Acabo e llegar de un viaje relámpago a la Cabilia argelina y me encuentro con todo el follón que ha generado al postura sensata, otra vez, de la CUP catalana diciendo que no irá a la manifestación de Barcelona en repulsa al atentado si va Felipe de Borbón y todos los politicastros chupan cámara en los primeros lugares.
No hace falta decir que la monarquía española tiene unas relaciones privilegiadas con la monarquía saudita, los wahabitas que financian las mezquitas, las madrasas y desde las que salen las expresiones que estamos viendo en todo el mundo, con especial virulencia en Irak y Siria. Y con el resto de monarquías y emiratos del Golfo. Y con la monarquía marroquí, que en estos momentos está reprimiendo todo el movimiento popular del Rif.
Su padre, Juan Carlos, no tuvo reparos en estrechar manos a los genocidas argentinos (Videla) y nunca quiso hacer una visita de Estado a Cuba, en contraposición a su conchabeo con los genocidas argentinos y chilenos. La única vez que lo hizo fue para asistir a una Cumbre Ibreoamericana que se celebró en La Habana, allá por 1999, pero nunca en visita oficial. Así que, de tal palo, tal astilla. Y con estos palos y con estas astillas no hay que ir a ninguna parte. Y, por si fuese poco, la monarquía, los reyes y las reinas, ni en los cuentos.
La CUP tiene toda la razón del mundo. Yo, que no reniego de "lo viejo", como algunos "progres" consideran a gente como Karl Liebknetch, mantengo que no se puede estar en el mismo lado que este tipo de gente, que hay que hacerse una autocrítica e irse. ¿O se quiere repetir el espectáculo del Carlie Hebdo francés, cuando la gente desfiló tras personajes como Poroshenko o Netanhayu (por no hablar del resto, comenzando por el propio Holande)? Mi postura la dejé clara entonces y lo vuelvo a hacer ahora.
El Rif marroquí, la Cabilia argelina y otros territorios de estos dos paises, así como de Túnez y en menor medida de Libia y Mauritania forman parte del Amazigh, un pueblo que siempre se ha caracterizado por su tradición igualitaria y que opuso una fuerte resistencia, desde siempre, a la invasión y conquista árabe. Pero no voy a entrar en ello ahora.
Simplemente quiero hacer mención a ello y dejaros esta joya. Quiero también agradeceros los comentarios, de forma concreta a Heywwod R. Floyd y a Nadia306090, a quienes no he tenido ocasión de contestar antes. En este viaje relámpago he pasado mucho tiempo escuchando a Idir, un ídolo en la zona en la que he estado. Este tema se llama "Padre mío" y tiene uno de los ingredientes clásicos de todo concierto que se precie, el zaghareet (sagarit), el grito de las mujeres que sirve para casi todo, para expresar alegría o pena, pero también éxito, ánimo, felicitaciones y despedidas. Como la que me dieron a mí.
El Lince