lunes, 6 de agosto de 2018

El aire es rojo

Venezuela, Nicaragua, Brasil, Argentina, Ecuador, Honduras, Paraguay... los "progres" siguen cosechando triunfos. Los intentos por redefinirse, por apostar por la política de "conciliación de clases" con la oligarquía está dando unos resultados desastrosos. Chávez cometió un error histórico cuando pudo terminar con ella y no quiso.

La oligarquía siempre, en cuanto tiene ocasión, hace lo que sabe hacer y en lo que la pretendida izquierda siempre comete el mismo error. El atentado contra Maduro debería servir para que de una vez por todas la pretendida izquierda aprendiese de sus errores. Pero mucho me temo que no, que, por el contrario, profundizará en los mismos. La pretendida izquierda hoy sólo es una realidad en la derecha. O sea, que está un poco a la izquierda de la derecha.

En el Estado español (España, para otras latitudes) se ha visibilizado de forma clara con el tema de Catalunya. Hobbes denominaba "actos de hostilidad" todos los actos que iban dirigidos contra alguien que no es políticamente obediente al Estado, a la autoridad legal, y que ante ellos "cualquier imposición de castigo es legítima". Ahí está el caso de los presos políticos catalanes. En Colombia eso se ha conocido como "falsos positivos", o ahora con la escalofriante cifra de dirigentes sociales asesinados tras el acuerdo de paz con las FARC. En México sigue sangrando Ayotzinapa, y veremos qué hace López Obrador al respecto. Y así casi hasta el infinito. El gran éxito del capitalismo es la destrucción filosófica de la izquierda, como cuando quienes se definen así asumen de una forma absolutamente acrítica - por aquello de la "moderación"- borrar cualquier pretensión emancipatoria. Y pasa lo que pasa, como el golpe en Brasil, y antes en Honduras, y antes en Paraguay, y ahora en Venezuela. No se hace política de izquierdas con medidas asistenciales (Programa Hambre Cero de Lula, Misiones Bolivarianas de Chávez) sino con un cambio en las relaciones y modo de producción. ¿Solidaridad? Sí, pero dando caña. La retórica no sirve de nada si no va acompañada de la ética. La única diferencia hoy entre la izquierda de la derecha y la derecha de la derecha es en cuestiones menores -y habrá quien se suba por las paredes cuando lo lea-, sobre todo en cuestiones sociales, pero mantienen el mismo discurso y la misma práctica en lo fundamental: la visión económica del mundo.

No son pocos los "progres" que desacreditan el socialismo, el comunismo y cualquier movimiento antiimperialista existente. Por eso hay que inspirar a fondo cuando nos encontramos con iniciativas sorprendentes y, al mismo tiempo, simpáticas. Porque ese aire que respiramos es rojo.

La primera llega desde China y me la envía una amiga muy querida, Mei L. Recordaréis que existe un importante movimiento universitario, los "Jóvenes Marxistas", que se extiende y está logrando victorias insospechadas hace poco como que el gobierno se haya visto obligado a rectificar su plan de estudios y que significaba amoldarlo a Occidente. Ahora ya no es así. La consigna central de los "Jóvenes Marxistas" es "Más Marx, menos Occidente".

Al calor del mismo, y coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento de Marx, el gobierno decidió hacer una conmemoración por todo lo alto. Tanto a nivel oficial como popular. Y aquí es donde han aparecido los "Jóvenes Marxistas". En Beijing existe una exposición sobre Marx y el pensamiento marxista que acaba de recibir su visitante dos millones. Se titula "El poder de la verdad" y recibe una media de 39.500 visitantes diarios, según en Museo Nacional de China, donde se recoge, y según me envía mi amiga Mei L.

Se exhiben 100 manuscritos de Marx, Engels y Lenin, más de 900 libros, 150 fotografías, 70 piezas de arte y esculturas de estos grandes pensadores. Esta es una muestra.

















La contestación a la política capitalista del gobierno es evidente. Poco a poco, quienes se reclaman no sólo de boquilla seguidores del pensamiento marxista van tomando más espacio y de una manera más pública.

Junto a esto, en Rusia y al calor de las elecciones que habrá en septiembre surgen iniciativas simpáticas y corrosivas que están teniendo un gran éxito. Sobre todo ahora, cuando el partido de Putin acaba de dar otro paso neoliberal impresionante, como el aprobar por ley que las lenguas minoritarias ya no serán obligatorias en las escuelas (aduciendo lo de siempre, el dinero que cuesta). En Rusia se mantenía hasta ahora el sistema soviético, como en la jubilación, respecto a las lenguas, educando a los jóvenes en 133 lenguas de las que 35 son oficiales a escala subestatal. Este sistema se ratificó en 2012, pero ahora se va a la mierda afirmando que sólo se educará en la lengua materna si se pide expresamente. Hasta ahora era obligatorio. En Tartarstán, Daguestán o Komi, por ejemplo, el malestar es evidente. Rusia Unida, el partido de Putin, da un nuevo giro a la derecha. El Partido Comunista tiene otra baza que jugar en las elecciones de septiembre.

Por eso es entendible el éxito que ha provocado el vídeo que os pongo, una parodia satírica de la sociedad actual en la que los personajes que aparecen en las fotografías son las de los diputados que han promovido a nivel legislativo el aumento de la edad de jubilación. Sus nombres, además, aparecen al final del mismo para que quede constancia de quiénes son.

El vídeo empieza con una cita de Maiakovski, el gran poeta soviético:

"Come tu piña
mastica la perdiz
tu último día se acerca, burgués".

Son los versos que gritaban los bolcheviques que tomaron el Palacio de Invierno.

No hace falta casi traducción del vídeo ni qué libros aparecen ni cuál es la trama. Sí resaltar la recuperación de la fábrica por los obreros y la canción final, "La canción del camarada", un éxito soviético de 1973 que dice "no romperé mis votos, no me inclinaré, me levantaré de nuevo mientras silban las balas".


El Lince

1 comentario:

  1. Gracias, esta genial, lo mande a los compas de La URSS 2.0!!!
    Tu último día se acerca , burgués!

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