lunes, 15 de septiembre de 2014

Abbas es un obstáculo para liberar Palestina

El llamado presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, es más peligroso para la liberación de Palestina que Israel. Más peligroso que mil bombas. Más peligroso que todo el muro. Los colaboracionistas, desde el francés Petain, son más peligrosos que los mismos nazis. No suelo hacer caso de la Wikipedia, pero aquí tenéis una muy buena definición de lo que es el colaboracionismo: Los "colaboracionistas'" suelen serlo por diferentes motivos: por afinidad ideológica, por simpatía por el enemigo, o por coincidencia en los objetivos, aunque también pueden ser por coacción o incluso por miedo. En otros casos, los colaboracionistas esperan obtener ganancias, enriquecimiento o favores del enemigo. La resistencia francesa hizo muy bien en realizar dos tipos de acciones: tanto contra las tropas nazis como contra las fuerzas del régimen colaboracionista de Petain, el llamado “gobierno de Vichy”. Eso suponía ejecuciones de significados colaboracionistas, además de ataques directos a las fuerzas policiales del colaboracionismo y al mismo “ejército colaboracionista”. Lo mismo hizo el Vietcong en Vietnam.

Hamás ha sido muy criticado por haber ejecutado a unos cuantos colaboracionistas, acusados de pasar información al ejército israelí durante la más reciente guerra contra Gaza. Ya lo hizo también en 2012. Y la reciente decisión de un pequeño grupo de oficiales de inteligencia israelí de negarse a espiar a los palestinos pone de manifiesto cómo en este tipo de situaciones no cabe otra alternativa. La inteligencia que se recoge por parte de Israel, sobre la vida privada (amantes), debilidades (drogas) o avaricias (dinero) sirve para crear una red que se utiliza luego para la guerra. Sin contar con los que colaboran por coincidencia con sus objetivos, léase destruir a la resistencia. Con los colaboracionistas no hay que tener piedad porque son responsables de las matanzas, de los muertos. Cobran a tanto la pieza, cuanto más importante es más cobran. ¿Cuánto cobraban estos colaboracionistas por los niños muertos, por los ancianos muertos, por los milicianos muertos, por los comandantes muertos? ¿Tenían algún remordimiento? Lo dudo. Esta gente no tiene escrúpulo alguno.

Aquí tenéis el comienzo de una mítica película de John Ford de 1935, El delator, donde cuenta una historia de traición en Irlanda durante la lucha por la independencia de Gran Bretaña. Buscad la película completa, merece la pena.




La historia no cambia, aunque transcurran años y años. La medida extrema de Hamás es eso, una medida extrema. Pero según están las cosas en Palestina, no es descabellada y se debe entender como una medida de autodefensa. O sea, el mismo discurso que se utiliza para atacar a Hamás se puede utilizar para atacar a quienes lo atacan. ¿No lo dicen los israelíes con lo del ojo por ojo? Pues exacto, ojo por ojo.

Hace unos días os hablaba en la entrada que titulé Las fases de la luna del plan de la llamada Autoridad Palestina para “poner fin a la ocupación” y os decía que no había sido capaz de encontrar las fases 2 y 3 de dicho plan que, por cierto, la fase 1 se desarrolla en un lapso de tiempo de cuatro meses. ¡Cuatro meses! Y mientras, Gaza devastada y sin reconstruir. Pues bien, ahora he encontrado la fase 2 que dura tres años. ¡Tres años! Y si en ese tiempo no se llega a algún acuerdo, se llevaría a Israel a la Corte Penal Internacional. Condicional, se llevaría, podría llevarse, tal vez, acaso, quizás… Amenazar y no dar, esa es la máxima de los colaboracionistas palestinos. Hoy la llamada AP va a iniciar consultas con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para "marcar" las fronteras de 1967 (fase 1). Si volvéis a leer la entrada mencionada veréis que la llamada AP deja en manos de EEUU e Israel la demarcación de las fronteras.

Una pregunta tonta ¿han logrado algo los colaboracionistas en los más de 20 años de negociaciones, a parte de su enriquecimiento personal? Otra más tonta aún ¿se acuerda alguien que antes del penúltimo ataque a Gaza se había dado un plazo de nueve meses para llegar a un acuerdo? ¿Se llegó? No. Ni se llegará con estos colaboracionistas. Serviles con sus patrocinadores extranjeros y con el fascismo israelí.

Este es el nudo gordiano para Palestina. Cómo romper el permanente colaboracionismo de Abbas. Una vez alguien coja la espada, como Alejandro Magno, y corte el nudo en vez de intentar desatarlo tendremos la respuesta.

