Putin se cae del burro
Al menos un poco, porque la pregunta es si es imbécil o está rodeado de imbéciles. Incluso puede que las dos cosas. Vuelvo después de unos días de descanso y lo hago metiéndome de cabeza, otra vez, en el charco. Mejor. Estos días de calor solo hay dos opciones: o achicharrarse o remojarse. Opto por lo segundo, que es lo que ya está pasando en Rusia. Ya no gusta mucho lo de achicharrarse cuando desde todas partes dan bofetadas a quienes llevan años cortando cables, poniendo la otra mejilla o el símil que prefiráis.
Durante todo el mandato de Putin, que es muy largo, las estrategias de defensa de Rusia han consistido en no utilizar medidas militares disuasorias o preventivas, se ha dado tiempo a los diplomáticos (lo que es equivalente a permitir que los oligarcas asienten su poder) y de forma especial cuando EEUU estaba por medio. La obsesión de este sector oligárquico de no reconocer que EEUU nunca aceptará nada más que la sumisión está llegando a su fin. En Rusia, se tiene cada vez más claro que EEUU es una amenaza permanente para Rusia.
Para mi sorpresa, el mismísimo Putin lo acaba de reconocer así, o se le parece mucho, en una entrevista televisada el pasado 14 de julio. Textual: "Pensé que las contradicciones con Occidente eran principalmente ideológicas. Parecía lógico en aquel momento: la inercia de la Guerra Fría, las diferentes visiones del mundo, los valores, la organización de la sociedad. Pero incluso cuando la ideología desapareció, cuando la Unión Soviética dejó de existir, la misma desviación, casi rutinaria, de los intereses de Rusia continuó. Y no se debía a ideas, sino a la búsqueda de ventajas geopolíticas, económicas y estratégicas. El mundo solo respeta a quienes pueden protegerse. Hasta que no demostremos que somos una potencia independiente y soberana que defiende sus intereses, no habrá margen para que nadie nos trate como iguales".
Si no fuese porque Putin es un anti-marxista convencido, me parece estar oyendo al Ché Guevara cuando dijo eso de "no es mi culpa si la realidad es marxista".
¿De verdad ha tenido que llegar la nueva pataleta del niño Trump (convertido en "papi" por los lameculos de la OTAN) con eso del ultimátum a Rusia de 50 días para que se rinda en el país 404, antes conocido como Ucrania, para llegar a esta conclusión?
Tal vez sea una esperanza vana el pensar que Putin ha llegado a esta conclusión porque dos días después de esa entrevista, su portavoz volvió a evitar la crítica a EEUU y la centró en la UE: "Lo que observamos hasta ahora es que los europeos están mostrando una postura militarista completamente agresiva, declarando su intención de gastar enormes cantidades de dinero en la compra de armas para provocar aún más la continuación de la guerra. Por supuesto, es muy difícil predecir nada en medio de un estado emocional tan irracional, que roza la irracionalidad, como el que reina en el continente europeo".
A ver si yo me entero: ¿EEUU es racional en todo esto? ¿de verdad? ¿Trump sabe lo que está diciendo? Es más, ¿sabe atarse los zapatos? Que un análisis como ese salga del Kremlin indica que todo este sector sigue intentando la cuadratura del círculo.
Este sector, el político, sigue pensando, o quiere seguir pensando, que Trump es un niño voluble que no va a cumplir sus amenazas porque, dicen, EEUU será el principal perjudicado. Y se apoyan en que los precios del petróleo no han sufrido grandes sobresaltos con el ultimátum pese a que la amenaza no solo es contra Rusia, sino contra China, India y Turquía, los tres principales compradores del petróleo ruso. Pero no solo es el petróleo el amenazado, sino sus derivados, el gas, el carbón... La venta del petróleo ruso (69 dólares por barril como precio mundial actual) está en estos momentos en una media de 58 dólares por barril, dos por debajo del tope impuesto por Occidente en octubre de 2022. Lleva cuatro meses así, por debajo del tope de los 60, por lo que es ahora cuando se da una vuelta de tuerca más y se propone, como ha hecho el zombi europeo, que no sobrepase los 47 dólares barril. Esto ha coincidido, curiosamente, y aquí no hay casualidades, con el ultimátum de Trump.
Este sector, muy vinculado a los oligarcas, confía en que la OPEP va a hacer inviable la amenaza porque eso supondría la retirada de entre 5 y 7 millones de barriles de petróleo diarios, algo que nadie puede reemplazar ni a corto ni a medio plazo. Ni siquiera si la OPEP decidiese apoyar la amenaza incrementando la cuota de producción de los países que la componen.
En cualquier caso, de lo que se habla no es tanto de sanciones como de nuevos aranceles si China, India y Turquía (por mencionar solo a los más afectados) deciden seguir comprando petróleo ruso. Está por ver si estos tres países van a la guerra, aunque es de suponer que China sí. En cualquier caso, los políticos rusos, muy vinculados a los oligarcas, consideran que EEUU entraría en una "inflación descomunal" y en una subida del tipo de interés que destrozaría definitivamente el famoso MAGA trumpiano.
Si aciertan en sus predicciones, habrá que comerse el sombrero (expresión típica castellana que significa que algo no va a pasar y si pasa se hace algo estrambótico como comerse el sombrero). En cualquier caso, este sector de los políticos no habla para nada del efecto que tendría en Rusia, donde el 25% del presupuesto se basa en el petróleo, sus derivados y el gas. Que la economía rusa no se va a derrumbar es evidente visto lo que ha ocurrido con las "sanciones del infierno" impuestas hace tres años largos, pero que habrá consecuencias mucho más duras que entonces, también. Y eso va a pasar factura tanto a Putin como a los políticos de los que se rodea.
Si Putin no habla por hablar, la única opción que le queda a Rusia es la que llevan defendiendo los militares hace meses: "el momento Oreshnik". Es el punto clave. O el momento clave.
Ahora bien, dicho esto, hoy ha ocurrido una cosa curiosa y a tener en cuenta: China lleva meses organizando la conmemoración del 80 aniversario de la victoria de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista para el próximo 3 de septiembre y acaba de anunciar que habrá "representación de EEUU en el desfile de Beijing" ese día. No se ha informado de qué tipo de representación, si civil, si militar, si ambas. Nada de nada. Pero se está especulando mucho con una cumbre a tres Xi-Putin-Trump porque Putin aceptó hace mucho tiempo la invitación a asistir a esa conmemoración en persona. Se da la casualidad que ese día es justo el final del ultimátum de Trump. A especular tocan. Y por soñar, que no quede.
El Lince
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