La impotencia de la ira
Esa mierda que flota llamada UE, ese zombi viviente llamado UE lo ha vuelto a hacer: acaba de amenazar a Hungría con no transferir los fondos europeos si este país no cumple “una serie de principios básicos del Estado de derecho”, palabras textuales de la condesa al mando. Y todos los loros repitiéndolo.
Es sabido que Ucrania cumple no una serie, sino todos y hasta más allá de los “principios básicos del Estado de derecho” como, por ejemplo, el derecho al uso de la lengua y que está restringido cuando no prohibido no solo a los hablantes de ruso, sino a los de habla moldava, rumana y húngara. Cuando se aprobó la ley para las minorías nacionales y los “pueblos indígenas” (sic), Hungría protestó oficialmente por ello.
Aquí hay que hacer un pequeño recorrido por la historia para que se vea que en Ucrania no hay nazis, qué va.
Hasta 2014 las lenguas de las minorías nacionales tenían carácter oficial en regiones y zonas donde son habladas por más del 10% de la población local, pero el Maidán lo cambió todo. Se aprobó una ley que restringía su uso y aunque Ucrania ha ratificado la carta europea de lenguas regionales, en la práctica no la cumple. Por ejemplo, no hay escolarización posible en la lengua materna en primaria y secundaria – y no digamos en la universidad- y solo se permite la primaria para las minorías y la secundaria para los “pueblos indígenas”, que se refiere a los tártaros.
Este es el origen del follón entre Hungría y Ucrania y por qué Hungría se ha negado a enviar armas a Ucrania, convirtiéndose en el único país de la UE que no lo hace. Y el por qué de los ataques de Ucrania a Hungría por eso y la respuesta de Orban a Zelensky en las recientes elecciones calificándole, a él y a Ucrania, de “oponente” por no llamarle enemigo.
Como se ve, mientras que uno tiene un escrupuloso respeto a los “principios básicos del Estado de derecho” de la UE, como dice la condesa, ese maravilloso país donde no hay nazis y donde todo es democrático a rabiar, con un respeto absoluto a las lenguas de las minorías nacionales, en el otro lo que hay es una deleznable autocracia que persigue sistemáticamente a homosexuales, lesbianas, progres y lo que se tercie.
No debería sorprender la reacción de la UE, por boca de la condesa, dos días después de la victoria de Orban en las elecciones y que no es otra cosa que la impotencia de la ira. La UE se resquebraja pese a la apariencia de fuerza y la cuña húngara no hace más que agrandar la grieta. Se habla de incumplimiento de los “estándares democráticos” y de “corrupción” en Hungría cuando en ni uno solo de los estados de la UE hay ni un solo país que pueda tirar la primera piedra en ambos casos. Lo que hay aquí no es otra cosa que una muestra evidente de la impotencia de la ira porque Hungría es el país respondón desde hace tiempo con la postura anti-rusa de la UE y que en los últimos días impide el intento europeo de boicotear el pago del gas en rublos. Y eso no se perdona.
La cuestión es que desde noviembre del año pasado se viene amenazando a Hungría con lo que ahora se comenta, al igual que a Polonia. Pero mientras nadie habla de Polonia, convertido ahora en el chico bueno y chico para todo de la UE, Hungría sigue siendo indeseable. La pregunta es por qué se hace ahora cuando la historia viene de hace ya casi medio año. Y la respuesta es muy fácil: las elecciones del domingo.
Que la UE esperaba el triunfo de los suyos es evidente, que la derrota ha sido un jarro de agua fría, también. Y hacen lo único que saben hacer: amenazar y sancionar. Nada como los “valores democráticos” tan cacareados.Ya lo dice el refrán: díme de qué presumes y te diré de lo que careces. Ese es el inmenso montón de mierda de la UE.
Como es lógico, la respuesta de Hungría no se ha hecho esperar y hoy ha dicho que está “lista para pagar en rublos el gas ruso”. Un disparo en la línea de flotación de la UE en toda regla. ¡Chúpate esa, condesa!
Al igual que han hecho EEUU y la OTAN con Rusia, la UE lo está haciendo con Hungría: empujar contra la pared. La respuesta no puede ser otra que la de agachar la cabeza o revolverse y hacer frente. Esto es lo que está haciendo Hungría y lo hace porque ha tenido la visión de negociar directamente el suministro del gas sin pasar por Bruselas. Ha hecho suyo el eslógan de “sí, se puede”, mientras que otros siguen sujetando la pancarta sin convicción, sin atreverse a avanzar porque agachan la cabeza.
Sobre la guerra que no es guerra, nuevo intento de rescatar a los nazis de Mariupol con dos helicópteros, y los dos han sido derribados. Ucrania ha perdido en total 5 de 8 helicópteros (3 sí lo lograron) en esta operación que ya lleva tres intentos, dos fracasados y uno a medias. Eso muestra la importancia de los nazis del Batallón “Azov” para el estado ucraniano aunque, como es sabido, no hay nazis en Ucrania.
A lo que hay que añadir que cada vez circula más la historia de que también hay en Mariupol, con los nazis del “Azov”, instructores occidentales, sobre todo franceses. Supongo que están ahí no para ayudar a los nazis con las armas sino para inculcarles un escrupuloso respeto a los “principios básicos del Estado de derecho” que defiende la UE y sus “valores democráticos”.
El Lince
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