso de adhesión de Ucrania de dos pasos a uno". La declaración también dice que se extenderá una "invitación" al país 404 "con el consentimiento de los estados miembros y el cumplimiento de las condiciones". Pero vale la pena señalar que la OTAN no da más detalles sobre las condiciones para la "adhesión" ni hay un calendario específico.

Y la chulería, como en Madrid y que demuestra el vasallaje europeo a EEUU: insiste en China como enemigo. Palabras mayores para China, puesto que se menciona más a China que en la cumbre de Madrid del año pasado. China es el gran objetivo para Occidente y Rusia está deteniendo estos planes y haciendo tambalearse a la mafia occidental. Por eso la insistencia en el país 404, porque se acaba el tiempo para ir contra China, a la que se presenta como una "amenaza" en los campos de la política, la seguridad, la ciencia y la tecnología, así como en el comercio y la economía. O sea, para la hegemonía occidental. Ni el agua es tan clara.

Además, fijaos en lo que dice el documento final que han aprobado: "la asociación estratégica cada vez más profunda entre la República Popular China y Rusia y sus intentos de reforzarse mutuamente para socavar el orden internacional basado en normas van en contra de nuestros valores e intereses"; "las ambiciones de China desafían los intereses, la seguridad y los valores de la OTAN". 

Un país soberano que hace lo que quiere (¿no es esto lo que dicen del país 404?) "desafía los valores" de la OTAN. De nuevo unos valores que no valen nada. El lenguaje para bobos que caracteriza a Occidente y que tanto encandila a los "progres".

Algunas cosas más que demuestran la fragilidad y debilidad de la OTAN: "La OTAN llama a todos los países a cesar todo apoyo a Rusia en la operación militar especial" (no está mal que año y medio después se siga insistiendo en lo mismo, lo que refleja el estado real de su influencia en el mundo); "La integración militar de Rusia con Bielorrusia afecta la estabilidad regional y la defensa de la OTAN" (no entienden la pasiva, el que la integración militar de tal y cual en la OTAN afecta la estabilidad y defensa de Rusia, por ejemplo); "Los países de la OTAN evitarán que Irán desarrolle armas nucleares" (ni una palabra sobre quién se retiró del acuerdo y del incumplimiento del mismo por Europa). Y así todo. Son 90 puntos, por si tenéis estómago para leerlos todos.

Dado que los hippies "progres" reinterpretan a John Lennon y que se comportan no solo como autistas sino como ciegos, no está de más culturizarlos un poco para sacarlos de su ignorancia y decir que su canción es esta, "Nunca habrá paz", de los Blind Boys of Alabama. Por aquello de que no ven, que al menos oigan.

 
 
Porque lo que falta es ese dios sentado en la mesa de conferencias. Claro que si hay que hacer caso a la última votación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Occidente colectivo primero tiene que completar otra Cruzada, y ya está en ello, para que su dios sea el único y verdadero.
Es la resolución aprobada ayer que condena las quemas públicas de varios libros sagrados (inspirada en las recientes quemas del Corán en Suecia). Fijaos en los votos en rojo y volved a lo de los "valores" de la OTAN.

Visto lo visto, al final de este viaje solo quedaremos unos cuantos, así que he optado por esta clásica canción de Silvio Rodríguez que define perfectamente la situación. Porque está claro que somos pocos y casi, casi, de la prehistoria (ellos y ellas son lo moderno, por supuesto). Pero somos prehistoria que tendrá el futuro.


P.D.- El Parlamento ruso ha aprobado una propuesta para que las armas occidentales destruidas se exhiban frente a las embajadas de los países de la OTAN. Es la respuesta a lo que ya hicieron los occidentales en febrero de este año (con malos resultados, todo hay que decirlo, porque los ciudadanos cubrieron de flores el tanque expuesto en Alemania, por lo que lo tuvieron que retirar). Se planteó por primera vez en marzo y se aprueba ahora. Tras la victoria de Stalingrado, en la URSS se hizo un "parque temático" del armamento nazi destruido y capturado en el Parque Gorki de Moscú que se mantuvo desde 1943 a 1948. No hubo moscovita que no lo visitase.

