El kit de la locura creciente
Los psicópatas y drogadictos del zombi europeo cada vez están más locos o no tienen ningún empacho en mostrar su locura. Ahora con el "kit de supervivencia" para cuando ataquen los rusos: agua, mechero, navaja suiza, medicación, linterna, comida, cargador, radio y un juego de cartas. Eso vale para aguantar 72 horas en las que la valiente OTAN, esa que está teniendo tan fantásticos resultados en el país 404, antes conocido como Ucrania, nos va a rescatar de los malvados rusos.
Lo curioso del caso es que no hay ni una sola fuerza política, en ningún lugar del zombi conocido como Europa, capaz de denunciar esta locura. No poder frenar esta locura va a tener graves consecuencias, como lo estamos viendo ya en Gran Bretaña, donde los "progres", los laboristas, rebajan las prestaciones sociales porque ese dinero va a ir para armas. No poder explicar cómo la psicopatía de una élite drogadicta está fortaleciendo esta locura que nos perjudica y cómo siguen estos psicópatas, drogadictos y locos en continuar por este camino nos va a llevar a un abismo del que no saldremos ni con el kit, el kit de la locura.
Supuestamente Europa no está directamente relacionada con el conflicto en el país 404. Supuestamente pese a todo el envío de armas, municiones, dinero, etc. Pero es la gran perdedora, de forma especial Alemania, debido a las sanciones económicas -ilegales, según el derecho internacional- impuestas a Rusia y que han vuelto a Europa como lo hacen los bumerán. Decir que han tenido un efecto contraproducente es quedarse corto. La energía barata rusa ha sido reemplazada por energía costosa suministrada por EEUU. Esto ha reducido el nivel de vida, socavado la competitividad del sector manufacturero y contribuido a una mayor inflación europea. Os recuerdo dónde está ahora Europa a nivel industrial.
Europa también perdió el enorme mercado ruso donde vendía productos manufacturados, que también ofrecía oportunidades de inversión y crecimiento. Además, ha perdido el gasto suntuoso de la élite rusa. Esta combinación ayuda a explicar el estancamiento de la economía del zombi europeo, a la que ahora mismo también está golpeando EEUU con los aranceles impuestos por Trump.
La afluencia masiva de refugiados ucranianos también ha tenido consecuencias negativas. Esto ha incrementado la competencia salarial a la baja y ha multiplicado la escasez de viviendas, lo que ha hecho subir los alquileres. También ha ejercido presión sobre las escuelas y los servicios sociales y aumentado el gasto social, ese que ahora se están cargando aún más con el belicismo histérico de los psicópatas. Esto es común a todos los países europeos, aunque, de nuevo, es Alemania quien más lo ha notado.
Por eso no es casual que sea Alemania el país que inició el tema del rearme como no es casual que sea en Alemania donde surgió lo que hoy es la norma de Occidente, ahora mismo sobre todo en el zombi conocido como Unión Europea. La "gran mentira" fue una idea desarrollada por Hitler en el "Mein Kampf", argumentando que una distorsión grave de los hechos, si está vinculada o arraigada al prejuicio popular, llegará a ser considerada una verdad con el tiempo. Lo que en el caso de Hitler era una teoría, fue llevada a la práctica por uno de sus subordinados, Goebbels. Y eso se ha convertido en la norma para todo Occidente desde hace mucho tiempo y, de forma notoria y sin tapujos, desde el inicio del conflicto en el país 404, hace tres años.
La "gran mentira" nazi es hoy el discurso, "democrático", de la invasión de Europa por Rusia si este país no es derrotado en el país 404. La misma estupidez goebbelssiana-hitleriana que sostuvo durante toda la guerra fría eso de la "teoría del dominó", según la cual si la URSS invadía un país europeo seguirían otros. Como os dije en la entrega anterior, no hay nada nuevo en Occidente. Siempre mintiendo y manipulando. Eso forma parte de sus sacrosantos "valores".
En la locura creciente europea se arraiga el revisionismo histórico, ese que, entre otras cosas, oculta la responsabilidad de la OTAN en la expansión hacia el este rompiendo las promesas al infame Gorbachov, en el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk I y II y en muchas otras cosas.
Las mentiras nazis de los psicópatas europeos no solo son eso, mentiras, sino que como bien dijo Hitler están diseñadas para negar a Rusia cualquier legitimidad, al tiempo que justifican y ocultan la agresión occidental. Nunca ha habido evidencia alguna de un deseo ruso de invadir Europa, ni durante la guerra fría ni hoy. Al contrario sí: es sabido lo que hizo Occidente tras la desaparición de la URSS, la destrucción a gran escala de los logros soviéticos y los intentos nada ocultos de desmembrar el país para apropiarse de las materias primas.