Abbas ha dado orden de no llevar a Israel a la Corte Penal Internacional. Los periódicos árabes están llenos de análisis de esta decisión. Os relato los hechos:
-         El 25 de julio el Ministro de Justicia de la llamada AP, Saleem al-Saqqa, y el Fiscal General de Palestina, Ismaeil Abr, presentaron una carta a la CPI a través de un bufete de abogados francés solicitando la apertura de una investigación sobre los crímenes de guerra de Israel. Según el reglamento de la CPI, sólo el jefe de Estado, o de gobierno o el ministro de Asuntos Exteriores lo puede hacer.
-         El 6 de agosto, el ministro de Asuntos Exteriores, Riad Maliki, viajó a La Haya para reunirse con funcionarios de la CPI y avanzar en la acusación. Parecía que ya estaba hecho.
-         El 7 de agosto Hamás acepta firmar el documento por el que todas las organizaciones palestinas aceptan la jurisdicción de la CPI, sabiendo que también pueden ser investigadas por crímenes de guerra. Abbas ya se quedaba sin excusas para presentar finalmente la querella porque siempre se escudaba en la falta de consenso palestino para ello. No obstante…
-         El 29 de agosto la CPI publica una nota en la que dice que el presidente palestino no ha otorgado su jurisdicción a la oficina para investigar los crímenes de guerra. 
-         El 10 de septiembre, Israel anuncia que va a crear una comisión propia para investigar dos ataques (os lo repito, dos ataques de los miles que realizó), uno de ellos contra la escuela que regentaba la ONU. Es un intento claro de evitar a la CPI, pero está claro que Abbas lo conocía y por eso da la orden de no presentar la querella. Y lo ha hecho tras llegar a un acuerdo tanto con Israel como con EEUU. Es la fase 2, ¿qué nos deparará la fase 3, aún desconocida para mi?

¿Hay alguna crítica interna por esto dentro de Fatah? Sí, pero muy minoritaria. Es gente que vive de y por la ayuda occidental e israelí. Es decir, en su inmensa mayoría son colaboracionistas y tienen una red clientelar muy potente, de forma especial en Cisjordania. Y aquí está el quid de la cuestión. Si no aceptaron el resultado de las muy democráticas elecciones que perdieron en 2006 ¿qué garantías hay de que lo van a hacer ahora? Ninguna. Las encuestas que se están publicando indican que, hoy por hoy, la mayoría de la población palestina apoya a Hamás y a la resistencia. El Centro Palestino de Investigación Política y Estudios Estratégicos acaba de publicar una encuesta que dice que el 61% votaría por Haniye como presidente, el 94% apoya la resistencia militar y el 74% considera que la resistencia ha ganado la guerra.

Abbas pasa, no le interesa lo más mínimo su pueblo ni lo que piensa ni cómo vive. Sólo busca su supervivencia y su beneficio, Es un colaboracionista nato. Por eso ahora dice que Hamás está boicoteando el acuerdo de unidad de abril –pese a que Hamás insiste una y otra vez en aplicarlo, aunque no le favorece como os he dicho aquí y aquí- y en que tiene un “gobierno en la sombra”. ¿Por qué? Porque su inacción obliga a moverse a Hamás, que ya dicho que puede negociar de forma indirecta con Israel sobre Gaza y eso inquieta, y de qué manera, a los colaboracionistas. Ahora dicen que Hamás intenta “suplantar a la OLP”. Falta por saber qué dice la izquierda palestina, integrante de la OLP, al respecto.

Es decir, tienen miedo. Miedo a perder la poltrona y por miedo hacen lo que sea. Hasta venderse, como hacen todos los colaboracionistas. Lo han hecho siempre, pero ahora con la CPI. Por eso no hay que transigir con Abbas ni los suyos. Ni siquiera con las muestras de solidaridad. Como decía Marx, la contradicción principal es la ocupación israelí, pero la secundaria es la presencia de los colaboracionistas. Hay que atacar la primera sin perder de vista la segunda. Y eso es algo que con mucha frecuencia no hacen, o evitan hacer, los solidarios. Si lo son de verdad, tienen que denunciar a los colaboracionistas. Y casi nunca lo hacen.

Sigo, como de costumbre, homenajeando a los asesinados por el régimen fascista de Israel con la connivencia y amparo de EEUU, la Unión Europea y los regímenes reaccionarios árabes. Estos eran sus rostros, vidas y esperanzas antes de que fueran segadas por la barbarie sionista y sus valedores. Entre ellos añado ahora a los colaboracionistas.

Iman Khalil Abed Ammar , 9 años 

Nasri Mahmoud Taqatqa , de 14 años


 Mohammad Ziad Al-A'ra j, 17 años



Mahmoud Abdel Hamid Elzowidi , 23 años y Mohammad Khalid Jamil Elzowidi , 20 años



Hashem Khader Abu Maria , 45 años

Abd al-Hamid Breigheth,  35 años


 Ahmad Arafat Samada , 21 años

 Wajih Wajdi Al-Ramahi , 15 años

 Mohammed Mahmoud Mubarak , de 20 años

Salma Al-Radiya , 2 años

 Asesinos, asesinos de razones, asesinos de vidas que nunca, nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días y que en la muerte os persigan nuestras memorias, memorias.

El Lince



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