Conociendo la burocracia rusa, no es probable que se haga a corto plazo. Tardará aún un tiempo, pero si se hace -si se hace- casi merecerá la pena un viaje turístico por Moscú. O invitar a la OTAN (y a los "progres") a que tenga allí su próxima cumbre para que hagan como los ciegos: ya que no ven, que toquen los restos de sus "wunderwaffen", sus armas maravillosas y se hagan una idea del nuevo mundo.

El Lince

lunes, 10 de julio de 2023

Reunión de autistas

La de mañana y pasado de la OTAN es una reunión de autistas: todos los participantes tienen conductas e intereses repetitivos y muy difícilmente prestan atención. Así que, por si acaso, y en un intento de ayudar a Occidente a eliminar sus discapacidades de desarrollo cerebral, Rusia ha hecho público un vídeo épico: la destrucción de un equipo completo de combate del país 404, antes conocido como Ucrania.


Son 2 tanques occidentales y 7 vehículos blindados de transporte de personal, también occidentales. Si se tiene en cuenta que los tanques tienen una dotación de 3 personas como mínimo, y los otros vehículos de 30 como máximo, podemos suponer que al menos 120 neonazis han dejado de participar en el conflicto en algo menos de 2 minutos y medio. Pero esto pone de relieve por qué hay que coger con pinzas todas las cifras de bajas de los neonazis: los rusos suelen ser muy conservadores en ellas; los neonazis son, simplemente, negacionistas. Porque hay un dato cierto: muchos terminan hechos trizas, en pedacitos que no se pueden contar.

Es una buena muestra del fracaso absoluto de la tan cacareada "contraofensiva", por si hay alguien ahí, en Vilnius, que recibe el mensaje (muy difícil).

No voy a hacer especulaciones sobre lo que puede pasar, ni siquiera de lo de Erdogan y la ruptura del acuerdo con Rusia sobre prisioneros nazis. 

Aquí no valen porque hay que mirar un poco más allá. Hay que mirar al 18 de julio, cuando finaliza el actual "acuerdo de granos" (del que se está beneficiando Turquía) y, sobre todo, a la reunión de los BRICS de dentro de un mes. Con varios países llamando a la puerta lo mejor es dejar que se abra, especialmente tras la certificación, otra vez, de la "doble moral" de EEUU con el suministro de bombas de racimo a los neonazis. Y ampliar lo que realmente hace daño: la desdolarización.

Puede que haya algún movimiento de Rusia o puede que no. Especular no tiene ningún sentido en este momento y menos con estas fechas a la vuelta de la esquina.

El Lince

jueves, 6 de julio de 2023

Todo lo que sube, baja

"Todo lo que sube tiene que bajar". Es algo que dijo Newton hace 400 años. Es la ley de la gravitación universal. En castellano coloquial se dice que "todo lo que sube, baja" en referencia al éxito, que suele ser efímero. Occidente está aquí en estos momentos. Se acabó su hegemonía, su prepotencia, su chulería. En todo. Ni es un jardín, ni tiene valores, ni poder militar, ni nada de nada. Es todo una farsa. Y hasta ahora, ha vivido de los réditos de esa farsa.

En 2018 China inició un movimiento que, entonces, fue acogido con sonrisas y encogimiento de hombros por Occidente: comenzó a editar sus propias revistas científicas al margen de las occidentales. Los académicos chinos llevaban años quejándose de que las revistas científicas occidentales solo de vez en cuando publicaban artículos suyos. Hablaban de Nature, Science y similares. Porque hubo una etapa en China, sobre todo antes de la llegada de Xi Jinping a la secretaría general del PCCh, en la que se incentivaba a los académicos a publicar en Occidente y pasó lo que tenía que pasar, que hicieron lo mismo que los occidentales, o sea, firmar por firmar, cuanto más mejor, en pro de mejores prebendas académicas, mejores rankings universitarios, etc. Hasta ese 2018 en que, parafraseando al entrañable Carlos Puebla, "llegó el comandante y mandó parar". 