Como sus mentores nazis, los psicópatas y drogadictos de Bruselas están logrando que sus mentiras calen entre los borregos, nosotros. Ni que decir tiene que esto se debe a una larga historia que va desde el "terror rojo" tras el triunfo de los bolcheviques en 1917 hasta la guerra fría. Y aquí entra lo del famoso "kit de supervivencia". Es una mierda, pero cumple su papel. Entre otras cosas, porque oculta sus fracasos internos, con países casi todos en recesión, y así desvían la atención de lo interno a lo externo. Aquí no hay colores, con una pretendida "izquierda" siendo tan belicista como los carcas, o más. Quienes se daban palmas por el ascenso de Die Linke y se felicitaban porque la Alianza Sarha Wagenknecht se quedase a 13.000 votos de lograr representación parlamentaria ven ahora con asombro (fingido) cómo estos supuestos "progres" de Alemania son tan belicistas como el resto. Pero ya es tarde. Estamos como cuando en los prolegómenos de la I Guerra Mundial los socialdemócratas, salvo una o dos honrosas excepciones (como Karl Liebnecht) votaron a favor de los créditos de guerra. Lo mismo que el rearme de hoy.
Este es el panorama en el zombi europeo. El enfrentamiento entre Trump y Zelenski y por extensión con el zombi conocido como Unión Europea, ha adquirido formas inesperadamente virulentas para quienes se siguen creyendo el ombligo del mundo y ha sacado a la luz una cuestión real que con el tiempo se ha eliminado de la discusión en la pretendida "izquierda": la contradicción entre los intereses imperialistas dentro de Occidente. Y en esa pretendida "izquierda", también llena de psicópatas y drogadictos, impera la locura porque oscila entre el pacifismo militarista-europeísta (Sumar, por ejemplo) y el pacifismo hipócrita (tipo Podemos, que ha olvidado convenientemente su papel cuando estuvo en el gobierno español).
Sin tener en cuenta los antecedentes, que vienen de lejos, no sirve de nada este postureo. Y hoy todo el mundo olvida Yugoslavia, que es lo que aceleró todas las contradicciones entre EEUU y Europa.
Como dije no hace mucho, hay un mundo nuevo ahí fuera, con los BRICS como su máximo exponente. Y dentro de esos BRICS que no paran de crecer, al contrario de lo que ocurre en Occidente, hay un país, China, que ha sabido crecer económicamente con un sistema político que será todo lo que se quiera pero que tiene una virtud: es el Estado quien decide y no las grandes empresas, que están a su servicio aunque ganen mucho dinero. Por eso hay quien dice que estamos asistiendo a una gran guerra contra los BRICS, de la que Rusia y China son las piezas mayores. Tal vez hay que ir comenzando a pensar seriamente en ello.
La "gran mentira" nazi, hoy recuperada por los psicópatas y drogadictos que nos gobiernan, de que los rusos quieren invadir Europa es la tapadera política e ideológica para preparar un giro reaccionario, que puede no estar en manos de los formalmente neonazis pero sí en sus seguidores informales y que están encabezados por la condesa de la UE. Pero siempre nos quedará el "kit de supervivencia", del que lo único utilizable será la navaja suiza para cortarnos las venas.
El Lince
La Comisaria europea Hadja Lahbid escenificando su Kit de la Señorita Pepis mueve a la risa y muestra lo desesperados que están por inocular su veneno a los trabajadores europeos. Este veneno consta de dos componentes: 1/ el odio hacia Rusia haciéndonos creer que los rusos se nos van a colar hasta la cocina y se nos van a comer el jamón york y, 2/ el miedo. Ellos saben que el miedo es el combustible para que prenda el fascismo, la experiencia histórica así lo demuestra: el fascismo necesita de unas capas intermedias asustadas para que sirvan de base de maniobra sobre la que dar el asalto al Poder, y lo peor del caso es que, al igual que en el pasado, esta operación fue la propia burguesía liberal la que lo propició.
ResponderEliminarDentro de poco comenzarán a servirnos en forma de comics o películas la lucha del Capitán América contra Fu Manchú a modo de ir preparando el terreno del enfrentamiento entre un Imperio decadente y sus monaguillos contra el repuesto Chino y los BRICS.
Recomiendo la lectura de https://canarias-semanal.org/art/37627/el-imperio-contraataca-la-ofensiva-de-eeuu-ante-su-declive-historico
En el gráfico que nos muestra Lince en esta entrada España y, curiosamente también Grecia, parecen los únicos países de la UE que han aumentado su producción manufacturera, en contraposición con el lamentable panorama de Alemania, Francia o el Reino Unido. Parece que todo este caos que empezó con la guerra de Ucrania nos está afectando menos a nosotros que al resto, pero ya veremos como pinta la cosa dentro de un par de años. Mucho me temo que iremos de mal en peor y el totalitarismo seguirá avanzando en Bruselas con esta política de infundir miedo a la población, de la que el "kit de supervivencia" es solo otra muestra más.
