lunes, 2 de octubre de 2023

El jardín se marchita

El zombi europeo no es nadie. El vasallaje absoluto hacia EEUU ha terminado con lo que, alguna vez, fue una utopía de "contrapoder" mundial. La ruptura de esa utopía fue la guerra contra Yugoslavia de 1999, pero solo ahora, una veintena de años después, los plutócratas europeos se dan cuenta de ello. No es nuevo el que yo lo diga, que vengo insistiendo en ello desde hace años, pero ahora ya no se puede tapar el sol con el dedo (para los de otras latitudes: eso significa que es inútil intentar tapar algo notorio).

Mirad lo que acaba de certificar el sacrosanto SWIFT, la sociedad de transacciones financieras internacionales hegemonizada por Occidente, especialmente EEUU.

En dos años, es decir, con la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, el euro ha perdido la friolera de 14 puntos porcentuales en el comercio internacional, pasando del 38'43% al 24'42%. En términos técnicos eso significa que el euro está comenzando a ser excluido de los pagos internacionales. ¿Quién se beneficia? Pues todos los demás, incluyendo Gran Bretaña y EEUU. Sin embargo, lo que resalta el SWIFT es el ascenso de China que aunque sea menor de un punto, indica una tendencia imparable porque se sitúa en su mejor porcentaje de todos los tiempos. ¿Por qué? Pues porque aún no es una moneda internacionalizada, de ahí que aparezca en rojo. Es decir, que los países la usan como referente ya, antes de que adquiera esa categoría.

Si la razón principal es el irracional vasallaje a EEUU en la crisis del país 404, especialmente por las sanciones -ilegales, según el derecho internacional-, la otra razón que hay que tener en cuenta es que cada vez más países utilizan el pago en sus monedas nacionales en su comercio internacional. Si antes el euro era una alternativa al dólar que utilizaban muchos países, ahora ya no lo es. El euro pierde valor porque lo pierde Europa. El jardín se marchita.

La debilidad de la economía europea es evidente como consecuencia de la crisis energética que se vive por el, también irracional, rechazo al gas ruso y la dependencia del gas estadounidense, cuatro veces más caro que el ruso (y que Europa está pagando en dólares). Ahora que se cumple un año desde la voladura del gasoducto "Corriente del Norte 2" sin que Europa haya dicho ni mú ante una agresión tan flagrante, la cosa adquiere mayor relieve.

La inflación sigue haciendo de las suyas, Alemania está oficialmente en recesión desde hace medio año y la elevación de las tasas de interés está empobreciendo a la población. Eso repercute en las deudas nacionales y eso arrastra al euro al abismo.

Pero donde hay que poner la atención es el aumento de los pagos en monedas nacionales que se está produciendo en el mundo como consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia y que han sido vistas por el resto del planeta como una agresión y una amenaza a ellos mismos. Cada vez más países lo hacen, y tras la ampliación de los BRICS la tendencia aumentará para evitar riesgos y reducir la dependencia occidental. Y entre EEUU y su dólar y Europa y su euro, el más débil es quien se resiente. Aunque ambos se resentirán más a partir del 1 de enero de 2024, cuando la ampliación de los BRICS sea efectiva. Se ha dicho que todos los nuevos integrantes se van a adherir al sistema BRICS PAY, que es en el que comercian desde 2018 los integrantes históricos y que supone el 32'5% del comercio intra-BRICS, aunque el primer país que lo ha anunciado formalmente es Irán. El sábado pasado, el presidente del parlamento iraní hizo el anuncio oficial tras una votación para ello "como forma de eludir las restricciones bancarias causadas por las sanciones estadounidenses".

Alguien dijo una vez eso de "¡es la economía, estúpido!". Pues estamos viendo el costo de la pérdida de reputación europea, en caída libre desde 1999. Y nada lo visibiliza mejor que ese gráfico.

La otra cosa que se ve es un aumento del dólar. Normal, porque entre el original y la copia, la gente prefiere el original. Ese aumento se debe en gran medida a la sustitución de los pagos internacionales que antes se realizaban en euros. ¿Quiere decir eso que se frena la desdolarización de la economía mundial? Pues no. Su proporción en las reservas de divisas de los estados está disminuyendo constantemente. 

Al hilo de esto, hay otros dos países que se suman a la desdolarización: Zambia y Myanmar han anunciado que su comercio con China será en yuanes. Con ellos son ya 28 países los que hacen lo mismo (sin contar con los BRICS). 

Suponiendo que no haya una desdolarización de la economía mundial, si los de siempre se quedan con el gráfico de arriba y el ascenso del dólar en el comercio internacional, no se puede negar que hay una deseurización.

Y ya que estoy con el zombi europeo, ese en el que la gente tiene encefalograma plano, parece que recientemente ha aparecido algún síntoma de vida según la última encuesta del Eurobarómetro. El zombi europeo realiza periódicamente encuestas para saber qué opina el personal, y la última que acaba de publicar  muestra que el apoyo al país 404 está disminuyendo de forma alarmante para la plutocracia.

En marzo del año pasado, al inicio del conflicto, una mayoría considerable (64%) estaba “totalmente de acuerdo” con abrir las fronteras a los refugiados ucranianos, brindar ayuda humanitaria a quienes permanecían en el país e imponer sanciones económicas contra Rusia. Ya no es así en absoluto. Ahora es solo el 47% quien opina así, porcentaje que se reduce al 26% cuando se habla de "apoyo financiero" y menos aún, el 24% quien sigue defendiendo el envío de armas a los neonazis del país 404. Si se utilizan otras variables, quitando el "totalmente" y dejando un "tiende a estar de acuerdo", sigue habiendo una mayoría, pero la caída es innegable si se compara con lo que se decía hace un año.

Lo mismo ocurre en EEUU, donde el 55% dice que el Congreso no debería autorizar más financiación para el país 404.

El Lince

1 comentario:

  1. El gráfico presenta una trampa, ya que sólo refleja el comercio dentro del SWIFT. Por tanto no puede aparecer el rublo, que está excluido.
    Pero tampoco aparecen las transacciones en yuanes, rupias, etc que se realizan a través del CIPS o el MIR. Y eso incluye la casi totalidad de esos 174.879 millones de dólares (al cambio, se entiende) de intercambio comercial entre China y Rusia en 2022, entre otros. Luego no es ya sólo que el volumen del euro baje, es que el del dólar tampoco supone el porcentaje que vemos en la gráfica, porque en los sistemas alternativos o está excluido o aparece de manera marginal.
    Pintan bastos para el imperio
    Saludos

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