Previamente había habido bastantes revueltas universitarias, protagonizadas por alumnos -sobre todo- y profesores que rechazaban la "occidentalización de la educación" y se desarrolló un movimiento, "Más Marx, menos Occidente", que trajo de cabeza al poder. Hasta que se vio obligado a ceder. Eso comenzó en 2014 y en 2018 el cambio en los métodos de enseñanza comenzaron a gran escala. En el caso del que hablo, se comenzó a considerar que los estándares académicos en las instituciones de educación superior no pueden guiarse significativamente por las ideas o estándares occidentales. Y desde entonces, aunque se sigue publicando en algunas de estas revistas científicas occidentales, China edita las suyas propias y las universidades tienen prohibido utilizar las citaciones de artículos publicados en revistas como las citadas (costumbre usual en Occidente) como condición previa al momento de contratar personal. Se dice, y con razón, que así se fortalece la presencia de las nuevas generaciones entre los investigadores porque suelen ser los viejos los que acaparan todos los artículos.

Ese movimiento fue seguido de otro: en marzo del año pasado tres universidades chinas se retiraron del ranking de clasificaciones universitarias internacionales con el argumento de que "hay que centrarse menos en Occidente y más en la autonomía educativa china y sus características". Las tres, Renmin, Nanjing y Lanzhou, dijeron que "el objetivo de mejorar en las clasificaciones internacionales ya no es un objetivo importante". El gobierno chino apoyó la decisión, claramente como forma de presión por si no era oído y dar el visto bueno a que otras universidades hiciesen lo mismo: “No podemos seguir ciegamente a otros o simplemente copiar estándares y modelos extranjeros cuando construimos nuestras propias universidades de clase mundial. En cambio, debemos partir de las realidades de nuestro país y abrir un nuevo camino para desarrollar universidades de clase mundial basadas en las condiciones chinas y con características chinas y que sirvan al pueblo y no a los mercados", dijo Xi Jinping un poco más tarde.

Esta vez no hubo sonrisas ni encogimiento de hombros en Occidente. Comenzaron a ver las orejas al lobo y las instituciones que hacen estos rankings, como Times Higher Education World University Rankings se vieron obligadas a reconocer que "este movimiento puede hacer que las clasificaciones internacionales de ranking universitario sea menos representativo a nivel mundial" por lo que anunciaron que "es evidente que el enfoque de las clasificaciones tiene que comenzar a evolucionar un poco". A la fuerza ahorcan, dicen en mi pueblo.

Ese "poco" era gatopardismo puro porque es Occidente quien elabora esas calificaciones, con sus reglas y sus métodos, pero ante un movimiento que podía provocar un tsunami cambió algo las normas. Pero ese "poco" ha sido brutal para Occidente. Aunque sigue haciendo trampas para intentar mantener la ficción de que sus universidades son las mejores del mundo y sigue diciendo que "China está atrasada" (por ejemplo, con el tema de los semiconductores) y que fuera de Occidente lo que hay es una jungla llena de salvajes ignorantes (en palabras del bocazas Borrell, Alto Representante de la Política Exterior de la UE) no puede continuar poniendo puertas al campo ni negando la realidad que es, como dijo Newton y el castizo de mi pueblo, que todo lo que sube, baja. Occidente estuvo arriba, ahora está abajo.

Por ejemplo, en las universidades de ciencias. La propia Nature lo tiene que reconocer, a su pesar.

 De las 20 mejores universidades del del mundo, 10 son chinas. Entre ellas una de las "rebeldes" del año pasado, Nanjing. Y la primera, la Academia China de Ciencias, lo es con mucha holgura sobre las occidentales, por lo que estará ahí muchos años. ¿China atrasada? Eso es lenguaje para bobos, o sea, para los occidentales. A lo mejor esto os ayuda a entender el por qué de la obsesión estadounidense con las sanciones, ilegales según el derecho internacional.

Son las ciencias naturales (que incluye las ciencias físicas, la química, las ciencias ambientales y de la Tierra y las ciencias biológicas) y que Nature, con pesar, tiene que reconocer cuando se entra en comparaciones con el año 2021: "Las últimas tablas anuales de Nature Index subrayan una tendencia inconfundible en las ciencias naturales: las naciones occidentales están perdiendo terreno mientras que China continúa ganando". Bueno, si a esto llama "perder terreno" en vez de paliza total es para que los occidentales no tengamos pesadillas. Porque todas las universidades occidentales bajan y todas las chinas suben.

Y tras el movimiento chino con sus propias revistas, las occidentales se vieron obligadas a publicar muchos más artículos de científicos y académicos chinos, hasta una proporción de la que se enorgullece Nature: "la participación  de China en las revistas multidisciplinarias Nature y Science aumentó un 26% entre 2021 y 2022". Imaginaos el nivel que había antes y explicaos el por qué del cabreo chino y de la decisión de romper con todo el tinglado occidental. O irse separando, o dando un toque, que siempre habrá gente que diga que soy muy radical.

