La paciente impaciencia
Esta vez no es un título mío, sino que es el de un libro de uno de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua: Tomás Borge. Es un libro autobiográfico, pero fuera de este ámbito literario. Hace de Matagalpa, donde tuve la suerte de conocerle, el eje de su relato y de su vida. Como Comala lo es de Juan Rulfo en "Pedro Páramo". O, rizando el rizo, como el Macondo de Gabriel García Márquez en "Cien años de soledad". Pero esto no es lo que importa, sino el relato que en él hace de la fundación del FSLN, del tránsito del "foco guerrillero" a la "guerra popular prolongada", de cómo se situó en esta tendencia frente a los "terceristas" y a los "proletarios", de cómo se unieron intentando superar las divergencias internas, de cómo superar las caídas y pérdidas de militantes, de cómo se encaró la ofensiva final para el triunfo. Buscadlo por ahí, tal vez os merezca la pena su lectura.
Esto viene a cuento de la impaciencia por el discurso del Secretario General de Hizbulá de la semana pasada, de lo que dijo y de lo que tendría que haber dicho yo aquí. Un discurso que mañana va a tener su continuidad, porque dará otro. Si ese se enmarcaba en el "Día de los mártires de Jerusalén", el de mañana lo hará en el "Día de los mártires de Hizbulá". Así que, mis queridos impacientes, un poco de paciencia.
Lo primero que hay que hacer es saber leer, y cuando lo anuncié ya dije que "con independencia de lo que diga, hay que estar atentos a la simbología". Porque aquí es donde fallan todos o casi todos los occidentales, que no tienen mucha idea de esa simbología y de cómo es tanto, o más, importante que el relato. Los occidentales somos, inevitablemente, eurocentristas (por no decir etnocentristas), nos miramos el ombligo e interpretamos todo en función de ese ombligo. Y no, para nada y menos en el mundo árabe es así.
Por eso las expectativas del discurso eran tan altas, porque todo el mundo, occidental y árabe, estaba pendiente de él porque se esperaba, esperaban, poco menos que una declaración de guerra que diese la oportunidad a EEUU y sus lacayos de deshacerse del Eje de la Resistencia y, sobre todo, de Irán. Ese y no otro es el objetivo y la razón de los portaaviones y submarinos de EEUU. No tiene nada que ver con el IV Reich sionista.
Hizbulá es shií, por lo tanto no es santo de devoción de los sunníes que ya en 2006, cuando derrotó a las fuerzas del IV Reich sionista, vieron cómo el miedo les recorría la espina dorsal y se apresuraron a desempolvar una iniciativa árabe de 2002 para "solucionar de una vez por todas la cuestión palestina". Han pasado 20 años de eso y los árabes la volvieron a arrojar al baúl de los recuerdos. Curiosamente, ahora la están volviendo a desempolvar. Otra vez. Es normal ver a Hizbulá caracterizado así en los medios árabes.
Esto era Al Jazeera no hace mucho, y el otro día esta cadena retransmitió en directo el discurso de Nasralá, lo que da una idea de lo que os decía antes. Y lo que hay que decir es que Occidente y los gobiernos árabes han respirado con el discurso porque no ha declarado la guerra. Después de tanta demonización, resulta que no es tan fiero el león como lo pintan. Eso es lo que piensan. Nada más lejos de la realidad.
Primero, porque Hizbulá es un actor no estatal; segundo, es una organización libanesa y tiene muy en cuenta la situación de Líbano, donde los musulmanes sunníes son absolutamente dependientes de los estados del Golfo, de Arabia Saudita en particular. Sabe que mucha gente no solo es dependiente, sino inmigrante en esos países y siempre hay una espada de Damócles sobre ellos: la expulsión. En la correlación de fuerzas libanesa, estos aspectos no son menores.
Pero no se olvida del IV Reich sionista ni de sus apoyos occidentales. Por eso Nasralá dijo varias cosas que hay que tener en cuenta: que el frente desde el Líbano hasta Siria y Gaza es uno y que todos los miembros de los campos de resistencia lucharán juntos, que apuesta por la victoria de la resistencia palestina, que el frente norte (la frontera Líbano-IV Reich sionista) sigue abierto y se puede profundizar el enfrentamiento, que EEUU no causa ningún miedo a los resistentes y que si Líbano es atacado por EEUU "Hizbulá tomará represalias" contra EEUU. Para corroborar sus palabras, tres días más tarde Hizbulá presentó sus misiles antibuques. ¿Por qué lo hace? Pues muestra confianza total en sus fuerzas y está diciendo a las claras que lo que hizo en el 2006 con un destructor del IV Reich sionista no es nada con lo que puede hacer ahora. Estos misiles son mucho más mortíferos que los que utilizó entonces.
Hay una contención mutua, sin duda. Un esperar y ver, y ya va un mes desde el audaz ataque de la resistencia palestina y del genocidio sionista sin que el IV Reich pueda presentar grandes resultados más allá del "cementerio de niños" en que ha convertido Gaza, según el secretario general de la ONU. Mientras tanto, Hizbulá sigue con su estrategia de "mil cortes" al IV Reich: por primera vez usó un misil con una capacidad de carga estimada en 300 kg contra una base militar del IV Reich. La famosa "Cúpula de Hierro" ni se enteró. Un aviso en toda regla de lo que está por venir, si llega el caso.
Por lo pronto la batalla de la imagen la han perdido. El mito de un estado de Israel única democracia del Oriente Próximo se ha derrumbado estrepitosamente y ha aparecido ante los ojos del mundo lo que realmente es, un estado fallido racista y de apartheid que practica con descaro el genocidio y la limpieza étnica. Poco se esperaban la oleada de manifestaciones y protestas en solidaridad con el pueblo palestino. Incluso en los países más sionistas del mundo, EE.UU., Alemania, Francia, Gran Bretaña, Australia, Canadá, etc., a despecho de las prohibiciones y de la calificación oficial estadounidense como "terroristas" de la Resistencia Palestina.
ResponderEliminar