Una reflexión rápida: la rebelión ha comenzado. La victoria de los partidarios de abandonar la Unión Europea ha abierto las puertas del descontento, del rechazo a los plutócratas, a los desmanteladores del llamado "estado del bienestar", a los destructores de los derechos sociales y laborales. Europa está muerta. Y yo bailaré sobre su tumba. El amargo sabor de boca que deja esta victoria, deseada, es que son los fascistas quienes están protagonizando este rechazo y la izquierda aún sigue sin tener claro que no hay otra Europa posible. Para que lo fuese, habría que destruir la actual y todas sus estructuras. Empezando por la OTAN y su vasallaje respecto a EEUU. Y eso lo obvia la izquierda en sus propuestas.
Mis amigos de Nottingham han vuelto a escribir y cuentan que los obreretes, las obreretas de allá están exultantes. Ya comentaron que iban a votar en bloque por abandonar la UE y no se han equivocado. Quien lo han hecho ha sido todo ese atajo de pijos, de niños burgueses que sustentan sus hobbys políticos en un absoluto rechazo a lo que piensan y hacen todos los obreros y las obreras. Para ellos no son otra cosa que gente sucia y que si te acercas a ellos, igual manchan. En las ciudades británicas se ha votado mayoritariamente a favor de permanecer en la UE, pero en los barrios obreros no y tampoco en las cuencas mineras. Una de las primeras medidas que puso en marcha el neoliberalismo en Gran Bretaña fue destruir lo que llamaban "el poder sindical" de las Trade Unions. Derrotar a la clase obrera fue su gran objetivo, el mismo que está poniendo en marcha a gran escala la UE con las "reformas laborales" en España, en Grecia, en Italia, y de la que Francia se ha convertido en el gran baluarte de resistencia. Hoy ha desaparecido la negociación colectiva en Europa, dejando al arbitrio y "buen corazón" de los capitalistas, de los empresarios, el aceptar o no alguna de las reivindicaciones obreras.
También dicen que ha sido el voto de los mayores de 60 años y de las zonas rurales el que ha sido decisivo, pero lo que no dicen es que el campo británico, como el europeo, está muerto desde hace dos años como consecuencia de las contrasanciones que impuso Rusia como respuesta a las sanciones que le impuso EEUU y la UE por la cuestión de Crimea. Por cierto, la UE decidió el martes pasado ampliar por seis meses más las sanciones contra Rusia, por lo que eso de "otra Europa es posible" vuelve a demostrarse que es una absoluta falacia. Entre otras cosas, porque la muy progresista Grecia de Syriza también votó a favor de las sanciones. Para que las sanciones sean efectivas tiene que haber unanimidad, y la hubo. Otra certificación más de que no hay otra Europa posible.
Hoy todo el mundo está conmocionado por la decisión de los británicos. Todas las bolsas del mundo están cayendo, el euro se desploma, el oro se dispara a unos precios que no se veían en ocho años... Los bancos centrales de los otros países de la UE acaban de decir que están listos para "proteger" a la banca -que no a la ciudadanía- y dicen que tienen más de 300.000 millones de euros para ello.
Así que sí, el resultado de Gran Bretaña es un buen resultado. La población ha demostrado que tiene criterio propio, y que el proyecto de la Unión Europea, está muerto. Ya lo estaba desde 1999, cuando aceptó participar en la guerra contra Yugoslavia a instancias de la OTAN. La UE es ahora un zombie, un muerto viviente al que ahora hay que enterrar. Y yo bailaré sobre su tumba.