No es el caso solo de China, por supuesto. Hay otros países en la misma senda, aunque muy por debajo de China. Es el caso de India, que se mantiene según Nature, sin subir ni bajar. Curiosamente no aparece Rusia, pero Nature dice que es consecuencia de la crisis del país 404.

Así que la conclusión es la que es porque no puede ser otra: “Estamos viendo un mundo multipolar donde nuevas potencias están entrando en escena. Es una imagen más diversificada de la ciencia global”.

Ha tenido que llegar una crisis como la del país 404, antes conocido como Ucrania, para que entre un pequeño, muy pequeño, rayo de luz en algún cerebro occidental. Incluso casi me felicito por ello. Aunque, para variar y casualidad o no, el Pentágono acaba de publicar una lista negra de institutos de investigación chinos, en su mayoría vinculados a las universidades chinas que superan con mucho a Occidente, que supuestamente "participaron en actividades problemáticas en un intento de infiltrarse en investigaciones clasificadas del Departamento de Defensa en colegios y universidades de EEUU". Pregunta: si las universidades chinas comienzan a estar a años luz de distancia de las occidentales, ¿para qué lo necesitarían? Lo dicho múltiples veces: Occidente es irrecuperable y solo su destrucción podrá salvar a la humanidad.

Y si tenéis seis minutos de vuestro tiempo, echad un vistazo a los países que gradúan a más ingenieros. A lo mejor os lleváis una sorpresa, así que sentaos cómodamente.

 P.D.- ¿Y qué me decís de la valentía occidental callando ante el ataque "no justificado", como dicen de Rusia, al campamento palestino de Yenín? La magnitud de la destrucción es de las que hacen época porque el régimen israelí arrasó con excavadoras las calles, dejando a los residentes sin luz ni agua ni internet. Una destrucción de la infraestructura civil que incluyó hospitales, escuelas, mezquitas y la iglesia católica, por lo que hasta el Patriarcado Latino de Jerusalén ha protestado. ¿Habéis visto a los medios de propaganda, o a los muy democráticos gobiernos y sus valores, decir algo al respecto, algo así como "brutalidad", "vandalismo", o similar? Por supuesto que no. Estos son los "valores democráticos" del "jardín el flor" occidental.

Lo mismo para Francia, donde ya hay un muerto por una bala de goma policial. No veréis a los embajadores europeos yendo al lugar donde cayó a depositar flores, como hicieron en Bielorrusia con el caso del único muerto en la revuelta del año 2020. Porque como lo que hay en Francia son "hordas salvajes" y no "valientes luchadores por la libertad", a una semana del follón los únicos culpables de todo son los padres del primer muerto, las redes sociales, los videojuegos y La Francia Insumisa. Porque aunque los integrantes de LFI (PCF, PS y Los Verdes) han hecho un llamamiento a la calma, poniéndose, de hecho, del lado del gobierno y la policía, LFI como tal no lo ha hecho y habla de "revuelta" y no de "vandalismo". Los medios de propaganda y el gobierno están atizando a LFI por ello, diciendo que "LFI no pertenece al bando republicano porque no defiende la República". En este caso, hay que reconocer el valor de Melenchon quedándose prácticamente solo frente a tanto mamarracho "progre" hablando de "precariedad laboral, segregación urbana, racismo institucional y una estigmatización cultural que sigue arraigando en una parte importante de la opinión pública, agitada por los profesionales empresarios del racismo que han hecho de él una forma de ascenso y de ingresos políticos, como la familia Le Pen". LFI firma un manifiesto unitario con asociaciones y sindicatos que lleva por título "Nuestro país está de luto y enojado", pero no lo hacen ni el PCF, ni el PS ni Los Verdes, integrantes de LFI. Estos son los "progres", allí y en todas partes.

Por cierto, para "prevenir" revueltas como estas el Parlamento francés, a petición de Macron, acaba de aprobar una ley que autoriza "activar de forma remota las cámaras y el sonido de los teléfonos y cualquier otro dispositivo electrónico sin notificar a las personas que están siendo interceptadas sin previo aviso". Supongo que no es nuevo, pero ahora se hace abiertamente. Otro ejercicio más de democracia pura del Occidente colectivo y sus valores.

