jueves, 16 de noviembre de 2023

Un paso adelante, un paso atrás

O sea, te quedas en el mismo sitio. Este es el resumen de la reunión entre Biden y Xi de ayer. Dejando aparte el genocidio en Gaza y la apabullante derrota de Occidente en el país 404, antes conocido como Ucrania, es de lo que hay que hablar porque es donde se decide el destino del mundo. Pero hay que tener en cuenta que no ha sido una visita de Estado, sino que se enmarcaba en la 30ª Reunión de Líderes Económicos de la Cooperación Económica Asia-Pacífico, que comenzó oficialmente el 15 de noviembre y que fue la culminación de la Semana de Líderes Económicos de los 21 países que lo componen. Por lo tanto ya, a priori, se dejaba en claro que no iba a haber grandes resultados.

Quienes ven el paso adelante dicen que esta cumbre concluye con el fortalecimiento de la cooperación en el ámbito de la inteligencia artificial, en el "esfuerzo conjunto renovado para combatir las drogas, incluido el fentanilo", la nueva ilusión de moda en EEUU, y la reanudación de las comunicaciones militares y que esto ya son de por sí tres grandes logros. Puede que esto último tenga su importancia puesto que estaban rotas desde la visita de la abuela Pelosi a Taiwán el año pasado, pero los resultados son bastante modestos y más que lo van a ser después del desbarre, otra vez, del gagá Biden diciendo tras la reunión que Xi es un "dictador" porque van a ser mucho más modestos aún. Esto no es más que la constatación de que EEUU y China están en una profunda confrontación política y que las conversaciones fueron necesarias para evitar una mayor escalada y tranquilizar a los votantes estadounidenses que temen una guerra con China. Es decir, tenía más interés a nivel interno de EEUU, de imagen pública interna, que externa. Se les olvidó que China pidió hace un tiempo que los osos panda que estaban en zoológicos de EEUU fuesen devueltos, pero ahora, como muestra del "buen rollito", van a volver a EEUU. Esto sí es un gran logro, desde luego, y no los anteriores.

Lo del fentanilo tiene su aquel, puesto que EEUU, San Francisco en particular, retiró por la fuerza, a toda prisa, los campamentos de tiendas de campaña para personas sin hogar y drogadictos en cuestión de días, no fuese a ser que el "líder del mundo libre" quedase avergonzado ante "la comunidad internacional".

Quienes ven el paso atrás dicen que fuera de lo militar lo otro era un escaparate, algo para mostrar, algo con que llenar una "negociación" de la que no se esperaba mucho, por no decir nada. No ha habido declaraciones ni sobre el país 404, ni sobre Gaza (sobre lo que se sabe hablaron) y lo que se ha dicho sobre Taiwán es lo de siempre. Tampoco sobre los aranceles impuestos por Trump, que mantiene Biden, ni sobre las sanciones ni nada de nada. Y esto es crucial para China, puesto que EEUU, y ahora sus lacayos europeos, está en una guerra comercial en todo su sentido que pretende frenar el progreso chino hacia el “gran rejuvenecimiento de la nación china” que es la meta de Xi. Pese a ello, hay que recordar que China está muy por encima de Occidente en cuanto a crecimiento, con un 5'4% este año (en Europa, 10 países entrarán oficialmente en recesión en 2024).

¿Dónde está el logro, entonces? En ninguna parte. Por eso la reunión duró un poco más de la mitad de las 4 horas inicialmente previstas. Por eso lo del gagá llamado "dictador" a Xi tras el final de la reunión. Eso solo significa una cosa: que EEUU esperaba que China cediese en algo, lo que no ocurrió. Y como el "cerebro" (?) de Biden es el mismo que el de todos los occidentales, no le dio para más que el recurso típico. Las relaciones entre EEUU y China se encuentran en su punto más bajo desde el inicio de la “guerra comercial y económica” bajo el gobierno de Trump y no hay visos ni a corto ni a medio plazo de que se recuperen.

EEUU está acostumbrado a imponer, pero con China no puede. Por lo tanto, China adopta la única postura cuerda: esperar y ver. Es EEUU, como iniciador de toda la confrontación, quien tiene que adoptar medidas prácticas para demostrar su sinceridad de llegar a acuerdos y, sobre todo, que cambie su estrategia para contener el auge de China. En China se dice que es EEUU quien tiene que ceder primero y luego lo harán ellos. Con razón.

El Lince

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