El Lince
Hoy es un día histórico. Por primera vez, desde sus inicios en la década del 50, un miembro de lo que primero fue la Comunidad Económica Europea y luego la Unión Europea decidió separarse. Muchos ciudadanos europeos y del mundo lloran esta decisión soberana y se lamentan, siguiendo las misas amargas y letanías lacrimógenas de la gran prensa mundial en general y europea en particular. No se detienen en considerar quiénes son los que deploran el Brexit (los bancos, las multinacionales, los tecnócratas, los sectores empresariales neoliberales y los grandes medios alcahuetes de estos poderes fácticos). Es cierto que las razones que motivaron el voto a favor de la salida de Gran Bretaña de la UE son pésimas (xenofobia y racismo principalmente), pero el voto "out" se dio fundamentalmente en los barrios más pobres de Inglaterra y Gales, donde se amontonan los desempleados, los marginados, los obreros, los jubilados, los inmigrantes y la gente de escasos recursos. Es una vergüenza para la izquierda el haber abandonado a manos de la derecha más rancia y fascista las aspiraciones de esa gente y el haber reivindicado como suya la construcción desde arriba de un entramado mafioso, corrupto, antidemocrático y plutocrático como la Unión Europea. Hoy les llegó la primera factura a los tecnócratas neoliberales y a los izquierdosos pelotudos. Hace poco menos de un año, la población griega, en condiciones mucho más dramáticas que las de ayer, rechazaba en referéndum las imposiciones despiadadas de Bruselas. A los jerárcas de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo no les importó nada. Respondieron con arrogancia y soberbia a la petición popular helena: "o aceptan nuestras condiciones o los tiramos por la borda y rescátense como puedan" les dijeron. Grecia tuvo que rendirse, porque no tiene el poderío económico de Gran Bretaña, tuvo que desoír, obligada por la "tan democrática" UE, el resultado democrático de un referéndum. Hoy, ese país sumido en la pobreza se ve obligado a privatizar islas, monumentos históricos, puertos, ferrocarriles, aeropuertos, empresas públicas, hospitales, escuelas y a recortar todos los presupuestos sociales enterrando a un sector considerable de su población en la miseria y la desesperación. A nadie le importa, porque los griegos pertenecen a los PIGS (sigla que en inglés significa "cerdos" y se construye con las letras iniciales de los países más pobres de la UE: Portugal, Irlanda, Grecia y España - Spain). La Unión Europea, bajo la batuta de Estados Unidos e Israel, también participó en la destrucción de Libia y de Siria apoyando a terroristas sanguinarios con armas, logística, dinero y ataques aéreos. Los europeos llamaron oposición armada moderada a los fundamentalistas wahabitas de la organización Al-Qaeda y pensaron que instrumentalizando a esos grupos ultrarradicales lograrían apoderarse de las riquezas de ambos países árabes. Pero uno cosecha siempre lo que siembra. Y la UE viene sembrando arrogancia, desprecio, odio, autoritarismo, codicia y violencia en su periferie. Entonces, como no podía ser de otra manera, terminó siendo víctima de sus propias políticas. Un tsunami de refugiados se abalanzó sobre sus costas huyendo de las masacres pavorosas provocadas por Occidente y sus protegidos salafistas. Entreverados con esos seres humanos aterrorizados, que se tiran al mar en embarcaciones de fortuna, viajaron miembros de organizaciones yihadistas (esas que la UE considera moderadas y apadrina) que perpetraron luego los atentados de París y Bruselas. Fue finalmente esta situación que generó el pánico xenofóbico que condujo al resultado del referéndum de ayer. La Unión Europea, esa construcción de los ricos para los ricos, está agonizando.... Y yo celebro que así sea. Ha recibido la cachetada y la patada en el culo que se merece.... Quizás por razones,equivocadas pero ampliamente merecidas. En lo personal, levanto mi copa de vino para saludar la decisión de los británicos.
ResponderEliminarPor primera vez,me caen bien los británicos; tan conservadores y prepotentes ellos históricamente.Esto es una buena noticia para los pueblos de la UE, pues la "fiebre" se puede extender y acabar con este antidemocrático y expltador tinglado del capital.
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ResponderEliminarMuy buen artículo. Es una lástima que los pijos burgueses desprecien de esa manera el voto de los "viejos" y de la "gente sin estudios" como decían en las noticias. Pues esa "gente sin estudios" y esos "viejos" son la clase obrera, que por una vez tiene la sartén por el mango. Yo me alegro, y estoy esperando a ver a quién le toca ahora.
ResponderEliminarSaludos. Soy la que ayer te pidió firmar el libro para mi compañero y para mí. :)