lunes, 17 de febrero de 2025

No quieren y no pueden jugar al ajedrez

1.- No quieren entender que su mundo se derrumba y no pueden reconocer que no son nadie. 

2.- No quieren la paz y no pueden librar la guerra.

Es el resumen del estado de shock en que está el zombi conocido como Unión Europea desde hace unos días. No me gusta mucho esta expresión que es un anglicismo, pero la utilizo para que se entienda mejor de qué va la cosa. En medicina, un estado así es una reacción emocional y fisiológica de gran intensidad ante sucesos altamente estresantes y traumáticos que o acaban de suceder o hemos conocido o procesado en un momento concreto (la Conferencia de Munich de este fin de semana, por ejemplo). Dichas reacciones pueden incluir desde ansiedad, pérdidas de consciencia, visión en túnel, síntomas disociativos, rabia, ira, llanto, risa nerviosa, temblores, taquicardias o incluso una completa indiferencia y falta de reacción. Lo más habitual es que o bien se presente un embotamiento afectivo y pérdida de habilidades cognitivas o bien una reacción histérica y/o agresiva ante el hecho. Clavadito a lo que está pasando en el zombi conocido como Unión Europea.

Un zombi que está saltando por los aires desde que el señor Lobo tuvo la audacia de llamar al señor Oso. Los europedos (expresión gráfica de Celtas Cortos) quieren visibilizar que no son un montón de mierda y unos limpia-mierdas y han puesto en marcha una "cumbre europea" para dar una respuesta al Señor Lobo. Pero solo de unos pocos, no vaya a ser que se escenifique la implosión y el coche quede lleno de trocitos de cráneo y sesos y llegue el señor Lobo y diga que lo hay que limpiar. Francia, Alemania, Gran Bretaña (curioso porque ya no forma parte del zombi), Italia, Polonia, España, Países Bajos y Dinamarca. Además de la condesa de la UE y del presidente del Consejo Europeo. Lo mejor de cada casa, desde luego.

Y luego, la guinda de los psicópatas, el perro faldero que hace de secretario general de la OTAN diciendo que no se siente "en absoluto" vinculado a las obligaciones que prevé el tratado fundacional de la organización militar de la mafia occidental, como si fuera de EEUU fuese algo.

Esta panda de psicópatas que hasta ayer se desgañitaban hablando de "la victoria de Ucrania", y de "apoyar hasta donde sea necesario" no saben dónde meterse. Una buena pregunta es qué va a decir esta peña cuando lo que digan le importa una mierda a Rusia, que no olvida que los Acuerdos de Minks II fueron incumplidos, como reconocieron los presidentes entonces de Francia y Alemania, "para dar tiempo al rearme de Ucrania". O sea, que tienen credibilidad cero para Rusia por que lo que digan no sirve de nada. Pero el simple hecho de que la paz, por lejana que esté, sea considerada por toda este peña de psicópatas como un riesgo dice mucho del grado de locura de quienes nos gobiernan (porque nos dejamos).

Van a vendernos el aumento inmediato del gasto militar, como exigió el señor Lobo y ha repetido el perro faldero de la OTAN ya dos veces, la primera a finales de diciembre del año pasado. Y está lo de las "fuerzas de paz" de unos soldaditos de juguete que no durarían ni medio minuto ante los rusos.

Pero ¿a quién van a comprar las armas? Porque las europeas y las estadounidenses están ardiendo maravillosamente en el país 404, antes conocido como Ucrania y no es realista pensar siquiera que las empresas europeas van a mejorar algo en este aspecto. Ni las estadounidenses, por cierto, que cuentan por decenas sus fracasos en armas hipersónicas. 

Con esto, la cumbre de París de hoy no es mas que humo. Un humo que ocultará que el salchichón del cada vez más escaso "estado del bienestar" verá cómo recibe más y más tajos en sanidad, en educación, en pensiones. Y los borregos (nosotros), tan contentos.

A modo de recordatorio para los ignorantes occidentales, la postura de Rusia es esta y dudo mucho que varíe: "Fueron los líderes de los países de la UE –la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande– quienes recientemente declararon abiertamente que no tenían intención de implementar los Acuerdos de Minsk, aunque previamente habían asegurado al mundo lo contrario. Ahora su posición oficial es que los Acuerdos de Minsk fueron un intento de rearmar a Kiev y darle tiempo. Es decir, fingían trabajar concienzudamente en dirección a Ucrania, pero en realidad se dedicaban a una pantomima perjudicial. El problema no es sólo que mintieron, ya todo el mundo está acostumbrado a eso, sino que traicionaron los intereses de Europa, y esta traición es una de las razones de la tragedia.

