Terminó la reunión de los países que componen el G-20 (es decir, donde se asienta el 85% del comercio mundial). Para unos no ocurrió nada, para otros muy poco y para otros mucho. Es como la botella medio llena o medio vacía, cada quien lo ve a su gusto. Sin embargo, sí pasaron cosas de relieve.
1.- Los gestos son importantes. China organizó la cumbre y se erigió de forma clara como el gran competidor de EEUU a escala global. No sólo por las humillaciones a que sometió a EEUU, sino por cómo colocó a cada cual y el lugar que les otorgó. Cuando empezaron las reuniones de este grupo de "los 20 principales" EEUU era, sin discusión alguna, el protagonista principal. Ya no es así en absoluto. Como no lo son sus aliados y vasallos europeos. Occidente no tiene ninguna proyección de liderazgo mundial y lo que se vio, tanto de forma pública como en las reuniones privadas no sólo es que hay una actitud de "esperar y ver" qué pasa en las elecciones de EEUU sino que el pivote del mundo ya es claramente Eurasia. En ese "esperar y ver" hay una clara postura que indica que cualquier cosa que haga o diga Obama es irrelevante de cara al futuro. Ni Trump ni Clinton son vistos como proclives a cumplir ni uno solo de los compromisos a los que llegue hoy EEUU en nada. Por ejemplo, el tan llevado y traído acuerdo sobre el cambio climático que EEUU firmó en esta reunión del G-20 está amenazado de muerte por la oposición del Senado estadounidense.
Mirad esta foto, que la agencia china Xinhua difundió con evidente satisfacción.
¿Dónde está Obama? China apuesta por Rusia y por Europa, aunque también con dos más que probables perdedores como son Merkel y Hollande. Pero está marcando el camino a quienes han de ser sus sucesores, los socialdemócratas alemanes y los neofascistas franceses, ambos partidarios de un distanciamiento mayor respecto a EEUU.
Aquí se ven tres cosas: que los países BRICS están en primera fila, que Argentina y México también -con lo que China corteja de forma clara a estos dos países para ahondar en la herida del que lleva camino de ser un experimento fracasado como el Acuerdo de Asociación Transpacífico que se inventó EEUU para contener la expansión china en América Latina- y que quedan relegados a una postura secundaria todos los demás, empezando por el FMI (Cristina Lagarde está en la tercera fila, al igual que Rajoy, por cierto).
2.- China dejó varios mensajes de por dónde van sus intereses y propuestas. El primero y principal, que "hay que desarrollar un nuevo concepto de seguridad inclusiva, integral, cooperativa y estable". Está diciendo con ello que la mentalidad occidental de "guerra fría" ha pasado a la historia, que hay que contar con otros actores -claramente la propia China y Rusia- y que en eso hay que incluir un cambio en las reglas económicas.
El segundo, interconexionado con el principal, una apuesta por el reforzamiento de los BRICS en unos momentos en los que dos de sus integrantes, Brasil y Sudáfrica, se están viendo atacados y presionados por EEUU y sus vasallos para que abandonen o "moderen" su integración en ese eje político-económico. China habló muy expresamente de "nueva filosofía en las relaciones internacionales" con este eje, por lo que dejó muy claro que va a hacer todo lo que esté en su mano para que no sólo no decaiga, sino para que continúe su fortalecimiento. Aquí se podría hablar de un contrasentido, puesto que avaló al golpista Temer como presidente de Brasil pero, al mismo tiempo, le ata ante cualquier iniciativa contraria a los BRICS.
El tercero, China impuso reuniones bilaterales y trilaterales. Las principales, las que China mantuvo con Japón y Corea del Sur -y no hay que ser muy perspicaz para saber que se habló de comercio y de Corea del Norte- y la que mantuvo a tres con EEUU y Rusia.
3.- Al mismo tiempo, reforzó el papel mundial de Rusia otorgando a este país el rango que antaño había tenido EEUU para los chinos. Ahora ha quedado claro para todo el mundo que Rusia es un aliado estratégico para China. Esto le proporcionó a Putin un lugar inestimable para realizar sus movimientos geopolíticos, de los que hay que destacar dos: el encuentro con Arabia Saudita, de donde salió el compromiso entre los dos países para estabilizar la producción de petróleo en unas cifras concretas y asegurar que el precio del barril no baje de los 50 dólares (lo que refuerza la economía de los dos países) y el encuentro por separado con Alemania y Francia para hablar de Ucrania. El formato de "Normandía" está muerto definitivamente y Rusia lo ha dejado muy clarito. Los nazis de Kiev podrán seguir ladrando, pero cada vez lo tienen peor para seguir arrastrando a los europeos en su histeria antirrusa.
4.- China ha llevado a su molino al FMI. Lagarde ha tenido que dar la razón a China cuando este país critica la "globalización salvaje" -pese a haber sido el principal beneficiario de la misma, gracias a su mano de obra super barata en los primeros años de la globalización- y se comienza a hablar de "civilizar el capitalismo". Veo vuestra sonrisa, pero tened en cuenta que lo que se va filtrando es muy esclarecedor: se dice por ahí que "los líderes hablaron mucho más sobre la gente que sobre la economía". Es decir, la preocupación por la desafección y el rechazo a la UE, al TTIP y a todo este tipo de iniciativas es mucho mayor de lo que nos pensamos, por lo que la postura china, pese a su aparente incongruencia incluso con su propio país, es la que se lleva el gato al agua. O se hace así o esto explota, y eso lo sabe ya todo el mundo. Así que ahora nos despertaremos y acostaremos con discursos sobre "desarrollo para la población, resultados visibles para todos, responsabilidad moral de la comunidad internacional con la gente" y otras historias similares.
Intentaré seguir el tema, puesto que estamos asistiendo a la entrada en una nueva era en la que Occidente, como he venido insistiendo, desaparece como referente político, económico y militar.
El Lince
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