miércoles, 17 de junio de 2020

Pasito a pasito

Tras la bofetada y el sueño, la realidad. Una realidad que se cimenta tanto en la bofetada como en el sueño y que supone un paso más en el proceso de emancipación de Venezuela.

La derrota estrepitosa de la aventura militar del fascismo venezolano auspiciado, apoyado y financiado por EEUU y sus vasallos europeos y latinoamericanos dio paso al pánico en este sector y a la división. Ahora que se han convocado elecciones, hay quien va a participar y quien dice que no. EEUU ha dicho que no, ellos dicen lo mismo que su amo. La UE critica y amenaza en "otra demostración de la soberbia y nostalgia colonialistas que aún perviven en las venas corporativas de las élites dominantes del viejo continente", como bien dice Venezuela. Y el famoso Grupo de Lima, que se deshace como Colombia, hacen lo propio. Es el último recurso porque una vez que se celebren esas elecciones ya nada será igual. Y veremos lo que pasa.

Pero mientras, Venezuela va dando pasito a pasito hacia su emancipación.

Por una parte, reforzando el acuerdo con Irán de suministro de gasolina. Al envío de los cinco petroleros a finales de mayo le van a seguir otros en breve, hasta dos al mes según el Ministerio de Petróleo iraní. No es solo solidaridad, es también necesidad. Irán es autosuficiente en gasolina desde hace mucho tiempo, por lo que el envío de petroleros cargados de gasolina a Venezuela entra dentro de la lógica. Se ha dicho que Irán da lo que no tiene. Falso, como casi todo lo que se dice en Occidente, porque Irán dispone de una buena cantidad de gasolina para vender no solo por ello sino, curiosamente, por las sanciones (ilegales, según el derecho internacional) de EEUU.

Pero esa autosuficiencia tiene un problema: el almacenamiento. Al vender mucho menos de lo que venía haciendo -por la agresión de EEUU- Irán tiene que darlo salida de alguna manera y una muy eficaz, tanto económicamente como políticamente, es suministrarla a Venezuela. Así que pronto veremos un nuevo convoy sin la menor duda.

El acuerdo es bueno para los dos países y está claro que no lo van a desaprovechar.

Por otra, mostrando que el nivel de organización popular en Venezuela está dando muestra de buen hacer y de control de la situación. Las imágenes de coches y motos haciendo cola ante las gasolineras antes de la llegada de los petroleros iraníes han desaparecido como por encanto, tanto dentro como fuera de Venezuela. La magia que nos entretiene se queda en paños menores ante este arte de los medios de propaganda para hacer aparecer y desaparecer un tema.

Pero ahora hay un por qué: porque mostrarlo significa mostrar un nivel de organización popular que rompe discursos y esquemas. Pensad que es propaganda si queréis, pero pensad también que es una realidad.


El Lince

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