Catalunya

Cataluña, en castellano, es hoy la punta de lanza del proceso de ruptura en el Estado español (España, para otras latitudes) con el régimen postfranquista de 1978. La CUP lo lleva diciendo desde sus orígenes y ahora es el momento. La CUP llama a votar el 1 de octubre para acabar con este régimen opresor y opresivo.

El proceso de desobediencia que se está dando en Catalunya está firmemente impulsado por la CUP, que siempre ha defendido que la legalidad española debe ser desobedecida. "Es un momento importante para extender definitivamente el certificado de defunción a la transición borbónica", dijeron hace dos años. La CUP no se esconde como otros: es anticapitalista, antisistama y aboga por la independencia de Catalunya y el socialismo al mismo tiempo que por la salida del euro y rechaza la UE.

Está quedando claro que en Catalunya hay un fuerte movimiento popular que se vincula con la emancipación social y nacional y así se está manifestando todos estos días. La CUP es una de sus expresiones mas combativas y organizadas. Como sus integrantes se califican a sí mismos, están de pie, "tozudamente alzados y mirando atrás para poder seguir adelante, luchando, resistiendo, avanzando".

El gobierno español ha perdido el relato. Puede impedir la votación (y veremos), pero ha perdido imagen, sentido y razón. Mirad cómo la televisión japonesa lo enfoca (y fijaos en los personajes que saca). No hace falta saber japonés para saber lo que está diciendo.

El proceso es imparable, puede que no el día 1, pero será el 2 o el año que viene. El régimen del 78 está tocado. Nos toca, ayudando a Catalunya, tirar todos, por aquí y por allá, y seguro la estaca del 78 caerá. Ítaca está a la vuelta de la esquina.

El Lince