lunes, 2 de marzo de 2015

La guerra de los cerdos

España, Portugal y Grecia se están tirando los trastos a la cabeza. El primer ministro griego ha acusado a España y Portugal de ser los más beligerantes contra Grecia en el Eurogrupo por el temor que despierta en estos países el triunfo de Syriza y el ejemplo que supondría que se hubiese salido con la suya en lo relativo al no reconocimiento de la deuda y su impago.

Recordando un poco todo lo que ha pasado en febrero, desde el triunfo electoral de Syriza hasta su capitulación en las negociaciones con las “instituciones”, antes llamadas “troika”, hay un dato que merece la pena recordar y que llevó durante unos días a que Syriza creyese que realmente iba a ganar el pulso con las oligarquías europeas: Francia dijo que “estaba preparada para ayudar a Grecia”, recordó que los esfuerzos de Grecia por renegociar eran “legítimos” y que lo que había que buscar era “un nuevo contrato entre Grecia y sus socios”. Esta fue una declaración del ministro de Economía francés y alentó a Syriza, que creyó iba a contar con el apoyo de los socialdemócratas franceses e italianos, como os dije aquí. No fue así porque ambos se achantaron cuando Alemania dijo que no, que nada de nada y que a tragar. El ministro francés dijo que era una opinión personal que no representaba al gobierno, como así fue. Y todos tragaron, incluyendo a Syriza por mucho que se quiera edulcorar esta rendición con cuestiones como la “emergencia humanitaria”, único clavo ardiendo al que se puede sujetar Syriza para no saltar definitivamente al abismo de la misma política que sus predecesores. Y está a un metro de hacerlo.

Sin embargo, parece que Alemania ha encontrado a sus mejores mamporreros en los PIGS. Os refresco la memoria: los listillos habituales, los llamados “periodistas” de los medios de propaganda, antes llamados medios de comunicación, anglosajones acuñaron el acrónimo peyorativo PIGS en referencia a los países más afectados por la crisis, Portugal, Italia, Grecia y España (otros añadían también a Irlanda) que, en castellano, se traduce como cerdos. Pues bien, dos de estos cerdos, España y Portugal, que han desmantelado todo su sistema público y lo han vendido al mejor postor han sido los más fieros con Grecia, más que la propia Alemania.

Tsipras tiene que justificar su renuncia a casi todo, pero tiene razón cuando acusa a España y Portugal diciendo que “hay una conspiración conservadora para derrocar al gobierno anti-austeridad porque temen a sus fuerzas radicales en las elecciones de este año”. En el caso de España es Podemos, en el caso de Portugal no tengo ni idea a quién se está refiriendo porque conociendo a Syriza dudo mucho que tenga como referente a la Coalición Democrática Unitaria que lidera y hegemoniza el Partido Comunista de Portugal, de la que os hablé aquí como ejemplo de una política que sí quiere romper con el euro.

Tsipras dijo que el plan de España y Portugal era “desgastar, derrocar o llevar a nuestro gobierno a la rendición incondicional antes de que nuestro trabajo comience a dar sus frutos y antes de que el ejemplo griego afecte a otros países”. Aquí Tsipras tiene razón. Rajoy fue a Atenas a apoyar expresamente a Samarás y ya entonces habló de las “promesas imposibles” de Syriza haciendo un llamado a “la cordura” de los griegos para que no votasen por Syriza. Tal vez los griegos estén locos, pero lo cierto es que votaron por Syriza. Otra cosa es lo que está haciendo Syriza. Pero Rajoy dice que no presionó y que Syriza lo que hace es desviar balones antes de asumir su responsabilidad por el incumplimiento de promesas. Esto lo ha dicho este fin de semana.

Pero como se coge antes a un mentiroso que a un cojo, el primer ministro de Portugal ha reconocido de forma indirecta que sí hubo presiones de España y de Portugal contra Grecia: “Puede que haya habido una intención política, pero no es cierto. Estábamos en el mismo lado que el gobierno francés, que el italiano o el irlandés”. Vamos a ver, si ha habido “intención política” es que algo se ha hecho para evitar que Grecia se saliese de la ortodoxia y que todos estaban contra Grecia es evidente. Y si no se ha ido a más, como quiere decir el portugués, es porque otros gobiernos no han apoyado a Grecia. Fijaos que menciona a Francia e Italia, los dos países en los que confiaba Syriza como posibles aliados de su política anti-austeridad.

