¿El amor está en el aire? Quizás, quizás, quizás
Inicialmente os dejo elegir entre Bob Dylan y Nat King Cole, de ahí el titular.
La reunión entre EEUU y Rusia sobre el futuro del país 404, antes conocido como Ucrania, y otras cosas ha terminado con un aparente secreto total. Aparente porque si bien no tengo la menor duda que Rusia lo va a respetar, no lo tengo tan claro de EEUU, donde se vive para la galería y siempre pensando en un buen titular (por cierto, no tan buenos como los míos). Así que, a esperar otro poco más.
Pero hay una previa y es que antes de esta reunión, Putin metió el dedo en el ojo de todo Occidente al decir con una contundencia que era inusual hasta ese momento que no va a quedar nada de Europa si siguen incitando a la guerra. Textual: "No planeamos declarar la guerra a Europa. Lo he dicho cientos de veces. Pero si Europa quiere librar una guerra contra nosotros y de repente inicia una guerra contra nosotros, estamos listos. No debería haber ninguna duda al respecto. La única pregunta es si Europa de repente inicia una guerra contra nosotros, creo que muy rápidamente... Europa no es Ucrania. En Ucrania, actuamos con precisión quirúrgica. ¿Entienden lo que quiero decir? No es una guerra en el sentido literal y moderno de la palabra. Si Europa decide repentinamente declararnos la guerra y la lleva a cabo, podría surgir muy rápidamente una situación en la que nos quedemos sin nadie con quien negociar". Es algo más que el "momento Oreshnik". No es solo un mensaje para los psicópatas europeos, sino para EEUU. Más claro, agua.
Los descerebrados que nos gobiernan, porque nos dejamos, deberían leer (si es que saben, que esa es otra) lo que dicen los "Los Fundamentos de la Política Estatal de la Federación Rusa en el Ámbito de la Disuasión Nuclear" que se actualizaron el 19 de noviembre pasado. Ahí se habla de las armas nucleares y de su uso. El documento inicial se aprobó en 2020, pero la actualización es tanto una modernización como una nueva llamada de atención a Occidente. Porque en ella ha desaparecido una palabra, exclusivamente, que hacía referencia a que las armas nucleares se utilizarían "exclusivamente como medio de disuasión y una medida forzosa y extrema". Al desaparecer esa palabra se indica que cada vez hay menos restricciones autoimpuestas y que los militares están hasta el moño de Occidente y sus psicópatas drogadictos.
Y, hablando de agua, lo que dijo sobre los ataques a petroleros que se dirigían a Rusia por el Mar Negro: "¿Cómo podríamos responder? Primero, ampliaremos el alcance de nuestros ataques contra la infraestructura portuaria y los buques que entran en puertos ucranianos. Ese es el primer punto. Segundo, si esto no cesa, consideraremos la posibilidad —no digo que necesariamente lo haremos, pero sí consideraremos esa posibilidad— de ataques recíprocos contra los buques de los países que ayudan a Ucrania a llevar a cabo estos actos de piratería. La opción más radical sería aislar a Ucrania del mar. Entonces, la piratería sería imposible en principio. Pero estas son las cosas que hay que considerar si otras medidas fracasan. Espero que los líderes militares y políticos ucranianos y quienes los respaldan reflexionen sobre si vale la pena continuar con esta práctica".
¿Son unas nuevas líneas rojas, de esas que Occidente se pasa por el forro una y otra vez? Intuyo que no, esta vez no, esta vez va en serio. ¿En qué me baso? Primero, en el malestar militar que llevó al Kremlin a aceptar una mayor intensidad en los ataques en todas las líneas, especialmente en los ataques a centrales eléctricas y vías férreas. Segundo, en que, por ello, Putin se reúne dos veces al mes (ahora siempre en uniforme) con el alto mando del ejército ruso desde que la popularidad del ejército supera a la suya y a la de todo el gobierno como comentaba cuando hablé de las líneas rojas.
Tercero, porque una encuesta aparecida el mismo día de la reunión con EEUU, o sea el martes, deja claro que el hastío con Occidente es total, aunque las discrepancias sobre cuál es el mayor enemigo son sorprendentes:
La mayoría de la población sabe que el principal enemigo es EEUU, que sin él la OTAN no es nada y que no hay la menor posibilidad de restaurar la relación con Europa. Esto es un golpe claro para los euroatlánticos del Kremlin y de ahí el interés de salvar los muebles con esta negociación con EEUU donde lo económico bilateral está casi al mismo nivel que los objetivos militares y políticos declarados respecto al país 404. Entre otras cosas, porque Trump quiere avanzar en esto porque el tiempo se agota para él: a mediados de 2026 están las elecciones intermedias y tiene que presentar algún resultado claro y, en la esencia de EEUU, con "beneficios económicos". Ese es el caramelo que está poniendo Rusia. Un caramelo envuelto en papel de regalo porque Rusia no quiere humillar a EEUU y le está ofreciendo una salida digna del desastre.
Eso y el que se haya dicho oficialmente que "algunas de las propuestas de paz presentadas por Estados Unidos parecen en general aceptables, pero aún se necesita más debate". No se sabe cuáles, por supuesto, pero recordad lo que os dije cuando hablé de las líneas rojas y de cómo el camino que se está recorriendo es el de la medalla de plata, con objetivos menos ambiciosos que los inicialmente señalados cuando se desató la llamada "operación militar especial" en el país 404 a excepción de la integración en la OTAN. En eso sí que Rusia será inamovible.
Así que vuelvo al titular: ¿el amor EEUU-Rusia está en el aire? Quizás, quizás, quizás. Esto último vale para los dos países. Por eso entre Bob Dylan y Nat King Cole me decanto por este último. Para quienes seguís esta página no es un autor nuevo porque ya os lo puse en 2021. Ahora vuelve, porque es un inmortal.
Para reforzar el quizás, quizás, quizás, ayer se supo que las sanciones -ilegales, según el derecho internacional- impuestas a Rusia ascienden a 30.159 pero esta cifra no incluye las referentes al comercio de bienes específicos, y de esta cifra el 24'5% corresponde a las que ha impuesto EEUU. ¿Se van a levantar en este acaramelamiento o son necesarios muchos caramelos? Quizás, quizás, quizás.
Una excelente versión de Pink Martini. Para este puente.
Y, mientras tanto, visita de estado de Putin a India. Los acuerdos van a ser espectaculares. Os recuerdo que el comercio entre los dos países ya es en un 90% en sus monedas nacionales, nada de dólar ni de euro. ¿Y quién acompaña a Putin, entre otros? El ministro de Defensa. Tomad nota.
P.D.- Mis amigos de Leipzig mandan esto de la cámara de industria alemana. Lo he traducido para mejor comprensión. Sin comentarios.
El Lince



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