domingo, 28 de diciembre de 2014

La pulga vence al elefante

Dignidad, resistencia, lucha, victoria. En estas cuatro palabras se resume la personalidad de una humilde mujer indígena de Perú: Máxima Acuña de Chaupe. Porque Máxima ha logrado vencer a la principal minera de oro del mundo, la estadounidense Newmont Mining Corporation.

Puede que el nombre no os diga nada, pero si menciono Yanacocha o La Herradura seguro que a quienes leéis esto desde Perú y México os comenzará a sonar la historia. La Newmont Mining Corporation es la única compañía de explotación de oro en el índice de Standard and Poor’s 500. Os lo traduzco: este índice está basado en la capitalización de 500 grandes empresas que poseen acciones que cotizan en la bolsa de Nueva York y en el Nasdaq. Los economistas burgueses lo consideran el índice más representativo del mercado de acciones de Estados Unidos, y el marcador de tendencias de la economía de EEUU. Es decir, en una época en la que el oro vuelve a tener un papel importante en la economía mundial, el que esta sea la única compañía que cotiza en ese selecto club pone de relieve que no estamos hablando de cualquier multinacional. Porque la Newmont Mining Corporation tiene minas de oro en Australia, EEUU, Indonesia, Ghana, Nueva Zelanda, México y Perú.

En este país tiene 4 minas a cielo abierto y muy mala fama puesto que hace unos 12 años se produjo un derrame de mercurio en una de ellas que afectó al 70% de los habitantes de las poblaciones cercanas a la Mina Yanacocha en el departamento de Cajamarca. Los afectados por ese derrame aún siguen sufriendo secuelas. Una quinta mina es lo que se conoce como Proyecto Conga, en la provincica de Celendín, en los distritos de Sorochuco Huasmín, en el distrito de la Encañada, también en el departamento de Cajamarca. Y ahí es donde topó con una inesperada y tozuda resistencia: la de Máxima Acuña. La parte verde del cuadro de la izquierda es la parcela de Máxima. Una parte insignificante en todo el Proyecto Conga.


Esta es una de las minas a cielo abierto de la Newmont Mining Corporation, la mina Yanacocha.



La historia comienza el 24 de mayo de 2011, cuando la empresa se presenta en la tierra de Máxima con sus funcionarios, maquinaria y policía para el desalojo aduciendo que esa parcela les pertenecía por haber comprado la tierra donde está la finquita a la comunidad campesina que la regentaba, la misma que había vendido la tierra a Máxima y a su familia. Máxima y su familia se resistieron a abandonar su tierra, pero la multinacional pensó que, destruyendo su casa y estando en los Andes, el frío les obligaría a abandonar la tierra. No fue así y el 8 de agosto, ante la resistencia de la familia campesina, volvieron. Entonces ya no se limitaron a destruir, sino a golpear: Máxima y su hija Gilda fueron heridas.


Como ocurre siempre, la policía dijo que se había tenido que defender, que les habían acatado con piedras, palos y machetes. Supongo que os suena la historia, es la misma en todos los países y en situaciones parecidas, la policía no tiene imaginación y la burguesía debe pensar –y muchas veces acierta- que la gente es tonta y se cree esas cosas, como que “varios policías resultaron heridos”. Supongo que os sigue sonando la cantinela.

Máxima y su familia denunciaron y perdieron. La policía siempre tiene razón. Así que la multinacional vio el camino abierto y denunció a su vez a la familia campesina. Los jueces fallaron a favor de la multinacional y condenaron a Máxima a dos años y 8 meses de cárcel por “usurpación de tierras”. Pero Máxima no vaciló y siguió resistiéndose a abandonar sus tierras y continuó peleando. Sola y recabando toda la solidaridad que pudo. Al tiempo, decidió apelar ese fallo judicial pese a que los abogados de la multinacional minera se rieron de ella diciendo que la pulga (ella) nunca iba a derribar al elefante (la multinacional) y ahora otro acaba de conocerse y le da la razón: las tierras son suyas y no de la multinacional minera. 




Aunque la multinacional ya ha dicho que va a recurrir, es el triunfo de la pulga sobre el elefante y se entiende la felicidad de Máxima. Que cunda el ejemplo.

El Lince

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