Los acuerdos de Minsk pasaron a formar parte del sistema de derecho internacional a través de su aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que significa que estaban sujetos a su cumplimiento obligatorio.

Tanto Hollande como Merkel, y por supuesto los dirigentes italianos, lo sabían perfectamente entonces y lo entienden hoy. Los miembros de la UE, que han violado el derecho internacional y que ahora reconocen abiertamente, se han convertido en cómplices clave de la catástrofe que se ha desatado en Ucrania y, como consecuencia de sus propias acciones, han provocado un conflicto armado en el continente europeo. Si se hubieran aplicado las normas de Minsk, esto habría salvado a Ucrania y, al mismo tiempo, habría aliviado la actual situación poco envidiable de los ciudadanos de la Unión Europea, cuyo bienestar se ha reducido considerablemente debido a las medidas erróneas y, a veces, simplemente criminales de sus dirigentes.

Si analizamos más a fondo, todo esto no fue sólo una traición personal, sino también un reflejo de la pérdida total de independencia en la conducción de una política exterior “soberana”. La Unión Europea como asociación de integración y casi todos sus estados miembros se han convertido en un añadido a la OTAN, siguiendo obedientemente las instrucciones de Washington. En este sentido, la situación en torno al sabotaje y las “investigaciones” en el Nord Streams es más que indicativa.

En confirmación de lo anterior, el secretario general de la OTAN, Rutte, hizo un comentario poco claro sobre si la llamada telefónica de Trump a Putin fue una traición a Ucrania por parte de Occidente o no. Tanto la pregunta como la respuesta son irrelevantes".

Rusia y EEUU discutirán en Arabia Saudita el tema sin el zombi europeo y sin los neonazis del país 404. Es una primera toma de contacto, como muy bien ha dicho el ministro de Exteriores ruso. 

Como buen aficionado al ajedrez, se puede interpretar lo que va a salir de esta reunión con un símil ajedrecístico. Rusia y EEUU están poniendo las piezas en su lugar: composición de los equipos negociadores, expertos, influyentes abiertos y encubiertos. Hecho eso, comienza el juego saliendo las blancas (EEUU), con las negras viendo cuál es la apertura para contrarrestar los movimientos. La apertura blanca ha sido exigir un alto el fuego en el país 404, a lo que Rusia ha respondido moviendo un caballo que ha actuado en Kursk, recuperando una aldea que estaba en manos de los neonazis, dos aldeas en Jarkov y tres en Donesk. 

Ahí estamos ahora. La partida no va a terminar estos días. Habrá más rondas porque lo que está en juego es demasiado importante como para arriesgarse a que los altos funcionarios fracasen, especialmente en las primeras etapas de las negociaciones. Es por eso que ahora están utilizando equipos tan fuertes de representantes especiales.

Sin embargo, sólo un encuentro cara a cara entre el señor Lobo y el señor Oso marcará el final del juego medio y la transición hacia el juego final. Hay una oportunidad de lograr un resultado. Occidente se conforma con las tablas. Rusia no está jugando para lograrlas, sino para ganar. Por eso la resistencia de unos belicistas agónicos no tendrá precedentes, y eso son los ni-nis europeos en primer lugar.

El Lince

5 comentarios:

