sábado, 23 de julio de 2016

El barrio

En Estambul hay un barrio icónico. Es Gazi, ejemplar en cuanto a organización y lucha. Tiene unos 40.000 habitantes y es uno de los más depauperados de toda la ciudad. Los poderes políticos nunca se han preocupado lo más mínimo por su desarrollo. Está habitado mayoritariamente por alevíes (seguidores de una rama del islam shií, con algunas influencias preislámicas) y kurdos. La presencia en él de organizaciones revolucionarias turcas es muy potente, especialmente el Partido Revolucionario de Liberación del Pueblo-Frente. Este partido tiene dos ramas, la política y la militar. Además, cuenta con un frente cultural de lo mejorcito: el Grup Yorum, del que ya os he hablado en más de una ocasión.

En las elecciones que repitió el AKP en el verano del año pasado - eso sí que fue un autogolpe- para eliminar la amenaza que le suponía que el partido prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), que le había impedido conseguir la mayoría absoluta en el Parlamento, el resultado del bario fue: la socialdemocracia del Partido Republicano del Pueblo 51'32%, el HDP 27'54% y el AKP el 16'09%. El resultado es lo de menos porque el barrio de Gazi es, de hecho, un barrio casi autogestionado por los propios vecinos. Ellos hablan, con lógico orgullo, de "barrio liberado". En Estambul es conocido como "el bastión rojo" por su combatividad. No hace mucho, los medios de propaganda audiovisuales de Turquía hicieron un programa sobre "los 10 barrios más peligrosos" del país y Gazi ocupaba el tercer lugar. Los dos primeros, en Ankara, lo hacían por la criminalidad, las drogas y la prostitución. Gazi lo hacía por su combatividad y enfrentamiento con el sistema.

La historia del barrio es larga, pero hay que remontarse a 1995 para comenzar a hablar de lucha y de organización para llegar hasta la situación de ahora. Ese año, miembros de la extrema derecha (individuos cercanos a una organización llamada Lobos Grises) ametrallaron una cafetería y mataron a una persona e hirieron a otras cuatro. Todas eran alevíes. La policía tardó más de dos horas en llegar y cuando lo hizo la ira de la población estalló. La policía disparó contra quienes protestaban y mató a otras cinco personas. Los pobladores respondieron y los enfrentamientos se saldaron con un total de 22 muertos. Fue el principio de la rebelión. Desde entonces, la presencia de la policía en Gazi es poco menos que simbólica.

Han pasado 20 años y han sido muchas las fechas que se consideran eventos revolucionarios en Gazi y muchos los muertos que ha habido en el barrio como consecuencia de la represión y de la lucha. Aquí tenéis una muestra, el funeral por tres vecinos que fueron asesinados en Suruc en el verano de 2015. En esa localidad, cercana a Siria, se habían reunido jóvenes de todo el país para solidarizarse con los kurdos de Kobani, que resistían el asedio de la organización llamada Estado Islámico. Una bomba estalló y mató a 33 jóvenes. Como dijo, de esos muertos un hombre y dos mujeres eran vecinos del barrio de Gazi. Así les homenajeó el barrio. 



La matanza de Suruc ha cumplido un año y sigue impune. Hoy todos los medios de propaganda dan mucha cobertura a Turquía, pero nadie recuerda matanzas como esa. Como no se recuerda que la Ucrania neonazi, la que es defendida por EEUU y la muy "democrática" UE, depuró a profesores universitarios, de secundaria, policías, jueces y funcionarios que hablasen ruso o defendiesen a Rusia. Como no se recuerdan las matanzas de los nazis del Maidán, ese que es defendido aún por algún progre filosófico, en Odesa o Mariupol y que, también, siguen impunes.

Pero Gazi sigue y no se rinde. ¿Habéis visto en alguna parte del mundo que cuando la policía lanza gases lacrimógenos la gente cante? Pues eso hace Gazi. Muchos de los componentes del Grup Yorum son del barrio y suelen dar conciertos gratuitos para recoger fondos para organizar actividades de todo tipo y para apoyar las movilizaciones del vecindario. En esas estaban cuando llegó la policía y sólo se les ocurrió ésto. Era el mes de abril de este año.


Así que supongo que ahora entenderéis mejor lo que supone la autoorganización y la autodefensa de los barrios. Y el por qué los islamistas del AKP intentaron tomar el barrio de Gazi tras el fallido intento de golpe de Estado. Desde el primer momento del golpe, los vecinos cerraron el barrio con barricadas. Ni golpistas ni islamistas, ese era su lema. Sabían lo que pasaba y no se equivocaron. Los islamistas fueron rechazados, aunque tuvieron el apoyo de la policía. Ha pasado una semana y los islamistas no se han vuelto a presentar en Gazi.


Nosotros estamos a años luz de todas estas expresiones de lucha y resistencia. Siempre habrá alguien que diga que estamos en otras circunstancias. Siempre habrá alguien que diga que todo lo que habéis visto son expresiones de la extrema izquierda, que no es desde la calle desde donde se cambian las cosas sino desde las instituciones, como ha dicho el progre por excelencia del Estado español (España, para otras latitudes). Siempre habrá alguien que critique la violencia, aunque si se atreve a criticar la del Estado será con la boca pequeña, muy pequeña. Siempre habrá alguien que justifique su sumisión al sistema. Pero preguntaros qué hacéis por vuestro barrio y lo más importante, cuál es vuestro papel en el movimiento vecinal y si no existe, preguntaros el por qué.

Así que, al menos, que nos quede no sólo la información sino la música del grupo que tiene al barrio de Gazi como una de sus referencias; incluso le dedicó un tema en uno de sus discos. Entre otras cosas, para que aumente la cultura de esos progres tan acomodados y ayudar a romper con los estereotipos culturales y ese eurocentrismo que nos consume.

Disfrutad con Daglara Gel, "Ven a las montañas", el tema emblemático del Grup Yorum (yorum significa encuentro). Si pincháis en el primer enlace que os he puesto veréis su traducción, aunque la metáfora es evidente.


El Lince

1 comentario:

  1. LA ESTÉTICA DEL ASUNTO. Solo voy a comentar, del último vídeo de esta entrada, lo que me llama la atención del concierto de YORUM. La cantante va sin tacones (mujer con tacones, fea de cojones). Sin enseñar apenas carne y aún con escote,la atención se centra en lo fundamental,que es su cara. Y cantando para un público, seguramente no alcoholizado, que se identifica con los músicos de una forma ya desaparecida entre nosotros en los conciertos en Madrí.

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