La mitad del mundo
Con Trump ocupando todo, se olvida lo importante. Y no, no es Trump ni sus historias con sus vasallos, porque no otra cosa es lo que está haciendo con Groenlandia (o sea Dinamarca) o Canadá (los dos, por cierto, miembros de la OTAN). Un vasallo no tiene opción a nada, solo a satisfacer a su señor. Así que todas las tonterías del zombi conocido como Unión Europea diciendo que se van a enfrentar a Trump si sigue adelante con su histrionismo (y seguirá, esto de Groenlandia ya lo propuso en junio de 2019, en la última etapa de su primer mandato) no son más que eso, tonterías. Y los vasallos tendrán que ceder, como con el derecho de pernada. Igualito. De hecho, hay presencia, y muy significativa, de EEUU en Groenlandia desde 1951 y lo de ahora tiene que ver con Rusia, con China y el Ártico. Pero va con mucho retraso respecto a estos dos países en esa zona del mundo.
Lo importante es el ingreso por sorpresa de Indonesia en los BRICS como miembro de pleno derecho. Son ya 11 los miembros de pleno derecho y otros 8 acaban de formalizar su presencia como "países socios". Aún hay otros cuatro que lo tienen que hacer. Por lo tanto, esta estructura de 19 países (más otros 4 probables) suponen exactamente el 50% de la población mundial.
Este es el organigrama, aunque Indonesia ya está dentro del espacio verde. Es el cuarto país por población (284 millones), la octava economía del mundo en paridad del poder adquisitivo y el principal país musulmán.
El ingreso de Indonesia en los BRICS tiene varias consecuencias para la economía mundial, sobre todo porque expande aún mucho más a los BRICS en una de las zonas más dinámicas, el sudeste asíatico y que, sorprendentemente, era la única zona importante del Sur Global sin representación. Esto va a suponer que los BRICS se anclan con fuerza entre la Asociación de Países del Sudeste Asiático (tiene 10 miembros) puesto que si os fijáis en el gráfico hay otros dos países, Tailandia y Malasia, que se incluyen en los "países socios". Son ya 3 de los 10 los que están en los BRICS. Ni que decir tiene que esto va a ser un imán para el resto.
Los BRICS ya reúnen a las mayores economías de los llamados "mercados emergentes", mal llamados, porque hace mucho que emergieron y tienen un crecimiento mucho mayor que Occidente. Y llevan a rajatabla una representación casi perfecta del Sur Global.
Hay un aspecto de Indonesia que se debería tener en cuenta: mira mucho, y a veces copia, la estrategia china en su política interna. Por ejemplo, China resolvió su crisis inmobiliaria sin afectar a la economía en su conjunto, haciendo estallar intencionalmente su burbuja inmobiliaria para que las viviendas fueran asequibles para la gente común y no para los activos especulativos. Esto se produce después de que Xi Jinping dijera algo de cajón (igual es que los comunistas dicen cosas de cajón), que las casas son para que la gente viva en ellas, no como activos especulativos. El nuevo gobierno de Indonesia (comenzó en octubre) quiere hacer algo similar. Por el momento, ya ha copiado un viejo programa chino para alimentar a 90 millones de niños y mujeres embarazadas y luchar contra la desnutrición. No está directamente relacionado con los BRICS, pero son dos cosas -la primera no es más que un proyecto, por ahora- que tendrán un impacto muy positivo en el cuarto país más poblado y, de rebote, en esa parte de Asia.
Queda en manos de Brasil, que preside este año los BRICS, dar una continuidad a este salto, puesto que no es la primera vez que su presidencia es paralizante. La escueta nota con la que anunció la incorporación de Indonesia no es un buen precedente. No obstante, el aumento del número de miembros de estos dos últimos años, más los "países socios", pone a Lula en un brete dado que tiene pocas opciones de paralizar o ralentizar el movimiento. Y, además, no hay elecciones en el horizonte (son el 2026) por lo que tiene margen para impulsar el fortalecimiento de los BRICS sin temores internos ni externos. Todo depende de la voluntad política.
Para quien tenga ojos en la cara y mente abierta es más que evidente que los BRICS ya son fundamentales para el futuro geopolítico del mundo. Y el hecho de que se haya admitido como "país socio" a un pequeño país como Cuba le da a la bloqueada isla caribeña la oportunidad de salir de la crisis. El 2024 ha sido un año difícil para Cuba, pero este 2025 entra en un club donde el comercio en la moneda propia, fuera del dólar, dará a la isla un poco de oxígeno, además de que a buen seguro se abrirá el camino para nuevas inversiones rusas y chinas, sobre todo, con un impacto significativo en los esfuerzos energéticos.
El Lince
Brasil históricamente ha sido el subimperio en América del Sur, oficiando de sargento de los gringos con sus vecinos.
ResponderEliminarLos lazos que unen las Fuerzas Armadas, la oligarquía brasilera y el imperio son muy fuertes y profundos. Se podría remontar a los vínculos casi de vasallaje que unieron a los imperios portugues (y luego brasilero) con el británico, pero con remontar hasta la Segunda Guerra Mundial es suficiente. Durante ese conflicto, Brasil mandó un cuerpo expedicionario bajo órdenes directas gringas a luchar contra los alemanes en Europa (fue el único país sudamericano que participó directamente de los combates). En esa oportunidad se generó una estrecha relación de vasallaje entre gringos y brasileros que perdura hasta el día de hoy.
Quien conoce a la oligarquía brasilera y a las Fuerzas Armadas de Brasil, sabe de su simbiosis con los gringos. No hay nada que Lula pueda hacer en contra de eso y tampoco pretende hacer nada.
Su comienzo fue incierto, mucha gente dudaba del proyecto y, durante años, no parecía nada más que una asociación tirando a informal entre un grupo de países con ciertos intereses comunes, pero muy distintos entre sí y a veces un tanto antagónicos. Debo reconocer que siempre fui escéptico con esto de los BRICS, pero poco a poco este proyecto alternativo va tomando forma y un peso a nivel global que ya no puede obviarse de ninguna de las maneras. El futuro dirá si, esta alternativa al orden establecido por Occidente (o mejor dicho Estados Unidos) tras la Segunda Guerra Mundial, termina por afianzarse o no. Sospecho que no tendremos que esperar muchos años para confirmarlo.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de Trump, es más de los de siempre, bravuconadas de matón barriobajero que se golpea el pecho para intimidar a los más débiles. Claro, escalar el conflicto con Rusia, enfrentarse a China cerca de sus fronteras o incluso atacar a Irán con riesgo a sumir Oriente Medio (y el mundo entero) en el caos más absoluto, son palabras mayores y no se atreverá a ello (porque sabe que saldría muy mal parado). Es mucho más asequible y sencillo humillar y pisotear a países pequeños (en tamaño, como Dinamarca o Panamá, o en población como Canadá) que además están dentro de tu esfera de influencia. Estados Unidos no puede ganar ninguna guerra importante y decisiva contra adversarios de primer orden, así que se inventa conflictos artificiales que sabe que podrá ganar (o no, quién sabe). Todo para el autobombo y el consumo interno y así todos permanecen distraídos para no percatarse del verdadero desastre.
Nota: ahora que cada vez tienen más miembros, ¿no sería un buen momento para cambiar el nombre de BRICS? No sé, digo yo que porque viene de sus fundadores y no sería mala idea buscar otro nuevo que sea más representativo. Aunque a mí no se me ocurre ahora ninguno.
Saludos
Es admirable la determinación y resistencia de Venezuela.
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