  1. Resulta complicado encontrar calificativos para la actitud de los "dirigentes" (por llamarlos de alguna manera) de la UE con respecto a la guerra en Ucrania y su más que previsible desenlace: patética, lamentable, miserable, ridícula, vomitiva, despreciable, rastrera, desquiciada... Cualquiera de estas palabras se queda corta para mostrar su reacción de estos días.
    Lo más triste de todo es que, de una u otra manera, se podía intuir fácilmente que esto iba a pasar. Estados Unidos fue el principal impulsor de la guerra en Ucrania, hizo todo lo posible por empujar a Rusia a atacar y deseaba que ese conflicto estallara, imaginando que el ejército ruso se desangraría en una guerra de desgaste, la economía del país se hundiría bajo el peso del esfuerzo de guerra y las "sanciones" (terrorismo económico, mejor dicho) occidentales y, finalmente, Putin caería y se produciría un cambio de régimen que pusiera en el Kremlin a un dirigente dócil al estilo de Yeltsin. Esa era la estrategia de Washington y toda la UE se sumó a ella ciegamente y sin cuestionar nada, los perros acudiendo raudos y obedientes a la llamada de su amo, aun cuando también se veía venir que los europeos íbamos a salir claramente perjudicados por las consecuencias del conflicto.
    Y ahora, con Trump de vuelta a la Casa Blanca, se ha escenificado el desenlace de la tragedia. Estados Unidos no quiere seguir arrojando más dinero y recursos por el retrete ucraniano, hay que acabar con esto de forma que le perjudique lo menos posible ¿Y los perros de la UE? El amo les dará un golpe en el hocico, los cogerá por la correa y los meterá de nuevo en la perrera. El oso era sencillamente demasiado grande y fuerte y no es viable tratar de abatirlo, mejor dejarlo tranquilo dentro de su territorio, mientras termina de devorar los despojos de su presa (Ucrania). Así van a ser las cosas nos gusten o no, los perros no pintan nada porque están para servir al amo y punto, ni pueden ni se les va a permitir tener ideas propias.

    Que conste que esto lo dice alguien que vive en el seno de la UE, un proyecto convertido ya en despropósito. Europa debería replantearse muy seriamente su futuro si no quiere acabar colapsando de la peor manera posible. Al respecto recomiendo el libro "El futuro de Europa", de Antonio Turiel. En él se proponen ideas acerca de cómo abordar los problemas económicos, energéticos, industriales, ambientales e incluso sociales del Viejo Continente. Un pista: nada que ver con la dirección hacia el abismo emprendida por nuestros gobernantes.

    Un saludo

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  2. Lo que los dirigentes de la (des)U.E. critican respecto de las negociaciones entre Rusia y EEUU -dejarles al margen a ellos y al ilegítimo y caducado Zelensky- es lo que ellos mismos practican en su última y acelerada reunión en París dejando al margen al resto de componentes de la (des)U.E.
    El Señor lobo utilizó a su cohorte de caniches para suministrar dinero, armas,mercenarios, técnicos y promesas de pertenencia de Ucrania a la (des)U.E. para para dar aire y alas a las fantasías ucronazis de un futuro de prosperidad bajo el paraguas "occidental". Y ahora, como siempre, por sus propios intereses les ha dejado pedaleando en el aire escenificando su propio ridículo y su vacuidad. No son nada sin su valedor americano por mucho que se reúnan para dar la sensación de unidad.
    "La Asamblea de majaras se ha reunido. La Asamblea de majaras ha decidido: Mañana Sol y buen tiempo...".
    Rusia ya ha comprobado en Minsk I y II cuál es la credibilidad de la (des)U.E. y Ucrania. Y ahora que las cosas les van bien en el frente no creo que necesiten volver a ser engañados en otra ronda de negociaciones.

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  3. Yo tampoco me fiaría del señor lobo

    Espero que el señor oso no se deje de engañar

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    1. Estoy totalmente de acuerdo con vos.

      El Señor Lobo sólo juega para él mismo. Le chupa un huevo Ucrania, la UE, la OTAN y Rusia.

      El Señor Lobo ya le puso precio a Ucrania: el 50% de lo que quede es para el Señor Lobo y, del otro 50%, también pretende sacar tajada.

      Hoy empezaron las negociaciones entre los gringos y Rusia en Riad. Según Fox News, la propuesta gringa es la siguiente: Primero, cese al fuego. Segundo, elecciones en Ucrania. Finalmente, acuerdo de paz.

      Espero que Rusia no caiga en esa burda trampa... porque Trump y Putin serán muy amigos, pero al emperador no le importan sus amigos (de hecho es más peligroso ser su amigo que su enemigo), sólo le importa su imperio.

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  4. Trump y Putin son cualquier cosa menos amigos y lo que se está desarrollando en Riad no es por ahora mas que un inicio de contactos. Quien menos prisa tienen son los rusos, que ya han explicitado en público más de una vez (Lavrov et al mediante) que su confianza en la mera palabra de EEUU está entre cero y nada. Tal vez el panorama nos resultaría más transparente si cuando aparece el concepto de conversaciones de paz para acabar la guerra de Ucrania lo tradujéramos automáticamente por conversaciones para la rendición de EEUU en su guerra contra Rusia.

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