ResponderEliminarRespecto a lo del rearme, puede haber más explicaciones que únicamente lo de pretender ir a la guerra contra Rusia (que sirve de excusa para justificarlo, pero que en realidad sería un suicidio, algo que quienes mandan saben perfectamente). Al respecto recomiendo la lectura de la siguiente entrada, que habla de escasez de recursos y solo trata el tema tangencialmente:
https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2025/03/hay-que-exponer-las-cosas-con-claridad.html
Según el autor de la entrada el rearme no es específicamente frente a la pretendida amenaza rusa. Sería más bien una preparación para un escenario de "todos contra todos", en el que habrá que competir ferozmente por cualquier recurso para así mantener, aunque sea parcialmente y durante algo más de tiempo, nuestra sociedad y modo de vida. En el fondo es lo que parece que pretende hacer Trump con su política de aranceles indiscriminados y demás, ir a un escenario de autarquía relativa en el que se dependa lo menos posible de terceros. Aunque eso sí, Estados Unidos (como también China o Rusia) es un país inmenso con importantes recursos propios ¿Se puede decir lo mismo de la desunida Europa? Hay mucho postureo y declaraciones pomposas en Bruselas, pero a la hora de la verdad cada uno tira por un lado.
Saludos
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EliminarDecía Gandhi que el mundo es lo suficientemente grande como para satisfacer las necesidades de todos pero que nunca será lo bastante grande como para satisfacer la codicia de unos pocos. Y Einstein que cuando las matemáticas son precisas no son reales, y cuando son reales no son precisas. Y no vamos a entrar en Gödell o en Poincaré. En general, con un modelo matemático podemos justificar lo que nos de la gana y los economistas son una demostración palmaria de ello, pero no la única. Puede usted tomar los estudios de Asimov sobre superpoblación escritos en las postrimerías del “Baby Boom” y zambullirse en el festival del humor más delirante. La sombra de Malthus es alargada y entonces, como ahora, la culpa no era del sistema sino de la gente. Con menos de 300 millones de habitantes India padeció 32 hambrunas severas en los primeros 123 años de tiranía británica, actualmente tiene 1400 millones y aunque el hambre sigue siendo un problema grave las hambrunas con cientos de miles o millones de muertos han desaparecido. Luego el problema no eran la población o los recursos sino el Imperio Británico. Pero Malthus nunca reconocería eso porque era un intelectual orgánico del Imperio y no le pagaban para criticarlo.
EliminarEn el texto que enlaza, algunos problemas se tocan desde la perspectiva UEcéntrica (vaya a contarle lo de la deuda a rusos y bielorrusos, a ver qué le responden) y otros jugando a las proyecciones, como las que hace décadas decían que el colapso demográfico haría desaparecer a Rusia en 2050 simplemente porque los modelos consideraban las tendencias del momento como irreversibles, un error inherente al progresismo parido con la Ilustración y que lo mismo que dibuja flechas hacia arriba las garabatea hacia abajo. Es lo malo de intentar reducir la realidad a números. Los números son como las palabras: muy útiles, pero también se puede mentir muy fácilmente con ellos aunque alguien nos cuente que son “objetivos”.
Por su naturaleza precisamente “cuantitativa” y su afán acumulativo ciertamente el capitalismo tiende a romper todos los equilibrios metabólicos de la Naturaleza, pero eso es un problema del capitalismo, no de la población, del petróleo o del Apocalipsis. Hitler buscaba “espacio vital”, imitar al Imperio Británico para que una élite alemana que ganaba una fortuna ganara diez veces más aunque no lo necesitara. Y la OTAN es la misma basura al servicio de los mismos (o de sus nietos). Malthus decía que el planeta no podría albergar más de 2000 millones de seres humanos, aunque algunos de sus seguidores (el corrector automático me ha puesto “segadores”, a veces las máquinas se permiten el lujo de la poesía) reducen la cifra a 500 millones. ¿De verdad se piensa que entre los “sobrantes” (5000 millones y subiendo, menuda precisión el Malthus) estarán los millonarios?
Tendencia decreciente de la tasa de ganancia, o crisis de superproducción. Problemas inherentes al capitalismo, no a los recursos disponibles ni a la población. Eche un vistazo al programa de reforestación chino, por cierto, ganan masa forestal al ritmo de un “Aragón” al año. Algunos decían, allá a finales del XX y principios del XXI, que la industrialización a gran escala de ese país les tendría respirando niebla contaminante de por vida. Y seguro que tenían un montón de gráficas debajo del brazo, eso y muy poca imaginación.
Si el capitalismo necesita una guerra para intentar reiniciarse (otra vez) todo lo demás serán pretextos.
PD: kit de supervivencia alternativo: diez o doce cócteles Molotov y un billete para Bruselas.
Saludos.