domingo, 26 de febrero de 2017

Tres, eran tres...

... las hijas de Elena, y ninguna era buena. Es una canción popular española de origen desconocido. Hay quien dice que se remonta a la Edad Media y que habla de tres prostitutas. Hay quien dice que es más reciente y que se refiere a aquellas personas que no dan ni una en sus hábitos, laborales o de otro tipo. En la década de 1970 el incipiente movimiento feminista del Estado español la utilizó en la versión de uno de los grupos que deberían tener un lugar preferente en la canción local: Vainica Doble. Gloria y Carmen, Carmen y Gloria rompieron estereotipos y tópicos. Tuve la suerte de conocer a Carmen unos años antes de que muriese (2000) y era encantadora. Estábamos en casa de su hermana Elena, que también fue otra pionera, en este caso de los programas de cocina (Con las manos en la masa) que hoy tienen tanto éxito.

Pero, sobre todo, Vainica Doble -grupo del que muchos artistas se reclaman seguidores o del que han recibido influencias- reivindicó el papel de la mujer. Tened en cuenta que era en pleno franquismo y lo que hacían era muy novedoso. Su tema "Tres eran tres las hijas de Elena" fue la sintonía de cabecera de un programa de televisión de la época.


A años luz de Vainica Doble está hoy de lo que voy a hablar: la "contra siria". Pero el tema me sirve para referirme a las conversaciones que se van a celebrar en Ginebra, otra vez.

Son tres los grupitos de la "contra" que acuden a la conferencia: el grupo de Riad (que ya sólo con el nombre pone de relieve a quién sirven y a qué intereses), el grupo de El Cairo (que ni fu ni fa, pero que están en la sintonía de Turquía) y el grupo de Moscú (que son quienes o no apostaron por el levantamiento armado o quienes han renegado de él) y son los preferidos de Rusia.

Ni qué decir tiene que están a la greña unos y otros, que no hay una representación única y que todo ello va a poner muy difícil que de este nuevo encuentro, denominado Ginebra IV, salga algo positivo.

El grupo de Riad sigue insistiendo en eso de que "Assad debe irse". Están perdiendo la guerra, pero sus patrocinadores siguen insitiendo en algo que, sobre el terreno, es irreal. El gobierno sirio recupera terreno y se fortalece cada día que pasa, mientras que las organizaciones que forman parte de este grupo de Riad pierden terreno a cada momento y sólo pueden actuar con ataques suicidas, como se ha puesto de relieve hace poco en Homs.

El grupo de El Cairo dice que Assad debe irse, pero que puede tener aún un papel que jugar en un proceso transitorio que nunca debería sobrepasar los 18 meses. También dicen que Rusia y el gobierno tienen que parar los ataques aéreos "por completo", es decir, también contra los grupos de la "contra" que no se sumaron al acuerdo de cese de hostilidades. Con esta petición quieren reducir las tensiones que han surgido en la "contra", donde hay una guerra abierta entre unos y otros que sólo en los dos meses de este año ha causado ya un mínimo de 251 muertos a unos y otros.

El grupo de Moscú considera ahora a Assad como un mal menor ante la amenaza de los yihadistas.

El grupo de Riad dice que son ellos quienes tienen que llevar la voz cantante en Ginebra IV. El grupo de El Cairo dice que lo ideal es que se hubiese llegado aquí con una sola voz, pero que "el formato multilateral también es una manera de resolver los problemas". El grupo de Moscú dice que lo prioritario ahora es llegar a algún tipo de acuerdo que ponga fin a la crisis "porque su continuación sólo sirve a los fines del terrorismo con el apoyo internacional".

Para poner a prueba a unos y otros, Rusia les ha pedido que condenen los atentados suicidas (40 muertos) de Homs. Sólo el grupo de Moscú lo ha hecho. Por cierto, el representante de la ONU también, pero no así los otros grupos de la "contra" (ni tampoco sus patrocinadores).

Así que en esta situación es en la que va a comenzar Ginebra IV. Esperar que salga algo de ahí es como pedir peras al olmo, a pesar de los éxitos previos de Astaná.

Junto a ello influye la situación internacional. Turquía está siendo de nuevo cortejada por EEUU (las zonas seguras, que dice Trump), pero tiene que mantener el tipo con Rusia tras el acuerdo entre los dos países. Si bien Rusia no protestó, o lo hizo con la boca pequeña, cuando Turquía invadió Siria por Jarablús sí es cierto que le ha puesto a Turquía límites claros de hasta dónde puede y no puede llegar. Lo ocurrido recientemente en Al-Bab, donde los turcos y sus vasallos de la "contra" lograron controlar la ciudad la semana pasada después de más de dos meses de asedio son una buena muestra.

