martes, 20 de enero de 2015

La geopolítica de un atentado junto a una foto y una historia

Igual habéis visto ya la foto, pero no por ello es menos relevante. Es sobre la presencia de varios presidentes y jefes de gobierno de diferentes países en la manifestación de París tras el atentado contra la revista Charlie Hebdo. Los medios de propaganda (antes llamados de comunicación) la publicaron en sus primeras páginas y radios y televisiones abrían sus informativos con ello. Estaban allí, cierto, pero todo lo demás era falso. La foto es lo suficientemente esclarecedora como para que os preguntéis a quién hacemos el juego, una y otra vez, cuando somos incapaces de ponernos a pensar. Estos son los dirigentes en la manifestación, lo que no se ve son los manifestantes. Simple y llanamente, porque no estaban. O mejor, sí, pero a varios kilómetros de distancia. Sin embargo, los medios de propaganda lo dieron como si estuviesen todos juntitos. 





Dijo hace cien años Karl Liebnetch que cuando alguien que se proclama de izquierdas está al mismo lado  de la barricada que uno que se proclama de derechas lo primero que debe hacerse es una autocrítica. Pocas autocríticas se han visto con motivo del ataque a la revista francesa, muchas menos con la manifestación y menos aún con la utilización que de todo ello ha hecho el poder, francés y no francés. Gracias a esta truculenta historia, por los muertos y por quiénes están detrás, y no son sólo los ejecutores islamistas, Hollande ha recuperado popularidad entre los franceses; de menos del 20% en que estaba, ahora ha subido por encima del 40%. Ya tenemos un “salvador de la patria”, un personaje que puede hacer que reverdezca la “grandeur” francesa de nuevo impulsando, como lo está haciendo, una nueva agresión imperialista contra Libia, solo que ahora para asegurar el poder de sus vasallos. Y para resarcirse del fracaso de su ofensiva en Malí, por cierto. Unión nacional en Francia. ¡Qué bonito! Todo vuelve al redil. 

No voy a entrar a desmenuzar la nueva ley antiterrorista en Francia, pero sí lo que ha supuesto el atentado a Charlie Hebdo para la geopolítica: el sistema francés de satélites de vigilancia va a quedar en manos de EEUU. Estoy hablando del Sistema de Rastreo Satelital, es decir, el sistema de defensa e inteligencia. Resulta que este sofisticado sistema está fabricado por Alstrom y esta empresa tiene un centro de observación por satélite en la base militar de Creil, cerca de París, operado por la Dirección de Inteligencia Militar. Pues bien, anteayer, día 18 de enero, se supo que Alstrom está negociando son Siemens y General Electric la venta de una parte importante de su capital. Curioso, ¿no?

Mi interpretación es que ni Siemens ni General Electric necesitan la tecnología de Alstrom para nada, no es algo que ellos no tengan. Lo que quieren, y detrás de estas empresas los poderes políticos y militares -si es que no son lo mismo que los económicos- de EEUU, es privar a un aliado como Francia, sobre todo si hay un cambio de gobierno y ganase las elecciones el Frente Nacional, pongamos por caso y como hasta el atentado decían las encuestas, de un importante brazo autónomo en política exterior y hacer así a Francia un país absolutamente dependiente de la política exterior de EEUU. Ya lo es, pero de esta forma, en mayor medida. Y de una manera totalmente irreversible porque el Ejército francés queda al arbitrio absoluto de lo que diga EEUU. Tal vez en lo único que los franceses están por encima de los estadounidenses sea en los turbogeneradores nucleares, así que con esta operación vemos de forma clara la simbiosis de objetivos estratégicos, tecnológicos y comerciales. Y la total desaparición de Francia como potencia media. Y todo ello gracias al atentado contra la revista Charlie Hebdo.

La historia es mucho menos rocambolesca y tiene que ver, también, con la presencia de todos estos presidentes y primeros ministros en París tras el atentado a la revista. Lo cuenta el periódico israelí Maariv. Sabréis que junto a la revista, hubo un atentado contra un centro judío. Pues bien, el primer ministro israelí, Netanhayu, fue a una sinagoga en la ceremonia de homenaje y junto a él acudieron tanto Hollande como el primer minsitro francés Manuel Valls. Cuando Valls se iba a sentar, "fue bloqueado por un agente del Shin Bet (servicios secretos israelíes) que no le dejó pasar hasta que lo hubiera hecho Netanhayu, le sujetó por el brazo y le obligó a esperar a que los israelíes se hubiesen sentado".

A ver si adivináis si tanto Hollande como Valls han presentado alguna protesta, diplomática o no. Supongo que entenderéis quién manda en el mundo, y no son todos estos papanatas. Cuando se trata del régimen fascista de Israel, todo el mundo tiene que rendirle pleitesía. Y sin protestar. Está claro que muchos lo hacen de muy buena gana. El periódico dice que Valls gritó y casi pataleó, pero no se fue y permaneció allí sentado. Con esta cara que véis y rodeado de los gorilas del Shin Bet. 



P.D.- Supongo que sabéis que la junta neonazi de Kiev, que también estuvo representada en la foto de más arriba por Poroshenko, ha desencadenado una nueva ofensiva contra Donetsk. La pregunta es si es un ataque o el ataque. Si es una rabieta por haber perdido el control del aeropuerto de Donetsk o se han lanzado a la ofensiva final. Hablaré de ello pronto. Mientras, aunque la junta neonazi dice que ha recuperado el control del aeropuerto, la historia es muy diferente, Los neonazis mienten, como de costumbre, y aquí hay una prueba: estos son soldados ucranianos capturados por las milicias en el aeropuerto y el calvo (ver segundo 28 de la grabación y siguientes) es el coronel que mandaba las fuerzas fascistas.



El Lince

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