lunes, 8 de abril de 2019

Tres aniversarios y un funeral

Está claro, el título es una parodia de una excelente comedia titulada "Cuatro bodas y un funeral". La diferencia es que aquí no hay comedia, sino tragedia. La tragedia, para EEUU y Occidente, de la caída del dólar como moneda de reserva mundial. Mientras nos entretenemos con otras cosas sin importancia, o muy poco importantes, la gran guerra está desatada definitivamente. Y Occidente es tan consciente de ello que está haciendo movimientos para no perder la guerra y lograr un estancamiento a través de una guerra de trincheras. Es decir, Occidente se está bunkerizando.

Esta, y no otra, es la razón de ser de la estupidez occidental arropando al títere en Venezuela en contra del gobierno legítimo, que puede gustar o no pero es legítimo. Porque Venezuela es el eslabón más débil de todos los países que están desdolarizando su economía y al ser, al mismo tiempo, el país que tiene más reservas probadas de petróleo le hace imprescindible para evitar el desastre, o sea, el fin del dólar.

La cosa se conoció a primeros del año en curso, de este que será histórico 2019. Os lo conté hace unos cuantos días: el dólar ha bajado al 61'7% como moneda de reserva global y es una tendencia que EEUU ya no puede parar, como sí logró en 2011 y 2014. Entonces no tenía competidor, ahora ya lo tiene: el yuan. Es por eso por lo que tradicionales vasallos como Arabia Saudita se permiten el lujo de amenazar a  EEUU con abandonar el dólar en sus transacciones petrolíferas.

Y esto me lleva a los aniversarios. Este año se cumple el 75 aniversario de la creación del sistema económico y financiero conocido como Bretton Woods, es decir, la creación del Fondo Monetario Internacional. También es el 50 aniversario de la introducción por el FMI de los Derechos Especiales de Giro, o sea, el activo monetario de reserva global. Y cierra el ciclo el 43 aniversario del abandono del patrón oro dejando al dólar como único referente.

Ya desde la misma creación de Bretton Woods el mundo caminaba al son de EEUU puesto que indirectamente se había consagrado al dólar como única moneda convertible en oro y, por lo tanto y de hecho, que no de derecho, en la única divisa internacional. Durante unos años hubo una cierta resistencia a ello y esa fue la razón de que se crease el Derecho Especial de Giro por parte del FMI, aunque nunca se utilizó esta fórmula con la finalidad creada: diversificar las monedas de reserva. Sí, se puede argumentar que el FMI introdujo, además del dólar, el yen japonés, la libra esterlina británica, el franco suizo y más tarde el euro. Pero la moneda preponderante siempre ha sido el dólar, sobre todo cuando a partir de 1976 se abandonó definitivamente el patrón oro y se vinculó el dólar al petróleo a instancias del FMI.

Ya tenemos los tres aniversarios, ahora hay que hablar del funeral. El FMI tuvo que reconocer la pujanza de China admitiendo al yuan como moneda de reserva, es decir, otorgar a la moneda china su cuota como Derecho Especial de Giro en diciembre de 2015. Ese fue el canto de sirena para el dólar y todo el mundo lo entendió así. Aunque los chinos nunca han presionado para ello, la puesta en marcha de toda una gama de iniciativas desde entonces (bolsa de oro, sistema de transferencias bancarias internacionales y el petro-yuan, básicamente) ha hecho que varios y significativos países hayan ido girando su economía hacia el nuevo referente abandonando el dólar.

El dólar ha perdido 10'3 puntos en diecinueve años (era del 72% su porcentaje como moneda de reserva en todo el mundo en el año 2000) y la previsión es que se acelere su caída hasta el punto que en 2027 estará rondando el porcentaje del 50% como moneda de reserva global. Todo lo que estamos viendo tiene como previsión ese escenario y lo que hay son movimientos a la desesperada para evitarlo. Movimientos a la desesperada por parte de EEUU y de sus vasallos.

Ahora, precisamente ahora, quien fuese secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU entre 2003 y 2007, el colombiano José Antonio Ocampo, acaba de pedir públicamente la creación de una moneda de reserva mundial "más plural". Pero no, no creáis que es una medida revolucionaria puesto que lo que está diciendo es que hay que recuperar la "esencia" del DEG del FMI, nunca o muy poco utilizado y da la casualidad de que todas las monedas de esa canasta de reserva del DEG del FMI son occidentales menos el yuan.

Y ahora, precisamente ahora, ayer como quien dice (29 de marzo) los megarricos del mundo, entre ellos el clan Rothschild, han pedido la vuelta al patrón oro. Esto se hace sólo por una razón: para evitar que Rusia y China sigan acumulando oro y acercándose, peligrosamente, a EEUU, Alemania, Italia y Francia que son, por este orden, los principales tenedores de oro del mundo. Rusia ya está pisando los talones a Francia y en un par de años hará lo mismo con Italia. China acaba de romper un ciclo de varios años sin comprar oro para hacerlo de forma notoria.




Este 29 de marzo pasará a la historia, desconocida, de cómo ha cambiado el mundo. Tal vez dentro de ocho o diez años se reconocerá así, pero ahora pasa desapercibida su importancia. Pero la tiene. El capital occidental está viendo las orejas al lobo, es consciente de su pérdida de hegemonía y se está atrincherando para evitarlo y/o retrasarlo. Este 29 de marzo el Banco de Pagos Internacionales, que es quien en realidad administra el FMI y que, a su vez, controla los bancos centrales de todos los países, ha hecho una serie de "recomendaciones" con el título de "Basilea III" en las que se dice que "hay que volver al oro como reserva de primera categoría", en detrimento del dólar y de los bonos del Tesoro de EEUU, que son las dos primeras en la actualidad. Y da un plazo para que se comience a hacer: el 1 de enero de 2022. Con esta petición se espera que los países dejen de vender oro puesto que ya no tendrán que depender únicamente del dólar.

Esta decisión, bajo un discurso "democratizador", oculta un desesperado intento por mantener la hegemonía de EEUU que es, con mucho, el principal tenedor de oro del mundo con más de 8.000 toneladas. Porque aunque no va a ser inmediato, el oro va a recuperar su precio, al igual que lo tenía en 1976, y ahora está bastante por debajo del real dada la preponderancia del dólar. Así que ahora se entiende mucho mejor el penúltimo discurso de Putin diciendo que con las reservas de oro que tiene ya Rusia podía pagar toda su deuda externa. Putin se adelantaba a la decisión de los megarricos y del Banco de Pagos Internacionales. Es decir, sabe de qué está hablando y hay que hacerle cada vez más caso en cuestiones geopolíticas.

Ni qué decir tiene que esta decisión no se va a tomar de hoy para mañana, que el proceso será lento. Pero todos los países que han estado acumulando oro tienen ahora una oportunidad no sólo de revalorizar sus reservas sino de diversificarlas. Es el caso de países como India o Turquía, que junto a Rusia y China han sido los dos únicos países que han comprado oro casi de forma compulsiva, especialmente el año pasado.

La era del dólar se está terminando. Estamos viendo la agonía de EEUU y pronto asistiremos a su funeral. Tal vez esta decisión del BPI esté detrás de la amenaza de Arabia Saudita contra EEUU de no comerciar el petróleo en dólares. Tal vez comencemos a asistir a una carrera sobre qué países exportadores de petróleo comenzarán a vincular el crudo al oro y no al dólar. Tal vez la bestia herida de muerte se revuelva y todo acabe por los aires. Pero que asistimos a una nueva era en la que EEUU pierde su hegemonía es evidente.

El Lince

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