Una victoria que cimenta la estabilidad
La ruptura del asedio a que el llamado Estado Islámico había sometido a la ciudad de Deir ez-Zor durante cuatro años supone un cambio drástico e irreversible no solo en Siria, sino en todo Oriente Próximo. Aunque todavía quedan partes de la ciudad en manos del Estado Islámico, pocas, y la zona del aeropuerto sigue cercada, la resistencia será pronto suprimida del todo.
Hace nueve meses fue la liberación de Alepo, ahora la de Deir ez-Zor. La guerra en Siria aún no ha terminado, pero ya tiene un vencedor claro: el gobierno de Bashar al-Assad. Y ello obliga a todo el mundo a reposicionarse. Los cambios en las dinámicas locales con evidentes (como las denominadas "tribus" que están abandonando a la "contra" y pasándose al gobierno), así como regionales e internacionales.
Los refugiados están regresando. Según la siempre parcial ONU, unos 600.000 han regresado a sus casas desde la liberación de Alepo, en diciembre de año pasado, "debido a la mejora de la seguridad y de las condiciones económicas, lo que ha llevado a muchos de esos refugiados que regresan a intentar recuperar sus propiedades". La cifra es importante, pero representa algo más del 10% del total de los refugiados. Sin embargo, indica que se está iniciando un éxodo a la inversa, hacia dentro del país y hacia las zonas gubernamentales. Una tendencia que se acelerará ahora tras la liberación de Deir ez-Zor.
Arabia Saudita acaba de emitir una orden con "instrucciones estrictas" para que se deje de atacar a Irán y a los shíies en todos los medios de propaganda (antes llamados de comunicación) aunque aún se mantienen críticas contra las "organizaciones terroristas" como Hizbulá.
Jordania da un paso más y anuncia una mayor frecuencia de sus contactos con el gobierno sirio de cara a normalizar las relaciones diplomáticas, rotas desde el año 2011. Ya a principios del mes de agosto ordenó a las fuerzas de la "contra" que apoyaba que abandonasen sus pociones en Tal Afar en favor del ejército sirio. Eso permitió a las fuerzas gubernamentales retomar puntos estratégicos de la frontera sirio-jordana, haciendo inútil la presencia de las fuerzas estadounidenses en esa zona, aunque aún siguen formalmente allí. Al mismo tiempo, Jordania ha cerrado el Centro de Operaciones Militares que mantenía con EEUU y algunas fuerzas de la "contra".
Un paso similar pueda dar en los próximos días Turquía en la zona de Idlib, aunque esta es una de sus bazas principales para presionar al gobierno sirio respecto a lo que haga, o negocie, con los kurdos.
Los países árabes que lanzaron la guerra, con sus apoyos financieros, políticos y militares, están reculando sin pudor alguno. La liberación de Alepo supuso la derrota de sus patrocinados de la "contra". La ruptura del cerco de Deir ez-Zor también, solo que aquí el derrotado ha sido el llamado Estado Islámico.
Es una victoria militar, política y moral para el gobierno sirio, Rusia, Irán, Hizbulá y los palestinos residentes en Siria y que están combatiendo del lado del gobierno. Es una derrota sin paliativos para el resto, para Occidente, para los sátrapas árabes y para el régimen fascista de Israel.
Putin a felicitado públicamente a Al-Assad, luego, y por si no hubiese quedado claro, apuesta firmemente por su permanencia al frente del país. Putin ha calificado el hecho como "una victoria estratégica" y no le falta razón. Se ha liberado Deir ez-Zor mucho antes que las fuerzas del protectorado estadounidense de Rojava logren hacer lo propio con Raqqa. No os quepa duda de que se dará más relieve propagandístico a Raqqa que a Deir ez-Zor, pero la importancia de una ciudad y otra ya no son comparables. El llamado Estado Islámico se ha roto en Deir ez-Zor, no en Raqqa.
La derrota del llamado Estado Islámico en Deir ez-Zor supone el retorno al control de Damasco de la mayor parte de los campos de gas y pozos de petróleo de Siria (el resto queda en la zona de Hasaka, así como los principales campos de cultivo agrícola como cereales y algodón, y esa es la única baza que tiene ahora EEUU para jugar en Siria a través de sus fuerzas del protectorado de Rojava). El significado es claro: dentro de pocos meses se habrá restablecido el suministro eléctrico en todo el país, ya no habrá cortes de energía y se mejorará sustancialmente el abastecimiento de combustible para calefacciones y cocinas. Entre otras cosas, servirá para poner freno a la especulación.
Además, ayudará al desarrollo de la producción agrícola puesto que los tractores podrán disponer de más suministro de gasolina, los regadíos podrán mecanizarse y las granjas de animales recuperar la normalidad. La Unión de Campesinos de Siria ha saludado especialmente la liberación de Deir ez-Zor por esta razón y ha prometido "honrar a los héroes" (defensores y habitantes de la ciudad) incrementando la producción de todos sus afiliados.
En pocas palabras: es una victoria que cimenta el principio de la estabilidad de Siria después de casi siete años. Siria se va a recuperar mucho más rápido de lo que se piensa. Su gente es de las más dinámicas, creativas y productivas de Oriente Próximo. Derrotado el yihadismo, mantenido el carácter secular (queda el tema de la integridad terrritorial, con los kurdos como exponentes) y la diversidad nacional (el general al mando de la resistencia de Deir ez-Zor todos estos años es un druso) la recuperación no tardará mucho tiempo. Una fase ha terminado ahora y con la victoria de Deir ez-Zor está comenzando otra.
Estamos asistiendo al fin de la guerra a gran escala en Siria y, al mismo tiempo, permite liberar inmensas fuerzas gubernamentales para centrarse en la batalla final contra la "contra".
El Lince
excelente reportaje
ResponderEliminarexcelente, Alberto, es una victoria que el imeprio trata de ocultar y es estratégica! Celebremos una victoria más y confiemos en que la lucha traerá muchas más. Abrazo.
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