España y Portugal son los llorones de Europa, siempre van a Bruselas a llorar y ahora lo vuelven a hacer solicitando a Bruselas que responda a las acusaciones de Tsipras.

Grecia tiene aquí una buena baza de cara a su población, el enemigo externo que les ha boicoteado. España y Portugal tienen otra baza para desprestigiar a las opciones políticas que están surgiendo argumentando que no van a poder cumplir sus programas. Es la guerra de los cerdos. El sur peleando y Alemania mirando, esperando ver pasar por delante de su puerta el cadáver de su enemigo. Solo que no será un solo cadáver, sino millones de cadáveres de griegos, españoles y portugueses.

PD.- Un producto que deberíais dejar de tomar, si es que lo hacéis, es la Coca-Cola. Ya os comenté que unos campesinos de la India habían logrado derrotar a la multinacional y que su ejemplo se está extendiendo. En España, los trabajadores han ganado una querella judicial contra Coca-Cola, aunque aún no se ha resuelto del todo. En Grecia, los trabajadores de las empresas embotelladoras están peleando desde hace 17 meses contra la Coca-Cola.

Pues bien, a cuenta de la Coca-Cola se está produciendo una de las más groseras manipulaciones de Syriza contra quienes están en contra de su rendición ante las"instituciones", antes llamadas "troika", y se está produciendo estos días. Al igual que Syriza tiene su periódico, Avgi, el Partido comunista de Grecia (KKE) tiene el suyo, Rizospastis, (ambos son muy cercanos a esos partidos, no es que sean de su propiedad). 

El KKE realizó el 27 de febrero una exitosa manifestación contra el gobierno de Syriza por el acuerdo con el Eurogrupo en el que cede en todo. Antes que el KKE la coalición Antarsya hizo otra movilización, el 26 de febrero, esta más radical que la del KKE, que fue bastante modosita. 

Desde Syriza, así como desde la gran mayoría de los medios de propaganda, antes llamados de comunicación, no se ha tardado en arremeter contra Antarsya y el KKE. Sobre todo, contra el KKE. Y una de las formas de ataque es utilizar un anuncio que el periódico Rizospastis publicó de la Coca-Cola. Como os he dicho, los trabajadores griegos mantienen una batalla contra las embotelladoras de Coca-Cola en Grecia y ahora están en huelga contra la amenaza de desmantelamiento de las plantas. El ataque de Syriza contra el KKE ha sido utilizar un anuncio de Coca-Cola en el periódico Rizospastis como forma de decir que también el KKE dice una cosa (apoyo a los trabajadores en huelga) y hace otra (aceptar la publicidad de la Coca-Cola). Solo que Syriza no ha tenido ningún escrúpulo en mentir puesto que el periódico Rizospastis no publica ningún anuncio de Coca-Cola desde el año 2012 por decisión del propio periódico. Así que Syriza está utilizando ese anuncio de hace tres años para atacar al KKE y, por extensión, a quienes critican su claudicación ante la "troika", ahora llamada "las instituciones". Esto es consecuencia de algo que se produjo en las elecciones: Syriza subió, pero no tanto como se ha dicho, y sobre todo no entusiasmó en las zonas industriales y en los centros obreros.

No es de extrañar, por lo tanto, que la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria Embotelladora haya salido al paso de la mentira de Syriza argumentando que durante los 17 meses que llevan en lucha nadie se ha preocupado por ellos y que son muy raros los periódicos que se han hecho eco de ella. "El único que ha hecho un seguimiento exhaustivo de ella, publicando 250 artículos sobre la misma, los trabajadores y las actividades del sindicato, ha sido Rizospastis", dice la FNTIE. 

Mal asunto si Syriza tiene que recurrir a estos subterfugios para intentar acallar a las voces críticas con una postura que, se mire como se mire, y a la espera de lo que ocurra en estos cuatro meses que aún quedan para la firma de un acuerdo definitivo, supone una claudicación total frente al Eurogrupo, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. O sea, la "troika", ahora llamada "las instituciones".

El Lince




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