En Argelia, país del que proceden los padres del joven asesinado por la policía hace una semana, el origen de la protesta, la cosa está que arde contra Francia y las acusaciones de "revivir el pasado colonial" resuenan con fuerza. El término árabe que utilizan es "hogra", algo que designa al mismo tiempo desprecio, exclusión, injusticia y opresión contra los inmigrantes de origen árabe. Y hablan de "la verdadera cara del jardín occidental, que demuestra que no es tal: la Unión Europea -no sólo París- sale con los huesos rotos respecto a su capacidad de atraer, o de autorrepresentarse ante los ojos de millones de norteafricanos como un jardín frente a su jungla".

Además, Argelia acaba de pedir su inclusión en la Organización para la Cooperación de Shanghái como estado observador, el paso previo antes de pedir ser miembro de pleno derecho. El año pasado formalizó su petición de ser miembro de pleno derecho de los BRICS.

El Lince

lunes, 3 de julio de 2023

 Las hordas salvajes

 De nuevo otra explosión de democracia en estado puro. ¿Recordáis lo que se decía de Irán hace un año, eso de "levantamiento revolucionario del valiente pueblo de Irán" por las manifestaciones por la muerte de una mujer en una comisaría? No, qué vais a recordar. La memoria occidental no supera los cinco segundos, y la retención de las cosas ni siquiera llega a ese tiempo. El muy democrático Occidente comenzó a sancionar a Irán por la "represión", (y acaba de volver a hacerlo por "continuar con la violación de los derechos humanos"). Entre medias, el bocazas que funge de Alto Comisionado de Política Exterior de la UE habló del "jardín" occidental frente a la "jungla".

El "jardín en flor", como dijo el bocazas Borrell, se está secando mientras la jungla es la que florece. 

En Alemania se está discutiendo la posibilidad de ilegalizar a Alternativa para Alemania porque no solo están arrasando en las encuestas, sino que ya ganan elecciones pese al "cordón sanitario" de todos los demás, como ha ocurrido en Sonnenberg (Turingia). El "todos contra ellos" no ha funcionado. Es de locos este argumento, que está llevando a que todos se alíen contra el enemigo "porque ataca la democracia". Ni una autocrítica, por supuesto. Ni siquiera en la pretendida izquierda de Die Linke, que se hunde y se hunde sin remisión apoyando esta estrategia y apostando por los candidatos democratacristianos como "mal menor" como fue el caso de Sonnenberg. 

Es la renuncia constante, la dejación, el miedo de Die Linke lo que les lleva a esta situación y el camino que han abandonado lo ha recogido Alternativa para Alemania. Tienen planteamientos de extrema derecha, cierto, pero arrasan en los barrios obreros. El por qué es una pregunta incómoda para la progresía, cómoda en los sillones y sin tener en cuenta las inquietudes de "los de abajo", como bien expresó la niñata de Los Verdes que ejerce de ministra de Exteriores en su visita a Brasil porque no se apoya a los neonazis del país 404, antes conocido como Ucrania. Vivir para ver, porque Alternativa para Alemania se opone al armamentismo y a la entrega de armas a los neonazis del país 404 "porque está empobreciendo a nuestra gente". Y tan importante como eso es que abogan por abandonar el zombi de la Unión Europea. Dos señas de identidad que ha abandonado la pretendida "izquierda", tipo Die Linke.

En Gran Bretaña se acaba de conocer un informe demoledor que dice que uno de cada siete británicos pasó hambre en 2022. El informe menciona el eufemismo de "pobreza alimentaria" (se es pobre no solo en alimentos, pero esa es la neolengua políticamente correcta de la progresía) y habla de que 11'3 millones de británicos (la población total es de 67 millones) "experimentaron inseguridad alimentaria en 2022". Traducido: se quedaron sin alimentos, o no pudieron pagarlos, o comieron menos, o perdieron peso. Pero hubo y hay dinero para las armas de los neonazis del país 404. Y dice algo que es tremendo: "es mucho más probable que los adultos en edad laboral necesiten recurrir a un banco de alimentos antes que los jubilados".

