martes, 10 de octubre de 2017

Catavenia, o Eslolunya, o...

Ya me lío, pero lo único que está claro es que la burguesía catalana ha optado por declarar la independencia "suave", siguiendo los pasos dados por Eslovenia hace veintitantos años a la espera, como pasó, de un apoyo que en el caso esloveno llegó desde Alemania y que en el caso catalán veremos si llega de alguien.

La Unión Europea está en un brete, ideológicamente afín al gobierno español pero sometida a sus propias normas y, sobre todo, con el miedo en el cuerpo por lo que de contagio puede suponer en deseo catalán de conseguir la independencia efectiva.

La proclamación de la República Catalana no se ha producido formalmente, se ha dicho que se asume lo que se votó por abrumadora mayoría y pese a la represión el 1 de octubre, pero nada más. No hubo una proclamación expresa, por lo que se deja abierta la vía eslovena de forma clara, y no se han puesto en marcha los procesos de desconexión de España, que estaban previstos en la propia ley que estableció el referéndum. O sea, que la burguesía catalana ha dicho sí, pero no.

Se ha firmado una Declaración de Independencia en la que ha participado la CUP, pero es una declaración informal, para salvar la cara y que no tiene ningún efecto jurídico. Porque el texto va en la línea del discurso oficial, es decir, que no entrará en vigor hasta que el diálogo con el Estado español llegue a acuerdos con una mediación con la UE que todavía no está planteada oficialmente.



Se dice en él que "se constituye la República Catalana como estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social" y que las negociaciones con el Estado "deberán ser necesariamente en pie de igualdad", es decir, de Estado a Estado. Pero no hay plazo alguno para ello, o al menos yo no lo he visto. La CUP habla de un mes, pero eso no es lo que piensa la burguesía catalana representada en Junts pel Si.

La CUP lo ha tenido que firmar porque después de llegar hasta aqui no podía hacer otra cosa, pero se  ha perdido una ocasión histórica y le toca ahora a la CUP volver a impulsar las movilizaciones tanto contra el Estado español como contra la burguesía catalana, esa lucha de clases que ya existe en Catalunya pero que había quedado relegada ante la prioridad de sacar adelante el referéndum y proclamar la independencia y que ahora debe brotar con renovada intensidad.

Porque me da la impresión que la burguesía catalana, asustada por el poder de movilización de que ha hecho gala la CUP, se va a echar en manos de Catalunya si que es Pot (la marca de Podemos allí) que es mucho más modosita y "gente de bien" y no como los anticapitalistas y socialistas de la CUP. El paso dado de no proclamar la República Catalana formalmente va en esa dirección. La burguesía catalana ha tenido miedo a que se le fuese de las manos todo el proceso y ha reculado buscando apoyo en los  modositos que van de progres para mantener la imagen "social" del proceso. El régimen neofranquista de 1978 respira ahora un poco más tranquilo y puede salir de la UVI, a donde le había llevado la decidida actitud de la gente al votar el 1 de octubre pese a la represión. Pero, y aquí está la paradoja, al recuperar un poco de fuelle puede plantear la batalla definitiva aprovechando la decepción causada por la decisión de la burguesía catalana.

El Lince

7 comentarios:

  1. Pues ya era hora de que te líes, Lince, hasta ahora parecía que lo tenías todo muy claro.

    Creo que te confunden tanto las ganas de empezar con la república universal anarco-sindicalista-feminista-reivindicativa-etc que se te ha pasado ver que el caso catalán fue siempre un proceso de exclusión de una clase privilegiada que ha usado a una minoría bienintencionada para reconstruir el Movimiento Nacional.

    ¿Cómo es posible que la mayor aspiración de un anarquista sea la construcción de un estado?

    ¿Por qué no recuperamos a Kropotkin y nos damos cuenta de que un estado, sea cual sea la forma que tome, no es más que un obstáculo para la revolución social? Un obstáculo, no un instrumento, como han creído tus engañados amigos de la CUP.

    Quizá releer a Kropoktin te ayude a salir del lío.