Para mí, y para muchos otros -entre ellos mis amigos turcos y kurdos, con quienes he estado hablando estos días- es evidente que el control de la ciudad de Al-Bab sólo fue posible tras un acuerdo entre Turquía y el llamado Estado Islámico, que aceptó retirar sus fuerzas de la ciudad apenas sin peleas. En el tiempo que hubo esa lucha, el llamado Estado Islámico causó cerca de 400 muertos a los turcos y a sus vasallos de la "contra", como han reconocido ellos mismos. Un ataque a la ciudad hubiese multiplicado por dos o por tres las bajas, algo inaceptable para Turquía y su "opinión pública". Turquía se vio obligada a dar este paso por la premura de tiempo: Ginebra IV estaba a la vuelta de la esquina y tenía que presentar algún logro para reforzar a su gente en esa mesa, dado que también le presionaban porque si se mantiene el alto el fuego (el resultado de Astaná) a cambio de nada es perjudicial para esa parte de la "contra".

Turquía hizo un movimiento hacia EEUU al amenazar con que primero sería tomada Al-Bab y luego Manbij antes de llegar a Raqqa, la considerada "capital" del llamado Estado Islámico. Ese movimiento fue cortado de raíz por Rusia, que dijo que esas eran palabras mayores. Y lo mismo hizo Siria, que lanzó una ofensiva sin precedentes en toda esa zona que ha permitido la recuperación de gran cantidad de territorio en un mes, hasta llegar a enseñar los dientes a Turquía con la toma, hoy, de la ciudad de Tadif, a menos de tres kilómetros de Al-Bab. Mis amigos dicen, textualmente, que "los sirios tienen autorización del alto mando (léase Assad) para atacar a los turcos y sus proxies si hay algún movimiento sospechoso que indique algún avance". En el mapa de más abajo, en azul, la zona reconquistada por el ejército sirio en este mes.



El objetivo es claro: cortar el hipotético camino de los turcos y sus vasallos hacia Manbij (el objetivo más inmediato) y Raqqa, mucho más lejano. Por si acaso. 

Así están las cosas por ahora. Turquía da la impresión de estar jugando a dos barajas, con Rusia y con EEUU o, para ser exactos, intentando fortalecer su nuevo papel de potencia sunnita frente a Arabia Saudita y Qatar, a quienes está haciendo guiños claros como la retórica anti-iraní hablando, por ejemplo, del peligro del "nacionalismo persa" y de lo que supone para la región.  

Por supuesto que Irán no se ha callado y el contraataque no ha podido ser más claro al acusar a otros, como Turquía y los sauditas, de "apoyo directo e indirecto a organizaciones terroristas". 

Y la respuesta de Turquía ha sido reunirse en Munich en la Conferencia Europea de Seguridad con EEUU afirmando ambos países que no iban a permitir a Irán "socavar la estabilidad en la región". Irán ha protestado oficialmente ante esta acusación.

Por lo tanto, es más que previsible que Ginebra IV tenga el mismo valor que las reuniones anteriores: ninguno. Ya se está asistiendo a una intensificación del enfrentamiento militar, con los ex-Nusra atacando en Daraa (por ahora, sin resultados), al llamado Estado Islámico en Deir Ezzor, y con los del grupo de El Cairo en el oeste de la provincia de Alepo. O sea, de nuevo todos contra el gran enemigo: el gobierno sirio. Sólo que ahora todos ellos están mucho más débiles que hace un año y medio, cuando terminaron las conversaciones de Ginebra III, y controlan mucho menos terreno.

Un último dato: parece que los kurdos van a cumplir su palabra de acudir en apoyo de los sitiados de Deir Ezzor. En las últimas dos semanas han avanzado mucho por esa zona, hasta situarse a escasos 40 kilómetros de la ciudad que el gobierno sirio mantiene desde hace cinco años, resistiendo el cerco y asedio constante del llamado Estado Islámico. Estas son las tres direcciones de su ofensiva: arriba Raqqa, abajo Deir Ezzor.


Por cierto, los kurdos siguen sin estar presentes en las mesas de Ginebra. Sin embargo, el pasado 15 de febrero Moscú acogió una Conferencia Nacional pan-kurda con asistencia de kurdos turcos, sirios e iraníes. Es un aviso evidente de Rusia de lo que puede hacer y hay que recordar que este país fue el primero que abrió una oficina, casi una embajada, kurda ya hace un año. Es muy significativo que la conferencia se celebrase en el 18 aniversario de la captura de Abdulá Ocalan, el histórico dirigente del PKK, por parte de Turquía. No hubo presencia oficial rusa en la conferencia, pero el contacto de Rusia con los kurdos es habitual. 

El Lince

1 comentario:

  1. Turkish F16s have flown dozens of sorties against Syrian Army positions south of al Bab in Aleppo, Province. Two days ago, VT reported, based on sources at the scene, that Turkey had taken al Bab though an agreement with ISIS, resupplying their forces, 950 strong, and redeploying them against the US and Kurdish fighters at Raqqah.

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