Súmese a ello que el 26% de esa población "en pobreza alimentaria" no enciende las luces porque no puede pagar la factura, o que el 38% no enciende la calefacción para combatir el frío. O sea, que están también en "pobreza energética", siguiendo es esperpento del lenguaje políticamente correcto de los "progres" y su miedo atávico a decir, simplemente, que son pobres, que la pobreza aumenta y se extiende en toda Europa.

Y está Francia y su enésima revuelta. No veréis ni oiréis nada sobre el "levantamiento revolucionario del valiente pueblo de Francia", por supuesto. Así es la lógica occidental, que lleva hasta el absurdo de celebrar una "cumbre por la democracia en Irán" cuando Francia arde.


Os lo he dicho muchas veces: Occidente no tiene remedio, es irrecuperable.

Porque es sabido que lo que hay en Francia son "hordas salvajes", al contrario que en Irán donde "un pueblo valiente lucha por su libertad".

Esto es el comunicado oficial de la policía, la muy democrática policía francesa. Lo que hay son "hordas salvajes" y "minorías violentas". "Plagas" a las que hay que combatir. 

Fijaos cómo termina, dando toda una lección aún mayor de democracia que la dada en el texto anterior: "Hoy la policía está en combate porque estamos en guerra. Mañana estaremos en resistencia y el gobierno tendrá que tomar conciencia de ello”. Como veis, la negrita es suya. Están pidiendo, lisa y llanamente, una mayor licencia para matar y amenazan abiertamente si no lo consiguen. Democracia pura, estilo occidental. La fascistización de todo. Por eso Macron dio carta blanca a la represión de la revuelta "sin tabúes".

Y frente a esto, la progresía hace un "llamamiento a la calma" haciendo el juego al sistema sin tener en cuenta que el sistema no paga traidores. Son el Partido Comunista, el socialista y Los Verdes, todos ellos integrantes de La Francia Insumisa que, como tal, mantiene silencio y no condena las protestas y eso ha llevado a Macron a acusar a esta fuerza de "explotación inaceptable" de la revuelta.

La progresía, sí o sí, le hace el juego a Macron y refuerza la represión policial. Más tras el comunicado policial anterior al que, por cierto, ni siquiera mencionan. ¿Hace falta recordar, también, que en el estado canalla, más conocido como España, "el gobierno más progresista de la historia" no ha derogado la Ley Mordaza, que otorga poderes ilimitados a la policía? En Francia, el PCF se justifica diciendo que "hay que defender los servicios públicos, no atacarlos" para terminar diciendo lo de siempre "condena de la violencia, venga de donde venga". Un discurso que pone al mismo nivel la explosión de ira contra la violencia policial y el racismo que la represión. Porque no son hechos aislados, sino que es una constante en el comportamiento policial. Véase, si no, como actuó la policía contra los "chalecos amarillos".

El gobierno francés, que ya desoyó y reprimió no solo a los "chalecos amarillos" sino a los huelguistas contra la subida de la edad de jubilación, es, pese a ello, débil y terriblemente impopular. Pero no será la pretendida izquierda quien se beneficie de ello, sino la extrema derecha. Es una norma del capitalismo occidental enfrentar la escasez de mano de obra con trabajadores extranjeros, a los que discriminan, mantienen en la pobreza y relegando a guetos. Tienen salarios más bajos, peores condiciones laborales y más paro. Si a eso se le añade el racismo, el cóctel está servido. De cosas como esas son de las que se está aprovechando Alternativa para Alemania. Y está, además, el irracional servilismo y vasallaje europeo a EEUU que está en el origen del  empeoramiento de la situación económica de Europa debido a la crisis del país 404.

Pero hay un pero. Es un acto espontáneo de rabia, no es una revolución. La "clase política", sin excepción, teme que las protestas se extiendan fuera del marco étnico y cultural de los inmigrantes y se conviertan en una guerra de clases sin cuartel, que hasta ahora ha logrado posponer pese a la resistencia generalizada al aumento de la edad de jubilación. La pretendida izquierda no solo está al margen, sino que lo combate. La otra, ni se sabe. Sin fuerza organizada alguna, la revuelta se extinguirá aunque antes está demostrando que "el jardín occidental en flor" se quema. Literalmente. 

Una pregunta: ¿dónde está toda esa solidaridad mundial con Francia? ¿o no tiene nada que ver con la moda del Black Lives Matter y las vidas musulmanas e inmigrantes no importan?


El Lince