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    1. Estimado Azotea,

      No tengo tan claro que el lince sea anarquista... Inclusive lo dudo.

      En todo caso, habría que preguntarle a él.

      De todos modos, me parece que son dos los aspectos principales que hacen que el caso catalán nos simpatice: 1. el principio de autodeterminación (tan reivindicado por los anarquistas). 2. El fin del régimen monárquico y neofranquista que comenzó en 1975 (también muy reivindicado por los ácratas).

      Por supuesto que en el marco del proceso "independentista" hay intereses de la burguesía catalana...

      A mi juicio, la burguesía catalana lo que en realidad busca es una manera de seguir más cómoda en España. En ese sentido está jugando la carta independentista para lograr concesiones de Madrid.

      Su apuesta fue muy fuerte y se le está yendo de las manos por todos lados: Por el lado del gobierno español que no cede, reprime y se prepara a suprimir la autonomía catalana y por el lado de la población catalana que rebasó las expectativas de la burguesía de Cataluña, se movilizó e hizo suyo el movimiento independentista. De ahí el frenazo de un Puigdemont atrapado entre dos trenes que van a chocar (Julio Anguita dixit)..

      Muchos ven en ese frenazo una movida táctico-político-mediática para dejar en evidencia al gobierno español y ganar apoyos en el ámbito internacional (¿algo como el caso esloveno que sugiere el Lince?)...

      Si así es, es un cálculo erróneo, en mi opinión. Eslovenia contó con el apoyo de Alemania primero y luego de todo Occidente porque su independencia debilitaba a Yugoslavia. Es decir el apoyo alemán a Eslovenia fue uno de los tantos epílogos de la Guerra Fría.

      La España de Rajoy heredera de Franco no es la Yugoslavia de Milosevic heredera de Tito (con el perdón de Tito por equipararlo de alguna manera con Milosevic). De ahí que nadie, absolutamente nadie (excepto Maduro y algún que otro escocés) haya abierto la boca en el ámbito internacional para pronunciarse a favor del derecho a la autodeterminación de Cataluña.

      Si Puigdemont cuenta con eso, mejor que se ponga cómodo para esperar.

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  2. Me deja alucinado cuando hablan de represión en Cataluña. Tiene más libertades que muchas comunidades autónomas (por ejemplo su policía que hemos visto que es muy útil).

    ¿Qué van a hacer cuando la gente se salte las leyes como ellos han hecho? No tendrán legitimidad para exigir.

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    1. La historia no es un tratado de derecho constitucional. Si nadie se hubiera saltado las leyes jamás, seguiríamos pensando que la tierra es chata y mandando a la hoguera a aquellos que dijeran lo contrario.

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  3. Es evidente que el movimiento surgió más de abajo que de arriba. A los de arriba no les quedó más remedio que dejarse llevar, y sí, ellos también se vieron desbordados.
    Me huelo que detrás del ruído, el gobierno fascista de Rajoy está negociando alguna concesión a la burguesía catalana.
    Una pena que se aplasten de esta manera las ansias de libertad de tanta gente.

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  4. Yo no entiendo como una persona tan lúcida en el análisis internacional, en lo nacional puede ser tan ingenua. Seguiré leyendo con interés las crónicas internacionales, pero la situación de Cataluña vista por el autor me parece pura Ciencia Ficción.
    Represión el día 1 O, quien eso escribe no sabe que es represión, en cualquier lugar del mundo contra un referendum ilegal, lo que ocurrió el día 1 de Octubre fué modélico. No se menciona a ese mal vivir de los silenciados en Cataluña por el nazionalismo segregador y excluyente, ese adoctrinamiento en escuelas, y medios públicos, ese miedo de la gente a expresarse en su lengua y no digamos ya su opinión, esa vida miserable a la que han condenado a tantos catalanes desde los medios públicos sufragados con dinero de toda España.
    Si dices algo así te tildan de "facha" y se cierra la discusión. A mí todo esto me recuerda más a Croacia, región rica, amiga de Alemania, desde luego nada revolucionario, y sí muy fascista.

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