jueves, 2 de marzo de 2017

Dos victorias populares

1.- Es sabido que la única formación política que cuenta con mis respetos en el Estado español (España, para otras latitudes) es la catalana Candidatura d'Unitat Popular. Todas las demás, nuevas o viejas, se han enquistado, apoltronado y sirven a pies juntillas a los intereses del sistema. Si como muestra vale un botón, ahí tenéis la patética postura de Ahora Madrid bailando al compás que le ponen las derechas clásicas o nuevas con Venezuela, por ejemplo.

Es sabido que dos cargos públicos de la CUP, una alcaldesa y un concejal, han sido recientemente detenidos por su coherencia y su firmeza a la hora de defender los mandatos populares para los que fueron elegidos y llevar a cabo la desobediencia al Estado español y a sus imposiciones. Como dije la última vez que hablé de ellos, la disyuntiva está en lo que la CUP propugna y que pone al resto frente al espejo: o súbditos o libres.

Recuerdo cuando hace más de veinte años la histórica Herri Batasuna, tan odiada, logró una victoria pequeña, pero victoria a fin de cuentas: impuso legalmente la fórmula de aceptar la legislación española "por imperativo legal". Esta fórmula es ahora utilizada por varios -no muchos- de quienes hoy forman parte de esas que dicen ser nuevas formaciones políticas pero que se comportan igual que las viejas.

Lo mismo pasará a partir de ahora con otras historias gracias a las luchas que han llevado otros, que no ellos. Este es el caso de la CUP y su victoria. La alcaldesa de Berga (16.000 habitantes), Montserrat Venturós, fue detenida por negarse a acudir a citaciones judiciales en las que se le solicitaba la retirada de la bandera independentista catalana del balcón del Ayuntamiento. La CUP siempre ha mantenido que la legislación española "puede y debe ser desobedecida" y que en ello, que está en la esencia misma de la organización política, "no se puede retroceder". Al contrario que otros, actúa con coherencia y sin temor a las consecuencias.

Ahora tiene una pequeña-gran victoria porque hay una sentencia en la que se reconoce que la alcaldesa de Berga tenían razón en hacer lo que hizo. Supongo que a partir de ahora, habrá quienes de esa nueva-vieja organización política, tan monos ellos y tan monas ellas, ya no tendrán miedo y colgarán otras banderas de los ayuntamientos que controlan, como la republicana, esa que les da tanto miedo exhibir.

Esta es la alcaldesa Montserrat Venturós hablando de lo que supone esta pequeña-gran victoria.



La CUP ha abierto un pequeño camino logrando una pequeña-gran victoria. Pero lo importante es que lo ha hecho haciendo frente, sin plegarse a los jueces del sistema ni discutir lo que para esta formación política anticapitalista e independentista es su razón de ser: respetar el mandato popular, algo por lo que no hay que pedir permiso ni perdón.

La victoria de la CUP es una victoria popular y se ha hecho con dignidad, firmeza, coherencia y desobediencia.

2.- Otra victoria popular, a muchos miles de kilómetros de distancia, es la que se ha conseguido en el estado indio de Tamil Nadu (78 millones de habitantes). El gobierno de este estado de la India está en manos de una formación política que a lo largo de su historia ha pactado con todos, derecha, neofascismo, izquierda, otra vez la derecha, otra vez el neofascismo, otra vez la derecha clásica con tal de mantenerse en el poder. Con total desparpajo dice un día una cosa y al día siguiente se desdice de ella con el mismo desparpajo. Y al igual que pasa en la moribunda Europa y en todo el mundo, la gente sigue votando y a este tipo de gente.

Resulta que en Tamil Nadu hay un fortísimo movimiento en contra de la Coca-Cola y de la Pepsi-Cola, sobre todo de la primera. La lucha contra la Coca-Cola es histórica en la India y se han logrado importantes victorias, a las que se viene a sumar la de Tamil Nadu ahora.

Como en todas partes de la India, Coca-Cola exprime, expolia y seca los acuíferos y los ríos para elaborar sus bebidas, pese a la resistencia de las comunidades y de los campesinos. En Tamil Nadu llevan dos años de dura sequía y con unos monzones muy pobres en aguas, por lo que el expolio de acuíferos y ríos se convierte en una cuestión de supervivencia. Así que decidieron dar un paso más y presionaron al principal organismo comercial de Tamil Nadu, amenazando con dejar de surtir las tiendas de sus socios si continuaba dando soporte a Coca-Cola y a Pepsi-Cola. Es decir, que hiciese un boicot a Coca-cola y a Pepsi-Cola.

Eso fue el pasado 26 de enero. Este organismo comercial, una especie de Cámara de Comercio o de organización empresarial, que agrupa a un millón y medio de pequeños comerciantes (pequeñas tiendas), así como a unas 6.000 pequeñas y medianas empresas, decidió que para dar el paso que pedían los agricultores y los habitantes de las comunidades afectadas tenía que contar con el visto bueno del gobierno y el gobierno ha dicho que no, que no se puede ir "contra la libertad de comercio y del mercado".

Así que este organismo comercial dijo a los campesinos y comunidades que no se iba a sumar al mismo porque "lo impedía la ley". Pero los campesinos y comunidades respondieron que con ley o sin ella, ellos no iban a suministrar sus productos a los pequeños comercios y a las pequeñas empresas si no se sumaban al boicot a Coca-Cola y a Pepsi-Cola.

El día 1 de marzo la asociación, llamada Tamil Nadu Vanigar Sangam, ha decidido que no puede pedir a sus asociados que hagan un boicot a estas compañías multinacionales, pero sí pedir a los mismos que se sumen a él "de forma voluntaria". El escrito que ha enviado a sus asociados es muy claro: "No tenemos autoridad para prohibir, pero sí para pedir que no se venda. Son conocidos los informes que han encontrado que estos productos contienen pesticidas y tóxicos para la salud. Es el deber del gobierno prohibir estos productos, pero dado que el gobierno no está dispuesto a hacerlo, decidimos hacerlo nosotros".

El escrito recoge la victoria de los campesinos y de las comunidades contra una industria, Sipcot, suministradora de la Coca-Cola y que se surtía del agua del río Thamirabani para elaborar sus refrescos y que por ello reducía el volumen de agua necesario para los campesinos y comunidades. Eso fue en noviembre de 2016.

Hoy, día 3 de marzo, se anuncia que unas 5.000 de esas empresas pequeñas asociadas a Tamil Nadu Vanigar Sangam han decidido sumarse al boicot a Coca-Cola y a Pepsi-Cola o han pedido todo este mes de plazo para deshacerse de sus existencias, como han dicho los supermercados, comprometiéndose a no adquirir más. No hay datos de cuántos pequeños comerciantes se sumarán al mismo, pero sin duda será también muy alto.

Tanto Coca-Cola como Pepsi-Cola están valorando ya el costo de este boicot y afirman que será de 14.000 millones de rupias (unos 210 millones de euros).



El Lince

2 comentarios:

  1. Parece ser que la batalla aun no ha sido ganada. http://www.hindustantimes.com/india-news/madras-high-court-dismisses-pils-against-water-supply-to-pepsi-and-coca-cola/story-tK4x9QIdnvrrovmHXnB7sL.html

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  2. Música para esta entrada: "Desobediencia" de Cicatriz
    https://www.youtube.com/watch?v=3nVt5nmZiGk

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